lunes, 21 de julio de 2014

El 75% del país es seco y genera la mitad de la producción agropecuaria

intainforma.inta.gov.ar

El presidente del INTA, Francisco Anglesio, participó de la Jornada por el “Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía” y destacó la necesidad de una ley para preservar los suelos.
El suelo es la base de la agricultura y motoriza el avance de la economía nacional. En Argentina, las tierras secas representan el 75% de su superficie, producen el 50% del valor de la producción agrícola, el 47% de la ganadera y concentran alrededor del 30% de la población. Además, registran la totalidad de los caprinos y camélidos del país, el 80% de los ovinos y el 40% de los bovinos.

“Es fundamental conocer lo que tenemos, aplicar las políticas públicas adecuadas y decirle a la gente que debemos trabajar muy fuerte en el desarrollo de una ley de suelo que valorice las rotaciones y el manejo sustentable”, aseguró el presidente del INTA, Francisco Anglesio, en el marco de la Jornada por el “Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía” realizada en la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Como consecuencia de la actividad humana y las variaciones climáticas, la desertificación, definida como la degradación de la tierra en los suelos secos, disminuye la productividad del suelo y provoca el adelgazamiento de la cubierta vegetal. A escala mundial, las tierras áridas ocupan el 41% de la superficie terrestre y mantienen a más del 38% de la población.

“Un centímetro cúbico de suelo demora cien años en las mejores condiciones de humedad y temperatura que podemos perder en un par de horas con 40 mm de lluvia”, puntualizó Anglesio. Además, dijo que hoy el 40% del suelo nacional está deteriorado y que “sólo le devolvemos el 37% de los nutrientes extraídos durante un año”.
Esta situación causa la pérdida de 250 mil hectáreas productivas por año y desencadena la necesidad de llevar a cabo políticas públicas dirigidas a conservar los ambientes naturales, señaló Anglesio. En respuesta a la problemática, el INTA desarrolla tecnología para el uso sustentable de los recursos naturales y la recuperación de áreas degradadas.
También, según recomendó el presidente del instituto, la labranza mínima y de precisión y el uso adecuado del riego son prácticas que reducen el impacto del hombre. En la actualidad, las actividades productivas más importantes se desarrollan en los oasis de riego que suman alrededor de 1,5 millones de hectáreas.
Asimismo, afirmó que “la concientización, el rol del Estado y el trabajo conjunto entre las instituciones públicas para impulsar normas capaces de garantizar la sostenibilidad del suelo y su preservación para las próximas generaciones”.

La jornada
La Jornada por el “Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía” fue organizada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo de la Nación y contó con la participación del INTA y el Conicet. El evento se extendió durante todo el día.
En 1994, la ONU aprobó la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y proclamó este día como una ocasión para la concientización de la sociedad sobre esta problemática.