lunes, 5 de septiembre de 2016

El oso panda ya no está en peligro de extinción
abc.es

Pero el cambio climático podría eliminar, en los próximos 80 años, más del 35% de los bosques de bambú que constituyen el hábitat del panda, matiza la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza


Oso panda


El panda gigante (Ailuropoda melanoleuca), anteriormente «En Peligro», pasa ahora a la categoría «Vulnerable», debido a que la población ha crecido gracias a eficaces programas de protección de los bosques y de reforestación. La mejora confirma la eficacia de la acción del gobierno chino para proteger la especie, asegura en una nota la UICN. Sin embargo, se prevé que el cambio climático podría eliminar, en los próximos 80 años, más del 35% de los bosques de bambú que constituyen el hábitat del panda. Por consiguiente, se pronostica una reducción de la población, anulando así los logros de los últimos 20 años, puntualiza la institución. «El plan del gobierno chino encaminado a ampliar la política de conservación de esta especie es un avance positivo, que debe ser objeto de un fuerte apoyo para garantizar su aplicación efectiva», manifiesta la UICN.

Gracias también al éxito de las medidas de conservación, el antílope tibetano (Pantholops hodgsonii) pasa de la categoría «En Peligro» a «Casi Amenazado». La población pasó de cerca de un millón de individuos a entre 65.000 y 72.000 individuos en los años 80 y principios de los años 90. La causa ha sido la caza furtiva con fines comerciales, debido a su valioso pelaje (shahtoosh) que se utiliza para la confección de chales. Se requieren de 3 a 5 pieles para fabricar un solo chal, y se mata a los animales porque no se puede ni esquilar ni peinar la lana. Desde entonces, se han tomado medidas de protección rigurosas, y la población se estima actualmente entre 100.000 y 150.000 individuos.
Entre otros éxitos de conservación, cabe mencionar la rata arquitecto (Leporillus conditor), especie endémica de Australia, cuya situación ha mejorado, pasando de «Vulnerable» a la categoría «Casi Amenazada» como consecuencia de un ambicioso plan de recuperación de la especie, con reintroducciones e introducción en zonas libres de depredadores. Este roedor constructor de nidos es único y el último en su género, después de la extinción de la especie más pequeña Leporillus apicalis en el siglo XX. La resina que crean las ratas para construir sus nidos es tan sólida que puede durar milenios si no se ve expuesta al agua.

Por último, citar el caso del ualabí de bridas (Onychogalea fraenata) que también experimenta una mejora en su situación, pasando de la categoría «En Peligro» a «Vulnerable». Esta especie endémica de Australia, muy común en el pasado, sufrió un impresionante declive poblacional en el siglo XIX e inicios del siglo XX a causa del impacto de las especies invasoras y la pérdida de sus hábitats. Un exitoso programa de conservación por translocación que establece nuevas poblaciones dentro de áreas protegidas ha permitido a esta especie iniciar el largo camino hacia la recuperación, se congratula la UICN.