miércoles, 4 de diciembre de 2013

La educación, reprobada / Preocupante nivel entre los alumnos de 15 años

La Argentina continúa entre los países con peor calidad educativa del mundo

Ocupa el puesto 59 entre 65 naciones evaluadas en las pruebas PISA, un lugar por debajo de la última medición, en 2009; hubo retrocesos en comprensión de lectura, se mantuvieron los flojos resultados en matemática y sólo se mejoró en ciencia
Por   | LA NACION
Comparado con sus pares de 65 ciudades y países, los estudiantes argentinos de 15 años son los últimos de la fila en cuanto a sus conocimientos y habilidades para la comprensión lectora, las matemáticas y las ciencias. Y también están entre los que se sienten menos felices.
El ranking del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), dado a conocer ayer en todo el mundo, ubica a la Argentina otra vez, cerca del extremo de los peores, en el puesto 59, a 225 puntos de distancia del primero (Shanghai, 613) y a sólo 20 puntos del último (Perú, 368).
Según esa prueba, en los últimos tres años ha cambiado muy poco el proceso de aprendizaje del sistema educativo de nivel medio. En la anterior medición, en 2009 , el país rankeó incluso un poco mejor, y quedó en el puesto 58.
Promovida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la prueba PISA mide el rendimiento en matemática, comprensión de lectura y ciencia que tienen los adolescentes de 15 años que estén concurriendo a una escuela. Se toma cada tres años y cada vez se focaliza en una de las disciplinas. Este año el acento estaba puesto en matemática, por eso el 60% de las 60 preguntas de los exámenes pertenecía a esa materia.
Los mismos exámenes se tomaron durante 2012 a 510.000 alumnos de los 65 países y ciudades participantes, que representan el 80% de la población mundial.
Los primeros de la fila esta vez son los países asiáticos y, los últimos, los latinoamericanos. A Shanghai le sigue Singapur (573 puntos); Hong Kong (China, 561); Taipei (Taiwan, 560), Corea del Sur (554), Macao (China, 538) y Japón (536).
En la Argentina se examinó a 5900 chicos de 226 escuelas de todas las provincias excepto La Rioja y Tierra del Fuego. Los porteños fueron evaluados aparte porque por primera vez desde el año 2000, cuando el país se integró a las pruebas PISA, la ciudad de Buenos Aires se presentó en forma independiente del resto de la Nación.
En tanto el promedio de la Argentina es 406 en ciencias, 396 en lengua y 388 en matemática, e n la ciudad de Buenos Aires es de 418 puntos en matemática, 429 en lengua y 425 en ciencia. El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, ayer no quiso hacer comentarios al respecto y anunció que presentará hoy esos resultados junto al jefe de gobierno, Mauricio Macri.
"Cuidar la excelencia en matemáticas, lectura o ciencias es crucial para el desarrollo de un país porque estos estudiantes estarán en la vanguardia de una economía mundial competitiva, basada en el conocimiento", dice en una parte el informe de la OCDE, que busca, con este tipo de mediciones, coordinar las políticas económicas y sociales de sus países miembros. El texto del análisis de resultados también admite que "en muchos países y economías, sólo una pequeña proporción de estudiantes alcanza los niveles más altos".
Entre los rendimientos de los adolescentes se registran diferencias según la situación socieconómica de sus familias. "En toda la OCDE, el estudiante de un medio socioeconómico aventajado obtiene 39 puntos más en matemática -el equivalente de un año de escolarización- que el menos aventajado", dice el informe, en el que también se agrega que sólo un seis por ciento de los alumnos provenientes de sectores de escasos recursos logra romper con esa estadística y superar las expectativas. El estudio de OCDE señala que si bien la mayoría de los países que participaron de esa prueba intenta asignar más profesores a las escuelas en las zonas más pobres, el problema es que esos establecimientos tienen más dificultades para retener a los buenos docentes. Así, dice, "muchos de sus alumnos afrontan el doble problema de venir de un medio desfavorecido y asistir a una escuela con recursos de menor calidad".
En los datos de la Argentina las desigualdades regionales se traducen en los promedios de los puntajes. En tanto la región patagónica tiene 394 puntos de promedio, el nordeste argentino tiene 26 puntos de diferencia (394). Al respecto, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, que presentó ayer los resultados de la evaluación PISA a la prensa rodeado de otros ministros, dijo: "Pensamos que debajo del mapa educativo hay un mapa social y económico que no es determinante. La escuela debe tener la capacidad de romper esa profecía de la cuna".
El informe revela también que chicos y chicas presentan resultados similares en ciencia. Sin embargo, la distancia entre géneros se ha ido agrandando a favor de las mujeres en lectura y de los hombres en matemática. En la Argentina los varones superaron a las chicas en matemática con catorce puntos más que ellas (396 los varones y 382 las mujeres). Esa proporción se revierte en el caso de lengua o comprensión lectora en el que los varones son superados por la mujeres.
Entre los datos anexos al rendimiento de las tres disciplinas evaluadas figura el grado en el que los adolescentes se sienten más o menos felices. En este caso, los países latinoamericanos toman la delantera y Perú, el país con peor rendimiento de los 65, aparece en tercer lugar entre los países cuyos estudiantes dicen estar más felices. Sus respuestas incluso los ubican por encima de la media de la OCDE y Shanghai, que se ubica en el lugar número 28. A Perú le siguen los estudiantes felices de Colombia, en el puesto número cinco; México, en el séptimo; Costa Rica, en el octavo; Uruguay (13), Chile (25) y Brasil (27). Los estudiantes argentinos, en cambio, figuran en el puesto 54 entre los más infelices.

No hay comentarios: