viernes, 15 de septiembre de 2017

La extracción de arena es una grave amenaza ambiental y social
lavoz.com.ar

Entre 1900 y 2010, los recursos naturales usados en la construcción se han multiplicado por 23.
Esto está provocando erosión y daños a la biodiversidad marina, además de conflictos sociales.



La creciente demanda de arena para la construcción de infraestructuras está provocando una serie de problemas ambientales y sociales que deben ser abordados, alerta un trabajo publicado este jueves en la revista científica Science.

Aurora Torres asegura que, entre 1900 y 2010, el volumen global de recursos naturales utilizados en la construcción de edificios e infraestructuras de transporte se ha multiplicado por 23.

La arena y la grava son los principales materiales utilizados. Los autores señalan que su extracción de arena tiende a estar poco regulado y a menudo se trata de una actividad ilícita.

Los autores citan numerosas formas en las que la extracción de arena puede ser perjudicial, por ejemplo al afectar a los ecosistemas por medio de la erosión, la alteración física del fondo marino y su biodiversidad.

La consiguiente degradación ambiental tiene también implicaciones negativas para los seres humanos, al amenazar el agua y la seguridad alimentaria, además de aumentar la propagación de enfermedades.

Conflicto sociales

La minería de arena también puede ser un frecuente estímulo para conflictos sociales y políticos, incluyendo violencia, actividades criminales y tensiones políticas entre naciones.

Por ejemplo, existe una "mafia de la arena" en la India que está considerada como uno de los grupos de crimen organizado más poderosos y violentos.

Los autores enfatizan la necesidad de adoptar un enfoque científico interdisciplinario que ayude a dilucidar el impacto oculto de la extracción y el comercio de arena, así como identificar un marco para una extracción más sostenible en el futuro.

Con una creciente atención a los complejos vínculos de la escasez de arena, la comunidad global puede comenzar a entender cómo usar la arena de manera más sostenible y evitar una tragedia de este bien común, concluyen los autores.