martes, 18 de abril de 2017

Energías renovables: serán la fuente de energía más barata del mundo en 10 años
cronista.com

Esta tendencia a la baja en los precios de las energías limpias se mantendrá durante los próximos años.

Energías renovables: serán la fuente de energía más barata del mundo en 10 años


En los últimos tiempos, las mejoras tecnológicas contribuyeron a la puesta en marcha de nuevos proyectos renovables. La energía solar fotovoltaica y la eólica fueron las que se vieron más beneficiadas por una baja de costos que permitió obtener una mayor capacidad 'verde' pagando menos.

De esta forma, las inversiones destinadas a financiar instalaciones renovables duplicó la que se destinó a las de combustibles fósiles

De hecho, en 2016 se invirtió menos en instalaciones de este tipo en todo el mundo que en 2015 (un total de 227.575 millones de euros, lo que supone un descenso del 23%) y, sin embargo, se sumó más potencia renovable que cualquier otro año previo de los que se tienen registros (138,5 GW, un 9% más que en 2015), según los datos de un informe elaborado por la ONU, la Frankfurt School of Finance & Management y Bloomberg.

Otro estudio, también firmado por la ONU, confirma que esta 'positiva' tendencia a la baja de los precios de las energías limpias se mantendrá durante los próximos años y que, en apenas una década, resultará más barato apostar por ellas que por cualquier otro tipo de fuente en todo el mundo.

Enormes diferencias

Esto no implica que la 'fiebre verde' contagie a todo el planeta. En el informe se señala que lo más probable es que los mercados emergentes -como India o la mayoría de los países de África- , estén tan centrados en crecer económicamente que sólo tengan como meta abastecer toda su demanda energética lo más rápido posible, sin pararse a pensar dos veces si lo hacen o no con renovables o si sus elecciones en este campo tendrán una repercusión negativa en el medio ambiente.
La ONU también considera que habrá bastantes diferencias entre Europa y Australia, volcadas completamente con las fuentes 'limpias', y EEUU y Japón, más "reticentes".

En el caso del país nipón, el problema principal es el espacio, ya que cuenta con poca superficie para instalar plantas eólicas o solares y, mucho menos, para albergar las voluminosas centrales hidroeléctricas. Además, señala el estudio, es poco probable que la "tradicional" industria eléctrica japonesa se decida a apoyar un viraje 'verde' de buenas a primeras.

EE.UU. también sufre este último problema, potenciado, a día de hoy, por la ideología del partido que ostenta el poder -recordemos que el presidente Donald Trump que, incluso, negó el cambio climático, emprendió una particular cruzada anti-renovable-.

Por su parte, China , aunque vive una situación parecida a la de India en cuanto a su creciente economía y a su gran población en constante aumento, decidió marcar la diferencia, apostar por una red energética más 'limpia' y alejarse, en la medida de lo posible, de los combustibles fósiles.

miércoles, 12 de abril de 2017

El poder del contacto con la naturaleza
lanacion.com.ar

Para el año 2050 se proyecta que tres cuartas partes de las personas viviremos en ciudades. Las costumbres y las rutinas cotidianas provocan una disminución de la vida al aire libre que, aunque consideramos importante, relegamos ante otras actividades puertas adentro.



 En el libro The Nature Fix, why nature makes us more happy, healthier and more creative, la escritora best seller del New York Times Florence Williams explora mediante investigaciones, entrevistas y viajes cómo está evolucionando (o no) nuestra relación con la naturaleza en todo el mundo y expone varios puntos para repensar ese contacto esencial.

Sufrimos una dislocación epidémica del aire libre, sostiene la autora, y esto es destructivo para la salud física y mental. La terapia que propone es una droga mágica, legal y recomendada por el médico: más vida lejos del sillón. Algunos de los estudios científicos que expone muestran cómo tan sólo 15 minutos de caminata por el bosque reduce los niveles de cortisol (la hormona del stress) y que, aumentando esta dosis a 45 minutos, la mayoría de las personas experimentan mejoras cognitivas y de productividad. Otro de los beneficios que se observan son socioeconómicos, por ejemplo, cómo el acceso a espacios verdes disminuye las disparidades de salud mental relacionadas a los ingresos de las personas.

Para entender este superpoder verde, la autora trabajó con neurocientíficos y algunas de las principales hipótesis que exponen son que los olores del bosque nos excitan; los aerosoles presentes en los bosques siempre verdes actúan como sedantes suaves mientras que también estimulan la respiración. Tal vez sea el paisaje sonoro, ya que el agua y, especialmente, el canto de los pájaros han demostrado mejorar el estado de ánimo y el estado de alerta. O los beneficios de la naturaleza pueden deberse a algo tan simple como el hecho de que los paisajes naturales son, literalmente, fáciles para los ojos: muchos de los patrones de la naturaleza -gotas de lluvia que golpean un charco de agua o el montoncito de hojas- se organizan como fractales, y la retina humana se mueve en un patrón fractal mientras que forma una visión. Tal congruencia crea ondas alfa en el cerebro, la resonancia neuronal de la relajación.

Todo suma a la hora de aumentar los minutos en contacto con el verde. Experimentar pequeñas dosis de naturaleza en una plaza, armando una huerta (en la empresa Globant los empleados hicieron una en su techo en San Telmo) o en el cuidado de las plantas del patio. Cinco horas al mes, es el número mágico para aprovechar los beneficios de la naturaleza según esta investigación. "Podemos sentir ese placer de ver una serie en Netflix, hacer un viaje o comer un helado, pero nos cuenta reconocerlo al salir", dice Williams.

Parecen opuestos el avance de las grandes ciudades y el disfrute de los parques, pero en su viaje a Singapur, Florence Williams probó que no necesariamente. En Singapur, el tercer país del mundo con más densidad poblacional, mientras la ciudad no para de crecer en rascacielos, en los últimos 15 años las zonas verdes crecieron del 35 al 50% a pesar de sumar dos millones de personas. Contar con políticas que integran a la naturaleza a la construcción urbana con jardines verticales y en las escuelas ofrece una comunión entre ambos mundos. En Finlandia, los chicos tienen 15 minutos de contacto con la naturaleza cada 45 minutos de trabajo escolar, fue la manera más eficiente que encontraron para que vuelvan a prestar atención. No hace falta sacar un pasaje a la selva amazónica, podemos empezar por pasar más tiempo junto a las plantas del patio o armando un nuevo camino al trabajo para aprovechar cada parque que haya en el camino.

martes, 11 de abril de 2017

ARGENTINA

Redefinir el uso del suelo, el gran desafío frente al cambio climático y las inundaciones
lacapital.com.ar

Funcionarios, productores y expertos de la provincia coinciden en que deben replantearse leyes y crear nuevas.

Cambio de paradigma. El fenómeno de las inundaciones llegó para quedarse


    La seguidilla de inundaciones que afectaron buena parte del territorio provincial en los dos últimos años así como la certeza de que el cambio climático es una realidad que llegó para quedarse encendieron las alarmas en el Ejecutivo santafesino, que busca maneras de repensar los usos del suelo productivo para que desarrollo y cuidado del ambiente dejen de estar parados en veredas opuestas.

    El agotamiento del modelo productivo de monocultivo y un nuevo clima con recurrencia de eventos extremos dejaron al desnudo la falta de actualización de los marcos normativos que regulan el uso del suelo en la zona. Un déficit que desde el Ejecutivo provincial quieren paliar cambiando la reglamentación de la Ley del Suelo vigente desde principios de los años ?90.

   Las modificaciones que se están estudiando en esa ley se suman así al debate y envío para su tratamiento legislativo de la Ley del Arbol y a la reactivación de otro proyecto postergado por décadas como la Ley del Agua. Una batería legislativa que por ahora está en el plano de las palabras y la teoría, pero que constituye un primer paso hacia lo que algunos especialistas señalaron como un avance fundamental para cambiar el escenario: reconocer que así como está, el modelo productivo agropecuario es social y ambientalmente suicida.

   "Estamos en un punto de inflexión provocado por el cambio climático y por el profundo deterioro de las respuestas naturales de nuestro suelo" sintetizó Luis Contigiani, ministro de la Producción provincial y organizador de la jornada de debate "Santa Fe ante los nuevos desafíos hídricos y productivos", que el viernes pasado reunió a funcionarios, expertos y productores para debatir sobre uso del suelo.

   Para Contigiani, es imperativo que el Estado actualice su propia agenda de trabajo y enfoque de manera nueva el problema que significan suelos agotados y un clima extremo. "Tenemos una legislación y una manera de pensar generada en el corazón del siglo XX y precisamos cambiarla", agregó el ministro. A su juicio, el colapso que significan eventos como las inundaciones marca la crisis de una mirada "reduccionista" que propone una sola solución a problemas complejos. "Debemos construir una nueva relación con el ambiente, la realidad nos apura para construir un nuevo paradigma", agregó.

   ¿En qué consisten estos cambios normativos? Según explicó Gastón Huarte, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos, se propondrá modificar por decreto la reglamentación de la Ley de Suelos que está vigente, que es de principios de los 90. La idea es darle más voz y participación a las asociaciones de expertos y de productores, y vigorizar figuras normativas que ya existen pero que no han sido aplicadas de forma adecuada, como la comisión provincial de manejo del suelo.

   También se propondrá la creación de una red de laboratorios que trabajen sobre el tema, y darle más fuerza a áreas de conservación donde habrá sistema de manejo del suelo obligatorios. "El consenso es clave para abordar nuevos marcos jurídicos", sintetizó Huarte.

Arrendamientos
Una de las mayores dificultades para lograr un manejo sustentable del suelo es el sistema de arrendamientos preponderante. Con contratos ultra cortos que sólo privilegian la rentabilidad sobre cualquier otra cuestión y un porcentaje muy elevado (en Santa Fe cerca del 70 por ciento) de productores que trabajan en campos alquilados, pensar en gestión territorial a mediano y largo plazo es imposible.

   La necesidad de una nueva Ley de Arrendamientos está clara en las organizaciones que representan a pequeños y medianos productores como la Federación Agraria (cuyo presidente Omar Príncipe también participó de la jornada), así como en el Ministerio de la Producción y entre los ingenieros agrónomos.

   Así lo ven también desde el Inta, cuyo presidente zonal José Luis Spontón afirmó que la legislación que enmarca la actividad productiva y agropecuaria "es una responsabilidad que nos compete a todos". "Asegurar una mejor gestión es clave para las futuras generaciones, por eso sentimos un fuerte compromiso para decir que es necesario redefinir el sistema productivo en Santa Fe" aseguró el experto.

   Este nuevo futuro tendrá que estar regido por planes de ordenamiento que abarquen no sólo las zonas rurales, sino también los núcleos urbanos. Sergio Montico, experto en temas de ordenamiento territorial, lo dijo clarito: "No puede haber control total del mercado sobre los recursos naturales".
"El Papa invita a cuidar la casa"

Entre tanto funcionario y chacarero, hubo una figura que se diferenciaba del perfil de la mayoría de los asistentes a la jornada: era la del padre franciscano Luis Scozzina, quien a pedido del ministro Contigiani les recordó a todos el contenido de la encíclica papal Laudato Si. "El Papa nos invita a un nuevo diálogo para cuidar la casa común, no es sólo una nueva forma de producir, también es una nueva forma de espiritualidad", dijo con tono pausado el religioso.

lunes, 10 de abril de 2017

ARGENTINA

Producirán energía de caña de azúcar para abastecer a la red nacional
cronista.com

Serán 45 megavatios (MW) de energía a partir de biomasa inyectados por un ingenio tucumano, tras cerrar un acuerdo con el Ministerio de Energía y con Cammesa


Producirán energía de caña de azúcar para abastecer a la red nacional


El holding tucumano propiedad de la familia Rocchia Ferro anunció que concretó un acuerdo con el Ministerio de Energía de la Nación, que encabeza Juan José Aranguren, por el cual proveerá a Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) de 45 megavatios (MW) de energía a partir de biomasa, proveniente de caña de azúcar. Será para abastecer a toda la red nacional, en un contrato que fue renegociado en sus plazos (databa del 2013) y por el cual la compañía destinará una inversión total de u$s 80 millones, en el ingenio La Florida, que posee en la provincia de Tucumán.

De esa inversión, según afirmó a El Cronista Jorge Rocchia Ferro, presidente de la Compañía Bioenergética La Florida, que pertenece al Grupo Los Balcanes, ya se llevan invertidos cerca del 45% a 50% y el proyecto abarca la cogeneración en planta de 60 MW, de los cuales 15 MW irán a consumo propio y el resto (los 45 MW mencionados) para la venta.

En cuanto a los plazos que se renegociaron, se trata de un convenio a 20 años, que comenzará una vez que estén terminadas las instalaciones, con un plazo máximo de acá a seis años (al 2022).

"Tenemos planeado y pensado que con el avance de la obra se podrá comenzar a vender la energía en 2019", sostuvo el empresario.

Según contó, el proyecto se enmarca dentro de lo que el Gobierno nacional denomina "plan Belgrano", para fomentar el desarrollo del norte del país, no sólo en lo que tiene que ver con la infraestructura de rutas y transporte, sino también con la infraestructura energética. Además, permitirá a la empresa "el objetivo de dotar al ingenio ser mayor eficiencia y ser más sustentable económicamente".

Así, además de azúcar y alcohol, el ingenio producirá también energía. "Queremos remarcar el esfuerzo del Gobierno y de José Cano en el desarrollo del plan Belgrano. Esto se da en el marco de una política de cogeneración más sustentable para ahorrar en el consumo de gas", afirmó.

Fundado en 1994, la Compañía Azucarera Los Balcanes es propietario del ingenio y destilería La Florida, en el cual se llevará adelante el proyecto, y de los ingenios Cruz Alta y Aguilares. Desde el año pasado, el grupo decidió apostar de lleno por el bioetanol y la generación de energía a partir de la caña de azúcar, tal como consta en su plan de inversión 2016-2030 presentado a mediados del año pasado en Brasil.

Con esos tres ingenios, posee una capacidad de molienda de 25.000 toneladas de caña por día, volumen que la compañía espera elevar a 41.000 toneladas para 2020. Actualmente, el grupo administra más de 20.000 hectáreas de cañaverales y está integrado por la Cía. Bioenergética La Florida, donde se deshidrata el 100% de la producción de alcohol industrial para su mezcla con nafta; y las compañías Covemat, dedicada a logística y transporte, y San Bernardo, administradora de campos agrícolas.

viernes, 7 de abril de 2017

Cuando el mar se ‘come’ la biodiversidad
elpais.com

El parque nacional de Cahuita, en Costa Rica, es un ejemplo de cómo el cambio climático ya afecta a las costas


El mar avanza sobre el Parque Nacional de Cahuita, en el Caribe costarricense.
El mar avanza sobre el Parque Nacional de Cahuita, en el Caribe costarricense. PABLO LINDE


El camino que recorre Marcos Sánchez mientras explica los tipos de árboles que habitan el parque nacional de Cahuita (Costa Rica) va a desaparecer. El guía lo cuenta con la misma naturalidad con la que lo asume. El mar se le viene encima, como ya hizo con caminos y playas por las que los turistas transitaban hace solo unos años y de los que hoy solo queda el recuerdo y vestigios como una toma de alcantarilla que se asoma a la superficie del agua o los pilares de un antiguo muelle en medio del mar que sirven de lugar de descanso a unas gaviotas.

Aunque los más viejos del lugar cuentan que el mar siempre avanzó y retrocedió sin motivo aparente, las mediciones y los modelos climáticos dicen que este caso es distinto. La costa de Cahuita, en el Caribe sur costarricense, ha perdido entre 30 y 50 metros (según el lugar) en las últimas cuatro décadas. La mayoría de ellos, en solo 10 años. “Y cada vez avanza más rápido”, asegura Mario Cerdas, administrador del parque. “Es cierto que las costas evolucionan de forma natural y el mar se lleva arena de unos sitios para depositarlo en otros, pero aquí solo hemos perdido terreno”, continúa este profesional que lleva más de 20 años trabajando en Cahuita.

Los eventos climáticos, cada vez más extremos y seguidos, han dejado en el litoral un reguero de árboles derribados. Incluso los más poderosos, que hacían de contención a las olas, han sucumbido a su potencia y van dejando cada vez más al descubierto las 1.067 hectáreas de bosque inundable de este parque, que además comprende 22.300 marítimas y 600 de arrecife de coral. No es solo que todo ello esté en peligro, sino que ya está cambiando. “La pérdida de la playa conlleva a la reducción de hábitat de las tortugas marinas para su desove, cambio de los ecosistemas, sedimentación en los arrecifes, acidificación y el calentamiento del mar”, explica Gina Cuza, directora de áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) de Costa Rica.


La costa de Cahuita, en el Caribe sur costarricense, ha perdido entre 30 y 50 metros (según el lugar) en las últimas cuatro décadas. La mayoría de ellos, en solo 10 años.

El fenómeno es global. De acuerdo con el informe Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica, ya se ha observado en todo el mundo un cambio en la periodicidad de la floración y los patrones de migración, como también en la distribución de las especies. “Estas variaciones pueden alterar las cadenas alimentarias y crear desequilibrios dentro de los ecosistemas donde las distintas especies han desarrollado una interdependencia sincronizada, por ejemplo entre la época de anidación y la disponibilidad de alimento, los polinizadores y la fertilización.




Los hábitats de agua dulce, los humedales, manglares, arrecifes de coral, tierras secas y subhúmedas y los bosques nublados, son especialmente vulnerables a los impactos del cambio climático”, explica Alfred Hansj Grunwaldt, de la división de Cambio Climático y Sostenibilidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que está trabajando junto al gobierno costarricense en tratar de mitigar estos efectos.

La lucha contra el calentamiento no es, sin embargo, una batalla que pueda librar en solitario un país; y menos uno de 4,6 millones de habitantes y el tamaño aproximado de Aragón. El freno a la subida de la temperatura requiere un compromiso mundial como el que se alcanzó en la COP 21 de París en 2015. Lo que sí se puede hacer en los ámbitos locales y nacionales, más allá de poner un granito de arena en esta estrategia global, es hacer planes puntuales que, por un lado traten de mitigar al máximo las consecuencias del cambio climático y, por otro, se adapten a lo que les viene irremediablemente encima.
Esta culebra amarilla venenosa es abundante en el parque nacionald e Cahuita.
Esta culebra amarilla venenosa es abundante en el parque nacionald e Cahuita. PABLO LINDE
En Cahuita, que es según Cuza, el parque más afectado del país, ya están actuando. Hay algunos proyectos en estudio, como construir un malecón que contenga el mar y retrase el deterioro de la jungla o la construcción de arrecife de coral artificial con cemento —donde el propio coral crecería— con este mismo fin. Pero el avance del mar ya les ha obligado a actuar. Los restos del antiguo edificio administrativo, por ejemplo, están ahora bajo el agua. Tuvieron que construir uno más metido en la selva y ya hay proyectado otro nuevo porque saben que en no mucho tiempo este dejará de estar accesible. También se han anticipado construyendo una pasarela de madera que atraviesa el centro del bosque y que da una nueva perspectiva del parque que los visitantes antiguamente no tenían. “Sabemos que la ruta por la que ahora van será intransitable en unos años. Vienen 100.000 cada temporada y no son solo el motor económico de esta área, sino clave para la conservación: quien crea que la comunidad puede vivir sin el parque, o al contrario, se equivoca; tenemos que buscar fórmulas para seguir manteniendo el atractivo a la vez que luchamos por su buen mantenimiento”, explica el administrador mientras camina por esta pasarela para la que ha hecho falta talar un centenar de árboles. A través de ella se pueden ver monos capuchinos y congo, serpientes amarillas, enormes arañas y tucanes, entre otras muchas especies animales. Bajo la pasarela, el agua estancada que hace al bosque intransitable sin este puente, la que le da su belleza y biodiversidad y, también, la que con el avance del mar se salará y destrozará paulatinamente a especies de árboles más próximas al litoral.


La interdependencia entre la selva y la comunidad en la que se asienta ha provocado que haya un consejo integrado por vecinos que tiene voz y voto en las decisiones que se toman


El sistema de gobernanza del parque es peculiar dentro del país. Esta interdependencia entre la selva y la comunidad en la que se asienta ha provocado que durante años haya un consejo integrado por vecinos que tiene voz y voto en las decisiones que se toman. En el pueblo que queda en el costado norte de la selva hay un asentamiento de unas 2.000 personas, de las cuales aproximadamente la mitad son afrodescendientes, según Enrique Joseph, presidente del consejo local del parque.




“En Cahuita hay una particularidad, nosotros somos los ecologistas, los que defendemos la biodiversidad, pero a la vez que velamos por el bienestar de los habitantes. Entendemos la comunidad y el parque como una misma cosa”, explica. Un ejemplo de este equilibrio ha sido la lucha que han mantenido con las autoridades estatales para mantener la pesca artesanal. Cuando lo declararon zona protegida, en los años setenta, se trató de eliminar por completo, pero el consejo ha logrado que se mantenga de forma controlada para los alrededor de 30 pescadores que hay en la zona.

Uno de ellos es Manuel Mairena, de 72 años, que lleva medio siglo en la comunidad. “Se puede aprovechar el recurso marino racionalmente, respetando las temporadas y pescando solo a punta de anzuelo”, explica este veterano que ahora combina su actividad con el turismo, llevando a los visitantes a hacer snorkel al arrecife de coral. Esta maravilla natural es otra de las amenazadas por el cambio climático. La subida de la temperatura del mar y la acidificación del agua, produce el blanqueamiento del arrecife por la desaparición del protozoo que lo pigmenta.

Mairena es uno de los que no se inquietan con estos fenómenos climáticos. “Ya volverá a crecer la playa otra vez”, dice convencido frente a un litoral de árboles derrumbados por el mar. Es lo que ha visto siempre, y así se lo indica su instinto. Lo que no había vivido hasta ahora es el efecto de un calentamiento global que no respeta las tradiciones ni las costumbres.

jueves, 6 de abril de 2017

63% de glaciares andinos se perdió en sólo 50 años
lostiempos.com

El 63 por ciento del área glacial de los Andes tropicales, que abarcan partes de Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia, se perdió a lo largo del último medio siglo por el cambio climático, dijeron expertos reunidos ayer en Bogotá.

Resultado de imagen para glaciares andinos


El dato fue divulgado en la presentación de las conclusiones del programa “Monitoreo de glaciales tropicales andinos en un contexto de cambio climático”, que fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), Omar Franco, dijo que de las nieves perpetuas de los Andes colombianos se pierde por año entre el 3 y el 5 por ciento “y se presume que entre 30 y 40 años se extinguirán del todo”.

Franco destacó también que el 99 por ciento de los glaciares tropicales en el mundo está en los Andes y Colombia posee el 2 por ciento de esos heleros.

El funcionario enfatizó que Sierra Nevada de Santa Marta, en el departamento caribeño de Magdalena, ha perdido “el 92 por ciento de su área (glacial) en el último siglo y medio”.

“De los 6,7 kilómetros cuadrados de glacial que hay en la Sierra Nevada de Santa Marta, se ha perdido el 5,5 por ciento en el ultimo año y se presume que se extinguirá en 30 años”, agregó.

En el “Monitoreo de glaciales tropicales andinos en un contexto de cambio climático”, que se hizo durante los dos últimos años, el BID invirtió 1,5 millones de dólares.

Además de la Sierra Nevada de Santa Marta, se estudiaron a lo largo del proyecto las regiones de Carihuayrazo, Cotopaxi y Chimborazo en Ecuador, la Cordillera Central en Perú y el glaciar Ulla Khaya en la Cordillera Apolobamba, en Bolivia.


OBJETIVOS

El objetivo de la iniciativa fue consolidar una de las redes de monitoreo de actividad glacial “más importantes a escala global” con el fin de documentar el proceso de retroceso que han tenido los heleros debido al cambio climático.

Las entidades que participaron fueron la ONG Conservación Internacional de Colombia, el Ideam, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia, el Instituto Nacional de Meteorología en Hidrología de Ecuador y otras.

miércoles, 5 de abril de 2017

ESPAÑA

Un joven naturalista pide ayuda para salvar a las golondrinas
blogs.20minutos.es

Aitor Mora es un joven de 18 años de Binéfar (Huesca) empeñado en salvar a las golondrinas, las benéficas aves que en este mes están comenzando a llegar después de haber pasado casi medio año en sus cuarteles africanos de invierno. Las protege en su pueblo y en toda España, preocupado por el declive cada vez más generalizado de estas especies de aves ligadas a medios agrícolas y urbanos.



Él mismo lo explica así: “Hace casi dos años, alarmado por el descenso poblacional de la golondrina común, decidí tomar cartas en el asunto. Así nació el Proyecto AvIn (Aves Insectívoras), al que se sumaron colaboradores de todo el país. Gracias a ellos, golondrinas, aviones y vencejos ya cuentan con planes a escala local para su conservación, al que esperamos se incorporen más amigos de las aves”.

En poco tiempo AvIn se ha extendido a ocho provincias -Huesca, Segovia, Zaragoza, Cáceres, Sevilla, Ceuta, Ávila, Castellón y Madrid-, implicando a trece personas en el desarrollo de diferentes acciones de protección local para la especie. “Evitamos la destrucción de sus nidos, les proporcionamos lugares para anidar, censamos sus poblaciones y recuperamos y liberamos pollos caídos, además de ofrecer información a los vecinos sobre la importancia de estas aves y su situación”, destaca Mora.Todo surgió en el año 2015, al enterarse de que la golondrina había sido elegida Ave del Año 2014 por SEO/BirdLife ante su alarmante descenso poblacional. “Esto me preocupó y a la vez me animó a desarrollar AvIn, con el fin de proteger esta ave tan familiar y cercana al ser humano”, señala el naturalista a través de una nota de prensa difundida por la entidad conservacionista.


Pequeños pasos de gigante

Tras llegar al público a través de las redes sociales y varios vídeos difundidos por el canal YouTube, estos jóvenes empiezan a cosechar sus primeros grandes éxitos. Aitor está feliz. “Hemos conseguido que ayuntamientos como el de Cabañas de Polendos (Segovia) y Binéfar (Huesca) incorporen el proyecto en la gestión local, que se realice el primer seguimiento de nidos de avión y vencejo en la ciudad de Zaragoza o el primer censo de avión común en Ceuta y en la comarca oscense de La Litera. También hemos enviado cartas informativas a edificios con nidos y entregado mil folletos didácticos sobre estas aves”.

Dice Naciones Unidas que es tiempo de escuchar a los líderes jóvenes. Aitor Mora no para de pedir ayuda y colaboración pues, señala, “queda mucho por hacer”. Quien quiera aportarla solo tiene que escribir a proyectoconservacionavin@gmail.com