domingo, 6 de octubre de 2013

Google: 15 años de la empresa que cambió el mundo
La compañía revolucionó la Web y se impuso a los mandatos de Wall Street; facturó US$ 52.000 millones en 2012
Por   | LA NACION




"Si tus preguntas no están aclaradas aquí, puedes [...] llamar al (415) 723-3154 y preguntar por Larry." A juzgar por la leyenda escrita en el buscador BackRub, creado por dos jóvenes estudiantes de Stanford en 1997, no se esperaban demasiados visitantes. Pero la precisión del algoritmo que usaron para indexar páginas en la Web dio origen a Google.A 15 años de su creación, la compañía procesa 100.000 millones de búsquedas por mes, en 159 idiomas. Cada una de estas solicitudes viaja, en promedio, unos 2400 kilómetros en un cuarto de segundo, el tiempo que tarda en surgir la respuesta. Ese resultado emerge casi tan rápido como un parpadeo, de un total de 60 trillones de páginas web.
Si Internet fue el cambio de paradigma en las comunicaciones, Google se constituyó en la herramienta de esta revolución. La compañía fundada por Larry Page y Sergey Brin es la puerta de acceso a un espacio casi infinito de información, que, tras el umbral, se encuentra organizada y accesible.
Google registró ingresos por más de US$ 52.000 millones el año pasado; reprodujo cada mes 6000 millones de horas de video en YouTube, y sumó alrededor de 1,5 millones de dispositivos con Android por día. Casi todo en la compañía basada en Mountain View, California, se cuenta con cifras de varios ceros. Fue así como lo planearon sus creadores, que ocultaron la ambición en el nombre de la empresa: el término "gúgol" refiere a un número 1 seguido de 100 ceros, una forma matemática de expresar la misión que todavía recitan los googlers (los empleados, según su idioma ): "Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil".
"Google no es una compañía convencional. No tenemos intenciones de convertirnos en una." Casi una década después de que los fundadores escribieran esa frase en una carta a los inversores de Wall Street al lanzar la oferta inicial, el objetivo parece cumplido.
La misiva contenía más advertencias: la mira apuntaría al largo plazo y no se admitirían condicionamientos sobre la base de especulaciones cortoplacistas. Para mantener el control, los fundadores crearon dos tipos de acciones, y conservaron las de mayor derecho de voto. Los accionistas fueron prevenidos sobre el "alto riesgo", pero los frutos llegaron a manos de los pacientes: "Desde su debut en Wall Street en 2004, con un precio de apertura de US$ 85, el valor de sus acciones creció 930%. Este crecimiento en valor equivale a un retorno anualizado del 100% desde la oferta pública inicial. A valores actuales, Google ha logrado una capitalización de mercado de 295,5 dólares", detalla Mariano Sardans, CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios. La acción superó por mucho el desempeño de los índices Nasdaq y S&P500.
Google pasó de ser proveedor de Yahoo! a perderlo en el camino. Y se posicionó como la segunda marca más valiosa del mundo, detrás de Apple, en el ranking de la consultora Interbrand. Ya no se trata sólo del motor más potente de la Web; hoy es un gigante digital en constante innovación y creación de herramientas que modifican hábitos en la vida de los usuarios de Internet. Google parece el Gran Hermano, el ojo que todo lo ve. Es mediador de mensajes y reservorio de información en cualquier formato multimedia. Atesora en la nube. Localiza, guía, recomienda, reconoce. Observa desde una distancia de satélite, hasta la puerta de los hogares. Tanto abarca que tuvo que afrontar cuestionamientos por privacidad y prácticas monopólicas.
Su alcance parece ilimitado. Así lo hace creer con sus "disparos a la Luna" (como dicen en Google, moonshots): brinda conectividad a lugares remotos desde globos aerostáticos, conecta ciudades con fibra óptica a una velocidad sin precedente, "maneja" autos sin chofer, sobreimprime la realidad con una nueva visión a través de sus cristales, detecta la expansión de enfermedades, y ahora también desafía a la muerte, con una iniciativa en el campo de la salud.
"Queremos que Google sea la fábrica de inventos del siglo XXI, un objetivo acorde con la misión original de la compañía -dijo a LA NACION Lino Cattaruzzi, CEO de Google en la Argentina-. Tenemos una cultura que abarca desde el primero hasta el último empleado: nos basamos en la innovación, ponemos objetivos claros y hablamos con datos. Queremos tener impacto con proyectos ambiciosos para los cuales buscamos soluciones a grandes problemas, con tecnología de punta."
"El mundo es otro después de Google -afirma Gabriel Aramouni, director del Departamento de Administración y el Centro de Educación Empresaria de San Andrés-. Generó un impacto en la economía al favorecer los negocios digitales y la expansión de Internet. Su crecimiento exponencial en sólo 15 años, su visión, su modelo, la mejora continua, su cultura y la forma de trabajo constituyen un caso de estudio único."
¿Cómo llegó a convertirse en eso? Para Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información en IE Business School de Madrid, Google fue revolucionaria en "entender el concepto de relevancia como un concepto social". Así, "lo que un número más elevado de personas señala con sus enlaces", ordena una gran lista. "Nadie ha sido capaz de superar esa medición de relevancia", dice Dans desde Madrid. El criterio social es, justamente, lo que hacen, con variantes, sus competidores de Internet. El experto destaca la estrategia de "visión práctica, funcionalidad y vocación por crear herramientas que cambian la forma de hacer las cosas", siempre en función del mandato de organizar la información, y "sobre una cultura en la que prima la ingeniería, el desarrollo y el pragmatismo para afrontar problemas".
El consultor francés Bernard Girard, autor de un libro sobre la revolución de Google en el management, señala dos aspectos principales: "En la compañía todo se hace para fomentar la innovación (la regla para los empleados de destinar el 20% de su tiempo para crear, la fuente abierta en los productos, el método de navaja suiza -multifuncional- en el diseño) y el enfoque en los usuarios, a quienes se busca entregar las innovaciones lo más pronto posible".
El avance del negocio impulsó su ramificación y la compañía trascendió más allá de la Web. Uno de los pasos más firmes fue la adquisición de Motorola Mobility por US$ 12.500 millones en 2012. La mayor compra en la historia de Google es parte de una visión estratégica para acercar el horizonte de Google a la expansiva tendencia de movilidad. "Google aplica el mismo principio para su estrategia corporativa que un inversor que decide diversificarse y salir de inversiones que no den buenos resultados", equipara Sardans.
Claro que los movimientos en pos del futuro no desatienden el presente. Luis Dambra, profesor del área de Operaciones y Tecnología del IAE, cree que la estrategia de innovación de la compañía, dotada de un presupuesto de I+D superior al 10% de las ventas, encierra el secreto del éxito. "El esfuerzo de innovación se divide en tres tipos de proyectos: los que tienen que ver con su negocio principal, los que lo amplían y la exploración de nuevos negocios". Según Dambra, ese particular manejo del portafolio de innovación explica el dinamismo de la compañía, que logra un balance perfecto entre lo actual y el porvenir. Inclinarse hacia uno u otro lado, advierte, pondría en peligro su posición competitiva.
Para Fernando Dinardo, profesor de la UADE y especialista en tecnología y negocios, Google tiene una ventaja financiera: "Al ser una empresa que vende servicios, cuenta con un gran cash flow que se reinvierte rápidamente. Distinto es el caso, por ejemplo, de una automotriz". En el contraste con industrias más tradicionales, Patricio O'Gorman, profesor de Estrategia Digital en el MBA de la Universidad de Palermo y coautor del libro Diginomics, destaca el "altísimo rendimiento" de los empleados de Google, en la relación de ventas por trabajador: "Eso se relaciona con que es una empresa digital, que no tiene plantas, como Ford o incluso Apple. Pero no deja de ser llamativo cómo una empresa tan joven puede lograr estos increíbles resultados".
Pese a las jugadas para diversificarse, la principal vía de ingresos de Google es la publicidad, con un modelo de asociación de avisos con lo relevante para los exploradores de la Web. La publicidad está encuadrada en las búsquedas, enunciada en un costado de los sitios, al inicio o durante los videos y en otros espacios cuidadosos de no resultar invasivos. El mecanismo de venta por subasta juega un importante rol en la explotación. "En su origen -recuerda Dans- la compañía no tenía más modelo de negocio que ofrecer su motor de búsqueda a terceros, algo que habría dado lugar a una Google mucho más modesta. El modelo evolucionó en función del concepto de atención: Google es un broker de atención, capaz de generarla en torno de sus productos, de segmentarla en virtud de variables, y de revenderla a anunciantes de una manera que procure ser respetuosa y aportar un valor al usuario."
La masividad lograda gracias a la eficiencia del buscador retroalimenta el negocio. Según la consultora Forrester, casi 50% de los usuarios de Internet en el mundo visita Google a diario. La atracción se construyó con distintas formas pero sobre una piedra angular. "Google creó una cantidad de satélites para su negocio principal, que es el buscador. Algo así como ponerle crema y dulce al flan", grafica Hernán Galperín, profesor y director del Centro de Estudios de Tecnología y Sociedad de San Andrés.
"El modelo de linkear la publicidad al interés, exitoso para monetizar, se replica y ajusta a los distintos momentos: el de búsqueda, el de video, el social, el de geolocalización -coincide Sandra Sieber, profesora de Sistemas de Información del IESE Business School-. Internet se sofisticó y ahora también es móvil. Y Google se adaptó con una verticalización del mismo concepto. La eficiencia de ese sistema, que incluso puede medirse con herramientas propias, hizo que se beneficiara frente a otros y atenuara la caída en las crisis."
O'Gorman resume los logros de Google contra sus pares como "una excelente comprensión de la economía digital y las plataformas de negocios tripartitas". Dicho de otro modo: le cobra al anunciante y este subsidia a los usuarios, menos dispuestos a pagar. Google acapara la mayor parte de la publicidad online y avanza en la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos. El teléfono de Larry Page ya no es público. Si lo fuera, probablemente, buena parte de los millones de usuarios de Google lo llamaría para pedirle la fórmula del éxito.
Impulsan el uso de la biomasa en todo el país
inti.gob.ar
El proyecto PROBIOMASA busca impulsar el uso de la biomasa con fines energéticos y promocionar el potencial de una energía renovable y segura en todo el país.
El proyecto para la Promoción de la Energía Derivada de Biomasa(PROBIOMASA) contempla diferentes líneas de acción que tiene que ver con el fortalecimiento institucional a través de la formación de los recursos humanos así como la creación de la estructura necesaria; el desarrollo de emprendimientos mediante una incubadora de proyectos bioenergéticos en las provincias; y el lanzamiento de campañas de comunicación y sensibilización para los decisores políticos, empresarios, asociaciones civiles y públicas.
“El Programa busca funcionar como una plataforma para articular a todos los organismos públicos y privados que vienen trabajando con biomasa. Tenemos contacto tanto con el INTI como con el INTA, y también con el MinCyT para poder articular todas las acciones y no duplicar esfuerzos. La idea es aprovechar lo que ya está hecho y ordenar los recursos”, aseguró Miguel Almada, coordinador nacional del PROBIOMASA.
En este sentido, los integrantes del Programa vienen realizando la gran diversidad de proyectos bioenergéticos existentes en todo el país. “A partir del relevamiento brindamos asesoramiento técnico a los proyectos que tienen algún problema de gestión, al tiempo que tratamos de darle apoyo y facilitar la gestión de financiamiento”, indicó.
Durante su primer año de vigencia, PROBIOMASA firmó cartas de intencióncon las provincias de Entre Ríos, Misiones, Mendoza, La Pampa y Tierra del Fuego con el objetivo de desarrollar tareas en conjunto. En el caso de Entre Ríos y Misiones se acordaron metodologías para medir sus recursos biomásicos, al tiempo que comenzaron capacitaciones, principalmente en biogás. La iniciativa apunta a fortalecer la provisión de servicios energéticos modernos para mejorar la calidad de vida de comunidades aisladas. Para ello busca generar energía en los extremos de la red de distribución eléctrica a partir de la biomasa.
En esta línea de trabajo, una de las metas propuestas al inicio del Programa fue sumar 200 megavatios de electricidad y 200 de energía térmica a la matriz energética actual en el plazo aproximado de tres años. Para lograr esa cantidad de energía se requieren inversiones estimadas en 3.500 millones de pesos. “Estamos buscando líneas de crédito y las inversiones necesarias para llegar a ese monto. Este es un proyecto técnico que trata de buscar todo lo necesario para que se desarrolle la inserción técnica y eléctrica de biomasa”, expresó.
Por último, Almada destacó: “Presentamos el Programa como una Acción Nacional Apropiada de Mitigación (NAMAs, por sus siglas en inglés). Es la primera vez que se implementa en la Argentina y nos permite atraer fondos e inversores en los proyectos de biomasa”. Las NAMAs son aquellas actividades llevadas a cabo en el contexto del desarrollo sustentable, que los países en desarrollo promueven para mitigar el cambio climático, con la posibilidad de recibir el apoyo técnico y financiero de los países desarrollados.
El Programa fue impulsado por el Estado Nacional para desarrollar biomasa en todo el país. Surgió a partir de un acuerdo entre los ministerios de Agricultura y Planificación de la Nación y lo ejecutan las Secretarías de Agricultura, Ganadería y Pesca y la de Energía, junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El INTI como brazo tecnológico 
A partir de la experiencia demostrada por los técnicos del Instituto, busca consolidarse la relación interinstitucional asegurando la participación del INTI como brazo tecnológico en el desafío que asume el proyecto. En este sentido, en el mes de julio se realizó un encuentro con motivo de delinear y formalizar la participación del Instituto en el Programa.
“El Inti puede proveer soluciones y propuestas sobre cómo transformar la biomasa en energía pero además puede volcar su experiencia de relevar en el campo, fijar criterios de medición y también determinar, junto con el INTA, cuál es la biomasa utilizable y cuál no”, explicó Gustavo Gil, del Programa de Energía Renovables del INTI. También destacó la capacidad técnica del Instituto para realizar tanto estudios de prefactibilidad como análisis de proyectos, su acompañamiento e implementación.El INTI lleva adelante proyectos de biomasa en diferentes regiones del país entre los que se destacan el programa de Valorización Energética de Residuos Agro y Foresto Industriales (AFI) que busca implementar laboratorios de caracterización de biomasa de la AFI y de biomasa sólidas para fines energéticos. Actualmente funcionan dos plantas demostrativas en la localidad chaqueña Presidencia de la Plaza. Además, cuenta con un grupo de expertos en biogás que realiza un relevamiento nacional de biodigestores para hacer un diagnóstico tecnológico del sector, así como también para la caracterización de sustratos, procesos y tecnologías. Otro de los planes de trabajo es el proyecto de Valorización Energética de Residuos Sólidos Urbanos (VERSU) que instalará en San Juan una planta de RSU para generar energía eléctrica destinada a la red pública.Este proyecto ya cuenta con la instalación de un biodigestor experimentalen Mendoza.
El INTI también trabaja en la implementación de biocombustibles y en este sentido participó de la puesta en marcha de una planta de combustible sustentable en la localidad bonaerense de San Martín. “La biomasa debería ser un recurso principal en la Argentina porque todo lo que hace en cuanto a su actividad agrícola genera residuos. Aplicar tecnología para obtener energía de la biomasa no sólo resuelve un problema de crisis energética sino que también apunta a evitar una crisis ambiental. Proyectos que comprendan una solución energética y ambiental, y que además sean generadores de un combustible que puede regularse es un aporte muy importante para las energías renovables”.


Las luces rojas que impactan sobre la balanza de pagos
Este año, el déficit de la cuenta turismo será mayor que el generado por la importación de energía. La industria también está en rojo.

Por ANNABELLA QUIROGA | clarin 

Mientras el ingreso de dólares al país sigue menguando, crecen los sectores que exhiben rojos en sus cuentas. En agosto, el saldo energético fue negativo en US$1.200 millones y llega a US$5.400 millones en lo que va de 2013. En la cuenta servicios, el problema central está en el rubro turismo, con un déficit que amenaza con alcanzar los US$10.000 millones para todo el año. A esto se agrega la balanza industrial, donde se destacan el saldo desfavorable del sector automotor (-US$8.500 millones) y el de electrónica, que ronda los US$6.500 millones. El trasfondo de este escenario es la disminución de las reservas, que en lo que va del año bajaron US$8.300 millones.
“El rojo del turismo supera al de la factura energética”, dice Juan Pablo Paladino, de Ecolatina, y estima que, si el Gobierno no aplica nuevas medidas restrictivas, 2013 cerrará con un déficit de US$10.000 millones en esa cuenta. “En el primer semestre, el rojo fue de US$4.500 millones, lo mismo que en todo 2012”.
La semana pasada, el titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray, desestimó la posibilidad de que, tras las elecciones de octubre, se incremente el recargo del 20% que el organismo realiza sobre los gastos que se hacen con tarjeta en el exterior. Paladino cree que el funcionario está siendo sincero: el ajuste no vendrá por ese lado. “No tiene sentido seguir aumentando el recargo. En marzo subió del 15 al 20% y la gente viajó aun más”.
“El problema del rojo son los ingresos. No sólo vienen menos turistas al país, sino que los que vienen –especialmente cuando son de países limítrofes y están más informados de lo que ocurre aquí– tienden a vender sus dólares en el mercado informal”. Por eso, Paladino cree que las opciones serían “ajustar por precio, es decir, establecer un tipo de cambio diferenciado para el turismo, o ajustar por cantidad, poniendo un tope al gasto con tarjetas de crédito fuera del país”.
Para Diego Giacomini, de Economía y Regiones, “lo más probable sería que se tomaran medidas más orientadas a reducir la cantidad de dólares que salen, más que disposiciones orientadas a lograr que ingresen más divisas”. En concreto, señala que es posible que se establezca un nuevo dólar oficial para turismo y no descarta que el Banco Central fije topes para los gastos con tarjeta en el exterior. Señala que si se implementaran estas medidas “se incrementaría el resultado cuasifiscal del Central, lo cual permitiría transferir más recursos al Tesoro para financiar el gasto corriente y hacer política fiscal expansiva”. Pero advierte que estas medidas “sólo serían efectivas para reducir la salida de dólares en el muy corto plazo. En el mediano plazo, la velocidad a la cual se pierden reservas volvería a incrementarse”.
El problema energético también seguirá aportando a la pérdida de reservas. La consultora Empiria apunta que el déficit de esa cuenta acumula ya un aumento de US$3.000 millones en ocho meses, y terminaría 2013 con un faltante de entre US$6.500 y US$7.000 millones. “En 2014, pese a que el crecimiento económico modesto atenuaría la profundización del déficit, el faltante energético podría superar los US$8.000 millones. La reversión del déficit no se espera para antes de 2016”.
“En energía urge encontrar una solución estructural. Si el Gobierno sabe que está en déficit y que necesita importar varios barcos de gas, debería comprarlos con anticipación para conseguir mejor precio”, indica Paladino. La semana pasada YPF dio una señal en ese sentido al licitar por anticipado la mitad de las importaciones de gas por barco que deberán efectuar en los próximos dos años para cubrir el déficit doméstico.
La otra cuenta que muestra un rojo importante es la de industria, donde se destacan dos rubros centrales: el complejo automotor y la fabricación de artículos electrónicos. En el primer caso, si bien se trata del sector que lidera el crecimiento industrial en el país, hay que tener en cuenta que el 70% del componente de los autos locales es importado. Según Empiria, el déficit del complejo automotor legó a US$6.970 millones en 2012 y podría extenderse a US$8.500 millones en 2013.
En el caso de la electrónica, el problema tiene dos vertientes: el saldo comercial negativo y la pérdida de recursos que supone para el fisco la promoción industrial. Para la consultora DNI, en los primeros cinco meses del año, el rubro máquinas, aparatos y material eléctrico acumuló un saldo negativo de US$6.624 millones.
Sólo en Tierra del Fuego, provincia que cuenta con un regimen impositivo promocional, esta industria emplea a 11.000 personas, pero requiere que el Estado resigne $13.000 millones en impuestos. Marcelo Elizondo, titular de DNI, detalla que el déficit está compuesto por los insumos que este sector importa desde Asia. “A nivel local, lo que se hace es ensamblar productos que van desde celulares a computadoras. La demanda doméstica está casi exclusivamente abastecida por esta oferta”.
Para Elizondo, el déficit industrial se puede corregir en el mediano plazo. Pone a Finlandia como ejemplo. “Con buena parte de su territorio cubierto por bosques, se lanzaron a generar una industria de la madera que en los primeros años era totalmente deficitaria porque debían importar todas las maquinarias. Pero diseñaron una política que paulatinamente les permitió ir sustituyendo las importaciones. Hoy no sólo es una industria superavitaria, sino que invierten en el exterior, como puede ver en la vecina Fray Bentos con la ex Botnia, hoy UPM”.
La proyección de Empiria señala que el superávit comercial de 2013 ascendería a US$8.500 ó 9.000 millones, es decir US$3.500 ó 4.000 millones menos que en 2012. Para 2014, el saldo caería a US$6.600 millones. El correlato puede verse en las reservas: al 20 de septiembre ascendían a US$35.000 millones, una baja de 19% con respecto al inicios del año. Así, las reservas alcanzan para cubrir sólo 5 meses de importaciones, la cifra más baja de los últimos 20 años.