martes, 5 de abril de 2016

Impulsan un nuevo combustible con uvas

Se llama ‘alcomosto’. El proyecto lo encaró una empresa local y el INTA.

Por Elizabeth Perez - Diario De Cuyo

En Argentina el 12% de las naftas deben ser ‘cortadas’ con biocombustible, un negocio que hoy está en manos del sector de la caña de azúcar y del maíz. Pero ahora, una firma local -la pasera Lomas del Sol- tiene en manos un proyecto que encaró junto al INTA para hacer bioetanol con las uvas criollas de menor valor comercial, y busca quedarse con una tajada del corte que establece y regula el Ministerio de Energía de la Nación.

El fin es conseguir entre el 1,5 y el 3 por ciento de esa cuota, y de lograrse demandaría entre 130 y 260 millones de kilos de uvas multipropósito -Cereza, Flame, Patricia o Aconcagua- que serían entre el 5 y 10% de una cosecha promedio que ronda los 2.500 millones de kilos. O sea, se podrían ocupar entre 100 y 200 millones de vinos de los llamados ‘excedentes’.

‘’Como es un proyecto a 10 años, estamos hablando de crear un negocio para sacar entre 1.000 y 2.000 millones de litros de vinos de bajo valor comercial’’, explicó Alberto Núñez, desde la empresa Lomas del Sol que lleva adelante el proyecto. ‘’La vitivinicultura como hoy esta planteada tiene un destino malo, sobre todo en las variedades criollas. Nosotros estamos planteando un futuro, donde puede ir cualquier variedad de uva menos las finas, un negocio comercial previsible porque el bioetanol es un producto cuyo valor se reajusta según los ajustes de los combustibles que regula la Nación. La uva se la conoce como destino para vino, mosto o consumo en fresco; nosotros queremos transformarla en energía’’, explicó el titular de Lomas del Sol, Francisco Paladini.

Nuñez, quien está a cargo del proyecto técnico; agregó que el plan ya está siendo analizado en los despachos de la Secretaria de Energía y se potencia teniendo en cuenta que para el año 2019 se espera que la mezcla con las naftas suba del 12 al 26%.

El proyecto

Teniendo en cuenta que actualmente el maíz y la caña de azúcar generan 4.000 y 6.200 litros de alcohol por hectárea respectivamente, en el proyecto del alcohol de las uvas el desafío fue elevar esas cifras para que sea económicamente viable. ‘’Si nosotros hiciéramos un proceso de baja productividad en las viñas y bajo alcohol no rendiría más de 2.000 litros por hectárea. Por eso apuntamos a las uvas de mayor carga (muchos kilos por hectárea) y un proceso de alta generación de alcohol que nos permite conseguir 7.000 litros de alcohol por hectárea’’, explicó Núñez.

Este incremento en la producción de alcohol se logra con la utilización de levaduras específicas, modificadas genéticamente, para elevar de 14 a 20 los grados del alcohol. ‘’Son levaduras especiales, importadas, que no se mueren cuando se superan los 14 grados’’, agregó el especialista. A ese biomosto se lo enriquece luego con carbonos, al agregársele mosto concentrado de uva; y nitrógenos mediante la incorporación de urea. ‘’Este producto lo elaboramos bajo el paraguas del INV que esta al tanto de la investigación y no lo alcanzan las leyes del vino porque se trata de un vino desnaturalizado. Además, al final se le agrega un producto que lo hace muy amargo, para evitar cualquier tipo de fraude’’, explicó. La última etapa del proceso es llevar el producto a las condiciones de bioetanol que indica la Secretaría de Energía. Para los creadores ‘se trata de una experiencia innovadora a nivel mundial’’, pero que no se acaba con las uvas. La idea es en el futuro incorporar el vino en malas condiciones y posteriormente el orujo para lograr el mismo objetivo.

El futuro

Lomas del Sol pretende impulsar el uso de las uvas para las naftas sin ningún tipo de subsidio estatal, con el objetivo de captar parte de las producciones de uvas de San Juan, Mendoza y La Rioja. Para eso, claro está; habrá que pensar en el futuro en inversiones en destilerías para elaborar el alcohol alrededor de 12 a 24 mil metros cúbicos al año del ‘Alcomosto’, y la logística de carga a las destilerías de combustibles. ‘’Con los volúmenes estudiados, y tomando un promedio de producción de 200 quintales de uva por hectárea y un promedio de propiedades de 7,5 hectáreas, creo que en total se puede llegar a beneficiar entre 6 a 9 mil productores pequeños en la región’’, dijo Nuñez. Destacó entre los beneficios del bioetanol que es un negocio cupificado y con precios fijados por la Nación.