martes, 31 de mayo de 2016

ARGENTINA

Cambio climático: advierten que debe haber deforestación cero en cuatro años
lanacion.com.ar

El diputado nacional por Cambiemos, Juan Carlos Villalonga expuso su posición en un seminario; de no trabajar en el ordenamiento territorial Argentina no cumplirá con los compromisos del Acuerdo de París


 La deforestación es el tema más urgente en el que la Argentina debe trabajar seriamente para poder cumplir con los compromisos asumidos en la Cumbre de París de lucha contra el cambio climático y más aún si, como se anunció, se pretende el país presentará una meta más ambiciosa.
"Con el plan de energías  que se acaba de lanzar se ha dado un gran paso en la lucha contra el cambio climático, pero no es suficiente; la única manera de empezar a torcer la curva es con la deforestación. Es fundamental que dejemos de deforestar en 2020. El agro podrá introducir mejores prácticas al igual que la industria pero no va a ser tan rápido. No queda otra opción de que en los ordenamientos territoriales (OT) desaparezcan las áreas verdes y las amarillas tengan más precisión respecto de qué emprendimiento se puede desarrollar", indicó Villalonga durante un seminario organizado la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina.
El diputado se refiere a las áreas en las que cada provincia establece el nivel de protección de sus bosques nativos, según la ley de bosques. Así, como si fuera un semáforo las áreas verdes son las que pueden tener proyectos forestales; las amarillas deben ser analizadas y las rojas, no pueden ser explotadas. La norma establece la conformación de un fondo que compensa a las jurisdicciones por no explotar esas áreas. Esa compensación nunca se cumplió acabadamente porque la Nación nunca cumplió con el envío de dinero estipulado por la normativa.
El plan nacional de energías renovables que el Gobierno lanzó hace un par de semanas que pretende alcanzar el 20% de la generación eléctrica para 2025 no es suficiente. "El plan podrá reemplazar alguna fuente por las renovables pero no va a mover la aguja en términos de emisiones. Ahora, que se cumpla con el plan par frenar la deforestación va a depender de todos los actores. Nación tiene que poner el dinero que nunca ha puesto par dar respaldo a las provincias para OT más restrictivos; gobernadores, que trabajen el tema y el sector productivo va a tener que entender que combatir el cambio climático haciendo lo mismo es imposible .El sector académico y no gubernamental tendrá que ser más contundente en la materia para que se tome real conciencia", agregó Villalonga, ex Greenpeace.

"Es un tema decisivo"

Carlos Gentile, subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, coincide con el diputado: "Se trata de un tema es un decisivo y que es muy importante encarar seriamente. Nosotros ya empezamos a pedir (a las provincias) proyectos reales y seguirlos y realizar los giros aprobados en tiempo y en forma. Además estamos trabajando con Agricultura desde el ministerio para generar un zoom en las zonas verdes y en amarillas para que no avancen indiscriminadamente los proyectos silvopastoriles". El funcionario destacó además, que el programa de la ONU sobre deforestación (ONU REDD) pasó del área de Bosques a Cambio Climático, como otra muestra de la óptica de la nueva gestión.
"Decidimos tener una posición más proactiva. No asumimos en ningún grupo, pero estamos abiertos a las negociaciones y a manifestarnos según el tema y según los acuerdos a los que lleguemos", indicó Gentile a La Nación. El funcionario no descartó un bloque regional con países como Uruguay o Chile que trabajan hoy en temas similares a los de nuestro país.Gentile acaba de llegar de Bonn en donde las naciones mantuvieron una reunión previa a la cumbre de Marrakesh, la COP22. Allí el funcionario manifestó públicamente una decisión geopolítica de la Argentina en materia de cambio climático: dejó de formar parte del grupo "Like-Minded Developing Countries" (LMDC, algo así como "países en desarrollo de pensamiento similar"), que se caracteriza por una posición intransigente respecto de temas como la mitigación. En ese conjunto de países estaban, por ejemplo, Arabia Saudita y Venezuela, algo que fue muy cuestionado durante la COP21, especialmente por países de América latina que tenían una posición más abierta.