sábado, 19 de abril de 2014

La mala imagen fuerza a Monsanto a cambiar de estrategia
El gigante agrícola intenta acercarse al consumidor para revertir el rechazo a los transgénicos y destina millones a evitar que sea obligatorio etiquetar los alimentos modificados genéticamente
Un agricultor examina el maíz transgénico que cultiva. / NORBERTO DUARTE

El futuro de los alimentos genéticamente modificados se juega en la opinión pública. La batalla entre partidarios y detractores de los transgénicos es feroz y en Monsanto son muy conscientes de ello. Tras años acumulando una pésima reputación, la mayor compañía de semillas del mundo ha decidido cambiar de estrategia: acercarse más al consumidor para tratar de convencer a escépticos y críticos sobre la seguridad de sus productos, y sus efectos positivos para la agricultura mundial.
"En los últimos veinte años casi todas nuestras actividades de comunicación y educación han estado enfocadas a los granjeros, y han ido muy bien. Pero el error que cometimos es que no pusimos suficiente esfuerzo en los consumidores. Pensamos que ese era el trabajo de la industria de alimentación", admitió el vicepresidente ejecutivo y responsable tecnológico de Monsanto, Robert Fraley, en un encuentro reciente con periodistas europeos en la sede central de la empresa en San Luis. La visita, organizada por el gigante agrícola, es un reflejo de su creciente interés por divulgar más sus actividades.
En 2011 la multinacional estadounidense, especializada desde hace dos décadas en desarrollar semillas alteradas genéticamente para resistir herbicidas y repeler insectos, fue considerada la compañía "más malvada" del mundo en una encuesta en Internet. Y el profundo rechazo que generan sus prácticas en capas de la población a lo largo del planeta se visualizó ampliamente en mayo del año pasado cuando en un mismo día se celebraron manifestaciones contra Monsanto en 436 ciudades de 52 países. La iniciativa la engendró una sola persona en Facebook y tras el abrumador éxito de convocatoria se repetirá el próximo 24 de mayo. Para cerrar el círculo, los sondeos indican que tres cuartas partes de los estadounidenses se declaran preocupados por la presencia de transgénicos en su comida -que están ampliamente autorizados y rondan el 80% de todos los alimentos-, la mayoría por el temor a efectos nocivos. En Europa -que solo permite un tipo de maíz-, el rechazo es del 61%, mientras en España del 53%, según las últimas encuestas, de 2010.
Todo ello ha llevado a Monsanto en el último año a repensar por completo su estrategia. "Los consumidores nos ven como el primer escalón de la cadena de alimentación y quieren oír más de nosotros [...] Tenemos que hacerlo mejor", explicó el directivo. La empresa -que elabora principalmente semillas modificadas de soja, maíz, algodón y colza, al margen de otras convencionales- ha redoblado su comunicación en las redes sociales, donde son muy fuertes sus oponentes, y ha facilitado más información en su página web.
En paralelo, a finales de 2013 amplió su relación con Fleishman Hillard, una de las principales firmas de relaciones públicas, para impulsar una nueva campaña internacional, según Holmes Report, una plataforma que analiza el sector. Un portavoz de Monsanto confirmó que son clientes de esa agencia , pero evitó entrar en concreciones. Además, Monsanto -con una destacada presencia en América Latina, con soja y maíz transgénico, al margen de Estados Unidos- impulsó en septiembre, junto al resto de grandes grupos biotecnológicos, una página web con detallada información sobre estos alimentos.
Los expertos avisan, sin embargo, que la mala imagen no desaparece de la noche a la mañana. “Nunca es fácil. Es como correr un maratón, no un esprín”, apunta por teléfono Aaron Perlut, socio de Elasticity, una consultoría de San Luis especializada en reputación corporativa. Mientras, desde las organizaciones contrarias a los transgénicos creen que el giro conciliador y más transparente de Monsanto es falso y denota nerviosismo. “Se ha dado cuenta de que la era genética ha terminado. El público no aceptará una tecnología impredecible y peligrosa”, clama Ronnie Cummins, de la Organic Consumer Association. “Al mismo tiempo, está gastando millones en luchar contra el derecho a saber de los consumidores, por lo que no importa cuanto destine a refrescar su marca. Es sospechoso”, ahonda, por su parte, Colin O’Neil, del Center for Food Safety.
Se refiere a la multimillonaria ofensiva de Monsanto, junto a otras empresas, para frenar las iniciativas en 27 de los 50 estados de EE UU a favor de que sea obligatorio -como ocurre en más de sesenta países, entre ellos los de la UE y Brasil- especificar en los envoltorios de los alimentos si contienen componentes modificados genéticamente. Ahí es donde se juega la verdadera batalla entre los partidarios y detractores de los transgénicos, pues el etiquetado podría suponer un punto de inflexión en la percepción del consumidor. En las próximas semanas la Cámara de Representantes de Vermont podría aprobar una ley en ese sentido, con lo que se convertiría en el primer estado con etiquetado obligatorio en EE UU. En 2012 California y en 2013 Washington celebraron votaciones populares sobre este asunto, en las que se impuso el 'no' por un estrecho margen. Las multinacionales invirtieron 46 y 22 millones de dólares respectivamente en la campaña contra el sellado forzoso, dos y tres veces más que los grupos a favor.
"No hay estudios que examinen a largo plazo riesgos potenciales de los transgénicos sobre la salud. En ausencia de esa información, los consumidores deberían poder escoger si quieren o no comerlos", sostiene O'Neil. Los activistas recuerdan que el 93% de los estadounidenses están a favor del etiquetado y que en 2007 Barack Obama hizo una promesa en ese sentido antes de convertirse en presidente de EE UU. Desde Monsanto argumentan que "no hay duda" que la comida transgénica es igual de segura que la convencional y que así lo han certificado científicos y reguladores. A lo que opositores, como Cummins, replican denunciando los nexos entre Monsanto y las autoridades estadounidenses. Por ejemplo, el caso de Michael Taylor, que trabajó en la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos, luego se pasó a Monsanto donde fue vicepresidente, y ahora vuelve a estar en la FDA, según revelan los registros oficiales recopilados por el Center for Responsive Politics, una organización civil. No es un episodio aislado: un 72% de los cabilderos de Monsanto en 2013 habían trabajado antes en la Administración o en el Capitolio, según el Center.Se trata de una práctica habitual entre las grandes corporaciones.
El gigante agrícola aboga por el etiquetado voluntario de los transgénicos porque "pone el foco en las empresas que quieren usarlo como una ventaja de mercadotecnia", aduce Fraley, pero se opone a que sea obligatorio porque lo considera discriminatorio al equipararse a la información negativa sobre las grasas y sales que tiene un alimento. En este sentido, Monsanto apoya -a través de una coalición de un centenar de compañías- la propuesta de ley presentada el pasado miércoles por un congresista republicano que busca prohibir el etiquetado obligatorio, para así frenar los intentos de los estados, y dar más poder a la FDA, que se decanta por la vía voluntaria. La norma tiene pocas opciones de prosperar, dada la división que suscita en el Capitolio.
Pero para remediar una pésima reputación, primero hay que explorar las causas. "Realmente no la puedo explicar", reconoció Fraley, que la atribuyó sobre todo al hecho de ser vista como una empresa estadounidense y al "vilipendio" de la agricultura y la producción alimentaria. Pero también, a regañadientes, al pasado oscuro de Monsanto, como su producción del herbicida agente naranja que EE UU usó en la guerra de Vietnam o la contaminación en Alabama de unos componentes químicos. "Indudablemente el legado del pasado es un desafío para toda compañía", admitió. Aunque en su informe anual avisa de que la "aceptación pública" puede afectar sus ventas, de momento los beneficios de Monsanto siguen creciendo: hasta febrero ganó 1.670 millones de dólares, un 13% más que el año anterior. Ahora, su reto es lavar su imagen y ganar la batalla de la opinión pública, pero eso se presume mucho más complejo.

El amplio entramado político de la multinacional

J. F.
Como la mayoría de grandes compañías de EE UU, Monsanto destina mucho dinero en tratar de granjearse una influencia política. En 2013 gastó 6,9 millones de dólares en hacer lobby en el Capitolio y en agencias de la Administración, según datos del Center for Responsive Politics (CRP), lo que la sitúa en la posición 61 de 4.126. Ya en 1998 destinó cuatro millones, y su nivel más alto llegó en 2008 con nueve millones. Otros grupos comparten objetivos similares a los de Monsanto. Por ejemplo, en pleno debate sobre el etiquetado, la Grocery Manufacturers Association disparó en 2013 por cuatro su gasto en lobby, hasta los 14,3 millones.
Monsanto también hace donaciones a políticos. Por ahora, en el ciclo de las elecciones legislativas del próximo noviembre, ha otorgado 424.600 dólares a comités de candidatos (el 72% del Partido Republicano), según el CRP. Desde 2002 sus donaciones han ido creciendo con fuerza hasta llegar a su pico en 2012 (654.300 dólares). Desde la compañía las minimizan y alegan que son "parte del sistema político estadounidense". La Organic Consumer Association y el Center for Food Safety también destinan dinero a hacer lobby e iniciativas políticas, pero en proporciones muy inferiores.
Uno de los más beneficiados por las donaciones de Monsanto es Roy Blunt, senador republicano por Misuri, un estado muy agrícola y en el que se ubica Saint Louis. En el ciclo de 2014, Monsanto es por ahora el séptimo contribuyente a su campaña de reelección por valor de 79.250 dólares. Las cifras han ido en aumento: 10.000 en 2008, 44.250 en 2010 y 74.250 en 2012. En algunos círculos Blunt, que también recibe donaciones de otras empresas agrícolas, ha sido apodado como el hombre de Monsanto en Washington. Él mismo reconoció que elaboró junto a Monsanto la polémica cláusula que se introdujo a última hora hace un año en una ley que forzaba al Departamento de Agricultura a ignorar hipotéticas decisiones judiciales que pudiesen bloquear sus aprobaciones a nuevas semillas transgénicas. La cláusula, que no se renovó a los seis meses, fue bautizada coloquialmente como la 'Monsanto Protection Act'.

jueves, 17 de abril de 2014

ENTRE UN 20% Y UN 40% MÁS
El tabaco modificado genéticamente es una alternativa para producir bioetanol

Los investigadores consideran que una de las alternativas al uso tradicional del tabaco podría ser la producción de biocombustible.

libertaddigital.com
Plantación de tabaco | Wikipedia
SINC 
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra y del Instituto de Agrobiotecnología han realizado un estudio con plantas de tabaco, modificadas genéticamente, a partir de las cuales se puede producir entre un 20% y un 40% más de etanol, lo que aumentaría su viabilidad como materia prima para producir biocombustibles.
El tabaco, que se cultiva en alta densidad y es cortado varias veces a lo largo del ciclo, puede llegar a producir 160 toneladas de materia fresca por hectárea y convertirse en una fuente de biomasa idónea para la producción de bioetanol.
Según explica Jon Veramendi, responsable del grupo de investigación Agrobiotecnología vegetal que lidera un estudio sobre plantas de tabaco modificadas genéticamente: "Las plantas de tabaco como fuente de biomasa para producir bioetanol podrían ser una alternativa al cultivo tradicional de tabaco, que está en retroceso en EEUU y en Europa porque no pueden competir con países emergentes como China".
En el transcurso de la investigación, de la que se hace eco la revistaMolecular Breeding, se han cultivado plantas de tabaco de las variedades comerciales Virginia Gold y Havana. Las plantas fueron modificadas genéticamente para aumentar su producción de almidón y azúcares, lo que favorece el incremento en la producción de etanol. "Lo que se ha hecho ahora es un trabajo en campo con estas dos variedades de tabaco y se ha comprobado que, efectivamente, aumenta el almidón y azúcares en la hoja de tabaco", explica Veramendi.
El cultivo tradicional del tabaco deja que la planta se desarrolle y las hojas crezcan y se hagan más grandes, ya que la nicotina se sintetiza cuando la planta está más crecida.
Sin embargo, en el caso de utilizar las plantas para producción de biocombustibles, los investigadores apuestan por un cultivo de mayor densidad, similar al de las plantas forrajeras: "se siembran las plantas de tabaco muy próximas unas a otras y, a lo largo del ciclo, se realizan varias siegas. Cuando la planta alcanza aproximadamente 50 centímetros de altura, se corta y esa producción se lleva a la factoría de procesamiento de biomasa. Así, a lo largo del ciclo se pueden conseguir hasta 160 toneladas de materia por hectárea".
Además, integrando el tabaco en una biorrefinería se pueden extraer otros subproductos de interés como proteínas (constituyen hasta el 30% del peso seco de la planta, son nutricionalmente muy completas y tienen mayor tasa de eficiencia protéica que las procedentes de la leche de vaca o de soja, por lo que podrían utilizarse para alimentación humana o animal), solasenol (utilizado para producir vitaminas E y K) y xantofilas (aditivo en piensos para pollos).
En los últimos diez años, la superficie cultivada de tabaco se hareducido en Europa en un 45%. En España, la principal región tabaquera es Extremadura, seguida de Andalucía. Los investigadores consideran que una de las alternativas al uso tradicional del tabaco podría ser la producción de biocombustible.
A partir de ahora, deberían realizarse ensayos de cultivos de alta densidad para ver si se confirman los resultados obtenidos en el trabajo de campo, donde las superficies cultivadas son muy pequeñas.

miércoles, 16 de abril de 2014


¿Cuánto crecerá América latina?

Por  | LA NACION

Miami lo más interesante de las nuevas proyecciones económicas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no fue que pronosticaran un crecimiento más lento de América latina en 2014 -eso ya lo sabíamos-, sino que previeran una recuperación en 2015 y 2016.
Según el informe del FMI presentado en su reunión del 8 de abril en Washington, la economía de América latina crecerá 2,5% este año y 3% el año próximo. Es menos de lo que la región crecía en la década pasada, pero sugiere que sus economías empezarán a recuperarse muy pronto.
El Banco Mundial, en su "pronóstico consensuado", basado en unas 30 proyecciones procedentes mayormente de bancos del sector privado, dijo que la economía latinoamericana crecerá este año un 2,3% y un 3% en 2015. En enero, el Banco Mundial había previsto un futuro "esperanzador" para la región, calculando un índice de crecimiento del 3,7% en 2016.
Entre las economías más grandes de la región, la de mejor desempeño será la de México, que crecerá un 3% este año y un 3,5 el año próximo, según el FMI. "Las actuales reformas económicas de México, especialmente en los sectores de energía y telecomunicaciones, hacen prever un mayor crecimiento potencial en el mediano plazo", dice el informe.
Otros países que tendrán un saludable índice de crecimiento son Perú, que según el FMI crecerá un 5,5% este año y un 5,8% el año próximo; Bolivia (5,1% este año y 5% el año próximo); Paraguay (4,8% este año y 4,5% el año próximo); Colombia (4,5% ambos años), y Chile (3,6% este año y 4,1% el año próximo).
Entre los países que crecerán muy poco está Brasil, apenas un 1,8% este año y 2,7% el año próximo, según el FMI, que considera que la economía de Brasil seguirá padeciendo "falta de competitividad y escasa confianza empresarial".
Los países de peor desempeño serán Venezuela y la Argentina. La economía venezolana caerá un 0,5% este año y disminuirá otro 1% el año próximo, dice el FMI.
En una entrevista, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, me dijo que calcula que el índice de inflación de Venezuela, que alcanzó un récord mundial de 56% el año pasado, aumentará un 75% en 2014.
Werner indicó que, a menos que Venezuela adopte un programa de ajuste económico, la inflación puede convertirse en hiperinflación en los años próximos. "Cuando los países alcanzan índices de inflación del 50 o el 55%, o bien adoptan programas de ajuste económico para ponerle freno o la inflación sigue aumentando progresivamente", me dijo.
Se proyecta que la economía argentina permanecerá virtualmente estancada, con un crecimiento del 0,5% este año y que probablemente crezca un 1% el año próximo, según el FMI.
En general, tanto el FMI como el Banco Mundial prevén una recuperación en 2015, principalmente debido a las expectativas de que la economía mundial mejorará y a que la actual depreciación de las monedas latinoamericanas ayudará a estimular las exportaciones de la región. Además, las reformas económicas de México y Brasil posiblemente empiecen a atraer masivas inversiones el año próximo.
Mi opinión: soy un poco escéptico respecto del optimismo del FMI y el Banco Mundial para 2015, porque -pese a que ambos tienen a algunos de los mejores economistas del mundo-, las instituciones financieras internacionales suelen trabajar muy de cerca con los funcionarios de los países que estudian y, muchas veces, se contagian de su confianza en que se darán los escenarios que prevén.
El año pasado, para esta misma época, tanto el FMI como el Banco Mundial, así como la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal), pronosticaron que América latina crecería un 3,5% en 2013. Ahora, esas mismas instituciones reconocen que la región creció tan sólo 2,5% el año pasado.
A menos que Brasil, la mayor economía de la región, tome drásticas medidas para alentar las inversiones y hacerse más competitivo en la economía mundial, y que Venezuela y la Argentina hagan un giro radical del derroche populista con que arruinaron sus economías en la última década, me temo que la región crecerá un poco menos de lo proyectado.
Espero estar equivocado, pero sobre la base de las predicciones del año pasado, mi recomendación es que tomemos muy en serio las previsiones de crecimiento del FMI, el Banco Mundial y la Cepal, y acto seguido le restemos un punto porcentual a cada uno de sus pronósticos.© LA NACION.

martes, 15 de abril de 2014

Explotó un volcán en Ecuador
El Tungurahua expulsó una columna de cenizas de 5 kilómetros de altura, liberó gases y lanzó otros materiales
infobae.com
El volcán generó una poderosa explosión, que causó la rotura de vidrios de casas de poblaciones vecinas, pero no hay informes de lesionados, dijo la Secretaría de Gestión de Riesgos. En su cuenta de Twitter, el organismo destacó que la erupción fue una "de las más fuertes auditivamente del último proceso ".
  
Aseveró que, paralelo a la explosión, el Tungurahua emitió una columna de cinco kilómetros de altura de ceniza, gases y otros materiales y lanzó pequeños trozos de piedras livianas.

  
Según las autoridades, la ceniza del volcán, por la dirección de los vientos, podría dirigirse hacia el occidente y suroccidente, por lo que el personal militar y policial preparan su contingente ante una eventual movilización de personas.
  
El Tungurahua, de 5.023 metros de altura (16.480 pies) y ubicado a unos 140 kilómetros al sur de Quito, ha tenido erupciones frecuentes desde 1999. En 2006 una nube de gases ardientes causó la muerte de cuatro personas y dejó dos desaparecidas.

lunes, 14 de abril de 2014

Científicos argentinos realizaron un hallazgo clave en el proceso de fotosíntesis

Investigadores del Conicet encontraron un nuevo mecanismo que interviene en la regulación de la respuesta de las plantas a la luz durante el proceso de fotosíntesis.
Por Agencia DyN | lavoz.com.ar 

Investigadores del Conicet hallaron un nuevo mecanismo que interviene en la regulación de la respuesta de las plantas a la luz durante el proceso de fotosíntesis, estudio que fue publicado hoy en una revista especializada internacional.
El anuncio fue realizado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, e integrantes del equipo del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIByNE).
Micaela Godoy Herz, Lino Barañao y Alberto Kornblihtt durante la presentación (Gentileza Conicet).
La investigación, publicada hoy en la revista Science, reveló una nueva forma por la que el cloroplasto, la organela encargada de la fotosíntesis, afecta la expresión de genes frente a la variación en las condiciones de luminosidad.
Pese a que la fotosíntesis, el proceso a través del cual las células de las plantas y algas transforman sustancias inorgánicas en orgánicas a través del uso de energía luminosa, fue descripto en profundidad a partir del siglo XIX, los científicos argentinos descubrieron un dato clave que se desconocía hasta ahora.
Conclusiones
Los investigadores determinaron que la fotosíntesis también sensa la luz para controlar al núcleo de la célula vegetal y regular cuántas proteínas distintas puede fabricar cada uno de sus genes, en respuesta a diferentes condiciones de luz/oscuridad.
Asimismo, demostraron que este sensor que manda la señal al núcleo es el cloroplasto, la organela encargada de la fotosíntesis.
"Al ser iluminadas, las plantas cambian el splicing alternativo de diversos genes respecto de lo que ocurre en oscuridad", explicó Alberto Kornblihtt, investigador superior del Conicet en el IFIBYNE y director de la investigación.
Los científicos establecieron que esta señal deja de enviarse durante grandes períodos de oscuridad o de baja intensidad lumínica y como resultado las plantas sufren cambios importantes: son más pequeñas, amarillentas y en ellas la clorofila se degrada más rápidamente.
Micaela Godoy Herz y Alberto Kornblihtt en el laboratorio de Fisiología y Biología Molecular del IFIByNE (Gentileza Conicet).
"Es decir que son menos resistentes a condiciones adversas", precisó Ezequiel Petrillo, primer autor del estudio.
Kornblihtt acotó que "esta regulación es importante para la planta, ya que si se interrumpe este proceso tiene serias dificultades para crecer y desarrollarse bien; no en ciclos normales, sino en situaciones extremas ya sea de luz u oscuridad prolongadas".
Los investigadores también demostraron que la señal emitida por el cloroplasto puede viajar desde las hojas hasta las raíces, cuyas células no tienen esta organela, y modificar el splicing alternativo que ocurre en sus núcleos.
"La señal generada por el cloroplasto en respuesta a la luz en las hojas es capaz de comunicarle a los tejidos no fotosintéticos -como la raíz- la misma información, gatillando cambios similares en la expresión génica de estos tejidos distantes", detalló Petrillo.
La investigación recibió aportes por 3.462.548 de pesos entre 2003 y 2011 por parte de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del ministerio y del Conicet, además de apoyos de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Howard Hughes Medical Institute y la Red Europea de Splicing Alternativo (Eurasnet).

domingo, 13 de abril de 2014

Especialistas dicen que aún es posible frenar el calentamiento de la atmósfera

calentamiento global
diariohoy.net
El calentamiento de la atmósfera puede ser frenado pese al aumento de emisiones de gases de efecto invernadero a niveles sin precedentes registrado en la década 2000-2010, afirma el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en un documento dado a conocer hoy en Berlín.
Según el informe, que reproduce la agencia DPA, esto será posible si se abandona de forma rápida y radical el fomento de las energías fósiles y se invierte en las fuentes renovables.
Uno de los principales mensajes del documento es que la transición no sería muy costosa.
El IPCC calcula que demandaría una reducción de unos 0,06 puntos porcentuales de un crecimiento económico de entre 1,6 y 3,0 por ciento.
"No es tan costoso salvar el planeta", dijo el alemán Ottmar Edenhofer, quien presidió junto con el cubano Ramón Pichs-Madruga y el maliense Youba Sokona el grupo de científicos encargados de elaborar el tercer y último documento del Quinto Informe del IPCC sobre Cambio Climático.
El argumento de que la lucha contra el cambio climático costará menos de lo que se temía fue celebrado por las organizaciones ambientalistas, que esperan poder convencer a los políticos de que la protección del clima no perjudicará la economía de sus países.
"Las energías regenerativas están a punto de establecerse como alternativa y solución a la crisis del clima", dijo Karsten Smid, de la organización internacional Greenpeace.
"Si se lo lleva a la práctica de forma consecuente, traerá aparejada una revolución económica", agregó.
Según Smid, la tecnología de fuentes renovables ha avanzado mucho y es asequible.
Además, tiene la ventaja de que produce menos contaminación ambiental, un factor que juega un papel muy importante para países como China.
En la actualidad, la meta política es limitar el aumento de la temperatura de la atmósfera a dos grados centígrados respecto a los niveles de temperatura de la era preindustrial.
Pero el mundo está muy lejos del objetivo de los dos grados.
Según el informe, entre 2000 y 2010 se registró el mayor aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de los últimos 30 años pese a las medidas tomadas por muchos países.
Los esfuerzos a nivel mundial no alcanzan y de continuar a este ritmo, la temperatura de la atmósfera subiría de 3,7 a 4,8 grados hasta 2100, advirtió el IPCC.
Para evitarlo, el mundo deberá reducir sus emisiones hasta mediados de siglo entre un 40 y un 70 por ciento y recortarlas por completo hasta 2100.