domingo, 10 de noviembre de 2013

Un supertifón dejó al menos 10.000 muertos y millones de afectados en Filipinas

El paso de "Haiyan" dejó a una parte del país desolada; el presidente considera decretar estado de emergencia para frenar los saqueos; Vietnam, en alerta
LA NACION
 
El paisaje que dejó el paso de Haiyan, acompañado por vientos de hasta 315 km por hora. 
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MANILA.- Al menos 10.000 personas murieron en Filipinas, la gran mayoría en Leyte, a causa del paso del tifón Haiyan, considerado uno de los de mayor poder en los últimos años, mientras unas 600.000 personas fueron evacuadas en Vietnam.
Autoridades de la policía en Tacloban, capital de la provincia de Leyte y una de las ciudades más golpeadas por el tifón, advirtió que la catástrofe fue analizada en una reunión con la gobernación.
"Hemos tenido una reunión con el gobernador de la provincia durante la noche y basándonos en las estimaciones del gobierno son 10.000 los muertos", dijo Elmer Soria, oficial de las fuerzas de seguridad.
"La gente va como zombis en busca de comida. Es como una película", declaró la estudiante de Medicina Jenny Chu desde Leyte, según reprodujo la agencia Europa Press.
El National Disaster Risk Reduction and Management Council (Ndrrmc) sostuvo que son 944.586 las familias afectadas por el tifón, lo que equivale a 4.280.000 personas, y más del 40 por ciento son mujeres y niños.
"Desde un helicóptero, puede verse el alcance de la devastación. Desde la costa y un kilómetro adentro, no hay estructuras en pie. Fue como un tsunami", dijo el ministro del Interior, Manuel Roxas. "No sé cómo describir lo que he visto. Es horrible", agregó.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios dijo que imágenes aéreas mostraban un "daño importante a las áreas costeras", con casas destruidas y vastas extensiones de tierras agrícolas "diezmadas".

SAQUEOS

Testigos narraron que saqueadores arrasaron con varias tiendas en Tacloban, en momentos en que los esfuerzos de los socorristas por entregar alimentos y agua se veían obstaculizados por el corte de caminos y de los sistemas de comunicaciones. Un canal de televisión dijo que los cajeros automáticos fueron abiertos.
Además, grupos de afectados atacaron camiones con comida y tiendas en Leyte, dijo el director de la Cruz Roja filipina, Richard Gordon. "Hay pandillas operando allí", afirmó.
El presidente Benigno Aquino dijo que el Gobierno desplegó a 300 soldados y policías para restablecer el orden y que consideraba aplicar el estado de emergencia en Tacloban para restaurar la seguridad.
"Esta noche, una columna de vehículos blindados llegará a Tacloban para mostrar la resolución del Gobierno para detener este saqueo", dijo.

ASISTENCIA DE EE.UU.

La comunidad internacional reaccionó con muestras de solidaridad hacia el gobierno y el pueblo filipino. En tanto, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ordenó al Comando del Pacífico movilizarse para ayudar con las tareas de ayuda humanitaria.
Por el momento, la ayuda incluirá el rescate de víctimas o distribución de productos humanitarios básicos entre los afectados.
Las tropas estadounidense en el archipiélago japonés de Okinawa y en Hawaii están preparados por si deben desplazarse, según indicó el Comando del Pacífico.
Por su parte, la Cancillería argentina comandada por Héctor Timerman también envió un mensaje donde "expresa su solidaridad con el pueblo de Filipinas que sufre las consecuencias del paso del tifón Haiyan y que produjo miles de muertos, desaparecidos y evacuados".
"Al tiempo que envía sentidas condolencias a los familiares de las víctimas, se pone a disposición del gobierno amigo de Filipinas para ayudar, en lo que esté a su alcance, a mitigar los efectos de la tragedia", dice un comunicado de la cartera.

MENSAJE DEL PAPA

El secretario de Estado vaticano, monseñor Pietro Parolin, envió en nombre del Papa un telegrama al presidente de Filipinas, Benigno Aquino, a raíz del paso devastador del tifón que provocó según autoridades locales al menos 10.000 muertos.
"Su Santidad papa Francisco expresa su sentida solidaridad hacia todas cuantos fueron golpeados por la tempestad y por sus consecuencias", sostiene el mensaje.
"Rezando por todo el pueblo de Filipinas, el Santo Padre ofrece aliento a las autoridades civiles y a las estructuras de socorro que asisten a las víctimas del tifón. El invoca la bendición divina de fuerza y consuelo para las Naciones", agrega el texto.

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