martes, 27 de noviembre de 2018

ONU sostiene que es necesario pasar a un modelo agroecológico
elonce.com

Especialista de la Organización de las Naciones Unidas visitó nuestro país y redactó un informe preliminar. El documento cuestiona el uso masivo de agrotóxicos en Argentina e indica que "la única solución sostenible es la agroecología.

Una especialista de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) visitó nuestro país y redactó un informe preliminar, que será presentado en el Consejo de Derechos Humanos de la organización. Entre otras cosas, el documento cuestiona el uso masivo de agrotóxicos en Argentina.

Hilal Elver, especialista de la ONU al frente de la Relatoría Especial sobre el Derecho a la Alimentación, visitó nuestro país entre el 12 y el 21 de septiembre y publicó un Informe Preliminar que cuestiona el uso masivo de agrotóxicos, alerta por el desmonte masivo y afirma que el Gobierno nacional eliminó políticas y acciones que benefician a la agricultura familiar para apoyar a los grandes empresarios del agro.

Ante esta situación, la especialista asegura que la única solución sostenible es la agroecología: producir alimentos sanos, sin químicos ni transgénicos.


Modelo agroindustrial insostenible

"En el marco de la agricultura industrial (agronegocios, transgénicos y agrotóxicos) a gran escala, es esencial que se tome en cuenta el verdadero costo de los métodos de producción en relación con el suelo y los recursos hídricos, y el impacto de la degradación ambiental sobre generaciones futuras, en lugar de concentrarse únicamente en la rentabilidad y el crecimiento económico a corto plazo", alerta el Informe de la Relatora Especial de la ONU.

En sus conclusiones, Elver resalta: "Reitero la importancia de la agricultura familiar para lograr el objetivo de una alimentación adecuada y saludable para todos los argentinos. Debería ponerse empeño en promover la agricultura familiar como prioridad. Es la única manera de lograr un equilibrio, única manera de lograr una solución sostenible y justa para el pueblo argentino".

Elver también cuestiona que la agricultura industrial está controlada por pocas y grandes empresas y alerta que el Gobierno Nacional ya decidió su rol: "Durante las entrevistas con funcionarios de la Secretaría de Agroindustria observé una tendencia a apoyar el modelo agroindustrial y a realizar serios recortes en el apoyo, el personal y el presupuesto del sector de la Agricultura Familiar, incluido el despido de casi 500 trabajadores y expertos".


Agroecología

En el informe de la ONU hubo un apartado referido a la agroecología, que se trata de la producción de alimentos sanos, sin agrotóxicos, y comercializados a precio justo, para mercados locales.

Elver visitó campos de la Unión de Trabajadores Rurales (UTT). Al respecto, afirma que "las prácticas agroecológicas han demostrado ser exitosas en varias partes del mundo, logrando no solo rendimientos impresionantes sino también la promoción de los productores locales y de las prácticas que respetan el medio ambiente".

Sostiene que "la agroecología es una alternativa importante que debería ser seriamente considerada por el gobierno para logar la diversificación y sostenibilidad, además de importantes insumos para el programa de comedores escolares, la protección de los recursos naturales y el manejo del cambio climático".


Glifosato

Respecto al glifosato, recordó que la Organización Mundial de la Salud declaró en 2015 al herbicida como sustancia probablemente cancerígena. "Se aplica indiscriminadamente en la Argentina, sin tener en cuenta la existencia de escuelas o pueblos en las cercanías. Como resultado de ello, se me ha informado acerca de un aumento en la cantidad de personas que han perdido la vida o padecen enfermedades que ponen en riesgo su vida", alerta.

En este sentido, citó la investigación científica del Espacio Multidisciplinario de Interacción Socio Ambiental (EMISA), de la Universidad Nacional de La Plata, que determinó que "la mayoría de la población consume frutas y hortalizas que han sido fumigadas con agrotóxicos".

Ante un Gobierno que adopta el discurso de las empresas de agrotóxicos y niega el impacto en la salud, la ONU sostiene: "La exposición a plaguicidas puede tener efectos muy peligrosos para la salud de los seres humanos, en especial para niños y mujeres embarazadas que son más vulnerables".


Desmontes

Por último, el informe también apuntó a la degradación de las tierras y el desmonte. "En la última década se destruyeron más de tres millones de hectáreas de bosques para dar lugar a la producción de granos y ganado. La Argentina se ubica entre los países que perdieron más bosques entre 2010 y 2015", denuncia el documento.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Naturaleza puede combatir el calentamiento global
eluniversal.com

La reforestación y la quema controlada, son algunas de las soluciones



La restauración de las tierras y humedales costeros podrían ser la solución para reducir el calentamiento global, así lo detectó un estudio revisado por pares en Science Advances de The Nature Conservancy. El estudio incluye los beneficios climáticos de los humedales costeros y los pastizales en una combinación integral junto con los bosques y la agricultura.

En octubre, el informe especial del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático solicitó una acción global para limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados para evitar impactos más dañinos.

El nuevo estudio destaca cómo, y cuáles, las soluciones naturales en Estados Unidos ofrecen la mayor promesa de ayudar a limitar las temperaturas por debajo del 1,5 grados objetivo. El director de Ciencia de The Nature Conservancy, Joe Fargione, quien es el autor principal del estudio, apunta que "uno de los activos más importantes de Estados Unidos es su tierra" lo que también podría funcionar y aplicarse en otros países.

"A través de los cambios en la gestión, junto con la protección y restauración de las tierras naturales, demostramos que podemos reducir la contaminación de carbono y filtrar el agua, mejorar el hábitat de los peces y la vida silvestre, y tener un suelo más saludable para cultivar nuestros alimentos, todo al mismo tiempo. La naturaleza nos ofrece una forma simple y económica de ayudar a combatir el calentamiento global. En combinación con la transición a la producción de energía sin carbono, las soluciones climáticas naturales pueden ayudar a proteger nuestro clima para las generaciones futuras" explicó el experto.

La directora de Asuntos Externos de The Nature Conservancy y exsecretaria adjunta del Departamento del Interior, Lynn Scarlett, destaca los elementos prácticos de los hallazgos de este estudio. "Una onza de prevención vale una libra de cura, por lo que debemos reducir la contaminación por carbono donde podemos. Pero también tenemos que poner a funcionar las soluciones naturales como una herramienta para aislarnos del calentamiento global. Este estudio proporciona una buena noticia de que hacer inversiones en la naturaleza marcará una gran diferencia, al tiempo que ofrece el potencial de nuevos ingresos para los agricultores y ganaderos y silvicultores y comunidades costeras al mismo tiempo", subraya.

De las 21 soluciones naturales analizadas, el aumento de la reforestación (la plantación de árboles) surgió como el medio más grande para lograr un mayor almacenamiento de carbono, equivalente a eliminar las emisiones de 65 millones de automóviles. O permitir periodos más largos entre la extracción de madera para aumentar el almacenamiento de carbono; el aumento de las quemaduras controladas y el adelgazamiento estratégico en los bosques.


martes, 13 de noviembre de 2018

¡Cuidar nuestros bosques!
La Razón 

El agua dulce es esencial para la vida. A su vez, los bosques son esenciales para la producción de agua dulce. De hecho, un gran porcentaje de este vital elemento proviene de zonas boscosas, y millones de personas dependen del agua dulce de buena calidad que fluyen de estos espacios naturales. Por ejemplo, las áreas protegidas como el Parque Nacional Amboró son las que nos proporcionan ese vital elemento a la ciudad de Santa Cruz y a otros centros urbanos del oriente. Además, otras áreas protegidas de carácter municipal (como el Curichi la Madre) y los parques urbanos distribuidos por toda la ciudad también contribuyen en la provisión de agua y la regulación del clima.

En resumidas cuentas, los bosques desempeñan funciones fundamentales dentro de nuestro ecosistema, como la amortiguación, filtración y limpieza del agua, entre otras. Por caso, los doseles de los bosques interceptan una gran parte de la lluvia que cae sobre ellos. De no ser así, las precipitaciones caerían directamente sobre el suelo, erosionándolo gradualmente. El bosque evita que suceda esta erosión. Posteriormente, el agua se filtra en las capas subterráneas del suelo, donde son retenidas. De esta manera se crean los bolsones de agua, las cuales mantienen el nivel de los ríos en épocas de sequía. El resto del agua que no es infiltrada, transporta nutrientes disueltos y los distribuye por todo el suelo. De esta manera los bosques actúan como “esponjas”, capaces de recoger y almacenar grandes cantidades del agua de lluvia.

Asimismo, el agua circula a través del árbol, lo que contribuye en la fotosíntesis; luego se evapora desde las hojas. En este ciclo, los árboles también son una “fuentes de agua” viviente, que redistribuye este vital elemento: la humedad, que se quedaría atrapada en forma subterránea si no fuera por los árboles, es liberada a través de sus hojas hacia el aire, donde luego se condensa formando nubes y cae de nuevo en forma de lluvia.

Sin árboles que distribuyan el agua, el clima en muchas regiones sería mucho más seco. Esta reserva subterránea y constante de agua es liberada lenta y gradualmente por los árboles según la necesidad de nuestro ecosistema, ayudando a evitar las inundaciones y sequías estacionales. Por ello, resulta fundamental que protejamos nuestros bosques, evitando que gente inescrupulosa tale y degrade los árboles en las reservas forestales principalmente. La calidad de vida y el futuro de las ciudades pasa por cuidar nuestras áreas protegidas nacionales, departamentales y municipales; espacios naturales que cumplen funciones muy importantes para la vida en el planeta.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Haití se está quedando sin bosque
elpais.com

Las selvas vírgenes ocupan apenas el 0,32% de la isla lo que amenaza con una extinción masiva

El color de la tierra desnuda ya domina las colinas del Macizo de la Hotte, al suroeste de Haití

Haití se está quedando sin bosques y, sin árboles, el resto de la vida salvaje está condenada. Son las dos principales conclusiones a la que ha llegado un grupo de científicos tras revisar imágenes por satélite de la isla desde finales del siglo pasado y visitar los últimos reductos de selva. La cobertura forestal, ya escasa tras siglos de deforestación, se ha reducido a una cantidad exigua: apenas queda el 0,32% de sus bosques primarios. El porcentaje, según el estudio, hace inviable la supervivencia de muchas de las especies que ya eran endémicas de Haití. Sin embargo, otros investigadores consideran exageradas las cifras.

Los bosques primarios o primigenios están de retirada en todo el planeta. Tras ellos quedan, en el mejor de los casos, paisajes tan alterados que, aunque haya árboles, la biodiversidad es más reducida en cantidad y variedad de especies. Haití quizá sea el extremo. Por posición geográfica y clima (llueve un 30% más que en la húmeda Galicia) debería ser tan verde como Cuba, Puerto rico y otras islas del Caribe.


Solo ocho de las 50 montañas más altas conservan parte del bosque originario
Sin embargo, el trabajo, publicado en PNAS, estima que los bosques primarios ocupaban apenas el 4,4% de Haití en 1988. Tres décadas más tarde, en 2016, último año analizado, la superficie se había reducido al 0,32%. En términos absolutos, un país con un área de 27.750 km2, conserva solo unos 85 km2 de su bosque original.Y hay cifras que muestran además la fragilidad del estado de la parte occidental de la isla La Española: Hasta el 75% del bosque de los dos parques nacionales haitianos, Pic Macaya y La Visite, ha desaparecido desde que fueran protegidos, hace solo 35 años.
"Los bosques más bajos de la isla fueron los primeros en ser cortados (por su mayor accesibilidad), hace cientos de años, así que no queda nada en las llanuras", comenta en un correo el principal autor del estudio, el biólogo de la Universidad Temple (EE UU) Blair Hedges. Así que analizaron las montañas: de las 50 cumbres más altas que conservaban selvas vírgenes en 1988, solo quedan ocho con una cubierta vegetal significativa. Tres únicas montañas conservan un tercio del bosque primario (ver fotografía). Al ritmo actual, los autores del estudio estiman que en 2036 ya no habrá bosques primigenios en Haití. Esto no significa que no haya árboles en la isla, pero ya no cumplen su función original, casi son decorado.
"No hemos examinado específicamente la composición de los bosques no primarios, pero nuestros datos muestran que están degradados, siendo en su mayoría dosel muy abierto, más cerca del 10% que del 70% [de porcentaje de cobertura forestal] y, por tanto, más seco y mucho menos capaz de soportar la biodiversidad original", explica Hedges. Lo comprobaron realizando trabajo de campo en una decena de montañas, tanto con bosque como deforestadas. En estas observaron un 83% de reducción en la riqueza de especies de anfibios y reptiles, los dos grupos de vertebrados analizados.

La mayor parte de Haití debió ser una selva como la que se conserva en la zona montañosa de Macaya.
Sin embargo, científicos no relacionados con la investigación, pero sí con Haití, cuestionan sus conclusiones, en particular el alcance de la deforestación. Uno de ellos es el geólogo de la Universidad Grand Valley State (EE UU), Peter Wampler. En 2014, publicó un análisis de la cubierta forestal de Haití usando los mismos datos: las imágenes de la misión Landsat de la NASA. Sus resultados indicaban que casi el 30% de Haití estaba cubierto de verde, lo que supone 10 veces más de lo que se creía hasta entonces y muchísimo más del bosque primario estimado ahora. La discrepancia puede estar en la definición de bosque. Para la ONU, toda extensión de más de media hectárea con árboles de más de cinco metros de altura y un dosel forestal mayor del 10% es bosque. Mientras, primario es aquel que aún se ha librado de la acción humana.

"No discrepo de las principales conclusiones de los autores de que la cubierta forestal y la biodiversidad han descendido en su periodo de estudio, en especial en los sitios que han estudiado, pero extrapolar sus trabajos sobre el terreno usando el análisis de detección remota de Landsat como lo han hecho es potencialmente sesgado y subjetivo", sostiene Wampler. Lo que le inquieta es el uso que se pueda hacer de sus conclusiones. "Una de las razones por las que me preocupa el posible sesgo y la subjetividad de esta investigación es que las erróneas estimaciones de cobertura forestal anteriores se han utilizado para propagar una narrativa negativa sobre los agricultores de subsistencia haitianos, como unos ignorantes que destruyen su entorno".

Investigadores ajenos al estudio cuestionan el alcance y causas de la deforestación
En cuanto a las causas de la deforestación, independientemente de su grado, hay que diferenciar entre la histórica, iniciada ya en tiempos precolombinos, y la actual. Aunque esta deforestación histórica está más relacionada con la expansión de la agricultura esclavista, la aceleración observada ahora tiene otras causas. Según datos del Banco Mundial, casi el 80% de las necesidades energéticas del país las cubre la madera y el carbón vegetal.


Sin embargo, un estudio de marzo pasado muestra que el grueso de la producción de carbón vegetal y leña procede del mezquite (Prosopis juliflora), un árbol de rápido crecimiento y que aguanta las podas más abusivas. Según el investigador del Instituto Ambiental Estocolmo y coautor de esta investigación, Robert Bailis, Haití ha perdido mucho bosque primario, pero "la mayor parte de esas pérdidas sucedieron hace mucho tiempo", lo que descartaría la obtención de carbón como causa. carbón no está estaba entre las principales causas. En la actualidad, concluye Bailis, "el paisaje de Haití está muy degradado, pero hay más cubierta forestal de lo que piensa la mayoría".