lunes, 14 de abril de 2014

Científicos argentinos realizaron un hallazgo clave en el proceso de fotosíntesis

Investigadores del Conicet encontraron un nuevo mecanismo que interviene en la regulación de la respuesta de las plantas a la luz durante el proceso de fotosíntesis.
Por Agencia DyN | lavoz.com.ar 

Investigadores del Conicet hallaron un nuevo mecanismo que interviene en la regulación de la respuesta de las plantas a la luz durante el proceso de fotosíntesis, estudio que fue publicado hoy en una revista especializada internacional.
El anuncio fue realizado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, e integrantes del equipo del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIByNE).
Micaela Godoy Herz, Lino Barañao y Alberto Kornblihtt durante la presentación (Gentileza Conicet).
La investigación, publicada hoy en la revista Science, reveló una nueva forma por la que el cloroplasto, la organela encargada de la fotosíntesis, afecta la expresión de genes frente a la variación en las condiciones de luminosidad.
Pese a que la fotosíntesis, el proceso a través del cual las células de las plantas y algas transforman sustancias inorgánicas en orgánicas a través del uso de energía luminosa, fue descripto en profundidad a partir del siglo XIX, los científicos argentinos descubrieron un dato clave que se desconocía hasta ahora.
Conclusiones
Los investigadores determinaron que la fotosíntesis también sensa la luz para controlar al núcleo de la célula vegetal y regular cuántas proteínas distintas puede fabricar cada uno de sus genes, en respuesta a diferentes condiciones de luz/oscuridad.
Asimismo, demostraron que este sensor que manda la señal al núcleo es el cloroplasto, la organela encargada de la fotosíntesis.
"Al ser iluminadas, las plantas cambian el splicing alternativo de diversos genes respecto de lo que ocurre en oscuridad", explicó Alberto Kornblihtt, investigador superior del Conicet en el IFIBYNE y director de la investigación.
Los científicos establecieron que esta señal deja de enviarse durante grandes períodos de oscuridad o de baja intensidad lumínica y como resultado las plantas sufren cambios importantes: son más pequeñas, amarillentas y en ellas la clorofila se degrada más rápidamente.
Micaela Godoy Herz y Alberto Kornblihtt en el laboratorio de Fisiología y Biología Molecular del IFIByNE (Gentileza Conicet).
"Es decir que son menos resistentes a condiciones adversas", precisó Ezequiel Petrillo, primer autor del estudio.
Kornblihtt acotó que "esta regulación es importante para la planta, ya que si se interrumpe este proceso tiene serias dificultades para crecer y desarrollarse bien; no en ciclos normales, sino en situaciones extremas ya sea de luz u oscuridad prolongadas".
Los investigadores también demostraron que la señal emitida por el cloroplasto puede viajar desde las hojas hasta las raíces, cuyas células no tienen esta organela, y modificar el splicing alternativo que ocurre en sus núcleos.
"La señal generada por el cloroplasto en respuesta a la luz en las hojas es capaz de comunicarle a los tejidos no fotosintéticos -como la raíz- la misma información, gatillando cambios similares en la expresión génica de estos tejidos distantes", detalló Petrillo.
La investigación recibió aportes por 3.462.548 de pesos entre 2003 y 2011 por parte de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del ministerio y del Conicet, además de apoyos de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Howard Hughes Medical Institute y la Red Europea de Splicing Alternativo (Eurasnet).