lunes, 28 de abril de 2014

POLINIZACIÓN

Con las abejas no alcanzan...

urgente24.com

Las abejas y demás polinizadores animales son responsables de la polinización del 84% de los 264 principales cultivos en Europa pero también son responsables de que el 90% de las flores silvestres se reproduzcan. La importancia de las abejas y resto de polinizadores para la seguridad alimentaria y para la biodiversidad es incuestionable. Incluso los gigantes agroquímicos cómo Syngenta, Bayer o BASF, que fabrican insecticidas de demostrada peligrosidad para las abejas, empiezan a desarrollar programas para promover su salud y su recuperación en un claro lavado de imagen. Pero... con las abejas no alcanzan, según el anuncio de La Recherche

La utilización de abejas de la miel no es suficiente para mejorar las cosechas. Las flores de los cultivos agrícolas, como girasol, manzanas, tomates o algodón, por mencionar unos pocos, necesitan recibir polen para producir semillas o frutas, trabajo realizado por insectos, aves o animales que lo llevan de una flor a otra permitiendo la polinización. Escarabajos, abejas, moscas, mariposas, algunas especies de aves y murciélagos son los responsables de fecundar las flores.
Un trabajo sobre cultivos agrícolas realizado por profesionales de distintos países que fue encabezado por el argentino Lucas Garibaldi, del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), fue calificado como "el descubrimiento del año" (2013) por la publicación científica francesa La Recherche. Se trata de una investigación también destacada por la revista internacional Science, que revela que los cultivos requieren de insectos silvestres para su polinización.
Esto es muy grave: El número de abejas se está reduciendo notablemente debido al uso masivo de sustancias tóxicas, a la acción de determinados parásitos y a diferentes factores climáticos. Un nuevo análisis realizado a escala europea publicado por la organización conservacionista Greenpeace señala que dos terceras partes del polen -el 67%- recolectado por las abejas está contaminado por insecticidas (clorpirifos, tiacloprid), acaricidas, fungicidas (buscalida) y herbicidas comercializados por las compañías Bayern, Syngenta y Basf.
El informe, La pesada carga de las abejas, detalla que en las 132 muestras de polen recolectado por abejas melíferas (107 recogidas a partir de trampas de piquera y 25 del polen que se encuentra en los panales) se detectaron 53 sustancias químicas distintas. Además, cuenta que la interacción de estos productos químicos entre sí afecta gravemente a la supervivencia de este insecto polinizador.
"Sin duda el informe de Greenpeace demuestra que las evidencias están ahí y señala que no es solo un factor el que está afectando a las abejas, sino que varios factores provocan el declive de las abejas. Entre estos factores destaca el uso de los plaguicidas, algo que se puede regular desde la Comisión Europea", explicó Juan Ferreirim, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace.
Pero hay algo más grave aún: La utilización de abejas de la miel no es suficiente para mejorar las cosechas.
Las flores de los cultivos agrícolas, como girasol, manzanas, tomates o algodón, por mencionar unos pocos, necesitan recibir polen para producir semillas o frutas, trabajo realizado por insectos, aves o animales que lo llevan de una flor a otra permitiendo la polinización. Escarabajos, abejas, moscas, mariposas, algunas especies de aves y murciélagos son los responsables de fecundar las flores.
Sin embargo, sus hábitats naturales están amenazados, especialmente por la agricultura intensiva, y su población y diversidad decrece incesantemente. Para paliar la situación se agregan en los campos colmenas de abejas productoras de miel.
No obstante, el estudio encabezado por Garibaldi, concluyó que tanto insectos silvestres como abejas melíferas son necesarios para la producción de frutas y semillas.
Garibaldi, investigador del Conicet Comahue y de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), lideró el trabajo, del cual participaron otros 49 profesionales, entre ellos, dos argentinos: Marcelo Aizen, de la Universidad Nacional del Comahue; y Natacha Chacoff, de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), informó Télam.
El científico argentino explicó que la iniciativa surgió "de la motivación por saber el rol funcional de los insectos silvestres, los cuáles están desapareciendo de muchos ambientes agrícolas", y conocer si "son importantes para nuestro bienestar".
La investigación se realizó en 19 países de los 5 continentes donde los científicos estudiaron la presencia de insectos en 600 campos de 41 regiones con diferentes cultivos y observaron que la abeja de la miel mejoró la producción en sólo seis de esas, es decir, 14 %. En tanto, los insectos silvestres fueron polinizadores mucho más efectivos: mejoraron la producción en todas ellas.
Garibaldi subrayó que en comparación con los años '90, el sistema científico argentino creció de manera considerable, fortalecido por el Estado. "Tenemos investigadores de muy buen nivel", aunque djo que "faltan relevamientos de campo para conocer el estado de los insectos silvestres en Argentina y su importancia para la producción agrícola".