martes, 18 de octubre de 2016

Contaminación en ríos de América Latina crece en 50%, alerta la ONU
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En Asia y África la contaminación patógena en los tramos fluviales también se ha incrementado. La situación mantiene en riesgo a 323 millones de personas

Según la ONU, las personas más pobres son las más vulnerables a las enfermedades por la contaminación de los ríos. / Archivo | La Estrella de Panamá
Según la ONU, las personas más pobres son las más vulnerables a las enfermedades por la contaminación de los ríos.


En las últimas dos décadas, la contaminación de los ríos de América Latina se ha incrementado un 50%, alertó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

‘La cantidad cada vez mayor de aguas residuales que se vierten en las aguas superficiales es muy preocupante'.

En un reciente informe, el organismo también advirtió que igual situación está ocurriendo en los tramos fluviales de Asia y África, lo cual amenaza la salud de más de 323 millones de personas de los tres continente, principalmente los más pobres, por enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea.

De acuerdo con el informe de la ONU para el Medio Ambiente, entre 1990 y 2010 la contaminación patógena y la contaminación orgánica aumentaron en más de 50% de los tramos fluviales en los tres continentes, mientras que la contaminación salina aumentó en casi un tercio.

‘El preocupante aumento de la contaminación en las aguas superficiales de Asia, África y América Latina también amenaza con dañar fuentes vitales de alimentos y perjudicar las economías de los continentes', señaló el PNUMA en su reporte ‘Snapshot of the World's Water Quality'.

Las principales causas del preocupante aumento de la contaminación de las aguas superficiales en Asia, África y América Latina son el crecimiento demográfico, el aumento de la actividad económica, la expansión e intensificación de la agricultura y la mayor cantidad de aguas residuales no tratadas que se descargan en los ríos y lagos.

Se estima que una grave contaminación patógena –cuyo aumento se debe, principalmente, a la expansión de sistemas de alcantarillado que descargan aguas residuales sin tratamiento a las aguas superficiales– afecta a cerca de una cuarta parte de los tramos fluviales de América Latina, del 10% al 25% de los tramos fluviales de África y hasta la mitad de los tramos en Asia.

‘La cantidad cada vez mayor de aguas residuales que se vierten en nuestras aguas superficiales es muy preocupante. El acceso al agua de calidad es esencial para la salud y el desarrollo humano. Ambos enfrentan riesgos si no logramos detener la contaminación', señaló Jacqueline McGlade, directora científica de la ONU para el Medio Ambiente.

En algunos países, más de 90% de la población depende de las aguas superficiales como fuente de agua potable.

Cuando se contaminan, estas aguas –que también se utilizan en la preparación de alimentos, el riego de los cultivos y la recreación– representan una grave amenaza para la salud humana. Alrededor de 3.4 millones de personas mueren cada año por enfermedades asociadas con patógenos en el agua, como el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis infecciosa, la poliomielitis, la criptosporidiosis, la ascariasis y las enfermedades diarreicas.


Muchas de estas enfermedades son causadas por la presencia de desechos humanos en el agua.

ONU Ambiente estima que hasta 25 millones de personas están en riesgo de infección de estas enfermedades en América Latina, 164 millones en África y 134 millones en Asia.

Para la ONU, la solución no es solo construir más alcantarillas, sino tratar las aguas residuales, para lo cual, según la ONU, todavía se está a tiempo para recuperar las fuentes hídricas.

‘Afortunadamente, es posible comenzar a restaurar los ríos que ya están gravemente contaminados, y está claro que nos queda tiempo para evitar que aún más ríos se contaminen. Es de vital importancia que el mundo se una para combatir esta creciente amenaza', señaló McGlade.

En Panamá, por ejemplo, actualmente se desarrolla el proyecto de Saneamiento de la Ciudad y de la Bahía de Panamá para sanear y recuperar los ríos y quebradas de la Ciudad de Panamá que actualmente representan un riesgo para la salud pública.

También se lleva a cabo el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2015 Agua Para Todos, que busca ofrecer agua a toda la población panameña, más segura y de mejor calidad.

La semana pasada el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), a través de su Unidad Ejecutora del Programa de Inversión para la Restauración de Cuencas Hidrográficas Prioritarias (Procuencas) también firmó un contrato con el Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe (Cathalac), para determinar el caudal ambiental y disponibilidad hidrológica de cinco principales cuencas hidrográficas del país: Chiriquí Viejo, en la provincia de Chiriquí; La Villa, en Herrera y Los Santos; Santa María, en Veraguas, Coclé y Herrera; y Grande en Coclé

‘Los resultados de este estudio contribuirán a la administración efectiva de los recursos naturales a nivel nacional, una información con la que no se cuenta en la actualidad', manifestó, a través de un comunicado, Ángel Araúz, director encargado Nacional de Cuencas Hidrográficas de MiAmbiente.

‘La consolidación de este acuerdo es importante, ya que le permitirá al centro (Cathalac) aplicar tecnologías y métodos más modernos disponibles en la región de América Latina', acotó, por su parte, Freddy De Gracia.