miércoles, 9 de diciembre de 2020

 ¿QUÉ ES UNA COMUNIDAD ENERGÉTICA?

elblogverde.com


La creación de Comunidades Energéticas puede que sea una de las mejores opciones para fomentar desde ya mismo el uso de energías más limpias y abrir el camino del cambio a la participación local. En este artículo os vamos a contar con más detalle en qué consiste y por qué puede ser una opción que tú mismo también puedes llevar a cabo.


Cada vez son más personas las que están concienciadas de la necesitad de un cambio para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, aunque también es cierto que demasiadas veces uno no sabe qué hacer para actuar con sus medios y en su zona residencial.

Una de las posibilidades que resultan asequibles es apostar por el uso de las energías renovables. ¿Y cómo trasladar esto a tu vida? De ahí surge el impulso y la oportunidad de crear Comunidades Energéticas locales que permitan ir instaurando un cambio local, para formar parte del cambio global que se necesita.

¿QUÉ ES UNA COMUNIDAD ENERGÉTICA?

Según REScoop (Federación europea de cooperativas energéticas, de energía renovable) “Una Comunidad de Energía es una entidad legal donde los ciudadanos, las PYMES y las autoridades locales se unen, como usuarios finales de energía, para cooperar en la generación, la distribución del consumo, el almacenamiento, el suministro, la agregación de energía de fuentes renovables u ofrecer eficiencia energética y/o servicio de gestión de la demanda.“

Es decir, las comunidades energéticas locales son consideradas entidades jurídicas que funcionan de manera cooperativa entre todos sus integrantes-socios. Estas comunidades pueden estar formadas por personas físicas, así como por asociaciones, pymes, entre otros, que aceptan la responsabilidad de formar parte de dicha cooperativa. Todos ellos tienen como objetivo lograr unos beneficios medioambientales, energéticos, sociales y económicos para los propios socios y/o terceros, en lugar de que suponga ganancias financieras o beneficios lucrativos.

Una comunidad energética ha de ser autónoma, debe permitir una participación abierta y democrática de sus integrantes (una persona, un voto), a la par que también debe de ser voluntaria. Los miembros que la conforman son quienes deben de controlar los proyectos de energías renovables que lleven a cabo, al igual que los proyectos deben ser propios y desarrollados por ellos mismos.

Otra de las características importantes es que las empresas o inversores que participan no ocupan un papel de control en el consejo de la comunidad, puesto que dicha cooperativa ha de ser independiente.

CARACTERÍSTICAS Y VENTAJAS DE UNA COMUNIDAD ENERGÉTICA

Una de las principales características que diferencian la Comunidad Energética de las empresas tradicionales de energía es que el objetivo varía, aquí nos encontramos un enfoque comunitario en lugar de empresarial. Lo cual no quiere decir que no participen grandes empresas en el desarrollo energético de estas comunidades, como es el caso de Energés, que son un referente en la energía fotovoltaica y de autoconsumo, ya sea residencial como industrial, con 16 años de experiencia a sus espaldas. Sencillamente, como mencionábamos anteriormente, forman parte del proyecto como un medio para lograrlo, pero siempre manteniendo la autonomía e independencia de la comunidad.

Un ejemplo de este trabajo en común lo encontramos en la asociación comarcal Gran Vega, que en 2018 firmó un Convenio Marco con Energés para promover el uso de energías renovables en toda la zona y mejorar su producción, como ha ocurrido recientemente con empresas como Cáteríng y Restauración Hermanos González, Autoservicio Ecobero, Bar Ferrobús o Bar Paco, entre otros, que han conseguido reducir su factura eléctrica a través de instalaciones fotovoltaicas. Más ejemplos de cooperación, los tenemos en el Ayuntamiento de Alcolea del Río, que tras recibir asesoramiento profesional de Energés, ha llevado a cabo diversos proyectos fotovoltaicos en el Campo de Fútbol y la Guardería Municipal. Pero, sin duda, la vinculación más fuerte de Energés con Comunidades Energéticas ha sido a través de la cooperativa de consumo eléctrico Som Energia para la que ha desarrollado y construido dos plantas fotovoltaicas de 1,89 y 1,4MW respectivamente y colaborado en otra de 2MW en Lora del Río.

La mayor ventaja de todas es que vas a formar parte de un cambio a muchos niveles. No solo hablamos de una apuesta por el uso de energías 100% limpias y formar parte activa del cuidado del planeta, que ya es mucho, si no que también se rompe con la imagen de una sociedad capitalista fomentando una cooperativa regida por personas de forma democrática, donde todos tienen voz y voto, donde tú también vas a poder elegir las medidas que quieres que se lleven a cabo o cómo quieres que se haga.

Estas comunidades energéticas están basadas en una economía colaborativa, lo que quiere decir que hay cooperación entre los actores, públicos o privados, instituciones, empresas, o cooperativas. Pero no se limitan solo a las cooperativas energéticas.

La economía también es importante, más en tiempos complicados como los que vivimos. Otra de las ventajas es la reducción de costes a final de mes. El hecho de que una comunidad energética no busque lucrarse financieramente no está reñido con que la creación de la comunidad implique que cada miembro pueda optar a una energía a costes más accesibles y ajustados.

Es cierto que todavía son pocas las comunidades energéticas comparadas con la gran empresa eléctrica, que en los medios no se les está dando tanta cabida y que por ello resultan desconocidas para muchas personas, pero lo importante es que sepas que existen, que tú también puedes crear tu propia cooperativa y conseguir formar parte del cambio.

sábado, 31 de octubre de 2020

Proteger la naturaleza, la clave para evitar nuevas pandemias

airedesantafe.com.ar

Un nuevo informe internacional destaca que trabajar en la prevención es más ético (y barato) que afrontar las consecuencias.

Si la dinámica de interacción humana con la naturaleza no cambia con urgencia, la multiplicación de pandemias como la actual dejará de ser una amenaza difusa para volverse una hipótesis inquietantemente real y cercana. Así se desprende del reporte "Escapando de la era de las pandemias” elaborado desde la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica (IPBES), que advierte sobre “crisis peores a las que vivimos en la actualidad” y en la necesidad de que los gobiernos se enfoquen en eliminar los riesgos más que en intentar paliar sus consecuencias.

La lista de temas sobre los cuáles se debe avanzar ya es conocida y la deforestación y el comercio de fauna salvaje son dos de los más importantes. ¿Por qué apuntar allí? Porque según los científicos, existen un reservorio de entre 540 mil a 850 mil virus aún desconocidos en la naturaleza susceptibles de infectar a los humanos. “Se prevén pandemias más frecuentes, mortales y costosas cuyo impacto económico es 100 veces más alto que lo que costaría la prevención”.

Otro enfoque, urgente

Según el reporte publicado esta semana por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos si nada cambia de manera rápida en el futuro mediato las pandemias serán “más frecuentes, rápidas, dañinas y mortales” que la del Covid-19. Los expertos recordaron la estrecha correlación que existe entre la degradación de la naturaleza y el aumento en riesgos de pandemia: “hay que ir de la reacción a la prevención”.

Para ubicar el debate en el presente, conviene hacer un breve repaso en la historia cercana: la pandemia de Covid-19 es al menos la sexta que afecta a la salud global desde la gran gripe de 1918 y si bien se originó en microbios transportados por animales “su aparición ha sido completamente provocada por la actividad humana”, según el informe.

Los especialistas estiman que existen otros 1,7 millones de virus que aún no han sido descubiertos tanto en mamíferos como en aves, de los cuales alrededor de 850 mil podrían tener la habilidad de infectar a las personas.

“Las mismas actividades humanas que causan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también provocan los riesgos de pandemias a través de los impactos que causan en nuestro entorno. Los cambios en el uso de tierras, la expansión e intensificación de la agricultura y el comercio, la producción y el consumo insostenibles alteran la naturaleza y aumentan el contacto entre la fauna salvaje, el ganado, los patógenos y los seres humanos. Este es el camino hacia las pandemias”, explicaron desde el Ipbes.

El extractivismo, en la mira

La agricultura y la extracción de recursos naturales son los dos procesos productivos que más impactan en el cambio del uso del suelo, lo que genera una destrucción de la naturaleza. Los modelos extractivistas son los que más han influido de manera negativa sobre los ecosistemas en los últimos 50 años, y causan una cuarta parte de las emisiones de gases que provocan el calentamiento global.

lunes, 19 de octubre de 2020

Misiones tiene el primer ministro de Cambio Climático de América Latina: “Hay que empezar a ponerle valor a la biodiversidad argentina”

noticiasambientales.com


“El tema es difícil y está más conectado de lo que parece. Sé que asumo una causa compleja. Pero no es para trabajarla con miedo, sino para hacerlo con comunicación desde el amor. Porque es la única forma de mejorar este planeta”. Las palabras pertenecen a Patricio Lombardi, el primer secretario de Cambio Climático de Misiones, un cargo de avanzada en América Latina.

El ministerio fue creado para su provincia por el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, en lo que se convierte en un hecho histórico para la política nacional y Latinoamericana. Lombardi, que hasta hoy cumplía su función como secretario de Exterior del gobierno misionero, será el encargado de levantar la bandera de una lucha global que se ha convertido en una causa pública motorizada por artistas, políticos e intelectuales. Lombardi asumió minutos antes de las 14 y se mostró “muy honrado y agradecido” ante el “enorme desafío”.

“Vine a esta provincia como parte de la sociedad civil y hoy juro como secretario de Cambio Climático, esto habla a las claras de que acá hay políticas de Estado. Misiones tuvo el primer ministerio de Ecología, hoy la primera secretaría de Cambio Climático. Asumo con compromiso y lealtad hacia Misiones”, destacó el flamante secretario.

El medio ambiente sano representa mejor calidad de vida y en poco tiempo representará un ingreso monetario a través de un plan para motorizar la economía verde, o la contabilidad verde, obteniendo recursos económicos mediante el cobro por las toneladas de oxígeno que la selva misionera envía al mundo. De calcular y lograr el cobro por esa tarea se encargará la flamante Secretaría de Cambio Climático, creada por ley del presidente de la Legislatura, Carlos Rovira.

“Misiones tiene el 52% de la biodiversidad de toda la Argentina. Esto, en materia ambiental, la coloca en el puesto N° 1. Es la líder”, resalta Lombardi. Atrás dejó una carrera que lo llevó a estar en los poderes Ejecutivo y Legislativo, durante los años 90, como asesor en Relaciones Exteriores. También 12 años viviendo en Estados Unidos donde fue nombrado viceministro encargado de las Relaciones con América Latina en el estado de Florida, durante el gobierno local de Jeb Bush, hijo y hermano de los ex presidentes norteamericanos.

En 2007 regresó a la Argentina. Un año después fue invitado por el entonces gobernador misionero Carlos Rovira, para dar una charla sobre medio ambiente. En ese instante empezó a construirse la historia que lo depositará hoy en el flamante ministerio. Su acercamiento a Misiones y su intención clara de poner en agenda el cuidado del medio ambiente.


Lombardi vino a vivir a Misiones y se casó con una misionera. No tenía pensado volver a la administración pública pero, como definió, “esto no es político, esto es ambiente, y en el ambiente tengo el corazón”.

“Nosotros queremos empezar a ponerle valor a la biodiversidad argentina. Producimos servicios ecosistémicos en Misiones, donde está el 52% de la biodiversidad del país. Nadie nos paga por eso”, explicó Lombardi, que definió su objetivo advirtiendo que lo que buscan crear es “una criptomoneda verde”.

¿En qué consiste la criptomoneda verde? ¿Buscan cobrarle a los que dañan el ambiente? El nuevo ministro de Cambio Climático de Misiones brindó definiciones concretas para entender el plan de acción que tiene en mente y que buscará aplicar desde su nuevo cargo.

“Sos una petrolera, me estas dañando el ambiente. Estas modificando el clima con tus acciones. Tenés que comprar bonos. Con estos bonos compensás y mitigás el daño. Es una forma de compensar el daño ambiental o la huella ecológica que la empresa hace”, explicó.

“Un bosque produce oxígeno, captura carbono, es el hábitat de los animales, es medicina, fija los suelos y hace que llueva. Para monetizarlo, tenemos que valorizarlo. Lo que estamos proponiendo es revolucionario. Le vamos a poner un valor a esos bonos. Ya lo estamos trabajando con las Naciones Unidas y bancos europeos. Le vamos a poner valor a la selva misionera”, afirmó.

A lo largo de los años Lombardi comprendió que el cambio climático se genera por múltiples factores que están encadenados. Uno de esos eslabones, según definió, está vinculado a la alimentación y la producción de esos alimentos. “Soy vegetariano desde hace 32 años. Abrazo la causa ambiental también desde la alimentación. Tiene mucha relación el cambio climático con la forma en que nos alimentamos”, precisó

Lombardi dice que llegó a este ministerio para comunicar. Por eso profundizó su mensaje sobre el cuidado ambiental durante la charla. “Tenemos que tomar más conciencia, comer más orgánico, alimentos provenientes de la agricultura familiar. Hay que tener huerta, buenas practicas ambientales, querer al planeta y no creerse el tope de la cadena”, indicó.

“Somos acreedores. Voy a salir con el maletín bajo el brazo a decirles a nuestros deudores que nos paguen. Porque le están haciendo daño al planeta. Esa es mi meta N°1. La segunda es comunicar desde lo ambiental toda la enorme problemática que significa el cambio climático. Trabajar con los intendentes y las fundaciones. Visibilizar lo que está sucediendo”, explicó el nuevo funcionario.

Al momento de la toma del juramento, el Gobernador estuvo acompañado por el vicegobernador, Carlos Arce; el ministro de Ecología, Mario Vialey; el intendente de Posadas, Leonardo Stellato; la titular del Instituto Misionero de Biodiversidad, Viviana Rovira y el diputado provincial, Martín Cesino. A través de una videoconferencia también estuvo presente el secretario de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación de la Nación, Rodrigo Rodríguez Tornquist en representación de ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié.

Sobre el rol del nuevo ministro, Herrera Ahuad aseguró que “a partir del día de hoy se transforma en custodio del patrimonio de todos los misioneros, enfrentamos un enorme desafío qué tiene que ver con políticas públicas al tope de la agenda provincial que nos enfrenta a lograr un trabajo articulado y sinérgico con los tres poderes del Estado en favor de parar el cambio climático”. Al respecto, Lombardi agradeció la confianza recibida para ocupar el cargo y destacó que la creación del ministerio es una muestra clara de que en Misiones hay políticas de Estado para proteger el medio ambiente”.

Según la ley, aprobada el martes 9 de septiembre pasado, el Ministerio tendrá entre sus funciones asistir al Ejecutivo en el desarrollo e implementación de planes y monitoreo, como los planes estratégicos de disminución y emisión de gases de efecto invernadero y de mitigación, adaptación y resiliencia al cambio climático. Además, se trabajará en desarrollar e implementar los principales indicadores en lo relativo a las emisiones, calidad del aire y del agua, incendios, sequias, olas de calor, cambios de nivel de cursos de agua, efectos en la salud e impacto en la economía. Para ello se elaborarán planes de acción, mapas de amenazas, vulnerabilidades y riesgos hídricos, de incendios y sequías ante nuevos escenarios climáticos.

Para avanzar en este sentido se promoverá el desarrollo sustentable a partir del uso de energías renovables, el uso de ciclovías y el consumo de bienes locales. La actividad agrícola-ganadera también será un tema a abordar, invirtiendo en la asistencia para la reducción de emisiones con la captación de los mismos a partir de la forestación.

Articular el trabajo con otros actores es fundamental para avanzar con las metas propuestas por el ministerio. Por eso se ha resuelto la colaboración y trabajo conjunto entre el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, el Ministerio de Educación, el Instituto Misionero de Biodiversidad, el Consejo Federal del Medio Ambiente y los municipios para el desarrollo de políticas y asistencia técnica necesaria referidas al cambio climático fortalecerán los procesos de cambio a través de acciones, enseñanza y aprendizaje vinculados al cambio climático.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

ALEMANIA

¿Cómo conseguir una agricultura más ecológica?
dw.com
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¿Sembrar flores o papas? Un agricultor de una granja convencional está experimentando métodos de agricultura orgánica y muestra que la conservación de la naturaleza es compatible con su explotación agraria.




"Papas, deliciosas y saludables" se lee en el letrero de la puerta. Se podría agregar también "raras". El lema corresponde a la filosofía de Cornel Lindemann-Berk: la calidad antes que la cantidad. "No tenemos suficiente lluvia en el verano; como no queremos regar, hicimos de la necesidad una virtud". Así que apostó por variedades poco habituales como la papa Bergerac o la Bamberg.

El rendimiento es un 50% menor de lo podría ser, pero no tienen ese sabor acuoso, sino uno más fuerte, y son ricas en minerales como el potasio o el magnesio. De todas partes de la región vienen clientes para comprar estas deliciosas papas en la tienda de la granja.


Medidas que promueven la biodiversidad, a pesar de la agricultura

El verano pasado, sin embargo, a los clientes les encantaron las exuberantes y coloridas flores bordeando el campo frente a su granja bajo el zumbido de los insectos. "Las especies han aumentado y el número de insectos de cada especie se ha cuadruplicado", dice el agrónomo. Los científicos dieron cuenta de este crecimiento en la franja de flores sembrada específicamente para insectos y pájaros. Aquí los animales encuentran néctar, alimento y cobijo donde reproducirse.


Así se convierte la agricultura convencional en "orgánica"

Esta empresa familiar de Renania es una de las diez que integran F.R.A.N.Z. Son las siglas de "por unos recursos agrarios y naturales con futuro", iniciativa que busca probar e implementar medidas prácticas y económicamente viables de agricultura y conservación de la naturaleza en Alemania hasta 2027. "En el marco del proyecto, no tratamos las zonas con estiércol líquido o pesticidas, pero el rendimiento es a veces cero, porque las malas hierbas como el cardo y la bardana se descontrolan", indica el apasionado agricultor. En torno a un solo cultivo suelen crecer una treintena de malas hierbas y plantas no deseadas.

Lindemann-Berk lleva años perdiendo dinero con los cereales o la colza (Se ríe porque ya no vive de la agricultura, sino de alquilar apartamentos en su imponente granja de época.) Pero son importantes para la rotación de cultivos, como se hacía hace siglos. Eso regenera el suelo y reduce las enfermedades y plagas.

En una plantación de maíz se dejaron espacios de veinte metros cuadrados, por ejemplo, para que las alondras, unas aves muy diezmadas, pudieran posarse en el suelo sin dificultad. "Ventanas", las llama.


Alta tecnología y estiércol como en el pasado

En una emergencia, Lindemann-Berk usa fertilizantes y pesticidas en dosis homeopáticas: "demasiado fertilizante puede incluso hacer que se multipliquen las malas hierbas no deseadas". Afirma llevar cuarenta años calculando las dosis, usando muestras de suelo para examinar los nutrientes. Con un pulverizador digital geolocalizado por satélite se echa el herbicida allí donde hace falta.

Lindemann-Berk prefiere usar fertilizantes orgánicos, o sea, estiércol. "Viene de los Países Bajos porque aquí casi no hay ganadería". Su granja suministra grano para el ganado al país vecino. "Entonces, ¿por qué no traer las excreciones de los animales?" Con el uso de bacterias del ácido láctico, el agricultor pudo además reducir drásticamente los fungicidas químicos para combatir los hongos.

Después de la cosecha, vuelve a toma muestras. "Las mediciones hasta ahora no han mostrado residuos de glifosato en el cereal", dice Lindemann-Berk. El agricultor señala el estante lleno de archivadores detrás de él. Hay que guardar los registros durante cinco años. Las regulaciones de fertilizantes se han endurecido durante años, los aditivos se han reducido a la mitad, pero su presencia en el agua subterránea tarda treinta años en hacerse patente, porque demora mucho en infiltrarse.


No es una granja orgánica, sino una operación ecológica

Las granjas orgánicas solo pueden tratar sus plantas con preparados de cobre, que estimula el crecimiento y actúa contra los hongos. Es un metal pesado, pero en pequeñas dosis es necesario para el cuerpo humano. "Hacemos lo posible para hacer negocio de manera respetuosa con el medio ambiente y adoptar lo que las granjas orgánicas hacen bien", dice Lindemann-Berk. "Porque nadie quiere contaminar el medio ambiente; las empresas agrícolas han estado trabajando en el mismo lugar durante cientos de años", resume.

La sostenibilidad es una prioridad, pero para certificarse como granja orgánica se tienen que arrancar las malezas a mano y, como en tiempos prehistóricos, rastrillar regularmente el suelo alrededor de las plantas para arrancar las malas hierbas. "Nadie quiere hacer ese trabajo, ni siquiera los jóvenes que vienen en prácticas". En la era de la agricultura industrial en Alemania lo hacen grandes máquinas.

El agricultor deja más espacio entre sus plantas. Así absorben más nutrientes del suelo, que está mejor aireado y, por tanto, es menos propenso a las enfermedades por hongos. Cornel Lindemann-Berk también hace un llamamiento a los consumidores que aún prestan demasiada atención a la apariencia: "si ofrezco a mis clientes manzanas sabrosas y sin tratar del huerto, se quejan de algunas manchas". Eso de que la fruta sea orgánica al cien por ciento "no es compatible" con tener buen aspecto.



Agricultura ecológica para combatir el cambio climático y la pandemia

dw.com

La agricultura ecológica se plantea como una alternativa efectiva para alimentar a la población mundial sin poner en riesgo la salud del planeta, preservando la biodiversidad y los ecosistemas locales.



Hace 24 años Brasil vivió uno de los capítulos más oscuros de su historia agraria. Una veintena de miembros del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra fueron acribillados en el estado de Pará. Por este suceso, cada 17 de abril se celebra el "Día Internacional de las Luchas Campesinas". No obstante, el pasado sigue estando más presente que nunca: según el informe "Conflictos en el Campo Brasil 2019" de Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), y los conflictos y violencia en 2019, se produjeron 32 asesinatos y 201 amenazas de muerte.

Asimismo, en el año pasado se registró el mayor número de asesinatos de líderes indígenas de los últimos 11 años. Se trata de uno de los principales problemas que deben afrontar las organizaciones campesinas en América Latina, pero no la única. "No es posible pensar un futuro en los territorios de quienes producen la mayor parte de los alimentos mientras continúe el acaparamiento de tierras, la expansión de los monocultivos industriales, la contaminación masiva con agrotóxicos, la destrucción de los ecosistemas y el extractivismo", dijo a DW Carlos Vicente de GRAIN América Latina, una organización internacional que apoya a agricultores en pequeña escala y a movimientos sociales.

Reivindicaciones en tiempos de pandemia

A esta situación se une el hecho que este año la conmemoración coincide con la crisis mundial del coronavirus. En este contexto, la Vía Campesina, un movimiento social internacional de pequeños y medianos agricultores que aboga por la defensa de la agricultura campesina, reivindica más que nunca su papel de "alimentar los pueblos" en el sistema alimentario mundial, uno de los mayores responsables del calentamiento global.

Según datos de esta organización, entre el 44 y 57 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provienen de la cadena alimentaria industrial, entre las que se encuentran la deforestación, agricultura, procesamiento, embalaje, negocio minorista, transporte, refrigeración y desperdicios.

Ello se debe a las "grandes plantaciones de monocultivos como la palma africana, la caña de azúcar, la soja; utilizando grandes cantidades de químicos y semillas transgénicas", dijo a DW Nury Martínez, portavoz de La Vía Campesina en Sudamérica. A lo que hay que añadir "la ganadería extensiva y los comestibles ultraprocesados que no solo son dañinos para la salud si no que, a través de los tratados de libre comercio, importan millones de toneladas de alimentos utilizando muchísimo combustible", agregó.
  

                      



Según datos de la organización, mientras el sistema alimentario industrial provee alimentos al 30 % de la población mundial utilizando un 75 % de los recursos agrícolas, los agricultores a pequeña escala alimentan a más del 70 % de la población mundial utilizando el 25 % de los recursos agrícolas.

"El sistema industrial de alimentos es un fracaso frente a una crisis mundial como la que vivimos", criticó Martínez abogando por un cambio de modelo del agronegocio. "Mientras el sistema alimentario industrial no reconozca el derecho a la alimentación como un derecho humano y utilice los alimentos como una mercancía, no podrá nunca acabar con el hambre en el mundo", aseguró.

No obstante, "los productores familiares están produciendo los alimentos a lo largo de todo el continente que permiten que no haya un incremento del hambre durante esta pandemia", agregó Vicente.

La alternativa de un futuro más sostenible

"La pandemia va a pasar, pero el cambio climático sigue", alertó a DW Julia Lernoud de la Comisión Directiva de IFOAM Internacional, la organización paraguas mundial para el movimiento de agricultura ecológica, con sede en Bonn (Alemania). Así, además de la pandemia, "la agroecología de base campesina es una de las respuestas que tenemos para enfrentar la crisis climática", aseguró Vicente. "Cuidando los suelos podemos en las próximas décadas secuestrar casi un 50 % del dióxido de carbono que hoy se ha acumulado en exceso en la atmósfera", agregó.


Además del abandono del uso de agrotóxicos y monocultivos, otras medidas que propone la agricultura ecológica en la reducción de emisiones de carbono son "la diversificación de la producción, la utilización de bioinsumos y la interacción con la madre naturaleza", detalló Martínez, que destacó el uso de conocimientos ancestrales y la protección de la biodiversidad con el uso de las semillas criollas.

La situación actual "es una oportunidad de pensar en todos los actores de la cadena de valor incluyendo la naturaleza, la biodiversidad, la protección de nuestras aguas, de nuestros aires...", consideró Lernoud. "Tenemos una oportunidad de diseñar nueva economía, un nuevo sistema productivo y social", agregó.

Para ello, es necesario que "el poder que hoy ejercen las corporaciones del agronegocio sobre los Gobiernos y organismos internacionales sea desmantelado para que se privilegie hoy más que nunca el bien común por encima del interés de las corporaciones", concluyó Vicente. (few)


ARGENTINA

Acuerdos para fomentar la agroecología

diarioelargentino.com.ar

La Comisión de Recursos Naturales y Ambiente de la Cámara de Diputados, presidida por el diputado (La Paz) Sergio Castrillón, se encuentra analizando el proyecto de Ley para fomentar, incentivar y desarrollar los llamados sistemas de producción agroecológica.



Se trata de una propuesta que en principio está reuniendo el apoyo –inusual, por cierto, pero bienvenido- de entidades ambientales como de las patronales vinculadas con la producción agropecuaria, además de organismos como el caso de Investigación Nacional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

El proyecto de ley tiene dos autores: Ángel Giano (que es el actual presidente de la Cámara de Diputados) y Mario Torres, pero lo elaboraron cuando eran senadores departamentales.

Los legisladores recibieron los aportes y perspectivas del intendente de Gualeguaychú, Esteban Martín Piaggio; y del director nacional de Agroecología, Eduardo Cerdá. En ambos casos, no sorprendió a nadie el apoyo que los dos dieron al fomento de la agroecología. Fue un apoyo coherente con lo que vienen proponiendo desde hace años.

Por su parte, el coordinador del INTA de la Chacra Experimental Integrada Barrow, Martín Zamora; como el delegado de la Federación Agraria Argentina (FAA), Alfredo Bel; y el titular del distrito Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina, Walter Feldkamp, también dieron un apoyo importante a la iniciativa.

Lo sorprendente es que en el paradigma de la agroecología puedan confluir tan diversos sectores tan unidos.

Expuesta esta situación, hay que entender entonces que la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente de la Cámara de Diputados de la provincia no tendría mayores obstáculos para aprobar el proyecto que pretende “fomentar, incentivar y desarrollar sistemas de producción agroecológica mediante la regulación, promoción, capacitación e impulso de prácticas, actividades, procesos de producción, comercialización y consumo de alimentos saludables”.

Porque está claro que, así como se acuerda que la agroecología genera enormes beneficios para las generaciones presentes y para las futuras; hay que decir que el actual sistema extractivista, fomentador del monocultivo de exóticas, del desmonte nativo y de incendios de pastizales de manera intencional, es un modelo que agota los bienes naturales, y destruye toda posibilidad de diálogo entre el la cultura y la naturaleza.

La agroecología hay que comprenderla no solamente como la aplicación de una técnica sustentada en conocimientos científicos; sino fundamentalmente en un valor cultural como la defensa de la vida.


miércoles, 22 de julio de 2020

Dar la vida por el planeta: en un 13% de los conflictos medioambientales se asesina a algún activista
dw.com

Cientos de personas alrededor del mundo son asesinadas cada año por defender el planeta. Los líderes de pueblos originarios son los más perjudicados, según un nuevo estudio.

Brasilien l Schlammlawine nach Dammbruch (Reuters/Washington Alves)


A pesar de la crisis sanitaria mundial, el asesinato a defensores del medio ambiente en América Latina no cesa. El último caso es el de Marvin Damián Castro Molina, coordinador de la secretaria de la juventud del Movimiento Ambientalista Social el Sur por la Vida (MASSvida) de Honduras.

Según un nuevo estudio elaborado con los datos del Atlas de Justicia Ambiental, una plataforma online que, desde 2012, cartografía los conflictos medioambientales en el mundo, en el 13% de los casos alguno de los activistas que defienden el medio ambiente son asesinados, en un 18% son víctimas de violencia y en un 20%, de criminalización. "El 40 por ciento de los casos los protagonistas pertenecen a pueblos indígenas", dijo a DW Joan Martínez-Alier, coordinador de la plataforma colaborativa.

En el caso latinoamericano, que protagoniza una cuarta parte de los conflictos medioambientales en el mundo, "hay más indígenas muertos en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia, Venezuela, Perú y Brasil, pero también hay algunos en Ecuador, Chile y Argentina". La alta participación de los pueblos originarios en este tipo de conflictos es porque "se defienden más que las otras poblaciones contra las depredaciones ambientales".

El estudio analiza 2.743 casos, las características de los defensores ambientales involucrados, las estrategias de movilización exitosas y los resultados de conflictos, además de su asociación con movilizaciones indígenas o no indígenas. De este modo, el informe pretende cerrar la brecha de la falta de investigación de los conflictos ambientales a nivel global y entenderlos mejor.

Infografik Karte Wasserversorgungs Konfliktgebiete in Lateinamerika ES


América Latina, rica en recursos y en activistas
"La promoción del modelo económico extractivista ha permitido el hostigamiento y asesinato de un gran número de defensores sociales y ambientales", recordó a DW Erika Castro Buitrago, investigadora en Derecho Ambiental en la Universidad de Medellín (Colombia). "En este modelo no existe un especial interés por el diálogo y la mirada a concepciones alternativas del ambiente y los derechos humanos", agregó.

La existencia de grandes recursos y los intereses que estos generan han hecho proliferar movimientos locales, que pueden llegar a unos quinientos, contra conflictos por acceso a tierras, agua y minería. Martínez-Alier calculó que "quizás hay unos cinco mil activistas ecologistas activos en América Latina, más de la mitad mujeres".

El éxito de la resistencia
Según el estudio, los activistas medioambientales consiguieron detener el 11% de los 2.743 conflictos ambientales en todo el mundo a través de diversos tipos de acciones. "Lo más efectivo es mezclar varias formas de movilización y sumar fuerzas", agregó el coordinador de EJAtlas apuntando al apoyo que pueden prestar científicos, profesionales o grupos religiosos a las causas que defienden campesinos indígenas.

En el caso latinoamericano, Martínez-Alier destacó el uso de las consultas populares destacando el éxito de las de Esquel en Argentina, Tambogrande en Perú y La Colosa en Tolima (Colombia). "A veces se dan bajo la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que protege a poblaciones indígenas, y otras por pura democracia local, para decidir sobre un proyecto minero y de extracción de petróleo, etc.", recordó.

"América Latina es la región del mundo en la que más países han ratificado el Convenio 169 y, sin embargo, se observa que en la práctica los avances en su aplicación dejan aún mucho que desear", dijo a DW Georg Dufner, director del Programa de Participación Política Indígena de la Fundación Konrad Adenauer (KAS).

Dufner comparó esta situación con la de Canadá, donde, a pesar de no haber ratificado dicho convenio, "entre el 80% y el 90% de los procesos de consulta a pueblos indígenas logran sentencias favorables y medidas compensatorias justas para las comunidades". Así, consideró que "el principal problema que sufren los pueblos indígenas latinoamericanos es justamente la debilidad, la ausencia, la falta de acceso, o la corrupción del sistema judicial en el subcontinente".

Acuerdo de Escazú, que no llega
"Cuando los Estados de América Latina tomen en serio a sus pueblos indígenas, disminuirán en número e intensidad estos conflictos que tanto perjudican al desarrollo de los países así como a las inversiones", dijo el directivo alemán.

Por otro lado, la región está a la espera de la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú, un tratado sobre el acceso a la información, participación y acceso a la justicia en asuntos ambientales. "Lo relevante aquí es su efectividad, su carácter vinculante y la sanción para aquellos países que no los cumplan. Incluso Costa Rica mantiene aún impune el asesinato de dos indígenas defensores de su territorio ancestral", recordó el coordinador del Atlas.

A pesar de ello, se trata de una herramienta que puede ser determinante en la reconstrucción de la región tras la pandemia, pues el coronavrius "aumenta la presión extractivista para pagar las deudas de cada país y hace la resistencia más difícil", concluyó Martínez-Alier.

martes, 21 de julio de 2020

ARGENTINA

Contaminación, ambiente y fauna
losandes.com.ar


La pandemia ha llevado a que se restrinja la movilidad y se decreten medidas como el aislamiento preventivo obligatorio.

Contaminación, ambiente y fauna


Las disposiciones de la restricción de la movilidad de las personas y junto a ello el aislamiento obligatorio, por el desplazamiento del peligroso virus del Covid 19, dispuesto en nuestra provincia, en consonancia con el resto del país, ha obligado a millones de personas a quedarse en sus casas para prevenir el riesgo de contagio ante la pandemia.

Como derivación de esa menor circulación de personas por las ciudades y las zonas deshabitadas y del campo, se han generado beneficios en el medio ambiente, situación que en Mendoza la observamos con el cielo más diáfano y el contorno de la montaña despojado de bruma o polvo en suspensión, como muchas veces apreciamos.

Ese menor desplazamiento de pobladores, especialmente muchas veces en operativos de caza furtiva, habituales en nuestro territorio, brindó mayor libertad a distintos animales componentes de la fauna mendocina y lo mismo ocurrió en otras provincias.

La reducción de los movimientos del ser humano no sólo generó beneficios para el medio ambiente, especialmente en el piedemonte y otros sectores descampados de los departamentos, sino que posibilitó una mayor libertad a distintos animales, muchos de los cuales se animaron a acercarse a sectores antes impensados, como la ciudad capital.

Es así que han vuelto a verse, en las jurisdicciones más pobladas, especies autóctonas que han reaparecido, como gavilanes y otras aves.

La experimentada ambientalista Jennifer Ibarra, de la Fundación Cullunche, ha explicado que algunos de estos depredadores bajan a nivel de suelo para cazar ratas y ratones en las acequias o palomas en otros sitios.

“Son nuestros vecinos, siempre están ahí”, dice la comprometida veterinaria, quien propende a que no se dispare con armas de aire comprimido a estos representantes de la fauna, como, inexplicablemente, ha ocurrido en muchas ocasiones.

En otros puntos del área capitalina se ha observado una mayor presencia de zorzales, tordos, horneros y pájaros carpinteros.

Una de las últimas novedades de estas reapariciones, vino de Neuquén, donde se fotografió por primera vez en el país al loro choroy, uno de los animales más inteligentes del mundo, según biólogos y zoólogos.

El ejemplar fue avistado mientras se alimentaba de manzanas silvestres junto a una bandada de cachañas (cotorras) en el Museo Municipal y centro de interpretación El Charrúa, de la localidad neuquina de Aluminé.

Los expertos de la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la provincia y del programa de Conservación de la Biodiversidad Urbana, y los miembros de organizaciones ecologistas, manifiestan que la oportunidad que se presenta para defender el ambiente y la fauna existente, es única y deberíamos aprovecharla.

Por eso será importante seguir combatiendo a los cazadores furtivos, verdadero flagelo de nuestra fauna, porque no hay garantías de que no reaparezcan con sus prácticas que atentan contra la naturaleza, no bien las restricciones desaparezcan.

Inclusive, en plena temporada de aislamiento, hay individuos que han salido a cazar con total desaprensión.

El mal momento vivido por la pandemia puede conducirnos a una nueva dimensión de protección de los animales en general, no sólo los que están en peligro de extinción.

Para con ello empezar, una mejor relación con los lugares del campo y su flora, patrimonio natural que no podemos darnos el lujo de perder o poner en peligro.

Sería importante, entonces, que cuando volvamos a la normalidad, sea esta cualquiera que sea, el respeto al medio ambiente y a todas las criaturas que lo habitan, sea incorporado a la misma.

viernes, 12 de junio de 2020

Cada 6 segundos se pierde un área de bosque del tamaño de una cancha de fútbol
MuyInteresante.com

En 2019 se perdieron 11,9 millones de hectáreas de bosques en los trópicos, de acuerdo con un informe publicado en Global Forest Watch, una plataforma que proporciona datos y herramientas para el monitoreo de bosques. Casi una tercera parte de estas pérdidas tuvo lugar en bosques primarios tropicales húmedos, que son zonas de selva tropical madura especialmente importantes por su biodiversidad y almacenamiento de carbono. Hablamos de que cada seis segundos se destruye una superficie de este tipo de bosque que equivale a un estadio de fútbol.

A pesar de los esfuerzos para detenerla, la deforestación de bosques primarios aumentó un 2,8 % con respecto al año anterior, y varios países sufrieron pérdidas récord, debido fundamentalmente a los incendios pero también a otras causas. Es el caso de Brasil, un país que concentró un tercio de la pérdida de bosques primarios tropicales del mundo.

Durante el último año, la pérdida de bosque debido a la deforestación para fines agropecuarios y otros usos del suelo ha aumento rápidamente en la Amazonia brasileña. “Los incendios por causas naturales son muy poco frecuentes en la Amazonia brasileña y en otras selvas tropicales. A menudo, los incendios indican una deforestación previa: los agricultores y hacendados a menudo prenden fuego a los suelos recientemente deforestados para limpiarlos de ramas y tocones. 

El fuego también desempeña una función en los ciclos agropecuarios, de modo que es posible que el terreno que ha sido deforestado en el pasado vuelve a quemarse para prepararlo para una nueva siembra o para eliminar la maleza de las tierras de pastoreo”, indica el informe.

Además, los datos de Brasil también indican nuevos puntos de deforestación muy preocupantes, pues se encuentran dentro de territorios indígenas. Además, hace pocos meses, la administración de Brasil propuso una nueva legislación que permitiría la explotación minera y la extracción de petróleo y gas con fines comerciales dentro de los territorios indígenas.

Incendios en Bolivia y Australia

A consecuencia de los incendios forestales, en Bolivia se sufrió una tasa de deforestación muy elevada. Los incendios generalizados de 2019 fueron resultado de una combinación de condiciones climáticas y actividad humana. Muchos incendios probablemente fueron iniciados por personas, como ocurre todos los años, para despejar suelos agrícolas para sembrar, pero debido a los vientos persistentes y al clima seco se propagaron fuera de control hacia los bosques.

El informe no recoge los datos de Australia, que se encuentran fuera del área tropical, pero un estudio publicado en la revista Nature Climate Change en febrero indicaba que los incendios del verano de 2019-2020 se llevaron por delante el 21 % de los bosques templados del país.

Además de la deforestación para usos agropecuarios, el cambio climático también está contribuyendo a intensificar las temporadas de incendios en todo el mundo.

Datos para la esperanza

Por otro lado, el informe también arroja datos de algunos países en los que la tendencia a la pérdida de cobertura arbórea se está reduciendo. Es el caso de Indonesia, cuya pérdida de bosques primarios se redujo en un 5 % en comparación con 2018, una tendencia a la baja que se mantiene por tercer año consecutivo.

África occidental experimentó tendencias descendentes prometedoras después de un gran aumento en la pérdida de bosques primarios el último año. Comparado con el año anterior, Ghana y Costa de Marfil redujeron la pérdida de bosques primarios en más de un 50 % en 2019.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas contemplan la protección y gestión sostenible de los bosques, ya que estos, “además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio, son fundamentales para combatir el cambio climático, protegen la diversidad biológica y las viviendas de la población indígena. Al proteger los bosques, también podremos fortalecer la gestión de los recursos naturales y aumentar la productividad de la tierra”.

viernes, 29 de mayo de 2020

Un nuevo paradigma

El camino hacia una agricultura sin agroquímicos
clarin.com

La naturaleza y el mercado demandan cambios radicales. La genética y los productos biológicos serán herramientas clave en el agro del futuro.


¿Vamos hacia una producción agrícola extensiva sin el uso de agroquímicos? Pareciera que si, el tema es cuándo; posiblemente en los próximos 6 a 10 años estemos trabajando solo con ciertos productos específicos, y en 15 años o menos quizás ya no se necesite producir con estos aliados que, para la foto de hoy, parecen imprescindibles.

Se sabe que los mercados demandan cada vez más productos con menos residuos químicos, son las sociedades más avanzadas en ese sentido las que tienen mayores exigencias y lo reclaman, pero es una tendencia que va en aumento en todas las clases sociales.

La naturaleza también nos pide que usemos menos agroquímicos; el agua, el aire y los suelos están sufriendo el uso exagerado de productos químicos (principalmente herbicidas residuales) por parte de algunos sistemas agrícolas, sobre todo en lugares con problemáticas complicadas de malezas duras y resistentes a distintos principios activos.

Conocido es, por otra parte, qué bajando la carga de agroquímicos en los planteos extensivos, las napas y la materia orgánica de los suelos se estarán beneficiando y además se permitirán corregir ciertas falencias y adversidades que en las plantas hoy se disimulan, porque la mayoría de dichas sintomatologías son solo subclínicas.

El contragolpe de la naturaleza

Hay excesos importantes de agroquímicos acumulados (carry over) en muchos suelos de la región Pampeana y en la mayoría de los suelos más productivos del mundo. Frente a los grandes cambios propuestos por eventos transgénicos exitosos para la agricultura, y sobre todo cuando los mismos se masificaron alejados de las buenas prácticas de manejo, la naturaleza contragolpeó de manera categórica e impiadosa.

El ejemplo de lo que ha venido sucediendo con las malezas resistentes al Glifosato.

El ejemplo de lo que ha venido sucediendo con las malezas resistentes al Glifosato, es lo mas parecido al juego de la Oca, con un retroceso tecnológico alarmante y un deja vu al uso de algunos principios activos que parecían ya enterrados en el arcón de los recuerdos.

No quisiera señalar solo lo negativo y me gustaría poner énfasis también en que estamos trabajando, y desde hace tiempo, con mucha conciencia en hacer los tratamientos con productos más adecuados, inofensivos y menos riesgosos para la salud y el medio ambiente; con pulverizaciones más profesionales, más efectivas y controladas.

Todos cambios favorables y positivos que el sector agropecuario en nuestro país no ha sabido difundir y comunicar al resto de la sociedad (principalmente al mundo urbano) como correspondía, para llevar más tranquilidad y transmitir menos alarma.

Así y todo, y a pesar de los méritos y mejoras explicadas, parecería que actualmente no es suficiente y vemos un cliente que exige cada vez más trazabilidad desde origen con un prolijo y controlado uso de químicos y una posición que desde la demanda de los consumidores se empieza a endurecer con el correr de los años.

Como vemos la naturaleza, la sociedad, y los mercados nos están pidiendo cambiar.

Si esto es así, cuesta entender como haremos para hacer realizar este necesario cambio….

Nuevas herramientas, nuevo paradigma

Toda una generación de técnicos, productores, aplicadores, contratistas, hemos crecido y aprendido a cultivar y a producir con herbicidas, fungicidas, defoliantes, insecticidas y demás productos de síntesis química; casi que no nos entra en la cabeza seguir produciendo, manejando los cultivos, las rotaciones y mejorando los rindes, sin el aporte y complemento de los agroquímicos.

Trébol persa utilizado cómo cultivo de servicio antecesor de maíz tardío,  para control de malezas y generar nitrógeno para el maíz.

Los cultivos de servicio sin dudas empiezan a ser una luz en este camino. Advertidos de las ventajas que brindan a la rotación y sobre todo en la lucha contra las malezas, chacareros de todo el país comenzaron a incorporarlos de manera bastante generalizada (algo parecido sucede desde hace tiempo en Brasil). Son estos cultivos de servicio, intercalados generalmente entre 2 cultivos extensivos, un manejo diferente y practico donde el productor encontró entre todas las ventajas que otorgan, una ahorrativa y eficiente manera de controlar malezas complicadas, prácticamente sin uso de químicos.

Como en su momento la Siembra Directa, arranco como un sistema de manejo para frenar la problemática de la erosión hídrica y eólica, pero que en la medida que se fue expandiendo fue encontrando mejoras y soluciones a los obstáculos que se iban presentando, hasta lograr expandirse exitosamente en mas del 80% del territorio argentino. Así la Siembra directa fue transformándose rápidamente en un practica exitosa, moderna, eficiente, ahorrativa de costos y francamente mejoradora de la calidad y conservación de los suelos, frente a las viejas maneras de producir nada conservacionistas.

Sin embargo el éxito de la siembra directa estuvo siempre muy ligado a un mayor y mejor uso de agroquímicos y fertilizantes.

¿Que otras alternativas y herramientas, además de los cultivos de cobertura o servicio, se podrán considerar para poder dar este gran salto?

Personalmente creo que nos hemos olvidado, para el caso de las malezas, que el principal competidor de un yuyo es el propio cultivo.

Una genética diferente

Los genetistas durante años han trabajado en la ganancia en rendimiento como objetivo no único, pero si principal.

Posiblemente haya llegado el momento de encarar el mejoramiento y la selección hacia plantas de crecimiento inicial más acelerado, plantas más voluminosas, con hojas más planófilas y ramificadas, para que el sombreado sobre las malezas sea mayor y desde más temprano, obviamente sin descuidar el objetivo sustancial de todo programa que debe ser el potencial de rendimiento.

Tampoco hemos trabajado tanto sobre las raíces, debemos estudiar mucho más las raices, y hacer mejoramiento para producir sistemas radicales más profundos y eficientes. Le hemos prestado más importancia a la parte aérea y los desarrollos, estudios y mejoras fueron para el tallo, hojas y órganos de reproducción, sin tanto detalle por las raíces. Creo que esta fue siempre una asignatura pendiente desde el mejoramiento vegetal.

La caja fuerte

Hoy en día contamos con mejores tecnologías para evolucionar en mejoras sustanciales sobre todo el sistema radicular.

En ese sentido la microbiología del suelo es un gran aporte y puede serlo aún mucho más.

Tenemos una caja negra ahí abajo que ahora empieza a ser explotada y analizada como corresponde. Son infinitas las posibilidades que pueden brindar, solo estamos viendo la punta del iceberg, pero la contribución de bacterias, hongos y algas al control de plagas y parasitos, a la mejora en la nutrición y el estado general de las plantas va hacer cada vez más grande.

Quizás la maravilla natural de la simbiosis que logra el Rhizobium con las raíces de soja y otras leguminosas, con esos magistrales nódulos que toman el Nitrógeno del aire y lo transforman en aminoácidos con los que llenan de proteínas a la planta de soja, sea solo el comienzo de muchas nuevas y fructíferas sociedades.

Trichoderma es otro muy buen ejemplo con todos sus aportes de un nuevo y moderno fungicida biológico.

Los insectos benéficos y otros organismos, que ya son una contribución trascendente en algunos cultivos intensivos, tienen una asignatura pendiente desde los extensivos y seguramente ampliaran y diversificaran las herramientas necesarias para controlar malezas y plagas.

La edición génica con todo su portafolio de alternativas y los endófitos que ya llegaron para quedarse también serán eslabones imprescindibles para la protección y sanidad de cultivos.

Pulverizadoras y mosquitos seguirán aplicando, pero seguramente asperjaran mucho productos biológicos, fosfitos, elicitores, algas y activadores, los cuales serán moneda corriente en esta agricultura futurista. Repito: fosfitos, elicitores y bio estimulantes tendrían que ser protagonistas estelares de las pulverizaciones del mañana.

Seguramente aparecerán en las distintas instancias productivas nuevas alternativas todavía no inventadas, pero lo cierto es que la agricultura no será la de estos días.

Sin dudas la llegada de Covid 19 es un catalizador para que se instrumenten estos nuevos cambios y para romper moldes y modelos que van quedando anticuados, desafiando a los paradigmas de la agricultura actual.

Algo es cierto, los cambios serán muchos, el futuro de la agricultura ya está en marcha, es el momento de repensar y ver cómo mejor afectan esas transformaciones los hábitos de vida actuales y seguir produciendo cada vez más y mejor porque la población sigue creciendo; pero también porque hay que producir cada vez mas sano porque así lo demandan los clientes y por el bien de las futuras generaciones.

miércoles, 20 de mayo de 2020

El hielo de los glaciares ya registra señales del coronavirus
noticiasambientales.com

glaciar


El planeta tiene sus propios mecanismos para grabar la historia: desde los troncos de los árboles a los estratos del suelo, hay muchos lugares donde se pueden hallar pistas del pasado, reciente y remoto, de la Tierra. Un claro ejemplo son los glaciares: estas inmesas moles de hielo guardan desde vida prehistórica a cambios en el agua de los océanos. Y, ahora mismo, es muy probable que estén grabando pistas sobre el impacto del Covid-19 que revelará importante información a generaciones futuras.

«Estos registros serán encerrados en el hielo y preservados así», explica Lonnie Thompson, profesora de ciencias de la tierra en la Universidad Estatal de Ohio y científica sénior en el Centro de Investigación Polar y Climática Byrd del estado de Ohio. «Y eso significa que dentro de 100 o 200 años, ese hielo mostrará todo lo que está en la atmósfera ahora, e informará a las generaciones futuras sobre lo que está sucediendo ahora».

Ya hay indicios de que la pandemia actual de Covid-19 está afectando la atmósfera de la Tierra: a medida que la gente se quedaba en casa, los niveles de dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre cayeron sobre China y en gran parte de los Estados Unidos. Igual ocurrió en Europa. Esa disminución en los niveles de dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre será evidente en los niveles de nitrato y sulfato en los núcleos de hielo que se recuperen por parte de futuros glaciólogos.

Núcleos de hielo, líneas de tiempo
Durante décadas, Thomson ha llevado a equipos de científicos a algunas de las áreas más remotas del mundo para perforar largas columnas de hielo glaciar, llamadas núcleos. La nieve y el hielo se forman cada año en los glaciares de todo el mundo. En las partes más frías del planeta, la nieve y el hielo no se derriten: todo se acumula año tras año, dejando un registro anual durante milenios.

Y este agua congelada no solo atrapa microbios, bacterias, virus, plantas e incluso animales; también preserva todo lo que hay en la atmósfera en el momento en que se forma. Eso significa que los núcleos actúan como una especie de línea de tiempo.

De la Peste Negra a la Revolución Industrial
Los núcleos de hielo muestran cambios ambientales, tanto naturales como inducidos por humanos. Muestran el inicio de la Revolución Industrial a fines de la década de 1700, y señalan el momento en que los humanos comenzaron a agregar químicos, como sulfato y nitrato, a la atmósfera y agregar plomo a la gasolina. Los núcleos de hielo también documentan la aprobación de la Ley de Aire Limpio en 1970, después de lo cual las concentraciones de sulfato atmosférico han disminuido.

Los núcleos también mostraron evidencias de la Peste Negra, una pandemia a mediados de 1300 que sigue siendo la más mortal en la historia humana registrada. En algunos glaciares, el hielo que se formó durante los años de la Peste contiene menos plomo que el hielo que se formó durante los años anteriores, probablemente porque las actividades de minería y fundición disminuyeron bruscamente durante ese tiempo, al igual que hoy, algunas actividades industriales se han detenido. También muestras desastres naturales que afectaron a los seres humanos, como una gran sequía que duró alrededor de 1345 a 1390. Como resultado, los lagos y otras aguas continentales se secaron y la composición química de la atmósfera cambió: menos humedad y más polvo.

«La sequía redujo el grosor de los anillos de los árboles, pero también aparece en los núcleos de hielo en China y en la capa de hielo de Quelccaya en los Andes del Perú a medida que disminuye el grosor de las capas de hielo anuales», dijo Thompson. «Y vemos niveles más altos de polvo mineral y cloruro y fluoruro, que se originan de la evaporación a medida que los lagos se secan».

Aún más interesante, los núcleos de hielo reunidos de diferentes lugares del mundo muestran cambios similares al mismo tiempo. Por ejemplo, el hielo del Huascarán en Perú y el hielo de la meseta tibetana en las montañas del Himalaya, así como el hielo del Kilimanjaro en África, muestran todos evidencia de una sequía hace alrededor de 4.200 años, la misma firma de cambios en el polvo, los productos químicos y niveles de isótopos, a medio mundo de distancia.

La historia en los núcleos, y de la humanidad cambiando el medio ambiente, ajustándose a esos cambios y lidiando con dificultades, o causando problemas y tratando de solucionarlos «puede recordarnos que hemos tratado problemas como la pandemia Covid-19 antes», afirma Thompson. «Sospecho que hay algunas lecciones aquí que serían útiles hoy».

lunes, 11 de mayo de 2020

Brasil: la deforestación en la Amazonía subió casi un 64% en el mes de abril
infobae.com

La actividad ilegal afectó a 405,6 kilómetros en seis estados de la región, generando una pérdida de la cobertura de vegetación casi completa

Vista aérea de un lote deforestado del Amazonas en el estado brasileño de Rondonia. FOTO DE ARCHIVO. REUTERS/Bruno Kelly


El área desforestada ilegalmente en el Amazonas brasileña se estima que creció un 63,75% en abril respecto al mismo mes del año anterior, según datos por satélite del sistema de monitorización en tiempo real del estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).

Las informaciones de imágenes obtenidas por el sistema Deter-B indicaron que durante el mes de abril fueron emitidas señales de alerta en 405,6 kilómetros cuadrados de los seis estados de la región norte de la zona de Amazonía, más Tocantins (centro), Mato Grosso (occidente) y Maranhao (nordeste).

El aumento de la deforestación en la serlva Amazónica coincide con las medidas de aislamiento social, cuarentena y en algunos casos de confinamiento total, como en Belem y Sao Luiz, capitales de los estados de Pará y Maranhao, respectivamente, para contener el avance del coronavirus.

El récord de deforestación en Amazonas para el mes de abril fue en 2018 con 489,5 kilómetros cuadrados.

El estado con mayor deforestación en abril fue Mato Grosso, que contabilizó 144,58 kilómetros, equivalentes al 35,6 % del total.

De acuerdo con la muestra del sistema, el 96% del área que sufrió deforestación tuvo pérdida de cobertura de vegetación, solo el 2% la mantuvo y un 1,3% corresponde a actividades de minería.

FOTO DE ARCHIVO: Un bombero apaga un incendio forestal en Uniao do Sul, en Mato Grosso, Brasil. 4 de septiembre de 2019. REUTERS/Amanda Perobelli

El ejército en el combate contra la deforestación

Justo la víspera, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, autorizó el envío de las Fuerzas Armadas a diferentes estados del país para combatir la deforestación y prevenir incendios en el Amazonas brasileño, uno de los pulmones vegetales del planeta.

El decreto con la autorización fue publicado el jueves en el Diario Oficial y limita, por ahora, la actuación del Ejército entre los días 11 de mayo y 10 de junio para combatir la destrucción de la selva amazónica.

Según cálculos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), en el primer trimestre de este año la Amazonía brasileña, perdió 796,08 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, frente a los 525,63 kilómetros cuadrados desforestados en el mismo período de 2019.


Imagen de los incendios en el Amazonas

De esta forma, la tendencia de destrucción de la región amazónica sigue al alza, pues ya el año pasado la deforestación creció un 85% hasta los 9.165,6 kilómetros cuadrados, su mayor nivel desde 2016.

La Amazonía brasileña se vio fuertemente amenazada el año pasado por los incendios que castigaron la región entre los meses de junio y agosto y obligaron entonces al Gobierno a enviar a las Fuerzas Armadas para ayudar en el control del fuego.

Las imágenes de los incendios calcinando enormes extensiones de vegetación dieron la vuelta al mundo y provocaron una ola de indignación entre la comunidad internacional y las ONG, que acusaron del desastre a Bolsonaro, por su retórica antiambientalista.

El mandatario ultraderechista ha sido criticado dentro y fuera de Brasil por su política amazónica el año pasado, el primero de su mandato.

El amazonas tras los incendios forestales (Photo by CARL DE SOUZA / AFP)

Aunque la estación de incendios sólo comienza a fines de mayo con la sequía, ya hay señales preocupantes para este año.

Con información de EFE y AFP


lunes, 27 de abril de 2020

ESPAÑA

La tierra agrícola necesita descansar

ambientum.com

Paulino Martín, agricultor de 71 años en Fuente el Saúz (Ávila), recuerda cuando el pueblo diversificaba las producciones, de cereales a forrajes, pasando por leguminosas para alimentación de sus cabañas ganaderas y para la alimentación humana. El objetivo, sobre todo, era dejar descansar la tierra.



“Ahora estamos abusando de ella, la estamos forzando a producir año tras año a base de abonos minerales y se va a volver contra nosotros”, señala. “Los agricultores sabíamos mejor que nadie qué tierra debía descansar como barbecho o leguminosa para así lograr buenas cosechas y, además, ahorrar en abonos”.

Diferentes foros coinciden en que aproximadamente un 40% de los suelos ya están degradados. En el caso de España, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que un 75% del territorio ya es susceptible de desertificación y que un 20% ya sufre este problema.

Cada año, como consecuencia de la erosión provocada por el viento y por la lluvia, se pierde una media de 30 toneladas de tierra por hectárea, según los datos recogidos en el Mapa de Aridez en España del Programa de Acción Nacional contra la desertización del Ministerio de Agricultura. 
Estudios de la Organización Mundial para la Agricultura (FAO) señalan que aumentar un centímetro el grosor de tierra puede tardar 1.000 años.

Tierra

Como consecuencia de un excesivo laboreo, del abuso de monocultivos o de fertilizantes, la materia orgánica se halla por debajo del 2%; hay un riesgo de mineralización de los suelos; una excesiva compactación de la tierra; más salinización, acidificación y, en definitiva, un agotamiento y fatiga de los mismos por unas prácticas insostenibles. Todo ello supone un atentado contra la salud del suelo, pero, además, un riesgo para la propia alimentación humana ante una población en expansión.

Frente a este escenario, un preparador de baloncesto pediría un tiempo muerto para tratar de modificar la estrategia en la utilización de la tierra.

Desde la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos, AEAC-SV, su director, Emilio González, reclama un cambio en el modelo de gestión de los suelos: el laboreo mínimo o no laboreo, no voltear la tierra, dejar en el suelo restos de la cosecha como materia orgánica frenando así la erosión y sujetando el agua en la tierra, una mayor rotación de los cultivos, más superficies de barbecho, aumento de cultivos de leguminosas fijadores de nitrógeno y, en definitiva, dar un descanso a una tierra que está dando ya síntomas de fatiga.

Para acceder a las ayudas de la actual Política Agrícola Común y, sobre todo, la que se avecina, la Unión Europea contempla medidas más duras como la obligación de dejar un 5% de tierra de barbecho cuando la superficie de cultivo supere las 15 hectáreas; las rotaciones y diversificación de cultivos a partir de las 10 hectáreas de forma progresiva, y la obligación de la siembra de cultivos fijadores de nitrógeno con leguminosas como lentejas, guisantes, alholvas, vezas o yeros que, en el caso de España, en muchas zonas donde era habituales prácticamente han desaparecido.

Decisión voluntaria

Bruselas pide algo que antaño era una decisión voluntaria del propio agricultor, que conocía mejor que nadie las posibilidades de cada parcela.

“Ahora se siembra año sí y año también, cumpliendo las exigencias comunitarias de superficie de abandonos. Tratamos de cuidar la tierra porque es nuestro patrimonio, a partir de análisis de suelos y usando las tecnologías más modernas para dar a cada parcela las dosis justas en volumen y del nutriente que necesita”, señala Edu Ausin, uno de los pocos jóvenes en Mazuela, Burgos.

Raul Torrego, de Aldehorno, en Segovia, recuerda las sementeras cuando se vaciaban de basura corrales y tenadas para abonar los campos. Hoy casi no quedan esas basuras y se usan purines de las granjas de cerdos con la obligación de infiltrarlos en la tierra; abonos positivos, pero peligrosos por el riesgo de perjudicar la tierra y contaminar los acuíferos.

La AEAC-SV trabaja en distintos proyectos como el Life Agromitiga o Mosoex (Aumento de materia orgánica, gestión sostenible de sistemas extensivos), financiado por el Ministerio de Agricultura.

Este último pretende impulsar y divulgar un modelo innovador de gestión de los suelos que permita aumentar el contenido en carbono, luchar contra la erosión y la degradación, la reducción de emisiones de gases efecto invernadero y, en definitiva, dar una nueva vida para una tierra que se agotaba mejorando su fertilidad.

lunes, 13 de abril de 2020

Cambio climático: ¿futura pandemia global?
ecoticias.com

Paradoja de Jevons o efecto rebote: El aumento de la eficiencia con la que se usa un recurso no disminuye su consumo, sino que lo aumenta.

Cambio climático: ¿futura pandemia global?

En el mundo de la información, esta paradoja deriva en que, a medida que disponemos de medios más eficientes para transmitir información, como el correo electrónico o Twitter, no pasamos menos tiempo transmitiendo información, sino al contrario.

Otro ejemplo de esta paradoja lo encontramos en el sector energético: a medida que somos más eficientes, el número de personas abastecidas energéticamente aumenta, pero esto puede resultar en un incremento del consumo total de energía.

En resumidas cuentas, aunque parezca que ciertas acciones nos acercan a un objetivo en concreto, en realidad nos están alejando de este. Esta paradoja nos ayuda a comprender la relación entre la crisis del coronavirus y la crisis climática.

Durante los últimos días, múltiples medios de comunicación han destacado los efectos positivos sobre la naturaleza del actual confinamiento, como la reducción de emisiones de contaminantes o la presencia de animales en nuestras calles. Sin embargo, los expertos advierten de que no se trata más que de un espejismo.

La creciente pureza del aire no significa que se le esté poniendo freno al calentamiento global, ya que mientras que la polución del aire tiene una vida muy corta (en cuanto la gente deja de conducir, las emisiones bajan), los gases de efecto invernadero tienen una vida más larga. De hecho, en la atmósfera hay acumuladas grandes cantidades de dióxido de carbono desde la Revolución Industrial de mediados del siglo XVIII.

Las crisis, por tanto, no son sinónimo de sostenibilidad medioambiental. Un ejemplo claro es la Gran Recesión de 2008: por aquel entonces, se apreció una reducción mundial del 1% en las emisiones de dióxido de carbono. Estas, sin embargo, se recuperaron al año siguiente y su crecimiento durante los dos próximos años fue excepcionalmente alto.

¿Se podría utilizar la pandemia actual como palanca de cambio para transformar nuestra sociedad en un sistema medioambientalmente sostenible? La incertidumbre es máxima y hay opiniones para todos los gustos; sin embargo, no debemos olvidar que la base de nuestra sociedad seguirá siendo la misma: total y absoluta dependencia en el crecimiento económico y una falta de conciencia medioambiental alarmante.




De hecho, la necesaria reactivación económica a través de paquetes de estímulo y distintas medidas durante los próximos meses podrían causar la denominada polución vengativa: inversiones en carbón, petróleo y las mismas industrias pesadas que en las pasadas décadas dieron tanto éxito económico a costa del medio ambiente.

Además, la gran caída del precio del petróleo en los últimos meses – hasta niveles que no se veían desde 1991 en plena Guerra del Golfo – hacen del crudo un elemento muy atractivo para impulsar la economía post-coronavirus. El problema, claro está, son los archiconocidos efectos negativos que este tiene en el clima y medio ambiente – y, por ende, en nuestra economía.

En este momento, surge la siguiente pregunta: ¿por qué algunas crisis, como la del coronavirus, se abordan de manera instantánea, eficaz y conjunta, mientras que otras, como la crisis climática, cuestan más asimilarlas y tomar medidas al respecto? Una posible respuesta se basa en que la sociedad percibe la crisis del coronavirus como un problema muy cercano y de urgencia extrema – su impacto se puede ver y palpar –, donde los cambios de comportamiento que están teniendo las personas tienen efectos positivos inmediatos, y los sacrificios asociados al confinamiento serán simplemente temporales.

Además, la colaboración internacional, aunque muy importante, no es condición sine qua non para tomar medidas a nivel nacional.

Con la crisis climática, en cambio, ocurre lo contrario: todo parece muy complejo y lejano, los cambios de comportamiento personales puede que no tengan un efecto positivo inmediato – ya que los resultados positivos se verán a medio y largo plazo –, los sacrificios de las personas no serían temporales, y se requerirá de transformaciones importantes en nuestro estilo de vida.

Por último, la colaboración internacional – junto con la complejidad y dificultad que ello conlleva – se hace indispensable para abordar el reto climático.

La crisis del coronavirus es la prioridad global número uno y el compromiso adquirido por la sociedad está siendo encomiable. Al mismo tiempo, el cambio climático, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, pone en riesgo la vida de centenas de miles de personas cada año.

Precisamente ahora, los gobiernos están recibiendo críticas por no haber actuado a tiempo ante la pandemia del coronavirus. ¿No sería conveniente evitar tropezar con la misma piedra y anticiparnos a las consecuencias de una nueva crisis? Por ello, nuestro reto debe ser trasladar al desafío del cambio climático un sentido de urgencia parecido al de la pandemia actual. Y, todo esto, mientras nos recuperamos económica, social y psicológicamente de una crisis sin precedentes.

Que no es poco.

Autor: http://julengonzalezredin.com/

Julen González Redín Doctor en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente



viernes, 10 de abril de 2020

Los bosques maduros ya no pueden absorber más carbono de la atmósfera
ecoticias.com

A pesar de que aumente el dióxido de carbono en la atmósfera, los bosques maduros, limitados en nutrientes, no lo absorberán, según un nuevo estudio. Los árboles adultos no solo no acumularán más carbono, sino que lo devolverán a la atmósfera.

Los bosques maduros ya no pueden absorber más carbono de la atmósfera

Una mayor cantidad de CO2 en la atmósfera no implica invariablemente una mayor captación de carbono por parte de los árboles, compensando así parte del aumento de dióxido de carbono que producimos en la Tierra, contrariamente a lo que se pensaba hasta ahora. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista Nature, que revela dónde irá realmente ese CO 2 de más que van a recibir nuestros bosques maduros.

El equipo internacional, liderado por el Instituto para el Medioambiente de la Universidad Western Sydney en Hawkesbury (Australia) y que ha contado con participación española, realizó un experimento en un bosque nativo de eucaliptos en Australia, aumentando de manera artificial la cantidad de CO2 que suele recibir.

Se incrementó en concreto la concentración en 150 partes por millón, lo que corresponde a un aumento del 38 % por encima de las 400 partes por millón de la atmósfera actual. Tras este aumento del CO 2 los científicos monitorizaron el destino de ese carbono dentro del bosque de eucaliptos.

Los resultados mostraron que las plantaciones forestales en crecimiento y con fertilización secuestran más dióxido de carbono para obtener un crecimiento más rápido de los árboles jóvenes. Sin embargo, los efectos no son tan positivos cuando el experimento se lleva a cabo en bosques maduros.

En árboles adultos, este aumento experimental del CO 2 no se vio reflejado en un mayor crecimiento ni en una mayor acumulación en los árboles o en el suelo, en forma de materia orgánica, por ejemplo. Lo que sí aumentó fue la “respiración” del propio suelo, lo que resultó en una mayor liberación del carbono captado o acumulado previamente.

“Un aumento del CO2 atmosférico no tiene por qué resultar en una mayor acumulación de carbono en las plantas o en el suelo. Incluso, podría pasar que al acelerarse la actividad de las comunidades del suelo debido a un mayor aporte de azúcares por parte de las plantas se liberara parte del carbono acumulado en el ecosistema”, explica Raúl Ochoa-Hueso, investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Cádiz y uno de los autores de esta investigación.

Junto a él, han participado Teresa E. Gimeno del Centro Vasco de Cambio Climático y del Ikerbasque y Juan Piñeiro de la Universidad de West Virginia.


Cómo respira el suelo

La respiración del suelo es la suma de lo que respiran todos los animales, plantas, hongos y bacterias, entre otros. Muchos de estos organismos viven directa o indirectamente de la descomposición de la materia orgánica del suelo así como de los aportes de azúcares que liberan las raíces de las plantas.

La función de estos azúcares es favorecer el crecimiento y la actividad de microorganismos que contribuyen a liberar del suelo nutrientes que son esenciales para las plantas, como el fósforo o el nitrógeno. Estos procesos de descomposición de materia orgánica y respiración de azúcares liberan CO 2 a la atmósfera.

“La exposición a largo plazo a elevados niveles de dióxido de carbono solo puede aumentar el almacenamiento de carbono en ecosistemas con árboles jóvenes o suelos muy fértiles”, subraya Mingkai Jiang, autor principal del trabajo e investigador en la universidad australiana.

En la actualidad solo dependemos de bosques maduros para absorber parte del dióxido de carbono adicional que estamos emitiendo. “Nuestros hallazgos sugieren que tenemos incluso menos tiempo del que pensamos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, apunta Jiang.

Aunque los bosques maduros sean importantes reservorio de carbono a nivel global, los resultados de este estudio confirman que “la principal estrategia para limitar el calentamiento de la Tierra, dentro de los objetivos previstos en el Acuerdo de París, debe ser la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera”, concluye Ochoa-Hueso.
Referencia:

Mingkai Jiang et al. “The fate of carbon in a mature forest under carbon dioxide enrichment” Nature 8 de abril de 2020

Fuente: Agencia Sinc

sábado, 14 de marzo de 2020

¿La contaminación ambiental favorece la propagación del Coronavirus?
meteored.mx

Ayer 11 de marzo el director general de la Organización Mundial de la Salud proclamó cómo emergencia internacional el brote de Coronavirus (COVID-19), declarándola como pandemia. Esto con motivo de la rápida transmisión y el alcance internacional de propagación que ha tenido esta enfermedad.

Contaminación ambiental


Con casi 125,000 casos registrados, a lo largo de 118 países, durante estas dos últimas semanas; el número de casos ‎notificados fuera de China se ha multiplicado casi por 13 y el número de ‎países afectados casi se ha triplicado, declaró el Dr. Tedros Adhanom, director general de la OMS.‎

Como hemos hablado en publicaciones anteriores la contaminación del aire es una de las causas más frecuentes de mortalidad en la humanidad. Los altos índices de gases de efecto invernadero antropogénicos en el aire que respiramos, facilitan el transporte de virus y bacterias, de ahí la importancia de cuidar el medio ambiente.

Si bien, aún no existen estudios que hablen de la relación directa de la contaminación con el COVID-19,no es difícil deducir que uno de los países con mayor número de habitantes a nivel mundial, y con índices de contaminación altos, sea propenso a que se formulen o muten nuevas enfermedades, como ha sido el caso de los múltiples virus gripales registrados en países como China.

Los microbios mutan y se adaptan sin cesar, generando enfermedades emergentes y epidemias de impacto mortal, a esto sumemos el ambiente contaminado, medio perfecto para la sobrevivencia de nuevas bacterias. Es fácil aprender a cuidar nuestro planeta, con años de antelación se ha motivado a las personas a reciclar y hacer uso de otras medidas ecológicas que mantengan un ambiente óptimo para nuestra salud.


Nuestro planeta esta enfermo
La OMS en coordinación con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), reportan que el 92% de la población mundial habita en áreas en las que la contaminación atmosférica supera los límites recomendados. África, Asia, Europa del Este y Oriente concentran las mayores emisiones de dióxido de carbono y el 94% de las muertes asociadas a la contaminación del aire o contaminación atmosférica.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE, por sus siglas en inglés), indicó en un estudio reciente que Georgia país eurasiático encabeza la clasificación de los países con mayor mortalidad asociada a la contaminación ambiental, con 300 muertes por cada 100,000 habitantes.

Por otro lado, el incremento irregular de las temperaturas a nivel local y global, está científicamente comprobado que influyen en el desarrollo de bacterias. Y en otras circunstancias, como lo que sucede con el derretimiento de hielo tibetano, donde virus mortales alojados han sido descubiertos dentro de casquetes helados con 15 mil años de antigüedad.

contaminación y enfermedades



Aun cuando es un desafío enorme mantener a nuestro planeta totalmente limpio, debido a la relación estrecha que tiene el poder del mercado, sobre el poder político. De forma personal, podemos hacer que nuestro medio ambiente comience a sanar y desde casa formular rutinas diarias que contaminen menos.

Buscar alternativas orgánicas, ecológicas y sustentables, vivir en un entorno limpio funcionaria con nuestro día a día. Como el caso de Singapur, país asiático quien implementó una campaña de limpieza para evitar la propagación del COVID-19.

Otras de las consecuencias claras que favorecen la aparición y el refuerzo de muchas enfermedades, es la contaminación del agua. El derrame de múltiples residuos nocivos ya sean orgánicos o industriales y el acumulación de aguas residuales, incrementan el riesgo latente de enfermedades como el Dengue, Tuberculosis y muchas otras crónicas como el Cáncer.