viernes, 18 de marzo de 2016

ARGENTINA

Alerta en Corrientes por una plaga de caracoles gigantes


clarin.com

Ya habían aparecido hace 3 años.
En un barrio de la capital provincial encontraron 1.400 ejemplares. Afectan la agricultura y pueden transmitir enfermedades
Caracoles gigantes en Corrientes.
Tres años después, los caracoles gigantes africanos volvieron a aparecer en Corrientes poniendo en alerta a la población y a los funcionarios de las áreas de salud y agricultura de la provincia. Esta vez, el hallazgo se produjo en el barrio Yapeyú de la capital correntina, a unas 20 cuadras del microcentro de la ciudad. Allí, técnicos del Ministerio de la Producción, de Zoonosis Municipal y del SENASA, alertados por los vecinos, ya recogieron unos 1.400 ejemplares de la especie científicamente llamada Achatina Fulica.
Los caracoles gigantes africanos aparecieron por primera vez en 2013 en Corrientes. Están considerados una de las especies más perjudiciales del mundo, con fuerte impacto en la salud pública, la agricultura y en el medio ambiente, debido a su difícil eliminación, su voracidad, su increíble capacidad reproductiva y a ser vectores de enfermedades transmisibles al humano.
El grupo de técnicos puestos a trabajar por los distintos organismos nacionales, provinciales y municipales --unas 15 personas en total-- realiza una tarea de revisión de los domicilios y recolección de los caracoles. La cifra, entre capturados vivos y conchillas de animales muertos, supera los 1.400. Para dar una idea de la importancia del brote de este año, sólo en la vivienda que fue indicada como el foco se juntaron unos 750 en ambos estados.
En 2013 se concretó el primer hallazgo en cinco viviendas del mismo barrio de clase media alta. En esa oportunidad se envió una muestra de 50 ejemplares al Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) de Puerto Iguazú, Misiones, con el objeto de establecer la situación sanitaria de los mismos. Se determinó entonces la ausencia de parásitos que puedan transmitir enfermedades en los humanos, aunque continuó vigente la recomendación de no mantener contacto directo con el molusco y con su baba.