jueves, 17 de octubre de 2013

LOS "NI NI" Y LA DEUDA SOCIAL, EN DEBATE

Los jóvenes que ni estudian ni trabajan alcanzan a 1,3 millón en el país
Son "el principal problema", dijeron los especialistas en un panel de integración social.

Por GUIDO BRASLAVSKY | Clarin 

Desde Mar del Plata
La problemática social también estuvo presente en el coloquio de IDEA, donde se exhibieron cifras muy alejadas del relato triunfal del oficialismo acerca de la "década ganada", en particular la situación de los "Ni ni", los jóvenes que no estudian ni trabajan, que están fuera del sistema y según cómo se los cuente (de 16 a 24 años, o hasta 29 años) son entre 900 mil y 1,3 millón en el país. Y a esta altura, ya "tercera generación de ni ni", coincidieron los especialistas.
El ex viceministro de Desarrollo Social en los primeros años del kirchnerismo, Daniel Arroyo, afirmó que la inclusión de los "ni ni" es el "problema central de la Argentina". Y aseguró que si se quiere atenderlo debe destinarse el 1,5% del Presupuesto porque los programas actuales sólo cubren a 100 mil de estos chicos en riesgo social. Por eso insistió en que debe haber "escala" al invertir para atacar cuestión. Con una frase buscó zanjar el debate que opone empleo a planes sociales: "Nuestra tarea es dar pescado, enseñar a pescar y garantizar que haya peces en la laguna".
Arroyo, especialista en políticas sociales, también criticó la centralización en el Gobierno nacional del 70 por ciento de los más de 43 mil millones de pesos del gasto social. Y abogó por "una descentralización a gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil".
En el mismo panel expuso Agustín Salvia, investigador del CONICET, del Instituto Gino Germani de la UBA y director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina. Salvia mostró un extenso relevamiento del Observatorio: los "ni ni" son el 17 por ciento de los jóvenes del país, una "juventud comprometida"; advirtió que hay una "sociedad dividida" en la que solo el 45% de la población económicamente activa tiene pleno empleo (ingreso mínimo, estabilidad y seguridad social), mientras que 8 millones de personas no tienen pleno empleo ni acceso a la seguridad social. Definió críticamente que los excluidos son "una masa marginal que este capitalismo que hemos construido no solo no les sirve para generar riqueza sino que es un estorbo". Se preguntó "cómo superar el subdesarrollo" y afirmó que las dirigencias políticas y económicas tienen "responsabilidad clave. Necesitamos dirigentes progresistas en el verdadero sentido de la palabra", afirmó.
La mesa fue moderada por Ignacio Stegmann, presidente de 3M, y el último turno fue para Gabriel Castelli, director de Loma Negra, y en su trabajo social, ex director nacional de Caritas y actual presidente de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina. Castelli afirmó que no "cambia" nada discutir si la pobreza es del 20 o del 25%, de 8 o de 10 millones de personas. Advirtió de los "riesgos de la indiferencia, el acostumbramiento o la impotencia" frente a esta problemática.
Contó que hace diez años dejó de ser director financiero del HSBC cuando le surgió la "vocación por trabajar en lo social".
"Hemos tenido la suerte -les habló a los empresarios- de nacer en hogares que nos permitieron llegar adonde hemos llegado. A los ojos de la sociedad somos los que hemos triunfado", dijo y apuntó directo a los prejuicios más frecuentes de los sectores acomodados: pidió un "cambio de mirada sobre muchos hermanos nuestros, que no viven a costa del Estado" y recordó que una asignación universal por hijo es de tan solo 460 pesos. "El pobre no quiere ser pobre, hace un esfuerzo por superar su situación", afirmó, e instó a las empresas a no permanecer ajenas -y trabajar en articulación con el Estado-, porque "no estamos en Suecia o Australia que con solo dar trabajo estamos aportando". En un video mostró ejemplos de empresas que llevan adelante programas para favorecer la inclusión.
Castelli planteó también su preocupación por "el futuro de crisis que se avizora" y se preguntó si la "variable de ajuste será el salario". Llamó a los empresarios a reflexionar "cuantos de nosotros hubiéramos dado aumentos de salarios si no hubieran sido forzados por las paritarias". Y para cambiar las cosas habló de "estar dispuestos a compartir con los que menos tienen".

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