martes, 11 de septiembre de 2018

OCEANIA
Un árbol con sangre azul purifica el subsuelo de metales contaminantes
lavanguardia.com

Unos científicos estudian un arbusto de Nueva Caledonia que puede llegar a acumular un 20-25% de níquel en su látex y utilizarlo para protegerse de los insectos

Un árbol con sangre azul purifica el subsuelo de metales contaminantes

Los humanos y los animales no tenemos más remedio que adaptarnos al medio o adoptar nuevos hábitos para sobrevivir. Del mismo modo, las plantas adaptan su metabolismo al cambio de temperatura y a los diversos retos que presenta la contaminación y el cambio climático. Es el caso de una particular especie de árbol hiperacumulador que nace en el bosque lluvioso de Nueva Caledonia, la Pycnandra acuminata.

La característica más llamativa de esta planta es que es capaz de crecer en suelos con grandes concentraciones de metales pesados como el níquel y el zinc -muy tóxicos para otras especies que viven a su alrededor- y absorberlos en su organismo a través sus raíces.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Queensland han estado observando esta prodigiosa planta durante varias décadas y creen que podría estar utilizando el níquel para protegerse de los insectos, ya que es tóxico incluso para la gran mayoría de ellos.

Según apunta su estudio, la Pycnandra acuminata puede llegar a acumular un asombroso 20-25% de níquel en su látex, lo cual explicaría su asombroso color azul-verde.

Pycnandra acuminata podía estar utilizando el níquel del territorio para protegerse de los insectos de su hábitat

La afinidad del árbol por el níquel se conoció por primera vez en la década de los años setenta y, desde entonces, estas plantas se han convertido en un especial foco de interés para el mundo científico.

A la vez, se considera una alternativa muy útil para ‘limpiar’ el exceso de niveles de metales tóxicos en antiguos sitios mineros contaminados o incluso como un medio de fitoterminación (descontaminación de suelos) sin dañar el territorio.

Sin embargo, cabe destacar que las plantas hiperacumuladoras están muy amenazadas, sobre todo debido a la deforestación, los incendios, la actividad humana, etc. “La situación actual de Pycnandra acuminata ilustra las circunstancias extremas para la supervivencia de muchas plantas hiperacumuladoras a nivel mundial. 

En Nueva Caledonia, solo queda una fracción de la selva nativa, como resultado de la tala, los incendios y la minería”, concluye el estudio, con el claro objetivo de crear conciencia sobre el riesgo de extinción de estas especies.