domingo, 8 de septiembre de 2013

Con los faros largos, pero con una visión empañada por los problemas financieros

El programa de charlas puso el acento en los desafíos futuros tranqueras afuera, aunque no pudo ocultar la crisis de expectativas que sufren los productores
Por   | LA NACION
CÓRDOBA.- Mirar con una visión de largo plazo y observar lo que pasa tranqueras afuera con foco en la sociedad. Si hay algo que caracteriza a los congresos nacionales que organiza cada tres años el Movimiento CREA, esos dos aspectos sobresalen. Y el XX Congreso Nacional, que finalizó ayer con más de 5000 personas no fue la excepción: hubo especialistas que hablaron sobre el valor de las personas, la creatividad, el liderazgo y la sostenibilidad de las empresas, entre otros puntos (ver aparte).
Pero en los diálogos de pasillo los interrogantes de la agenda de corto plazo se impusieron. ¿Cómo están financieramente los productores?; ¿cómo harán la campaña; ¿cuánto preocupa un creciente endeudamiento que, según una reciente encuesta de CREA, en el caso de sus asociados éstos adeudan en promedio el 39% del capital operativo?; fueron algunas de esas preguntas que se hacían productores y asesores.
Para Teo Zorraquín, consultor, la situación financiera actual de las empresas es "variada" según la zona del país en que está ubicada y cuál es su actividad principal. Por ejemplo, donde el clima no ayudó por sequía, inundación o ambas cosas, los rindes fueron muy inferiores al promedio, generando "resultados magros o pérdidas económicas".
"En esas zonas, quizá la zona más emblemática sea el NOA por sus dos pésimos años climáticos, pero no es la única, hay dificultades financieras complicadas. Hubo otras zonas en las que los rindes no fueron malos y en esos casos se observa una situación más equilibrada", dijo.
Zorraquín ve en el actual contexto del sector una "crisis de expectativas". Lo explica así: "En casi todas las empresas se observa una crisis de expectativas por la suma de señales negativas, como caída de precios a futuro, aumento de costos en casi todos los rubros, atraso de tipo de cambio, alta presión fiscal, cambio en las reglas de juego, etcétera".
Para la ganadería, según el consultor, el mayor deterioro es porque los precios casi no se modificaron en los últimos dos años, mientras los costos treparon más del 50% en ese período.
"Hay en estas empresas poco entusiasmo y, sin duda, una estrategia mayoritariamente defensiva, minimizando inversiones y riesgos", explicó. Zorraquín agregó: "La estrategia mayoritariamente defensiva se ve reflejada en bajar el nivel de inversiones, ajustar tecnología mirando la relación costo/beneficio para cada ambiente, no expandir la escala del negocio y, en algunos casos, ajustar la estructura a los nuevos números del negocio".
Raúl Malisani, productor integrante del CREA COS (Centro Oeste Santafecino), contó que en esa zona la situación de las empresas agro se encuentra "muy comprometida y sin capital de trabajo para enfrentar la próxima campaña".
¿Y qué están haciendo los productores? Malisani señaló: "Hemos ajustado estructura y gastos al máximo; sería un éxito si logramos mantenernos".
Juan Sebastián Pizzi, asesor de productores en la zona de Venado Tuerto, indicó que allí las empresas ajustaron y se redujeron en superficie entre 10 y 15%. Y advirtió que hay preocupación por el nivel de deuda en un escenario difícil, por la caída de la rentabilidad y "un escenario político de incertidumbre".
"La situación es compleja: las empresas están tomando cierto nivel de deuda para un negocio absolutamente incierto. En algunos casos, empresas con fuerte porcentaje de campo alquilado saben que éste será un año para salir hechos o por lo menos no perder. Trabajo en empresas que siguen aún en el negocio de alquiler a riesgo de descapitalizarse y sólo por el hecho de mantener los equipos de trabajo que han armado", remarcó Pizzi.
Pablo Bressa, asesor de los grupos CREA Arenales y Arroyo de los Huesos (Mar y Sierras), contó que alquileres y estructura son los rubros donde piensan seguir trabajando las empresas que asesora.
"Respecto de los ajustes, comenzaron a hacerse con los alquileres. Algunos lograron bajar el alquiler y otros dejaron campos con riesgo. Los costos de producción son los que menos se van a tocar. A lo sumo se harán de manera más eficiente, ya que bajar mucho podría afectar la productividad", expresó.
"Lo que se está analizando mucho son los costos de estructura y, asociado a esto, las inversiones, como por ejemplo recambio de maquinarias, mejoras. Estas decisiones se transfieren al año próximo", añadió.
Rolf Muller, asesor en Entre Ríos, tiene una visión parecida. "Las empresas están mirando mucho los costos, buscando la eficiencia. Antes el modelo era más hectáreas, ahora más eficiencia", opinó.
En este contexto, la foto general es que los productores están dando sus pasos con prudencia. Miguel García Fuentes, productor del CREA Monte Buey Inriville, contó que en ese grupo los productores apuntan a "mantener área". ¿Y crecer?, le preguntó LA NACION. Respondió: "Sólo si es muy conveniente el negocio".
Willy Bernaudo, director de empresas agropecuarias, coincidió en que esta campaña "hay ajuste" y advirtió que eso en parte implicará "menor inversión" en maíz.
Debido al incremento de los gastos fijos al productor le quedan menos pesos para sembrar. Y que por eso hay también más endeudamiento para tener capital de trabajo .
Juan Minvielle, productor del CREA San Pedro Villa Lía, lo graficó así: "Más gente se está endeudando para capital de trabajo y la herramienta que más se está utilizando para esto son las tarjetas agropecuarias de los bancos".
En este contexto, Roberto Coronel, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), subrayó que hoy el productor no está ante un problema de financiamiento de insumos, sino de rentabilidad. De hecho, dijo que este año "el productor que pagó en termino la tarjeta los bancos le subieron el cupo y esto le permite comprar más insumos con la tarjeta".
De cara a la nueva campaña, a las agronomías les preocupa una caída del maíz. "Hoy las agronomías tienen vendido entre 50% y 65% de la venta de semillas hibridas de maíz comparado con casi 90% el año anterior y las ventas de fertilizantes son menores. Esto marcaría que se va sembrar menos maíz", concluyó.