viernes, 8 de agosto de 2014

Qué alimentos deberíamos evitar para cuidar el planeta
La producción del café tradicional, la carne de vaca y el maíz modificado genéticamente impacta el medio ambiente.
eltribuno.info
El cuidado del medio ambiente y la promoción de una vida sustentable son algunas de las preocupaciones del hombre actual y por tanto- el ejercicio de la incorporación de ciertos hábitos sustentables puede ayudar en dichas tareas.
El impacto ambiental de la comida yace en la huella de carbono que produce la emanación de los gases involucrados en el proceso: desde el crecimiento del alimento (vegetales o animales) hasta el momento en que llegan al plato de cada individuo. En este camino, se da, por ejemplo, gran uso de energía y otros recursos, lo cual tiene mucha participación en la contaminación ambiental. En este sentido, hay alimentos que afectan más el ambiente que otros.
Café tradicional: Si sos amante del café, posiblemente esto pueda replantearte el modo en el que lo consumes: el impacto que tiene en el medio ambiente se relaciona de manera directa a su proceso de cultivo y elaboración. El principal problema radica en que las plantas de café crecen naturalmente en la sombra, pero muchos agricultores que se dedican a este cultivo han modificado las semillas para que puedan tolerar crecer a la luz del sol y tengan resistencia a los numerosos pesticidas, herbicidas y funguicidas a los que están expuestos de manera constante. Sin contar la deforestación que se ha producido para obtener mayor terreno para la siembra de esta planta o las grandes cantidades de agua que se utilizan en el proceso de selección de los granos de café. Estos cambios trajeron problemas en los hábitats de las aves tropicales, destruyéndolos y afectando el ecosistema que los rodea. Por tanto, se recomienda consumir café orgánico, puesto que su cultivo habrá utilizado menos cantidad de pesticidas y planta habrá crecido en la sombra, como lo hace de manera natural.
Carne de vaca: La carne vacuna es quizá el alimento que más afecta al medio ambiente. Desde la deforestación y limpieza de los terrenos para tener espacio en donde cultivar el alimento que consume el ganado (maíz y soja), pasando por los herbicidas y pesticidas para mantener esos cultivos, y finalmente la energía y el agua que se utilizan para alimentar a las vacas, la producción y procesamiento de la carne produce alrededor de 27 kilogramos de dióxido de carbono y metano por cada kilogramo consumido. Una de las principales elecciones que se pueden hacer como consumidores es alimentarse de carne de vacas que hayan sido alimentadas a base de pasto y no aquellas cuya alimentación estuvo basada en alimento balanceado para animales. Si bien las primeras también producen contaminación ambiental, siempre será menor que el que generan las segundas.
Maíz modificado genéticamente: Su cultivo y producción rompen con muchos límites de la sustentabilidad: destruyen hábitats, agota los suelos -consecuencia del monocultivo y los pesticidas-, reducen la biodiversidad (muchas abejas mueren por su crecimiento), provocan que las especies nativas de maíz mueran y contaminan el agua y el aire debido a los agroquímicos que suelen emplearse durante el proceso. Para evitar consumir el maíz que ha sido modificado, es recomendable recurrir a pequeños productores locales cuyas plantaciones orgánicas no dañan -al menos no en gran medida- el medio ambiente.