lunes, 22 de mayo de 2017

Un pájaro albañil: el hornero
diarionorte.com

Ave nacional argentina, pájaro emblemático, el hornero no sobresale ni por su plumaje (nada colorido) ni por su canto (nada particular o llamativo) ni por sus dimensiones (poco impresionantes) ni tampoco por su vuelo ya que es un pájaro pequeño, de vuelo escaso y no muy rápido. Sin embargo, su nido tan distintivo, y el sentido ejemplar que se le ha dado, justifican el por qué se lo adoptó como ave de la patria.



El hornero (Furnarius rufus) también es conocido como casero, caserito, albañil, hornerillo, alonsito (en Argentina), Joao do barro (en Brasil), Alonso García (en Paraguay), Tiluchi (en Bolivia), Chilalo en Perú; y Obirog, ogaraití en Guaraní.

Taxonomicamente es un ave del Orden de las Passeriformes, de la familia de las Furnaridae, que registra varias Subespecie como Furnarius rufus rufus, Furnarius rufus paraguayae, Furnarius rufus commersoni.

En la Pampa Argentina se lo cree de buen augurio y en el Paraguay se le reconoce en cierto modo el invento del rancho, ya que la leyenda sobre el origen del nombre Alonso García - como se denomina al hornero- sostiene que así se llamaba quien imitando sus nidos, construyó el primer rancho de barro.


Es un pájaro pequeño de unos 54 gramos y una longitud total de 21 a 22 cm. Tiene ojos, patas, y plumas de color pardo terroso como su nido. Mejor dicho, su plumaje predominante es pardo, es más rojizo en el dorso y blanco en la garganta.

Sin embargo la parda y movediza figurita del hornero es bien conocida por los habitantes de América del Sur de donde es oriunda la especie. Se los encuentra en Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Argentina. El hábitat del hornero abarca principalmente las sabanas, parques, pastizales y claros de los montes (bosques).


El agua es vital para el hornero y ella motiva su hábitat. En tierras húmedas podrá introducir su largo pico al acecho de insectos; además con tierra húmeda podrá construir su nido. El hornero es un ave sedentaria; no migra.

Es mansa, se arrima al hombre, se pasea por sus jardines y sus parques y, como para evaluar ciertas modernidades, se asienta en postes de teléfono, o sitios lindantes a embalses y represas. Molinos, tanques de agua y pozos de las viviendas sustentan también su instalación.

Los horneros son insectívoros, se alimentan primordialmente de insectos; sus principales presas son larvas y adultos de escarabajos, hormigas, larvas de mariposas y langostas. También forman parte de su dieta arácnidos, lombrices y otros gusanos.

En lo referente a la reproducción, la hembra deposita en el nido -en octubre, por lo general- cuatro huevos muy simples, sin dibujos ni brillo, blancos y ovoidales. Los horneros hacen dos posturas por año. Ambos, macho y hembra, se ocupan de incubar los huevos.

Mientras uno de ellos incuba, el otro parte en procura de alimentos, anunciando su regreso a su compañero por medio del canto. Quince días lleva la incubación, nacen entonces los pichones, indefensos, sin plumas, y con los ojos cerrados, de los padres dependen totalmente la preservación de su vida.

Estas aves, poseen numerosos depredadores, entre ellos, lagartos, culebras, aves rapaces, comadrejas, zorros y félidos.