jueves, 25 de octubre de 2018

Bosques naturales y monocultivos forestales, su rol en el equilibrio del planeta y su importancia para la humanidad
misionesonline.net

“Para la humanidad, tanto los bosques naturales como los monocultivos son importantes, pues ambas forman parte del único proceso existente en el Planeta Tierra para revertir cualquier desequilibrio, y mantener con planificación un ambiente ecológico y económico a través de los árboles”, sostiene el Dr. Roberto Tuyoshi Hosokawa, prestigioso académico de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), Brasil.

En una generosa entrevista con ArgentinaForestal.com, quien fue bautizado en la Argentina como el “maestro de generaciones” de profesionales de las Ciencias Forestales en Misiones y América Latina, se refirió a los grandes desafíos de la humanidad en la materia, marcó el proceso de evolución del manejo forestal en los últimos 50 años y reflexionó sobre algunas de las enseñanzas que le dejó la ciencia tras varias investigaciones en manejo y economía forestal.

El Dr. Hosokawa también compartió sus emociones, y como influyó en su trayectoria profesional los vínculos con sus maestros, el reconocido Dr. Gerhard Speidel, de Alemania, y el Dr. Michael Prodan, un gran científico rumano. Ambos, durante su posgrado le brindaron las recomendaciones que finalmente lo orientaron en toda su vida dedicada a la ciencia e investigación científica.

Por otra parte, en el reportaje el investigador reflexiona en profundidad sobre el rol que cumplen para la humanidad las ciencias forestales, donde sustenta científicamente que “tanto los bosques naturales como los monocultivos forestales son importantes para el equilibrio del planeta”.

Por su trayectoria académica, semanas atrás la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) realizó en la sede de la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado un acto de reconocimiento en el que se distinguió al Dr. Hosokawa con el título “Doctor Honoris Causa”, oportunidad en la que el especialista expuso una conferencia magistral sobre componentes aleatorios de la ley sobre los efectos de la entropía.

Por definición, en origen la entropía es una magnitud de la termodinámica como la temperatura, la densidad, la masa o el volumen. Se representa mediante la letra S y sirve para explicar por qué algunos procesos físicos suceden de una determinada manera midiendo el grado de desorden de un sistema a nivel molecular.


Conciencia forestal
Sobre sus inicios y los motivos que lo llevaron a elegir la carrera de Ingeniería Forestal, relató una síntesis de su historia personal pero con significativos pasajes: “Cuando terminé los estudios básicos y me preparaba para el éxamen de ingreso en la Universidad, observé la preocupación de mi padre en diseminar reforestación con eucaliptos en el Municipio de Nova Fátima, en Paraná. Me quedé intrigado del porqué de la preocupación, si en aquella época se deforestaba para obtener áreas para la agricultura (mi padre estaba formado en Agricultura e inmigró a Brasil a causa de la crisis económica en Japón que se involucró en sucesivas guerras)”, explicó.

A su interrogante, la respuesta de su padre fue: “Hijo, yo desmonté y planté café para criarlos a ustedes (era cafecultor en una pequeña propiedad rural). Los bosques son propiedad de las futuras generaciones. Soy apenas un usuario del momento, por eso necesito reforestar, para compensar lo que hice”, fueron sus palabras, según recordó Hosokawa. Ante la respuesta, “en ese momento no dije nada más. Pero en mí había quedado un sentimiento de haber sido beneficiario y deudor de la deforestación”, admitió.

“Mi sueño era ser un Ingeniero Electrónico. Pero hoy, creo que ya estaba predestinado para cursar Ingeniería Forestal. Las sucesivas heladas que dificultaban a los cafecultores y las enfermedades como la malaria, la ancylostomiase, la tuberculosis y la meningitis que enfermaron a mi padre, me obligaron a mantenerme en el cultivo de café, frustrando mi perspectivas”, continuó su relato.

Sin embargo, en la época en que los profesores, el Dr. Speidel y el Dr. Heinz Oedekoven, de las Naciones Unidas (FAO), estaban transfiriendo la Escuela Nacional de Bosques a Curitiba (Brasil), fue cuando reapareció la voz de su padre y se decidió a ingresar a la carrera de Ingeniería Forestal. Después, terminó la especialización en Chile y fue agraciado con una beca del DAAD (Deutsche Akademische Austauchdienst) para realizar un posgrado en Alemania.

De orientadores y maestros
Su referente académico fue el reconocido alemán Dr. Gerhard Speidel y su co-referente el Dr. Michael Prodan, un gran científico rumano, conocido como el biometrista y modelador matemático estadístico de los eventos globales del siglo. Era una personalidad que hacía los cálculos globales sobre los límites de crecimiento de la humanidad para las Naciones Unidas, como catástrofes climáticas, agotamiento de los recursos naturales, perforación de la capa de ozono, saturación de dióxido de carbono en la atmósfera, etcétera.

“El tema de mi doctorado era desarrollar ecuaciones para la optimización de cuando cosechar la reforestación, eligiendo criterios como maximización de la biomasa, rentabilidad bruta, rentabilitad neta de la tierra, rentabilidad neta del bosque, rentabilidad y generación total de valores. Serían cálculos de rotación de biomasa y de período de retorno de inversión, que son instrumentos de planificación de corto, mediano y largo plazo para dimensionar la base de producción sostenida y continua de materia prima para industrias forestales”, precisó el profesor.

“Sin embargo, en esta época ya se hablaba de la crisis de los recursos genéticos para las industrias farmacológicas en Europa y resonaba en los medios académicos la necesidad de preservar la biodiversidad, principalmente en los bosques naturales”, relató.

Se inició entonces la confrontación de la economía con la ecología, surgiendo varias entidades ambientalistas como Greenpeace, World Wildlife, entre otras, y en el medio forestal el choque entre bosques cultivados o productivos económicamente (monocultivo) y bosques nativos o naturales para la preservación de los recursos genéticos.

En ese contexto, como doctorando quedó una paradoja en su mente: “Hubo un padre que deforestó bosques naturales para criar hijos y buscando sanar la deforestación con reforestación; y en contrapartida, una parte de la sociedad que clama por la preservación de biodiversidad condenando plantíos y formación de asentamientos forestales puros. Decidí, entonces, llevar el tema a un foro multidisciplinario de la Universidad. Hubo discusiones homéricas y nada de aclaración concreta”, recuerda Hosokawa.

Seguido, habló con su orientador Speidel, quien recomendo discutir el tema con el Prof. Prodan que tenía más experiencia concreta sobre asuntos globales del planeta. Fue entonces, cuando terminada la presentación del dilema, el Dr. Prodan le respondió: “En el equilibrio del ambiente económico y ecológico a través del bosque, sólo no valen árboles de plásticos”.

Y a continuación le aconsejó: “Herr Hosokawa, si usted quiere comprender racionalmente el problema tendrá que estudiar e investigar profundamente la entropía (la segunda ley de la termodinámica), y principalmente sus efectos”. Estas palabras quedaron grabadas para el investigador de la UFPR. “En este momento se tiene la exposición de algunos físicos teóricos, y algunos procesos cuantitativos de entropía calculados: Por Gabor, sobre el consumo de energia; Meadows sobre contaminación ambiental, la producción de clorofluormetano que destruyó la capa de ozono por Junge, Gesten y Flohn; y la producción de dióxido de carbono por Meadows con efectos marcados en el calentamiento global. Sin embargo, para la solución técnica del problema y fundamentada científicamente, usted (Hosokawa) tendrá que desarrollar una ecuación que cuantifique efectos de la entropía, asunto que aún no se hecho nada por la sociedad científica global (Club de Roma)”, le dijo Prodan.

Finalmente, su co-referente le agregó: “Pero no se preocupe mucho, Hosokawa. Termine su doctorado según lo programado, y la Ley sobre los efectos de la entropía considere como una investigación que probablemente le llevará toda la vida. Usted tendrá que estudiar astrofísica teórica, que le demandará mucho tiempo”, le vaticinó. Y le recomendó tres libros: F. Capra, Wendezeit, editada por Schertz Verlag; J. Perlin; “A forest journey, the role of Wood in the development of civilization (Un viaje por el bosque, el papel de la madera en el desarrollo de la civilización)”, editada por W. W.Norton. Y los autores F. Rifkin, T. Howard, que escribieron sobre “Entropía hacia el mundo invernadero. Editada por Urano.

“Recuerde sí señor Hosokawa: Hemos estudiado el bosque desde el punto de vista microcósmico. Es necesario estudiar la relación macrocósmica. El bosque sigue siendo la cuarta masa más significativa del Planeta Tierra, después de la atmósfera, hidrosfera y litosfera. Ver el ruso Ustinov sobre la atmósfera del sol”, le sugirió en aquel momento el Dr. Prodan.

Tiempo después, Hosokawa regresó a Brasil. Y a medida que estudiada, recuerda que desarrollaba sentimientos alarmistas. “Comencé a saber que las bacterias desarrollan resistencia al anhelo de sobrevivir contra los antibióticos. Virus con rápidas mutaciones a las vacunas; hongos que se asocian para perpetuar contra fungicidas y finalmente, el hombre como el mayor depredador del Planeta, contra sí y contra todos. A lo último, la parte más cómica, es que ya comencé a oír murmullos de los alumnos: Profesor economista nadador de mayonesa o investigador ambientalista apocalítico”, bromeó el profesor.

De esta manera, admitió que se tomó el tiempo suficiente para estructurar la teoría de la Ley de los efectos de la entropía y desarrollar la fórmula para el cálculo matemático estadístico. Este descubrimiento se publicó en la revista científica Floresta Vol. 31, año 2001 (ISSN 0015-3826).



Manejo y recuperación
Por ello, el Dr. Hosokawa decidió compartir en la FCF-UNaM durante su estadía en Misiones los aspectos más valiosos de su investigación. “La conferencia sobre componentes aleatorios en la Ley de los efectos de la entropía es una aplicación práctica para dimensionar confort ambiental tanto para la recuperación y manejo de bosques nativos degradados como para reforestaciones monocultivas o mixtas”, sintetizo el especialista.

“Recién hoy comprendo lo que el Prof. Prodan dijo: Sólo no valen árboles de plástico”, repitió el investigador.

“Los bosques naturales son muy importantes, ya que son fuentes de información de biodiversidad. Deben ser preservados y tocados solamente para fines de investigación”, agregó Hosokawa. Por ello, los bosques naturales degradados deben ser recuperados, o para preservación permanente o manejadas para producción de maderas para fines más nobles (reserva legal, por ejemplo). En tanto, las reforestaciones de monocultivos o mixtos son eficientes productores de madera y almacenaje de procesos químicos, carbonos y otros como cauchos, resinas, etcétera”, precisó.

“Ellos son sustentables, si fueran instalados en estructuras de base forestal en rendimiento sostenido”, acotó Hosokawa.

A su vez, su mayor certeza en la entrevista fue que “para la humanidad, tanto los bosques naturales como los monocultivos son importantes, pues ambos forman parte del único proceso existente en el Planeta Tierra para revertir la entropía (energía que no hace trabajo mecánico)”.

Su mensaje, no deja se ser posiblemente para muchos, polémico. Representa la contracara del debate que se sustenta desde los sectores ecologistas o defensores del ambiente vs. las plantaciones forestales, debate del cual no está ajena la sociedad en general de la región NEA. La actividad forestal o el monocultivo de árboles enfrentan cuestionamientos por considerarse una producción que tienen un impacto negativo en el medio ambiente.

Al ser consultado al respecto, el investigador reflexionó en que la sociedad debe entender que “tanto los bosques naturales como los de monocultivos (reforestación y cultivos agrícolas) son importantes para la supervivencia de la especie humana. Todos resultan del proceso de fotosíntesis, único elemento que viabiliza el equilibrio entre la energía que hace trabajo, con la que no hace trabajo”, explicó.

En esta línea, consideró que una de las soluciones sería realizar gestión en ordenación forestal: “una zonificación espacial con destino de actividades para áreas urbanas, industrias, logística y comunicación (transportes), bosques naturales, monocultivos forestales, agricultura, ganadería, ocio (parques, lagos, jardines, etcétera)”.

Finalmente, agregó que “la proporción de cada espacio debe ser definida por la sociedad, pero basadas en conocimientos técnicos y científicos bajo la coordinación de los académicos multidisciplinarios”, concluyó el reconocido profesor.

Trayectoria profesional
El Dr. Hosokawa tiene una especialización con énfasis en Manejo Forestal, Economía Forestal, determinación de rotación, y Criterios Económicos. Dirigió a estudiantes de postgrados de toda Latinoamérica en tesis de maestría, doctorado y posdoctorado, entre ellos a profesores de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones y de la Universidad Nacional de Santiago del Estero. Posee numerosas publicaciones científicas, libros y capítulos de libros.

El profesional se graduó en Ingeniería Forestal en la Universidad Federal de Paraná-UFPR en 1969, y se especializó en Ingeniería Forestal por la Universidad Nacional de Chile, realizó la maestría en Forstwirtwissensschaft por la Universität Freiburg, se doctoró en Economía y Manejo Forestal por la Universität Freiburg y postdoctorado por la Universidad de Friburgo.

En la actualidad es Consultor AD HOC del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, Profesor Senior de la Universidad Federal de Paraná-Brasil(PR-BR), Presidente del Instituto de Economía y Tecnología Paraná-BR & Hyogo-JP, Miembro de cuerpo editorial de la SBPN (São Paulo, UFPR), Miembro del cuerpo editorial del Instituto Hyogo-Japón, Miembro del cuerpo editorial de la Revista Ciencias Agrárias (UFRAM), Editor Jefe de la Editora Instituto Hyogo-Japón y Revisor del periódico de Anais Symposium Brazil – Japón.

Por Patricia Escobar