martes, 29 de octubre de 2013

Ante peregrinos de 70 países, el Papa defendió a la familia

POR JULIO ALGAÑARAZ | clarin

“Es sal de la tierra y luz del mundo, levadura para la sociedad”, dijo Francisco en el Angelus.
Alegría. Francisco saluda a los fieles en la plaza San Pedro, adonde fueron miles de argentinos. /VICTOR SOKOLOWICZ

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VATICANO. CORRESPONSAL 
“La familia custodia la fe”, dijo Francisco ayer ante una multitud de más de cien mil fieles de alrededor de 70 países que acudieron a la plaza San Pedro y la desbordaron para participar con el Papa argentino de la Jornada de la Familia en el ámbito del Año de la Fe. “La familia que vive la alegría de la fe la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para la sociedad”.
Había muchos argentinos presentes y se hacían notar con su entusiasmo, aunque en la plaza no se podían hacer flamear banderas y carteles para no mortificar la celebración de la misa. Pero en la vía de la Conciliación, que de San Pedro lleva al río Tíber, Francisco recorrió más de trescientos metros flanqueado por la gente entusiasmada que agitaba banderas y carteles, le mandaba abrazos, estaba más cerca. Uno de los fieles era Federico Noseda, de Córdoba, con su esposa chilena, luciendo una camiseta argentina.
“Este Papa ha revolucionado la relación con la gente. Lo sentimos como nuestro. Lleno de espiritualidad y tiene un poder de comunicarnos cosas profundas con sencillez. Su imagen es distinta, carismática, simpática”, dijo a Clarín.
El Papa pasó bastante rápido porque ayer la seguridad no lo dejó, como hace en las audiencias generales, detenerse muchas veces. Igual había saludos, manos levantadas. Le tiraban gorritos, sombreros, que Jorge Bergoglio sonriente cazaba al vuelo y tiraba sobre los asientos del jeep blanco que lo llevaba.
Horacio y Mariana estaban con sus hijos. Le gritaron a Francisco: “¡Es nuestro aniversario!”. El Papa argentino se dio vuelta, alzó la mano izquierda y levantó el pulgar sonriéndoles mientras se alejaba.
El padre Ricardo Facci, de Venado Tuerto, lideraba un grupo de 87 argentinos y fieles de otros países latinoamericanos del grupo Hogares Nuevos. “Viajamos para peregrinar aquí y estamos muy contentos, emocionados. Francisco es distinto aunque todos los Papas han tenido lo suyo. Habla sencillo de cosas complejas, presenta siempre valores positivos”.
En la homilía de la misa a las familias, el Papa preguntó a la multitud si rezaban a veces en familia. “Para orar en familia hace falta simplicidad, rezar juntos el Padrenuestro es fácil. Y rezar juntos el Rosario en familia es muy lindo, da mucha fuerza. Y también orar uno por el otro: el marido por la mujer, la mujer por el marido, ambos por los hijos, los hijos por ellos y los abuelos. Esto es lo que hace fuerte a la familia: la oración”.
Francisco explicó que “la familia custodia la fe”. Dijo que “debemos hacerlo no teniéndola en nuestra familia como un bien privado sino compartiéndola con el testimonio, la acogida, la apertura a los otros”.
“Las familias cristianas son familias misioneras. También en la vida de cada día y haciendo las cosas de todos los días, poniendo en todo la sal y la levadura de la fe ”.
El Papa recordó que “en la base de este sentimiento de alegría profunda está la presencia de Dios en la familia, está su amor acogedor, misericordioso, respetuoso hacia todos. Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias”.
Si falta el amor de Dios “también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos y se apaga la alegría”.
Al contrario, “la familia que vive la alegría de la fe la comunica esponteaneamente, es sal de la tierra, luz del mundo y levadura de la sociedad”.
Al mediodía, en la oración del Angelus, que Francisco rezó en el sagrario de la Basílica de San Pedro, el Papa agradeció a todos los peregrinos y a las familias llegadas al Vaticano desde más de 70 países.
En particular, Francisco se refirió “a las familias que viven situaciones de mayor dificultad”, para las que invocó “la protección de María”.

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