sábado, 22 de febrero de 2014

PRONOSTICAN QUE AFECTARAN A UN PUEBLO POR AÑO EN LA PROVINCIA

Un fenómeno extremo cada vez más común

Expertos en tornados aseguran que su frecuencia ha venido aumentando en forma notable durante los últimos años en nuestro país
eldia.com.ar

El Tornado que golpeó ayer la localidad de Plátanos podría ser una manifestación concreta de cambio climático. Así lo entienden al menos expertos en este tipo de tormentas, quienes aseguran que su frecuencia ha venido aumentado de manera notable en los últimos años. “Mientras que hace tres décadas ocurría un evento de cierta magnitud cada cinco años, en la actualidad su frecuencia es mayor, por lo que se puede esperar que afecten a un pueblo bonaerense por año”, aseguró la doctora en Ciencias Meteorológicas María Luisa Altinger de Schwarzkopf, quien ha venido recopilando la ocurrencia de este tipo de fenómenos durante cuarenta años en nuestro país. “Estamos registrando una mayor cantidad de días por año en los que ocurren estos fenómenos severos”, aseguró la investigadora en una charla reciente que brindó durante el Congreso Latinoamericano de Ingeniería del Viento desarrollado en nuestra ciudad.
 
“Desde Río Negro hacia el norte, todo nuestro país puede ser afectado por tormentas severas, por lo cual existe riesgo de ocurrencia de tornados”, explicó la doctora Altinger, quien dijo que, de hecho, el territorio bonaerense ha sufrido eventos de todo tipo de intensidad. La llanura pampeana, la mesopotamia y el sur de Brasil sería el segundo lugar del mundo donde se produce la mayor cantidad de tornados, luego del medio oeste de Estados Unidos Durante las últimas décadas “se han registrado en la provincia de Buenos Aires tornados de todas las intensidades, desde muy leves hasta algunos con vientos mayores a los 400 kilómetros por hora, como fue el caso del terrible tornado que destruyó el pueblo Estación López, en el partido de Juárez, en mayo de 1992”. De acuerdo con algunos estudios, la región comprendida por la llanura pampeana, la mesopotamia y el sur de Brasil seria el segundo lugar del mundo donde se produce la mayor cantidad de tornados, luego del medio oeste de Estados Unidos. Sucede que en esa zona suelen encontrase los vientos fríos de la Patagonia con el aire caliente proveniente del norte de Argentina y Brasil, lo que da lugar a tormentas intensas que derivan muchas veces en tornados de diversa intensidad. EL EVENTO MÁS DESTRUCTIVO Producto de tormentas de cierta escala que cambian de dirección generando un efecto giratorio, los tornados se manifiestan como una columna de aire que rota de forma violenta y que se mantiene en contacto tanto con la tierra como con la nube donde se origina. Ese doble contacto es precisamente lo que permite ver a los tornados. Y es que sus embudos de aire, que pueden crecer hasta alcanzar unos doscientos metros de ancho, se tornan visibles gracias a las gotas de agua condensada que extraen de la nube, pero también del polvo y los escombros que levantan del suelo. 

Según la intensidad que alcanzan, los tornados son catalogados por los especialistas en seis categorías o fuerzas. Así, mientras que los más leves, los F0, no superan los 117 kilómetros por hora y sólo causan daños menores; los F2, con vientos de entre 181 y 250 kilómetros por hora, ya arrancan los techos de las casas; y los F5, con ráfagas de hasta 500 kilómetros por hora, son capaces de lanzar por el aire locomotoras y camiones como si fueran juguetes. Pero aunque algunos de ellos pueden ser devastadores, su desplazamiento es relativamente lento, de no más de 32 kilómetros por hora, y la mayoría de ellos no llega muy lejos: rara vez recorren más de diez kilómetros de distancia. De ahí que los meteorólogos consideren a los tornados el fenómeno más destructivo a escala local. Si bien los tornados más violentos constituyen apenas el 1 o el 2 % de los que se registran a nivel mundial, éstos son responsables del 70% de las muertes ocurridas durante este tipo de evento. En la gran mayoría de los casos, las muertes y lesiones severas son causadas por el impacto de objetos arrastrados por el viento. A diferencia de los huracanes, que abarcan mucha mayor extensión, los tornados no se pueden prever con gran anticipación, aunque sí con la suficiente para salvar vidas si existe un aceitado mecanismo de prevención: hoy los sistemas más efectivos pueden anunciarlos unos 13 minutos antes de que se desaten. Al margen de ello existen algunas señales de la naturaleza que permiten considerar que existe riesgo de tornado, como el hecho de que el cielo se torne repentinamente muy oscuro y de color verdoso, se desate una fuerte granizada o se escuche un rugido poderoso acercándose.