martes, 26 de enero de 2021

Áreas protegidas: ¿una amenaza para América Latina?
www.dw.com

Más de un centenar de ONG advierten que la campaña de la 30x30 para aumentar las áreas protegidas mundiales, como los parques nacionales, podría desplazar a pueblos originarios.


Unos 136 millones de personas fueron desplazadas en el mundo debido a la creación de zonas protegidas, que cubren unos 8,5 millones de kilómetros cuadrados, según la ONG Rights and Resources Initiative. Igualmente, un artículo publicado en la revista académica Nature estima que la iniciativa 30x30 podría acabar con el desplazamiento de hasta a 300 millones de personas.

La iniciativa apunta a conservar al menos el 30% de la superficie terrestre y el 30% de la superficie marina para el año 2030. Está promovida por la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y los Pueblos, un grupo intergubernamental de más de 50 países, entre los cuáles se encuentran Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú, copresidido por Costa Rica y Francia.

Lanzada oficialmente en la cumbre ‘One Planet', se relaciona con el "Marco de la diversidad biológica posterior a 2020” que están preparando actualmente los gobiernos que forman parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) para la celebración de la 15 Conferencia de las Partes (COP 15) en Kunming, China, el próximo mes de mayo.

¿Solución o parche?

Para conseguir estas metas, la mirada se dirige hacia las llamadas soluciones basadas en la naturaleza y las áreas protegidas y zonas de conservación. No obstante, más de un centenar de ONG y expertos en medioambiente y derechos humanos alertan de los riesgos del aumento de las áreas protegidas mundiales.

Las áreas protegidas siguen los estándares marcados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). "La definición de área protegida dice que dentro de esa área no puede haber actividades humanas, sin hacer distinción entre subsistencia y actividad de explotación”, explica a DW Fiore Longo, directora de Survival Internacional en España y Francia, una de las organizaciones contrarias a la iniciativa. "Eso significa que los pueblos indígenas que dependen de esas tierras no van a poder acceder más ni para cazar, ni para recolectar, ni para hacer agricultura”, critica.

No obstante, desde la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y los Pueblos apuntan que la iniciativa involucra a los pueblos indígenas y comunidades locales, como socios en el diseño y manejo de áreas protegidas y zonas de conservación "asegurando el cumplimiento del consentimiento libre, previo e informado y la alineación con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; y promoviendo la gestión indígena de áreas terrestres y marinas”.

Longo recuerda que dicha declaración "no es obligatoria”. "La Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo es el único instrumento obligatorio, una vez que los estados lo firman, para el reconocimiento colectivo de los derechos de los pueblos indígenas”, recalca. Por este motivo, asegura que "muchos de los países que están en esa coalición, incluso Francia, nunca van a firmar la convención, porque reconoce la autodeterminación de los pueblos indígenas”.

¿América Latina en riesgo?

En el caso de la región, recuerda que muchos países latinoamericanos firmaron la Convención 169, "por lo que es más difícil crear un área protegida en América Latina”. Igualmente, sostiene que "el movimiento indígena en América Latina es uno de los más fuertes del mundo” apuntando algunos de los logros conseguidos en el reconocimiento de sus derechos territoriales, como en Colombia y Bolivia, cuyas constituciones hablan de derechos territoriales de los pueblos indígenas. "Hay muchas leyes en Perú y Brasil que reconocen los derechos territoriales y colectivos”, añade.

A pesar de ello, existen casos en la región. "Muchos territorios de pueblos indígenas han sido categorizados como áreas naturales protegidas como parques naturales” explica a DW Julio Cusurichi, Presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD). "Dentro del Parque Nacional del Manu existen cuatro comunidades nativas, más de 1.300 personas, que están reconocidas”, puntualiza.

"Puedes sembrar tus productos, pero solamente tu comida. No puedes vender esos productos afuera, porque eso va en contra de las áreas naturales protegidas”, critica. Por ese motivo, aunque tienen servicios de salud y de educación, no tienen ingresos que permitirían solventar necesidades puntuales. "No puedes sacar gallinas para vender por la necesidad de comprar aceite, azúcar, cuadernos, medicina, porque en mi propio territorio me están diciendo que no haga eso, que podría resolver mi problema de educación, mi problema de salud, incluso de seguridad alimentaria, comprando alguna cosa que no produce mi comunidad”, detalla. "Esas son las limitaciones del indígena matsigenka en su propio territorio ancestral”, lamenta el también miembro de este pueblo originario.

"Hay una controversia entre nuestro enfoque con el de áreas naturales protegidas de conservación, dejando de lado a los pueblos indígenas”, aclara. "Tenemos derecho no solo de estar en el territorio, sino de participación y administración de estas grandes áreas”, argumenta reclamando un manejo integral del territorio.

Una demanda que se hará oír en el próximo congreso mundial de la UICN que se llevará a cabo el próximo mes de septiembre en Marsella, Francia. En ese congreso se podría cambiar la definición de las áreas protegidas. No obstante,Longo asegura que los gobiernos que forman parte dicha organización internacional "ni las empresas multinacionales ni las organizaciones conservacionistas tienen interés en respetar los derechos indígenas, porque van a perder poder y dinero”. (cp).

lunes, 4 de enero de 2021

Calentamiento global y el nacimiento de hojas de los árboles

meteored.com.ar

Científicos del medio ambiente de China y Finlandia descubrieron que el nacimiento de hojas de algunos árboles se presentan más rápido cada año. Su estudio podría demostrar que variabilidad climática es el factor que está contribuyendo directamente.




Un equipo internacional de investigadores de la Universidad del Este de Finlandia, de la Academia China de Ciencias y la Universidad Zhejiang, han descubierto que de cuatro especies de árboles europeos, el castaño de indias, pino silvestre, aliso y fresno, el intervalo de tiempo entre el despliegue de las hojas y la floración aumentó a un ritmo de 0.6 a 1.3 días por década entre 1950 y 2013.

Aún cuando en otros estudios se ha demostrado que el desarrollo de las hojas y la floración ocurre antes en relación con el calentamiento climático localizado, este trabajo es el primero a gran escala que examina ambos eventos fenológicos juntos y muestra que no avanzan al mismo ritmo en respuesta algunos efectos relacionados al cambio climático.

Como sabemos durante la primavera y en algunas regiones a finales del invierno el despliegue y la floración de las hojas son eventos anuales clave para los árboles y cada uno indica el inicio del crecimiento y la reproducción, respectivamente. Este es uno de los momentos cruciales para maximizar la vida vegetativa de un árbol.

Los investigadores

El Dr. Qianqian Ma, autor principal del estudio, dijo un reportaje para British Ecological Society: "el momento de los eventos fenológicos es muy sensible a los factores ambientales, siendo la temperatura particularmente importante en las plantas templadas. Los cambios en la fenología que observamos en nuestro estudio pueden afectar tanto el crecimiento como el desarrollo reproductivo en especies de árboles y, en última instancia, afectan el ecosistema, los ciclos de nutrientes y el almacenamiento de carbono ".

"Los avances desiguales del despliegue y la floración de las hojas pueden alterar la distribución de los recursos de los árboles entre el crecimiento y la reproducción y podrían dejar las flores u hojas vulnerables al daño por heladas tardías de la primavera si aparecen demasiado pronto", dijo el Dr. Jian-Guo Huang, miembro del grupo de investigación.

"Las plantas a menudo requieren una exposición a temperaturas frías durante el invierno como una señal para descansar antes de que el estallido de las yemas de las hojas o la floración puedan desencadenarse por una exposición suficiente a temperaturas más cálidas en primavera", explicó el Dr. Qianqian Ma.

Metodología y observaciones del ecosistema

Los cambios en los tiempos de floración podrían interrumpir las interacciones con los polinizadores, lo que afectaría la supervivencia de ambas especies con consecuencias para el ecosistema.

Para recopilar los datos sobre las cuatro especies de árboles, se utilizo la red Paneuropea de Fenología (PEP). Esta base de datos contiene observaciones anuladas de la fecha en que las hojas se despliegan por primera vez o se separan para los árboles de hoja perenne, y la fecha en que las flores emergen por primera vez para las especies de árboles en toda Europa.

Con estos datos, los autores calcularon los intervalos de tiempo entre la fecha de la primera hoja y la fecha de la primera flor entre 1950 y 2013 y lo evaluaron con los datos de temperatura correspondientes. Solo cuatro especies de árboles tenían registros de datos suficientes durante períodos de tiempo suficientemente largos y áreas geográficas suficientemente grandes.

Conclusiones de la investigación

Encontraron que las especies que producen flores antes que las hojas, podrían sufrir pérdidas en la producción de semillas si las flores fueran dañadas por heladas. En cuanto a las especies que producen hojas antes que las flores, como el castaño de indias, el daño de las heladas de la primavera tardía en las hojas podría reducir el crecimiento y la absorción de carbono.

El Dr. Jian-Guo Huang dijo: "Se necesitan más estudios que monitoreen simultáneamente el momento de los eventos fenológicos y la asignación de recursos dentro de las plantas para evaluar mejor las consecuencias de la fenología alterada bajo el calentamiento climático".