lunes, 27 de marzo de 2017

Holanda y sus trenes eólicos
segundoenfoque.com

Un símbolo del transporte de la revolución industrial han sido los trenes que además han acabado siendo un inmejorable ejemplo de desarrollo sostenible. 


Holanda se ha diferenciado también por alimentar a sus aparatos con energía derivada del aire cuando sopla fuerte. En concreto, la flota completa de los trenes eléctricos de la compañía nacional ferroviaria holandesa NS ha cumplido su plan verde un año antes de lo previsto.

Desde el mes de enero de este año, los trenes holandeses son eólicos. Su alimentación con energía eólica ha marcado un antes y un después en el transporte ecológico, cuyas gracias se espera no solo a nivel ambiental, sino también de cara a inspirar políticas similares en otros países.


El gobierno de Holanda anunció dicho objetivo a finales de 2015. Alejado de ser un buen anuncio con pocas posibilidades de cumplirse, y menos aún a tiempo, es decir, en 2018, ha ocurrido justo lo contrario. Para pasmo de propios y extraños, a inicios de este año los trenes eléctricos en su totalidad ya funcionan con energía eólica.Con la finalidad de no acabar provocando un aumento del precio de la electricidad en el país a consecuencia de un aumento de la demanda de energía limpia por este proyecto, se ha recurrido al abastecimiento foráneo. Como se apunta más adelante, se decidió recurrir de forma provisional a parques belgas o de países escandinavos vecinos.

Haciendo un análisis de la historia no resulta tan sorprendente, en realidad. Por ejemplo, en 2016 ya se había logrado alimentar con energía eólica al 75 por ciento de la flota. Un sprint decisivo ha sido el que, finalmente, ha permitido inaugurar el nuevo año con la misión cumplida. Un éxito que permite usar energía verde para el transporte de la friolera de 600 mil personas cada día.

En cierta medida lograr el éxito también fue posible gracias a una decisiva asociación entre NS y Eneco, una empresa energética con la que aquella se acopló desde un inicio. El objetivo no era otro que canalizar las energías renovables a los trenes.

En todo el territorio nacional esta iniciativa del gobierno holandés consentirá dar un paso adelante importante en la reducción de emisiones, con lo que permitirá aligerar de forma sustancial la huella de carbono. En cifras, se necesita alrededor de 1,2 millones de kWh de electricidad limpia anualmente, lo cual valer por al gasto de todos los habitantes de la ciudad de Amsterdam, capital de los Países Bajos.