miércoles, 16 de agosto de 2017

La migración estival por el Estrecho de Gibraltar alcanza ya un paso semanal de 40.000 aves
larazon.es

La cigüeña blanca y el milano negro son las especies ornitológicas que en mayor número siguen esta ruta migratoria
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La migración estival de aves por el Estrecho de Gibraltar, denominada postnupcial porque la realizan especies que se han reproducido en primavera en Europa y que ahora bajan a África para invernar, ha alcanzado en agosto su ritmo de crucero con el paso de unos 40.000 ejemplares a la semana.

La cigüeña blanca y el milano negro son las especies ornitológicas que en mayor número siguen esta ruta migratoria, una de las más importantes del mundo, pues suman en cada migración censos de más de cien mil individuos, según los datos que diariamente toman los observadores de la Fundación Migres desde 1997.

En la semana del 24 al 30 de julio se censó el paso de 28.365 cigüeñas blancas y de 12.139 milanos negros; entre el 31 de julio y el 6 de agosto, de 17.688 y de 22.813 ejemplares, respectivamente, y entre el 7 y el 13 de agosto, de 10.211 y de 24.720 ejemplares de cada especie, según los datos de la Fundación Migres analizados por Efe.

Águila calzada, con casi mil ejemplares en las tres últimas semanas, Águila culebrera, con más de quinientos y buitre leonado, con más de cuatrocientos individuos son otras de las especies con un mayor flujo migratorio hacia África en esta época del año.

Esta ruta migratoria es seguida dos ves al año -el paso migratorio prenupcial, para reproducirse en Europa, de febrero a mayo, y el postnupcial, para invernar en África, entre julio y octubre- por centenares de miles de ejemplares de medio centenar de especies ornitológicas, tanto de aves planeadores, las de gran tamaño que vuelan aprovechando las corrientes térmicas -cigüeñas, buitres y rapaces- como de pequeños pájaros paseriformes.

También una docena de aves marinas migran anualmente a través de Gibraltar, pero en vez de cruzar entre Europa y África, su ruta las lleva del Atlántico al Mediterráneo y viceversa.

La existencia de fuertes vientos en el Estrecho, que apenas dista 14 kilómetros entre África y Europa en su punto más corto, causa un efecto embudo que concentra miles de aves en la zona, lo que facilita su observación y censo.

Además de los cientos de miles de ejemplares de cigüeña blanca y milano negro, también se censan anualmente varias decenas de miles de abejeros europeos y de águilas culebreras y calzadas.

Cigüeñas negras, gavilanes, alimoches, buitres leonados, aguiluchos laguneros y cenizos, águilas pescadoras y cernícalos primillas completan la lista de principales especies ornitológicas que cubren esta migración.

Fue Francisco Bernis, considerado uno de los padres de la ornitología española, quien a mediados del siglo pasado comenzó a anotar el paso de aves por el Estrecho de Gibraltar desde diversos observatorios, que hoy día siguen siendo punto de observación de este fenómeno.

Estos conteos diarios del paso de miles de aves por el Estrecho de Gibraltar, empleando siempre los mismos observatorios y el mismo horario, se han consolidado como una de las mayores bases de datos ornitológicas del mundo y como una potente herramientas para el estudio de fenómenos como el impacto del cambio global, ya que las aves son muy sensibles a las alteraciones derivadas del cambio climático o de la alteración de hábitats.

Los observadores de la Fundación Migres disponen ya de series históricas que evidencian cambios en los patrones de la migración de casi todas las especies de aves, descontados los efectos de la variabilidad climatológica de cada año.

Y también han constatado en los últimos años la cada vez más frecuente observación de especies típicamente africanas que se adentran con mayor frecuencia y en mayor cantidad en la orilla española del Estrecho como el busardo moro, el buitre moteado o el halcón borní, de los que se han identificado cuatro, cinco y siete ejemplares en las res últimas semanas, respectivamente. EFE