lunes, 23 de junio de 2014

Estados Unidos, México y Centroamérica buscan frenar la ola de niños inmigrantes
El gobierno mantuvo contactos con sus pares de México, Honduras, Guatemala y El Salvador para abordar la crisis humanitaria provocada por la llegada masiva de menores no acompañados a la frontera
infobae.com


Los Gobiernos de Estados Unidos, México, Honduras, Guatemala y El Salvador han empezado a coordinarse para abordar la crisis humanitaria provocada por la llegada masiva de menores centroamericanos no acompañados a la frontera sur estadounidense.

En las últimas horas, la Administración ha emprendido una auténtica ofensiva diplomática para contrarrestar la "campaña de desinformación" a cargo de las mafias sobre los proyectos de reforma migratoria en EEUU que estaría, a su juicio, en la raíz de esta oleada de niños inmigrantes.

"Queremos asegurarnos de que hacemos todo lo posible para contrarrestar la campaña de desinformación lanzada deliberadamente por las organizaciones criminales y las redes de traficantes acerca de lo que la gente puede esperar si llega a EEUU", dijo la directora de política interior de laCasa Blanca, Cecilia Muñoz, en una conversación reciente con los periodistas.

Los traficantes habrían difundido el rumor de que los menores que se encuentren en EEUU cuando la reforma se apruebe, podrán quedarse, lo cual es rotundamente falso.

El proyecto bipartidista de reforma de las leyes migratorias no sólo no prevé esa vía de legalización, sino que se encuentra totalmente bloqueado en la Cámara de Representantes, donde la oposición republicana se opone a tramitarlo.

Mientras tanto, la cifra de niños que tratan de acceder a Estados Unidos sigue creciendo y ya son 52.000 los menores no acompañados que han sido recogidos en la divisoria con México desde octubre, según el Departamento de Seguridad Nacional. La cantidad aumentó en un 66% en el último año fiscal (de octubre de 2013 a septiembre de 2014), en comparación con el mismo período entre 2012 y 2013. El porcentaje no incluye los meses de junio, julio, agosto y septiembre de este año, con los que se cerrará el actual período.

La misma fuente precisó que han sido detenidos 9.850 niños salvadoreños, 11.479 guatemaltecos y 13.282 hondureños desde octubre de 2013 hasta el 31 de mayo pasado, para contabilizar en total 34.611 menores. La cifra en el período anterior fue de 20.805 menores (5.990 salvadoreños, 8.068 guatemaltecos y 6.747 hondureños).

Partiendo de Centroamérica, sobre todo de Honduras, Guatemala y El Salvador, y huyendo de la violencia, la pobreza y la falta de oportunidades, los menores cruzan México con la intención de entrar en Estados Unidos de forma ilegal.

Sin embargo, una vez acceden al país, las autoridades los detienen e inician un proceso de deportación, aunque la ley les prohíbe expulsarlos automáticamente al proceder los niños de países que no comparten frontera con Estados Unidos.

Los centros de retención que deben acoger a los menores a la espera de la resolución del proceso vieron sobrepasada su capacidad hace semanas ante la avalancha, por lo que los niños son recolocados en albergues y hasta en bases militares.

En busca de respuestas a esta oleada que ha saturado la frontera entre Estados Unidos y México, y especialmente el valle del Río Grande, en Texas, donde se está registrando el mayor número de casos, los dirigentes de los países implicados se han reunido y han intensificado los contactos en los últimos días.

Guatemala acogió este viernes un encuentro multilateral para establecer estrategias comunes en el que participaron el jefe de Estado guatemalteco, Otto Pérez Molina; el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén; el vicepresidente Joe Biden y representantes de Honduras y México.

Biden anunció en Guatemala que la Administración que preside Barack Obama destinará a los tres gobiernos centroamericanos una partida de 9,6 millones de dólares específicamente para "recibir y reintegrar a sus ciudadanos repatriados".

"Estados Unidos reconoce que el flujo de chicos y muchachos ha acrecentado un peso y (es) un peligro enorme en seguridad y en materia económica", subrayó Biden, quien también aseguró que los menores que sean repatriados a sus países de origen serán protegidos y tratados de la mejor manera.

Asimismo, el Gobierno aumentará los fondos de sus programas de cooperación para los próximos años con Guatemala (en 40 millones de dólares). Los fondos llegarán a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid), y el programa trabajará en las comunidades más violentas para reducir los factores de riego con jóvenes involucrados en pandillas, situación que muchas veces obliga a los menores a migrar al país norteamericano.

Los norteamericanos también implementarán un nuevo programa social en El Salvador, por 25 millones de dólares en los próximos cinco años, para establecer 77 centros de apoyo juvenil que se sumarán a los 30 ya existentes.

Honduras recibirá 18,5 millones de dólares, manejados a través de la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (Carsi), para apoyar a las instituciones de justicia en la lucha contra las pandillas y el crimen.

El Gobierno estadounidense planea auxiliar a los países centroamericanos con otros 161,5 millones de dólares para programas de CARSI que le permitan a la región responder a las exigencias actuales en temas de seguridad y gobernabilidad, que a su vez detengan el flujo de migración ilegal por parte de los centroamericanos.

El Salvador, Honduras y Guatemala reciben actualmente 130 millones de dólares de asistencia bilateral por parte de Estados Unidos, para una variedad de programas relacionados con salud, educación, cambio climático, cooperación militar, crecimiento económico y democracia.

Centroamérica tiene una población estimada de 19 millones de menores de 17 años, de los cuales aproximadamente un 65 por ciento vive en condiciones de pobreza y un 33 por ciento lo hace e pobreza extrema, de acuerdo a datos divulgados por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).

Las autoridades de los países centroamericanos calculan que en Estados Unidos viven alrededor de dos millones de guatemaltecos (el 60 % de forma ilegal), dos millones de salvadoreños y un millón de hondureños.

Pérez Molina dijo tras una reunión bilateral que su país va a fortalecer la presencia consular en la frontera estadounidense y que, de manera conjunta con Estados Unidos, impulsará una campaña de información sobre los riesgos que conlleva la migración irregular.

El mandatario guatemalteco hizo un llamamiento a los padres de familia para que no permitan que los niños y adolescentes corran riesgos al viajar a Estados Unidos en las condiciones en las que ahora lo hacen, es decir, sin acompañamiento.

De camino a Guatemala, Biden telefoneó al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, para discutir una estrategia al respecto y le pidió que trabaje "en estrecha colaboración con el resto de líderes de la región para desarrollar propuestas concretas" que aborden las causas de la migración ilegal desde Centroamérica.

El Gobierno hondureño ya avanzó que convocará una conferencia internacional, en julio próximo, para tratar la crisis humanitaria de los niños inmigrantes que viajan solos a Estados Unidos.

También el Gobierno de El Salvador declaró esta semana que reforzará sus consulados cerca de la frontera sur de Estados Unidos.

Además, Obama conversó por teléfono este jueves con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, y aplaudió el trabajo de México para convencer a las familias de que no envíen a sus hijos a cruzar la frontera.

Junto a la coordinación internacional, el Gobierno adoptó el viernes nuevas medidas a escala nacional, entre las que incluyó la apertura de nuevos centros para albergar a las familias y la inversión en más recursos para acelerar los procesos legales de repatriación.