martes, 24 de septiembre de 2013

El FMI le daría más plazo a la Argentina para presentar la nueva medición de la inflación

Tras el viaje de Lorenzino, mejoraron las expectativas en el organismo multilateral
Por   | LA NACION
NUEVA YORK.- En su paso por esta ciudad, la presidenta Cristina Kirchner ya pudo recoger una buena noticia. En el Fondo Monetario Internacional (FMI) hay una fuerte corriente de opinión dispuesta a "recomendar una prórroga" en el plazo para que el país avance en la elaboración de un nuevo índice de costo de vida, que originalmente caducaba el próximo domingo.
Según escuchó LA NACION en fuentes familiarizadas con las tratativas entre ambas partes, el giro sería una señal de buena voluntad de parte del organismo que lidera Christine Lagarde. Marcaría también la primera consecuencia visible de la misión urgente que el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, realizó días atrás a Washington para mostrar algún tipo de avance en los trabajos comprometidos ante el organismo.
De acuerdo con lo que recogió LA NACION, no todo fue sobre ruedas en los dos días de trabajo que la delegación argentina mantuvo con los técnicos del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI y de su Departamento de Estadísticas. "Hubo varias observaciones y algunas recomendaciones", se indicó. Pero, a diferencia de lo ocurrido en ocasiones anteriores, se registró "muy buena disposición" por parte del lado argentino, ánimo de escucha y distensión en el intercambio de información de una y otra parte.
Lorenzino había llegado acompañado por el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, y por el director técnico del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Norberto Itzcovich. El grupo se completó con unos pocos técnicos.
Estaba previsto que también viajara la directora del cuestionado organismo estadístico, Ana Edwin, pero canceló su participación sobre la hora. Ése también fue un cambio en la dinámica habitual de este tipo de encuentros. No está claro de cuánto podría ser la prórroga en danza, pero es posible que, de concretarse, respete lo esencial del cronograma de trabajo, ya que si bien se había impuesto el 29 del actual como plazo final para mostrar avances el directorio no tiene previsto tratar el caso argentino hasta noviembre.
Hasta ahora, el Fondo no hizo comentarios formales sobre las consecuencias de esa misión. Pero, en una escueta comunicación de voceros, mostró tono conciliador y llamó a "continuar el diálogo" entre las partes. Casi in extremis , Lorenzino llegó con la oferta de crear "un nuevo índice de precios" de alcance nacional. El compromiso del Gobierno es que podría estar operativo a comienzos del año próximo. Lo que el Fondo pide es que su elaboración "responda a estándares" internacionales.

POCO CONFIABLE

El índice que actualmente mide la inflación en la Argentina perdió toda credibilidad no sólo ante el Fondo y publicaciones y consultoras internacionales, sino también ante buena parte de la población, que constata su inexactitud en la vida cotidiana.
Una distensión con el Fondo daría un poco de respiro al Gobierno, que en los próximos 10 días enfrenta varios desafíos de fondo para su política económica, y todos ellos con epicentro en la capital norteamericana.
Entre ellos, el hecho de que, a partir del lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos considerará la respuesta al pedido formal que le hizo el Gobierno para que intervenga en el caso judicial de los llamados "fondos buitre", que ganaron el caso por el que reclaman el pago de sus bonos en default en las dos instancias previas. Se estima que la respuesta no demandará más de pocos días.
En los últimos días creció la impresión de que muy posiblemente la respuesta sea negativa, a la espera, sobre todo, de que se defina la situación del resto del expediente, que aún se encuentra en revisión en la Corte de Apelaciones de Nueva York. De confirmarse esa presunción, también en el frente judicial de la deuda la Argentina se enfrentaría a lo que viene buscando: más tiempo y algo de distensión.

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