miércoles, 18 de abril de 2018

ARGENTINA

"Mis padres transformaron un campo de soja en viñedo"
unoentrerios.com.ar

La familia Jacob, en Colonia Ensayo, apuesta a la buena cepa y el resurgimiento del vino local. Los Aromitos es la tercera bodega existente en Entre Ríos.


Mis padres transformaron un campo de soja en viñedo

Ára, voz guaraní que significa día, tiempo, era, época, cielo, universo... "Elegimos ese nombre como marca justamente por los ciclos de las vides y porque con el paso del tiempo se van arraigando cada vez más a la tierra. Es una palabra guaraní, y la elegimos también pensando en nuestra identidad entrerriana", dijo a UNO Leandro Jacob, hijo mayor de Noelia y Fernando Jacob, emprendedores vitivinícolas, propietarios del viñedo Los Aromitos.

UNO viajó hasta Colonia Ensayo, en el departamento Diamante, para conocer más de cerca la actividad que se lleva adelante en los viñedos de la bodega Los Aromitos.

Entre los que se dedican a cultivar la vid en Entre Ríos hay expectativas mucho más fuertes que el mero cultivo y cosecha de uvas, luego del resurgir de la actividad en suelo entrerriano, a partir que en 1993 el Congreso de la Nación derogó la Ley N°12.137, de 1934, por la cual se había creado la Junta Reguladora de Vinos otorgando exclusividad a la región de Cuyo. Noelia y Fernando Jacob forman parte de este grupo de emprendedores. A la par de la producción de uvas, la familia decidió instalar su propia bodega que fue habilitada por el Instituto Nacional Vitivinícola en enero de 2017 como bodega Los Aromitos, convirtiéndose oficialmente en una de las tres bodegas existentes en la provincia.


El viñedo Los Aromitos está ubicado en una lomada cercana al río Paraná. Desde 2011 comenzaron a crecer las primeras variedades de Tannat y Malbec. Posteriormente se fueron implantando Merlot y Syrah las que junto a las anteriores fueron desarrollándose junto a la biodiversidad del lugar. "Mis padres transformaron un campo de soja en viñedo", recordó Jacob.

.... "Ciclos infinitos, perpetuos, dieron forma a nuestro paisaje. El Paraná corriendo, conduciendo las aguas del cielo y de la tierra hacia su esperado encuentro con las del mar. El sol y la luna, en sucesión eterna, testigos de su andar murmurante por el vasto territorio ancestral. El viento acariciando lomadas, llevando y trayendo aromas del monte. Frente a este río, como ciclos dentro de ciclos, crecen las vides y maduran las uvas con las que se elabora este vino. Un vino de este tiempo, de este paisaje, de esta, nuestra tierra entrerriana": vinos Ára, en suelo entrerriano.


El clima, la humedad, la tierra, hacen que Entre Ríos tenga un excelente potencial para el cultivo de la vid, y es lo que impulsa la fuerza de estos y otros productores que buscan consolidar nuevamente el vino entrerriano. En 1907, Entre Ríos tenía 30 bodegas y llegó a ocupar el cuarto lugar en el censo Nacional de Viñas con una extensión de 4.900 hectáreas. La actividad hoy crece día a día.