sábado, 4 de octubre de 2014

La inseguridad alimentaria se agrava en Sudán del Sur a medida que se agotan las ayudas
fao.org
Los continuos esfuerzos para proporcionar a los agricultores, pescadores y pastores de Sudán del Sur material de subsistencia de emergencia, se ven amenazados por la falta de financiación, lo que agrava el riesgo de hambruna en algunas zonas del país, advirtió hoy la FAO.
Hasta el momento, la Organización de la ONU ha recibido 42 millones de dólares EEUU de los 108 millones de dólares que había solicitado como parte del Plan de Respuesta a la Crisis revisado para 2014. Las contribuciones recibidas hasta la fecha se han utilizado para asistir a más de 205 000 familias vulnerables  -más de 1,2 millones de personas- con material de subsistencia de emergencia que incluye semillas de cultivos y hortalizas, aparejos de pesca y material de apoyo veterinario y vacunas para el de tratamiento de ganado.
La FAO está distribuyendo ayuda de subsistencia de emergencia a un ritmo diez veces más rápido que el año pasado. La Organización ha entregado, gastado o comprometido todos los fondos que ha recibido, y los recursos ya se han agotado. Por ello necesita con urgencia otros 66 millones de dólares adicionales con el fin de ampliar aún más su apoyo para que los sudaneses del sur pueden valerse por sí mismos en el contexto de la actual crisis.
"Otros 2 millones de personas, unas 345 000 familias vulnerables, pueden recibir ayuda si recibimos fondos adicionales", señaló Jeff Tschirley, de la División de Emergencias y Rehabilitación de la FAO.
"No debemos esperar –añadió- a que la actual situación, ya de por sí muy crítica, se agrave, o que se declare una hambruna, porque para entonces sabemos que será demasiado tarde para muchas personas. Tenemos que actuar hoy para salvar vidas y medios de subsistencia".
La Representante de la FAO en Sudán del Sur y Coordinadora Humanitaria Adjunta de la ONU en el país, Sue Lautze, subrayó la importancia del material de subsistencia de emergencia para el país, donde hasta el 95 por ciento de la población depende de la agricultura, la pesca o el pastoreo para satisfacer sus necesidades alimentarias y de ingresos.
"La distribución del material proporciona los medios para que los pescadores puedan pescar, los agricultores plantar y los pastores mantener sus rebaños sanos, lo que les permite obtener leche, verduras, carne y pescado, algo que hasta ahora ha estado manteniendo a mucha gente con vida", aseguró Lautze.

Se agrava la inseguridad alimentaria

En mayo, unos 3,5 millones de personas -casi uno de cada tres de sudaneses del sur- se enfrentaban a niveles de crisis o de emergencia de inseguridad alimentaria, y esa cifra se espera que aumente a 3,9 millones (34% de la población total) entre junio y agosto de 2014.
Más de 1,5 millones de personas han huido de sus hogares desde que estalló el conflicto en el país africano a mediados de diciembre, y la situación se ha agravado aún más con el inicio de la temporada de lluvias en junio. Mientras tanto, se sigue informando de violentos enfrentamientos en algunas áreas a pesar de la firma de un acuerdo para el cese de las hostilidades el pasado mayo.
"La mejor manera de prevenir la hambruna en Sudán del Sur es que callen las armas", indicó Lautze. "La continua violencia es el factor más importante para que el riesgo de hambruna se convierta en realidad".

Mirando al futuro

La FAO ha estado ampliando sus operaciones en Sudán del Sur desde marzo de 2014, trabajando con el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF para alcanzar a algunas de las comunidades más remotas del país, haciendo llegar material de subsistencia de emergencia mediante lanzamientos desde el aire, aviones y camiones.
Hasta ahora, se han distribuido más de 329 000 equipos gracias al apoyo de Bélgica, Canadá, Dinamarca, el Reino Unido y los Estados Unidos, así como el Fondo Fiduciario de Solidaridad con África, el Fondo Humanitario Común de las Naciones Unidas y los recursos propios de la FAO. La composición de los equipos y su adecuación a las condiciones locales resulta esencial. La FAO trabaja en estrecha colaboración con sus socios de logística para garantizar que la ayuda que se entrega puede ser de apoyo inmediato a la población.
La distribución de cocinas que consumen poco combustible comenzará en las próximas semanas, con el objetivo de reducir el riesgo de violencia sexual contra las mujeres dedicadas a la recolección de leña en zonas remotas y combatir el riesgo de deforestación.
"Han surgido campamentos en medio de la nada, y las mujeres asumen riesgos enormes e inaceptables al salir al exterior para conseguir leña, a veces caminando durante horas", explicó Lautze.
“Estoy tremendamente orgullosa del equipo de la FAO en Sudán del Sur en estos momentos. Han estado trabajando sin descanso desde el comienzo de la crisis, y muchos continúan arriesgando sus vidas para llevar ayuda y salvar vidas y medios de subsistencia", dijo Lautze.
La FAO también está trabajando para evitar que la crisis actual se agrave en 2015 garantizando que los agricultores están preparados para la temporada de siembra del próximo año, preposicionando semillas, aperos agrícolas, vacunas y cocinas de bajo consumo.
"Un sector agrícola próspero es fundamental para la paz y el desarrollo a largo plazo de Sudán del Sur", Lautze subrayó.
En conjunto, los organismos y asociados de las Naciones Unidas han recibido sólo el 50 por ciento del total de 1 800 millones de dólares solicitados dentro del Plan de Respuesta a la Crisis de 2014 para llevar a cabo intervenciones humanitarias urgentes en el país.

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