lunes, 29 de marzo de 2021

Educación ambiental: escuelas latinoamericanas donde aprender en armonía con la naturaleza es posible
infobae.com

Entenderse como parte de la naturaleza es un primer paso fundamental a la hora de aprender a cuidar el entorno, y la infancia es el mejor momento para incorporar hábitos y conductas saludables para el planeta


Extraer la clorofila de una hoja, germinar una semilla en un frasquito o reciclar papel con un tamiz son algunas de las actividades que se relacionan inmediatamente con el concepto de Educación Ambiental en las escuelas, y parte de los recuerdos que los adultos tienen de haber recibido estas enseñanzas. Y si bien son interesantes, y por algo quedaron grabadas en la memoria de casi todos los que fueron alumnos, están muy lejos de ser suficientes y de estar a la altura de la educación que la crisis ambiental requiere.

Mientras en Argentina no hay aún una Ley de Educación Ambiental que exija su aplicación en las escuelas y delinee políticas y pasos a seguir para incorporar estos saberes en las nuevas generaciones —afortunadamente cada vez más interesadas en el tema—, sí brotan por el mundo y la región nuevos modelos de enseñanza que integran la relación con el ambiente en el día a día de la escolaridad, y se convierten en modelos a seguir.

“Usualmente se enseña que hay que cuidar la naturaleza como algo ajeno, externo, pero no. Nosotros somos parte de esa naturaleza, estamos insertos: si cuido la naturaleza me estoy cuidando a mi mismo”, dice a Carbono News Paola D’Alfeo, fundadora de la Escuela Tierra Viva en el Valle de Punilla, en la provincia argentina de Córdoba.




Relación con el entorno

“Para empezar el edificio de la escuela es todo vidriado, es como si estuvieran afuera”, cuenta D’Alfeo. “En la escuela tenemos energía solar, no usamos luz eléctrica, los chicos aprenden que la energía que estamos utilizando es la misma que la del sol. También reutilizamos el agua con la que nos lavamos las manos”, agrega.

“La relación con la naturaleza es constante. Tenemos muchos árboles autóctonos en el patio, casi no hay cemento. Hay pasto, hay tierra, hay barro. Las plantas autóctonas tienen muchas espinas, entonces aprendemos que si pinchan no las tocamos, pero no arrasamos con la vegetación para que el niño no se pinche. O a los árboles: no les decimos que no suban, pero les explicamos las consecuencias de caerse”, agrega.

“Los chicos saben que existe la energía eólica, cómo obtener energía hidráulica, en Ciencias Naturales trabajamos reciclado, saben leer las etiquetas, les enseñamos a saber cuáles materiales se pueden reciclar. Inclusive con la basura, la tenemos separadas, saben el proceso del compost para después ir a la huerta, y ellos tienen mucha conciencia”, cierra.




Educación alternativa en Costa Rica

Casa Sulá es tal vez uno de los referentes más destacados de Latinoamérica en lo que educación ambiental refiere. Y su popularidad creció desde la aparición en “Con los pies sobre la tierra”, la serie documental protagonizada por Zac Efron (Netflix, 2020).

Casa Sulá es una escuela privada de aprendizaje independiente y alternativo ubicada junto al río, en la Provincia de Alajuela, en San Mateo, Costa Rica. Allí los niños aprenden sin pizarras, pero con materiales para incentivar su curiosidad, y en contacto directo con la naturaleza a su alrededor, en una zona rural. Los contenidos —que van desde los básicos de la educación formal, hasta cocinar o hacer carpintería— se transmiten en forma de juego y parten de las necesidades individuales de cada estudiante.

Escuelas sustentables de Uruguay al mundo

Un grupo de amigos uruguayos dio inicio a la idea de Una Escuela Sustentable, basada en las de Michael Reynolds, y viaja por la región construyendo escuelas en base a seis conceptos fundamentales: sistemas de energía solar, recolección de agua de lluvia, tratamiento de aguas grises y negras, producción de alimentos, acondicionamiento térmico pasivo y utilización de materiales naturales y reciclados para la construcción.

Los propios estudiantes de y sus familias —además de voluntarios— participan activamente de la construcción de los edificios, lo que luego se retoma en la educación para integrar la sustentabilidad y la armonía con el ambiente en los contenidos que se aprenden.

La diversidad como base, en Bolivia

En la escuela Kurmi Wasi, en Achocalla, una valle entre las ciudades bolivianas de El Alto y La Paz, se enorgullecen de la variedad de culturas y arraigos de sus estudiantes. “Lo que es diferente es que las familias que son parte de la comunidad educativa son de realidades sociales, culturales y económicas totalmente diferentes, hay una diversidad grande: del campo, de la ciudad, ateas, cristianas, hare krishna…”, enumera Karin Boller, profesora de primaria y cofundadora del proyecto, en diálogo con Carbono News.

Los alrededor de 170 estudiantes —que van desde prekinder y kinder hasta sexto año de secundaria— trabajan cada año en un proyecto productivo diferente: los más chicos se ocupan de los patos y las gallinas, otros del huerto, y otros de las ovejas que se crían en el predio de la escuela. A medida que van creciendo realizan proyectos de formación técnica, en agroecología, cerámica o conservación de alimentos. “Para aprender a tener algún oficio que pueda servir en la vida”, dice Karin.

Lo que se cosecha en el huerto, y de los animales, alimenta el comedor del colegio, donde se sirve únicamente comida sana y natural.

La propia infraestructura del colegio está hecha con materiales nobles: barro, adobe, piedra y madera, evitando el cemento. Los baños ecológicos son secos, no hay alcantarillado y en su lugar se trabaja con aserrín y cal, que luego se utiliza como abono para la chacra.

Sobre la educación ambiental, Karin cuenta: “La idea no es solamente que haya contenido, sino un cambio actitudinal en los estudiantes, y que eso sirva para tener luego un ambiente cuidado por la misma sociedad. Y ver con ojos críticos el extractivismo y el consumo que siempre implica mucha basura y mucho plástico”.


viernes, 5 de marzo de 2021

En qué consiste el plan chino que busca manipular el clima

perfil.com

China anunció un proyecto de manipulación del clima, que promete modificar lluvias, granizo y nieve a una escala nunca antes vista.



El Consejo de Estado chino, anunció oficialmente la intención del país de controlar el clima. Si bien China ya viene utilizando programas de manipulación climática, este proyecto promete ir más allá y alcanzar una escala nunca antes vista. Esta vez, el gobierno se comprometió manipular las nubes y cambiar los regímenes de lluvia, granizo y nieve de manera artificial para obtener un mayor control sobre su agricultura, los desastres naturales y los ecosistemas.

El documento emitido por el gobierno chino, prevé que el país “tendrá un sistema de modificación del clima desarrollado para 2025”, que abarcará una superficie total superior a 5,5 millones de kilómetros cuadrados para la operación de lluvia o nieve artificial. Además, para la supresión del granizo debería superar los 580.000 kilómetros cuadrados. Esto representa más de la mitad del territorio chino, casi el 60%.

Del mismo modo, el comunicado prevé que “para 2035, la modificación del clima de China debería llegar a un nivel avanzado mundial en términos de operación, tecnologías y servicios”.

Impactos ambientales de la “siembra de nubes”

Según explicó el Consejo chino, la modificación del clima implicará una solución fundamental para ciertos fenómenos que asechan el territorio. En este sentido, el gobierno promete la gestión de “desastres como sequías y granizo”, como así también la asistencia de catástrofes, de la producción agrícola y la respuesta ante incendios forestales y de pastizales.

Lo cierto es que, el proceso de “siembra de nubes” no es algo nuevo. Fue a finales de la década del 40, cuando se descubrió la posibilidad de que los cristales de yoduro de plata pueden formar cristales de hielo en vapor de agua. Desde entonces, los científicos han estado trabajando para comprender cómo alterar la manera en que el agua se forma y se mueve dentro de las nubes.

Según explicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM): “Los programas operativos para modificar artificialmente el tiempo -entre los que están incluidos los diseñados para disipar la niebla, estimular las precipitaciones de lluvia y nieve, y disminuir el granizo-, están teniendo lugar en más de 50 paises”.

Sin embargo, según la OMM este tipo de procesos presentaron dificultades históricas a la hora de demostrar los impactos de estas intervenciones en el clima. “A pesar de décadas de investigación, un profundo escepticismo rodea todavía a la siembra de nubes, debido, en parte, al reto de verificar su eficacia, estableciendo causas y efectos”, explicaron en un informe.

Particularmente, en cuanto al impacto ambiental que las políticas propuestas por el gobierno chino, Xulio Ríos, Director del Observatorio Política China y fundador y presidente del Instituto Gallego de Análisis y Documentación Internacional (IGADI), manifestó a Perfil que “es difícil establecer previsiones fundamentadas ya que son pocas las experiencias en este ámbito y más aún a esa escala”. Pero explicó: “Indudablemente, para China de lo que se trata es de mejorar la gestión de sus recursos hídricos, muy deteriorados en los últimos 40 años como consecuencia del desarrollismo”.

En este sentido, Ríos hizo hincapié en que “no se han realizado estudios suficientes que permitan evaluar los efectos derivados del uso masivo del yoduro de plata”. Sin embargo, afirmó que, considerando el escenario chino y el deterioro de sus recursos, “para Pekín, cualquier riesgo es asumible a la espera de evaluar más en detalle las consecuencias ambientales generales”.
 
Posibles tensiones regionales

Según explicó Ríos, este proyecto puede traer aparejados una serie de conflictos regionales. “El impacto, en la medida que afecte a países limítrofes, puede añadir elementos de discordia en su diplomacia de vecindad”, afirmó.

En este sentido, destacó las próblemáticas que hoy giran en torno al río Mekong, el cual fluye a través de seis países: China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. “Sobre ese río se registra desde hace años cierta polémica por los embalses y plantas de energía chinas que no tienen en cuenta el impacto río abajo”, agregó. En este contexto, opinó que “podría existir un serio problema con los recursos hídricos de la región”.

Si bien se espera que el proyecto ayude a la reducción de desastres y a la protección del medio ambiente evitando incendios o temperaturas muy altas y sequías, provocar que las nubes descarguen en un país puede traer consecuencias en los países vecinos. Por lo cual, podría afectar a la India (país con el que China ya tiene problemas fronterizos en el Himalaya), Nepal, Birmania, Vietnam, entre otros.

Incluso, un informe de investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán advirtió que la falta de coordinación en actividades de manipulación del clima puede llevar a acusaciones sobre el "robo de lluvia" entre países vecinos.

miércoles, 3 de marzo de 2021

Proteger los bosques es proteger el sustento de millones de personas y salvar al planeta
news.un.org

Cerca del 80% de las especies silvestres terrestres viven en los bosques y casi un 90% de las personas más pobres del mundo dependen de algún modo de los recursos forestales. Sin embargo, cada año se pierden 4,7 millones de hectáreas de esos ecosistemas. En la jornada mundial dedicada a la vida silvestre, la ONU llama a tomar medidas para preservarlos, haciendo caso de los conocimientos ancestrales de las comunidades que los han gestionado a lo largo del tiempo.

La pérdida anual de bosques equivale a una superficie mayor que la Dinamarca y esta destrucción implica no sólo una merma enorme de biodiversidad en la Tierra, sino un freno menos al avance del cambio climático y la destrucción del sustento de millones de familias pobres en el mundo, recuerda la ONU este miércoles 3 de marzo, Día Mundial de la Vida Silvestre.

Los servicios del ecosistema boscoso y los recursos que proporciona, como el filtrado y el almacenamiento de agua dulce para garantizar la fertilidad de los suelos o para regular el clima, son esenciales para la economía mundial y para las personas en todo el mundo.

Este año, el Día Mundial llama la atención sobre el papel central de los bosques, las especies forestales y los ecosistemas en los medios de vida de cientos de millones de personas.

Prácticas indígenas

La jornada también reconoce y promueve las prácticas de manejo de los bosques y la vida silvestre que se adaptan tanto al bienestar humano como a la conservación a largo plazo de los bosques, como las que han llevado a cabo durante siglos numerosas comunidades indígenas.

En su mensaje para la jornada, el Secretario General de las Naciones Unidas pidió a todos los individuos y gobiernos del mundo que multipliquen los esfuerzos de protección de los bosques y apoyo a las comunidades forestales.

“Si lo hacemos, contribuiremos a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para las personas, el planeta y la prosperidad de todos”, dijo António Guterres, destacando que los bosques ayudan a regular el clima, son hogar de alrededor del 80% de las especies silvestres terrestres y proveen un medio de vida para millones de hogares.

Las familias que de alguna manera dependen de los recursos forestales constituyen el 90% de las personas más pobres del mundo, algo especialmente cierto para las comunidades indígenas que viven en esos ecosistemas o cerca de ellos.

Custodios históricos

En esos casos, argumentó Guterres, además de proporcionarles un medio de vida, los bosques les dan “identidad cultural”.

Según los datos de la ONU, más de 800 millones de personas viven en bosques tropicales y sabanas en países en desarrollo. Las comunidades indígenas y rurales mantienen una relación particularmente estrecha con esos sistemas naturales.

Esos colectivos dependen de los bosques para satisfacer prácticamente todas sus necesidades esenciales, desde alimentos y refugio hasta energía y medicamentos, pero también mantienen una fuerte relación personal, cultural y espiritual con esos entornos, por lo que se han convertido en los custodios históricos de las reservas más importantes de diversidad biológica.

Pese a esto, la explotación insostenible de los bosques continúa y daña a esas comunidades, acelerando la pérdida de biodiversidad y la alteración del clima, agregó.




Uso insostenible

Al referirse a la creciente amenaza del uso insostenible de los recursos forestales y el tráfico de vida silvestre, Guterres apuntó que cada año el mundo pierde alrededor de 4,7 millones de hectáreas de bosques debido a la agricultura insostenible, el tráfico de madera, el crimen organizado y el comercio ilegal de especies de animales silvestres.

Subrayó que el comercio de animales silvestres es un delito que, además, aumenta el riesgo de enfermedades zoonóticas, como el COVID-19.

“En este Día Mundial de la Vida Silvestre, insto a los gobiernos, a las empresas y a las personas de todo el mundo a que intensifiquen sus esfuerzos por conservar los bosques y sus especies autóctonas y a que presten atención a las voces de las comunidades forestales y les den su apoyo”, enfatizó el Secretario General.

Conmemoración

La celebración de la jornada, que este año se realizó de forma virtual, estuvo a cargo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) e incluyó un festival de cine y un concurso mundial de arte juvenil en el que artistas jóvenes destacaron las múltiples crisis ambientales globales que enfrentan los ecosistemas forestales, la vida silvestre y los seres humanos, desde el cambio climático hasta la pérdida de biodiversidad.

La secretaria general de la CITES, Ivonne Higuero, explicó que el objetivo del evento fue dar voz a las comunidades indígenas que viven en los bosques, compartiendo sus conocimientos y experiencias de conservación forestal para inspirar el establecimiento de modelos de interacción verdaderamente sostenibles con los ecosistemas y la vida silvestre del planeta.

Por su parte, el ministro de Agricultura y Riego de Perú, Federico Tenorio Calderón, afirmó que la vida silvestre puede generar los medios de vidas de las comunidades que comparten sus hábitats siempre y cuando se utilice de manera sostenible, como lo han demostrado muchos colectivos indígenas a través de la historia.

La jornada mundial

El Día Mundial de la Vida Silvestre, conmemorado cada 3 de marzo, fue establecido en 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para celebrar y crear conciencia sobre la importancia de la flora y la fauna del mundo.

La fecha también marca el día en que se adoptó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en 1973.