viernes, 10 de abril de 2015

IMPORTANCIA DE LAS CITOQUININAS EN LAS PLANTAS
agriculturers.com

En este artículo nos metemos de lleno en el intricado mundo de las hormonas vegetales. No todo iba a ser meter un poco de agua a una planta, algo de abono y a funcionar (¿o si?). Dentro de la bioquímica vegetal, podemos “jugar” con las hormonas que directamente la planta produce en diversas etapas de su vida. Hay unas cuantas (y se venden), aunque nosotros hoy hablaremos de las citoquininas y su importancia.

Partiendo de cero. ¿Qué son las citoquininas?

No hay que calentarse mucho la cabeza, las vamos a incluir dentro del mundo de las hormonas vegetales. No estamos hablando de “ciclar” una planta o introducirle algo antinatural, puesto que estas hormonas se producen de forma automática en la planta, particularmente en zonas concretas donde se quiere que produzcan un efecto fisiológico particular. Dichas citoquininas no podemos encontrarlas de forma artificial. Su extracción es sencilla. Simplemente hay que buscar dicha hormona en zonas donde se está produciendo la división celular (semillas, frutos, raíces, etc.).



La historia de las citoquininas es relativamente reciente, pues las principales investigaciones se hicieron a partir de 1.950, teniendo como precursor Miller y Skoog.

Descubrieron que determinados extractos vegetales eran potentes activadores de la división celular. Al preguntarse por este hecho lo que hicieron fue tirar de bioquímica y laboratorio y aislar dicho componente, la citoquinina.

Según que plantas podemos encontrar citoquininas diferentes. La primera de ellas, zeatina, se extrajo del cultivo del maíz (Zea mays), una de las hormonas vegetales de esta naturaleza más activas, aunque actualmente ya se han obtenido diferentes hormonas de diferentes plantas.


Efectos de las citoquininas en las plantas

Promover la diferenciación celular.
Estimular la división celular (como también lo hace las auxinas).
Reinvertir la dominancia apical (activan el crecimiento de las yemas laterales).
Activación de yemas adventicias.
Intervenir en el desarrollo y tamaño del fruto.
Inducción de partenocarpia (formación de frutos sin fecundación previa) en frutos.
Retrasar la senescencia de las hojas (efecto contrario al etileno).

Por ejemplo, si te ha dado por el cultivo de patatas, la citoquinina induce a la formación de nuevos órganos, como tubérculos.

Sus efectos están muy relacionados con los de las auxinas. De hecho dependiendo de la concentración que haya de una u otra hormona en las células, producirá un efecto u otro. Muy curioso.
Concentración de citoquininas y auxinas por igual: callos (gran cantidad de células sin diferenciación.
Concentración mayor de citoquininas frente a auxinas: se promueve la formación de tallos.
Concentración mayor de auxinas frente a citoquininas: promueve la elongación de raíces El transporte de las citoquininas en la planta
En el caso concreto de esta hormona vegetal, su transporte se realiza desde la raíz hasta la parte aérea (movimiento acrópeto). Por lo tanto, el movimiento que hace por los vasos conductores es desde el xilema (flujo ascendente) hasta el floema (flujo descendente). Desde ahí se distribuye a todas las partes de la planta, incluido las hojas.


Una vez la hoja ya está totalmente desarrollada y ha alcanzado su máximo tamaño, dichas citoquininas continúan su viaje hacia otras partes de la planta donde se necesiten, vía floema (descendente).




    Factores que influyen en la producción de citoquininas

    Si ya hemos visto lo que produce sobre la planta estas hormonas vegetales, también tenemos que conocer los efectos climáticos o bióticos que producen su falta de síntesis en la planta. Algunos de ellos son los siguientes:


    Temperatura

    Curiosamente, cuanto más baja es la temperatura ambiental, mayor movimiento hay de citoquininas desde la raíz hasta la parte superior. Recordamos que ese era el movimiento del vaso conductor xilemático (acrópeto).


    Dormancia

    A la salida de la dormancia (cuando las plantas detienen su crecimiento e invernan), la producción y síntesis de citoquininas se acelera, estimulando la salida de brotes, división celular, etc. Es decir, todo lo que antes hemos comentado que favorece el crecimiento vegetal.


    El nitrato de potasio

    El nitrato de potasio, un abono del que ya hemos hablado, cuando lo aplicamos vía riego (fertirrigación o a manta) estimula la producción de citoquininas, que posteriormente se desplazan a la hoja y los frutos.


    El fósforo

    El abonado fosfórico es muy interesante, pues su carencia o falta de aplicación reduce la síntesis de esta hormona vegetal por parte de la planta.


    Situaciones de estrés ambiental o biótico
    Cuando la planta entra en una situación de estrés, ya sea por efectos climáticos adversos (viento fuerte, heladas, exceso de calor, sequía, pH, salinidad, etc.) o bióticos (ataque de patógenos), la producción de citoquininas se detiene, y con ello, parte de su nueva producción de órganos y tallos.

    Por eso es muy interesante evitar, en la medida que podamos, todas estas situaciones que ocasionan estrés en la planta y reducen la producción de manera significativa.

    Por supuesto, no nos olvidamos de otras hormonas vegetales como las auxinas, la giberelina, el etileno, etc., los cuales dedicaremos futuros artículos.

    FUENTE: agromatica.es