martes, 17 de febrero de 2015

¿Está la mayor reserva de agua de la Tierra bajo EE.UU.?
abc.es

Ligada a las rocas en una sorprendente forma material, su volumen podría ser tres veces mayor que todos los océanos del planeta, según una nueva investigación publicada en Science

¿Está la mayor reserva de agua de la Tierra bajo EE.UU.?

Investigadores de la Universidad de Northwestern y la de Nuevo México creen que muy por debajo de la superficie de Estados Unidos, a unos 643 km de profundidad, puede existir la mayor reserva de agua de todo el mundo. El equipo, cuyas conclusiones publica la revista Science, ha descubierto cavidades repletas de magma en el manto terrestre, una señal probable de la presencia de agua. Pero no se encontraría en ninguna de las formas que nos resultan familiares -líquido, hielo o vapor-, sino que sus ingredientes estarían ligados a las rocas en una forma material.
Desde hace mucho tiempo, los científicos especulan con que el agua queda atrapada en una capa rocosa del manto de la Tierra situada entre el manto inferior y el superior, a profundidades de entre 400 km y 659 km. La nueva investigación es la primera en proveer una evidencia directa de que, en efecto, puede haber agua en esta zona, conocida como «de transición», en una escala regional. Esa «región» a la que se refieren es nada menos que la mayor parte del interior de los Estados Unidos.
«Los procesos geológicos de la superficie de la Tierra, como los terremotos o las erupciones volcánicas, son una expresión de lo que está sucediendo dentro del planeta, fuera de nuestra vista», explica Steve Jacobsen, coautor del artículo e investigador de la Northwestern. «Creo que por fin estamos viendo la evidencia de un ciclo del agua global, lo que puede ayudar a explicar la gran cantidad de agua líquida que existe en la superficie. Los científicos han estado buscando esta agua profunda perdida durante décadas».
El agua de la superficie de la Tierra puede ser impulsada por las placas tectónicas, causando la fusión parcial de las rocas. Aunque esa fusión se produce generalmente cerca de la superficie, a unos 80 km de profundidad, experimentos de laboratorio y observaciones de datos de sismógrafos en todo Estados Unidos realizados por los investigadores sugieren que la fusión se puede producir a unos 400 km de profundidad en la Tierra. El H2O queda almacenado en las rocas del manto y un mineral conocido como ringwoodita, que curiosamente se encuentra a menudo en los meteoritos, puede ser la clave para el proceso.
Esta agua no está en una forma familiar para nosotros, no es líquido, hielo o vapor. Esta cuarta forma es agua atrapada dentro de la estructura molecular de los minerales en la roca del manto. El peso de 400 km de roca sólida crea una presión tan alta, junto con temperaturas superiores a 1.093ºC, que una molécula de agua se divide para formar un radical hidroxilo (OH), que puede unirse a la estructura de cristal de un mineral. Si solo un 1% del peso de la roca del manto situado en la zona de transición fuera H2O, sería equivalente a casitres veces la cantidad de agua en los océanos, según los investigadores.

Salido de un volcán

Estos hallazgos se basan en un descubrimiento, publicado en marzo en la revista Nature, de un trozo de mineral ringwoodita dentro de un diamante traído desde una profundidad de 643 km por un volcán en Brasil. Ese pequeño pedazo de ringwoodita- la única muestra que existe de dentro de la Tierra- contenía una sorprendente cantidad de agua unida en forma sólida en el mineral.
«Sea o no única esta muestra, es representativa de una composición interior de la Tierra que no se conoce», dice Jacobsen. «Ahora hemos encontrado pruebas de la amplia fusión por debajo de América del Norte en las mismas profundidades correspondientes a la deshidratación del ringwoodite, que es exactamente lo que ha estado sucediendo en mis experimentos». «El ringwoodite es como una esponja, absorbe el agua», apunta el investigador.

lunes, 16 de febrero de 2015

La megasequía que no se ha visto en mil años
El cambio climático es -en líneas generales- el principal responsable de lo que viene si no se hace frente a la emisión de gases invernadero
BBC MUNDO.com


Los expertos aseguran que no se trata de un apocalipsis, sólo de condiciones climáticas mucho más drásticas Foto: AP

El suroeste y las planicies centrales de Estados Unidos podrían estar en camino a enfrentar supersequías que no se han visto en más de 1.000 años.

Lugares como California ya están experimentando condiciones muy secas, pero son consideradas bastante suaves comparadas con algunos periodos durante los siglos XII y XIII.

Los científicos ya están comparando estas sequías tempranas con simulaciones climáticas que ocurrirán en las próximas décadas.

El estudio sugiere que eventos sin precedentes en el último milenio podrían repetirse más adelante.

"Estas megasequías durante 1100 y 1200 persistieron durante 20, 30, 40, 50 años seguidos y fueron sequías que nadie en la historia de Estados Unidos ha experimentado nunca", aseguró Ben Cook, del Instituto Goddard para Estudios del Espacio en la NASA.

"La sequía que la gente sabe que ocurrió en la década de los 30 conocida como "Dust Bowl" (literalmente Cuenco de Polvo) o la sequía de los años 50 o incluso la actual en California y el suroeste, son sequías naturales que se esperan duren solo unos años o quizá una década. Imagínese en cambio la actual sequía por otros 20 años".

El nuevo estudio de Cook fue publicado en la revista Science Advances y está siendo discutido también en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.

Ya hay un consenso general de que el suroeste y las planicies centrales de EE.UU. (un espacio geográfico que va desde el norte de Texas hasta las Dakotas) se secarán como consecuencia del incremento de los gases que generan el efecto invernadero en la atmósfera. Sin embargo, la investigación del doctor Cook ha tratado de centrarse específicamente en las implicaciones de esa sequía.

Reconstrucción de condiciones climáticas

Su equipo hizo reconstrucciones de condiciones climáticas del pasado basadas en los datos recolectados de los anillos de la corteza de los árboles -los anillos son más anchos en años más húmedos- y comparó estos con 17 modelos climáticos, junto a diferentes índices usados para describir la cantidad de humedad en los suelos.

El uso de información del paleolítico, dice Cook, permitió a las simulaciones capturar la completa extensión de las variables naturales que existen en el sistema climático, dándole a su equipo una mejor noción de lo que es normal y lo que es extremo.

Lo que el grupo encontró fue claro y consistente: que después de 2050 el suroeste y las planicies centrales seguramente cambiarán a condiciones más secas que exceden incluso la gran sequía de la época clasificada como "Anomalidad Climática Medieval" en los siglos XII y XIII.

La causa de la sequía está relacionada con dos factores: reducción de precipitaciones, esto es, disminución de lluvias y nevadas, pero también un aumento de la evaporación, disparada por temperaturas más altas, llevando a suelos más secos.

"En ambos, el suroeste y las planicies centrales, estamos hablando de niveles de riesgo de 80% de una seauía de 35 años de duración para el final de este siglo si el cambio climático no es mitigado", indica que coautor del estudio Toby Ault, de la Universidad Cornell.

"Y eso es un punto realmente importante, no estamos necesariamente atrapados en estos altos niveles de riesgo de megasequía si llevamos a cabo acciones para desacelerar los efectos de un incremento de los gases que generan el efecto invernadero en las temperaturas globales".

Cambio climático

Al preguntársele que definiera con más precisión lo que significan condiciones de megasequía, el doctor Ault usó el ejemplo de Tucson, Arizona, donde las precipitaciones han estado al 80% de los niveles esperados desde la década de los 90. Si eso continúa por otras dos décadas, podría calificarse como condiciones de megasequía, asegura.

El investigador de Cornell dijo a los periodistas que el Estados Unidos moderno probablemente será desafiado por tal aridez, pero que podrán conseguirse estrategias para hacerle frente.

"Los récords que tenemos de pasadas megasequías están basados en estimados del ancho de tres anillos de árboles y si piensas en eso, es bastante prometedor porque significa que los eventos no fueron tan malos como para matar a todos los árboles. Soy optimista en el hecho de que podemos hacerle frente a la amenaza de una megasequía en el futuro, porque no significa que se acabe el agua, significa solo mucho menos agua de la que hemos estado acostumbrados en el siglo XX", concluyó el doctor Ault.

viernes, 13 de febrero de 2015

Las zonas del océano carentes de oxígeno disminuyen su tamaño

por UniversoCanario/Agencias | universocanario.com
Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, muestra que el cambio climático, a medida que debilita los vientos alisios, podría reducir el tamaño de aguas extremas con poco oxígeno. "Los trópicos, en realidad, deberían estar mejor oxigenados conforme el clima se calienta", resalta el autor principal de este estudio, Curtis Deutsch, profesor asociado de Oceanografía en la Universidad de Washington, en Estados Unidos.
   El agua más caliente contiene menos gas, por lo que se espera que el cambio climático reduzca los niveles de oxígeno en todo el mundo y, de hecho, las observaciones muestran que esto ya está ocurriendo en muchos lugares. La disminución durante los últimos 20 años en las zonas tropicales de poco oxígeno, las aguas más bajas en oxígeno del planeta, dio lugar a un estudio de 2008 que propuso que estas zonas también empeoran con el tiempo.
   Las regiones tropicales están normalmente asociadas con abundancia de vida, pero poseen algunos de los lugares más inhóspitos para los habitantes del océano. Las zonas de oxígeno mínimo frente a México y Perú contienen niveles de oxígeno demasiado bajos para albergar a la mayoría de los animales, por lo que, a diferencia de otras zonas de poco oxígeno, aquí no hay riesgo de matar a los peces.
   Pero cuando los niveles caen aún más, un grupo particular de bacterias, que puede usar nitrógeno en lugar de oxígeno como fuente de energía, prosperan. El nitrógeno es un nutriente esencial y muy escaso para las plantas marinas. Cuando los niveles de oxígeno son lo suficiente bajos para ese grupo particular de bacterias, cantidades importantes de fertilizantes del océano consiguen fijarse profundamente al fondo del océano tropical.
   El nuevo trabajo, que se publica en 'Science', muestra que el agua que fluye en los trópicos es probable que sea más baja en oxígeno, rebajando la oferta inicial de oxígeno, pero la demanda también disminuirá por el cambio climático. Específicamente, conforme los vientos alisios se debilitan, toda la secuencia de acontecimientos que alimenta esta cadena alimentaria bacteriana se ralentizará y la zona baja de oxígeno se reducirá.
   "Si queremos entender cómo los aspectos biológicos y químicos de los océanos van a cambiar en el futuro, tenemos que prestar mucha atención a lo que sucede con los vientos -argumenta Deutsch--. Los vientos pueden llevar a conclusiones que son exactamente lo contrario de lo que se espera".
   Los vientos alisios del oeste hacen que el agua profunda se filtre a lo largo de las costas occidentales, con lo que los nutrientes surgen desde las profundidades del mar. Estos nutrientes alimentan las plantas marinas, las cuales son el alimento de animales marinos, que se descomponen para alimentar a las bacterias que utilizan el oxígeno restante. Cuando los vientos alisios se debilitan, se filtra menos agua rica en nutrientes desde las profundidades y crecen menos plantas en la superficie, de forma que pueden sobrevivir menos bacterias que devoran oxígeno.
   Deutsch es un modelador climático que estudia la circulación del océano tropical y aprendió de los núcleos de sedimentos recolectados frente a México por los coautores William Berelson, de la Universidad del Sur de California, y Alexander van Geen, de la Universidad de Columbia, que mostraron una tendencia desconcertante a más largo plazo. Los autores trabajaron juntos para interpretar las muestras.
   Los resultados plantean que la mayor parte del tiempo desde 1850 la población de estas bacterias comedoras de nitrógeno ha ido disminuyendo, coincidiendo con el calentamiento de los océanos y el debilitamiento de los vientos alisios.
   "Creo que es una cuestiónn interesante para comprender la forma en la que funciona el océano en escalas de tiempo geológicas o climáticas", afirma Deutsch. La mayoría de los modelos climáticos predicen que los vientos alisios seguirán debilitándose en el futuro, reduciendo zonas de oxígeno mínimo en el Océano Pacífico frente a las costas de México, Chile y Perú, y en el Océano Índico, frente a Australia occidental.
   La disminución de oxígeno en el océano más amplio sigue siendo una preocupación importante, según Deutsch, igual que la pesca excesiva, el calentamiento de las temperaturas del agua y la acidificación de los océanos. "Este estudio muestra que lo que ocurre con los vientos, que a veces se pasa por alto, es muy importante para la predicción de cómo los océanos responden al cambio climático", concluye.

jueves, 12 de febrero de 2015

LA SEQUÍA YA ES UN ‘VIRUS’ GLOBAL
agriculturers.com

Las sequías son persistentes, los recursos hídricos se agotan. En el condado de Tulare, en el centro de California, cientos de casas han dejado de tener acceso al agua que extraían libremente del subsuelo. Mientras, Brasil, el país con las mayores reservas hídricas del mundo, agoniza por una sequía sin precedentes.

En China, la falta de agua afecta a millones de personas y amenaza la estabilidad de la segunda economía del mundo. El Confidencial se reúne con habitantes de estos tres países para conocer cómo se enfrentan a este ‘virus’ global.
Las sequías son persistentes, los recursos hídricos se agotan. En el condado de Tulare, en el centro de California, cientos de casas han dejado de tener acceso al agua que extraían libremente del subsuelo. Mientras, Brasil, el país con las mayores reservas hídricas del mundo, agoniza por una sequía sin precedentes. En China, la falta de agua afecta a millones de personas y amenaza la estabilidad de la segunda economía del mundo. El Confidencial se reúne con habitantes de estos tres países para conocer cómo se enfrentan a este ‘virus’ global.
Su casa está llena de botellines de plástico, de bidones y de cubos. Como todas las viviendas de este barrio, unas 400, donde la cercanía con las montañas y la presa del lago Success garantizaba agua subterránea, la casa de Olivia obtenía el suministro directamente del subsuelo a través de una bomba (“pompa”, como dicen por aquí) que descendía unos 40 pies (unos 12m). En California este tipo de perforaciones privadas no están reguladas, y algunos estudios estiman que la dependencia de ellas en todo el estado alcanza ya el 60%, mientras la sequía hace que el nivel del agua subterránea siga descendiendo.
Hoy, ya hay casi 300 casas en cuyos jardines se ven los bidones cuadrados de 300 galones (más de 1.000 litros) que han repartido diferentes ONG. “Para una familia de cuatro o cinco personas, el bidón dura una semana. Es agua limpia, que nos dona el Ayuntamiento, pero les decimos que no beban de ella por si acaso. De todas maneras en lo que más se gasta es en los baños, la limpieza, etcétera”, explica a El Confidencial Fred Beltrán, ingeniero jubilado voluntario de Porterville Area Coordinating Council, que todas las mañanas recorre el barrio y reparte este bien preciado. Algunos vecinos llevan tantos meses en esa situación que los bidones están conectados a la red de tuberías de la casa, consiguiendo que el agua, aunque con cloro, pase así por la caldera y salga directamente a cisternas y grifos.
Pero Olivia aún no ha conseguido instalar esas tuberías. Desde hace cinco meses sale al patio cojeando a causa de su artritis, y recoge agua en un balde cada vez que usa el retrete. Desde hace cinco meses vive con dos enormes bidones en la cocina, uno para fregar, y el otro, con tapa, para cocinar, “porque es agua potable”. En el salón se apilan cuatro cajas “de veinticuatros” (botellas de plástico de 25 cl) que le llevan diferentes personas, porque ella no tiene coche. “Pero eso me da como para cuatro días”. La lavadora la pone cuando los vecinos le dejan la manguera. Y los cacharros los friega “a puñitos de agua”.
Sus hijos, emancipados ya hace tiempo, le han dicho que se vaya a vivir con ellos a otras zonas, dentro de los límites de la ciudad, donde las viviendas están conectadas a la red municipal de suministro. Pero ella no quiere dejar el hogar en el que vive desde hace 22 años; sus gallinas y sus perros; su cacatúa y su jardín, y el pequeño altarcito con el retrato de su marido, que falleció hace cuatro años. Sólo espera que un día, por fin, llueva. Con un asombro mezclado con envidia e indignación, Olivia mira a una casa de enfrente de la calle, donde un aspersor lanza contra la luz del sol brillantes gotas de agua sobre un frondoso y verde césped. “¿Y cómo lo ve? Unos tanto y otros tan poco…”, murmura. La suerte ha querido que algunas bombas, apenas a veinte metros de distancia de la suya, todavía saquen agua de un subsuelo progresivamente más y más seco. Aunque es imposible saber por cuánto más tiempo.
Las calles de Porterville, California, donde hace tres años que apenas llueve (Eva Catalán).
Las calles de Porterville, California, donde hace tres años que apenas llueve (Eva Catalán).

Sequía en el país con las mayores reservas del mundo

“Yo tengo una casa grande en Ceará, en mi tierra, y estoy intentando venderla por 8.000 reales (2.600 euros), pero no voy a poder conseguir más de 5.000 (1.600 euros). Con este dinero, no puedo comprar nada en Río de Janeiro”. Vera es una de las decenas de miles de personas que tuvieron que emigrar hacia el sur de Brasil por causa de la falta de agua. Hace seis años, llegó a la Cidade Maravilhosa desde un pueblo del interior del nordeste brasileiro, asolado por la peor sequía de los últimos 50 años, según revela la ONU.
“La situación allí es terrible. Hace tres años que no llueve, ni una gota. No hay trabajo, no hay nada que hacer”, cuenta Vera. Hoy vive en una casa minúscula en lo alto de Santa Marta, la primera favela pacificada, junto a su marido y sus dos hijos. “Nos conocimos aquí. Yo trabajaba en la limpieza, él vende palomitas en la calle. Tuvimos a nuestros hijos y paré de trabajar. No tenía con quién dejarlos. Mi familia sigue en Ceará”, explica.
Ya conoció tiempos peores, cuando vivía en una favela no pacificada en el norte de la ciudad y tenía que refugiarse con su hija debajo de la cama cada vez que había un tiroteo. Alguna vez se he planteado volver a su tierra, pero allí no ve futuro. “¿Qué vamos a comer? Quedarnos aquí en Río significa pagar un alquiler altísimo y ganar un salario mínimo, pero volver al nordeste es condenarnos a muerte”, asegura Vera.
Brasil agoniza por una sequía sin precedentes, que arrasa no sólo el nordeste, sino también el centro, el sur y el sudeste del país. Una paradoja, si tenemos en cuenta que encabeza la lista de los diez países con mayores reservas de agua dulce del mundo. Posee más del 13% de las reservas hídricas del planeta.
Pero tanta agua no parece suficiente. El río São Franscico, la principal fuente de suministro para el nordeste de Brasil, también experimenta la peor sequía del siglo, agravada por la acción del hombre. Donde antes pasaban barcos, ahora pasan coches. La presa de las Tres Marías, construida en el Estado de Minas Gerais en el nacimiento de este río para almacenar 19.500 millones de metros cúbicos de agua, está a menos del 3% de su capacidad y podría dejar de generar energía eléctrica en cualquier momento. El río suministra agua a 521 municipios de cinco estados. De ellos, 122 están en riesgo de desabastecimiento y 85 ciudades ya se han declarado en situación de emergencia.
Sao Paulo, la ciudad más populosa de Brasil, también lleva un año secándose. El Sistema Cantareira está actualmente en el 11,8% de su capacidad, a pesar de las recientes lluvias. Una experta en agua y saneamiento de la ONU ha dado un nombre a este escenario: falta de planificación. A finales de agosto, en medio de la campaña electoral, Catarina de Albuquerque culpó al gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, de ser el principal responsable de la crisis hídrica de Sao Paulo.
Albuquerque afirmó que el Gobierno de Sao Paulo debería haber planificado el consumo de agua y trabajar duro para evitar el desperdicio, que hoy consume el 40% del agua disponible. El informe de la ONU fue un mazazo para la campaña de Alckmin, que a pesar de todo fue reelegido.
La falta de organización de los gobiernos locales no es la única causa de la sequía en Brasil. En la región amazónica, entre 1970 y hasta 2013 la explotación de la madera y la deforestación se han comido 762.979 km² de floresta, un área equivalente a dos Alemanias. Según un informe del Centro de Ciencia del Sistema Terrestre (CCST), la deforestación en la Amazonia es directamente responsable de la sequía en otras regiones del país, especialmente las del sur, como el área metropolitana de Sao Paulo.
Sequía prolongada en Nazaré Paulista, en Sao Paulo. (Reuters)
Sequía prolongada en Nazaré Paulista, en Sao Paulo. (Reuters)
La pérdida de la cobertura vegetal interrumpe el flujo de humedad desde el suelo a la atmósfera. Los “ríos voladores”, las grandes nubes de humedad responsables de las lluvias, transportadas gracias al viento desde la Amazonia hasta el centro y el sur de Brasil, no siguen su viaje y esto causa escasez hídrica. La receta que sugiere Antônio Nobre, autor del informe, parece simple: cero deforestación y más reforestación, algo que en las actuales condiciones parece cuando menos utópico. Brasil no ha firmado el documento presentado en la última Cumbre sobre el Clima de la ONU, en septiembre de este año, para reducir a la mitad la pérdida de florestas hasta 2020 y dejarla en cero para 2030.
La ONU prevé que para 2030 la mitad de la población mundial estará viviendo en áreas de fuerte sequía. Desde 1.900, más de once millones de personas han muerto por falta de agua.

Pekín: demasiados para tan poca agua

Zhao Xiaoyan, de 61 años, carga con dos garrafas llenas de agua extraída de un pozo excavado por sus vecinos. Esta escena se repite cuatro veces por semana, ya que la familia de Zhao, a pesar de vivir en Pekín, sufre cortes diarios en el suministro de agua. “Cocinamos, bebemos y nos lavamos con el agua que compramos y con la que sacamos del pozo. Tenemos agua tres o cuatro horas al día, pero no siempre, y normalmente tenemos que esperar a que quede limpia de los residuos que arrastra para poder aprovecharla”, asegura Zhao a El Confidencial.
Su casa está situada en la comunidad de Shuimo, a unos 15 kilómetros del centro de Pekín. La causa de sus tribulaciones es sencilla: el rápido desarrollo del área, sumado al incremento exponencial de la población y a unas infraestructuras deficientes, ha provocado que el suministro de agua sea insuficiente.
“Hace unos años no era así. Poco a poco ha ido llegando más gente, se han construido más viviendas y los cortes son ahora más frecuentes. Hemos llegado a estar más de una semana sin agua y en invierno, cuando algunas cañerías se congelan y estallan, la situación es peor”, cuenta Zhao, quien además teme que el aumento de la población termine agotando también las reservas subterráneas.
Esta situación, que se repite en muchas ciudades del noreste de China, podría empeorar en los próximos años. Según el “Plan Nacional para un nuevo modelo de urbanización”, difundido el pasado mes de marzo, se espera que las grandes ciudades del país acojan al 60% de la población en 2020. Esto, según la consultora McKinsey Global, supone que 350 millones de nuevos habitantes llegarán a las 20 grandes urbes de China.
Un hombre intenta recoger agua de un estanque seco en Xinchang, en la provincia china de Zheijang (Reuters)
Un hombre intenta recoger agua de un estanque seco en Xinchang, en la provincia china de Zheijang (Reuters)
Su casa está situada en la comunidad de Shuimo, a unos 15 kilómetros del centro de Pekín. La causa de sus tribulaciones es sencilla: el rápido desarrollo del área, sumado al incremento exponencial de la población y a unas infraestructuras deficientes, ha provocado que el suministro de agua sea insuficiente.
“Hace unos años no era así. Poco a poco ha ido llegando más gente, se han construido más viviendas y los cortes son ahora más frecuentes. Hemos llegado a estar más de una semana sin agua y en invierno, cuando algunas cañerías se congelan y estallan, la situación es peor”, cuenta Zhao, quien además teme que el aumento de la población termine agotando también las reservas subterráneas.
Esta situación, que se repite en muchas ciudades del noreste de China, podría empeorar en los próximos años. Según el “Plan Nacional para un nuevo modelo de urbanización”, difundido el pasado mes de marzo, se espera que las grandes ciudades del país acojan al 60% de la población en 2020. Esto, según la consultora McKinsey Global, supone que 350 millones de nuevos habitantes llegarán a las 20 grandes urbes de China.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Estos son los 5 paises que mas apuestan por la energía eólica en Latino América
diarioecologia.com
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La energía eólica es una de las energías renovables mas usadas en el mundo. Permite el ahorro de dinero a largo plazo, así como el respeto al medio ambiente. Los paises de Latino América que mas apuestan por la sostenibilidad y energías renovables, en este caso energia eólica son: Brasil el país que más esta impulsando la industria de la energía eolica, seguido de México, Chile, Argentina y Costa Rica, líder a nivel Centroamericano.
Nicaragua es el sexto país de Latinoamérica y el Caribe que más aprovecha la energía eólica. El pais centroamericano cuenta con 5 parques eólicos y cubre un promedio de 20% de la matriz energética con energía eólica, eliminado 100.000 toneladas de emisiones de CO2 anuales.
Estos datos han sido dados a conocer por el informe de la Asociación Mundial de la Energía Eólica (World Wind Energy Association, WWEA).
México utiliza sólo 3.2% de su capacidad potencial para producir energía a partir de la fuerza de los vientos y en la próxima década se proyectan inversiones que excederán 20,000 millones de dólares en el sector. En el año 2024, 35% de la energía en México podria estar sustentada con fuentes renovables, 15% eólica.

martes, 10 de febrero de 2015

¿Por qué está subiendo el nivel del mar?
elmundo.es

Una casa rodeada por el mar en Tangier, EEUU. LISA GRIMES

El nivel del mar sube. Lo ha documentado EL MUNDO, al publicar un reportaje de Pablo Pardo sobre la isla de Tangier, en la Bahía de Chesapeake, en Virginia, en la costa Este de los EEUU cerca de Washington.
En España, en las costas de Huelva, que suelo visitar anualmente, las playas solo existen porque todos los años los ingenieros de las administraciones responsables sacan arena del mar y la depositan en la costa. El agua en invierno se lleva la arena.
El nivel del agua del mar sube respecto a tierra, o ésta baja respecto al mar, tanto da que da lo mismo. Al aumentar la temperatura del agua del mar, esta se dilata como se dilata casi toda la materia al calentarse (una excepción es la misma agua cerca de los 4ºC, que se dilata al calentarse y al bajar de esta temperatura).  Por ejemplo, para poner las llantas metálicas en las antiguas  ruedas de madera de los carros, se calentaban aquellas al rojo vivo. Al ponerlas en las ruedas de madera y enfriarlas, los aros se comprimían y apretaban los radios de las ruedas. La misión de la llanta no solo era reducir el desgaste de la rueda, sino afirmar esta última.
Lo mismo se hace con los rodamientos, y si alguien tiene problemas en su casa para sacar o meter alguna pieza en otra que este reparando, siempre puede probar a calentar o enfriar esta última.
Pues bien, el mar se calienta y su nivel sube, se ha medido hasta el aburrimiento, vean estas gráficas.
Al calentarse se dilata y como en la olla de la cocina puesta a rebosar, al calentarse se sale: Avanza por las playas.
Adicionalmente los glaciares de las tierras sólidas (no el hielo del ártico, que flota sobre el agua) están deslizandose hacia el mar.  En estos blogs de El Mundo he explicado ya como la banquisa del Mar de Ross en la Antártida esta deslizando desde el continente hacia el mar en un proceso irreversible en este siglo XXI. Y los glaciares de las montañas de los continentes y de Groenlandia están deslizándose hacia el mar: Estamos echando agua donde ya hay, y al echar agua el cuenco se llena.
No solo eso. El cambio climático no es solo un calentamiento. Es un''cambio''. Al calentarse, el mar asciende, pero además cambian sus corrientes, de manera que lo que antes no entraba en la bahía, hoy sí entra. Las olas que antes pasaban de lado por la costa ahora se enfrentan a ella. Corriente y olas provocan erosión, y la erosión la bajada de las tierras hacia el mar.
Este año ha sido el más caliente desde que tenemos registros meteorológicos, y con él, otros siete de este siglo XXI (hablamos de escalas humanas: 100, 200 años, no nos interesan, en este contexto, escalas de 500, 1.000, 10.000, 100.000, millones de años, en las cuales el clima ha cambiado casi lo mismo que esta cambiando ahora).
El proceso de calentamiento del mar es muy lento: intenten ustedes calentar una piscina con una estufa de 100 watios. Pero de la misma forma que tarda en calentarse, el océano, una vez caliente, tarda milenios en enfriarse.
La subida del nivel del mar es muy lenta, hoy unos 3,3 milímetros por año, 3 centímetros en 10 años, algo más de un palmo en un siglo.
Pero de esta subida, 1,6 milímetros son esencialmente los de la dilatación térmica del agua. En los últimos 20 años la subida se ha incrementado en otros 1.6 milímetros por año, debidos al deslizamiento de los glaciares, y esta fusión se está acelerando, pues al dejar suelo libre de hielo, este suelo deja de reflejar la luz del sol, y se calienta, algo que no hacía cuando estaba cubierto de hielo.
En los cálculos científicos, se estima que la subida del nivel del mar, a lo largo del siglo XXI, si no detenemos el cambio climático, será de al menos 1 metro.  El mar, en el puerto de Gijón, por ejemplo, salta hoy los muelles en marea alta, y más si hay oleaje fuerte. A finales de este siglo, si seguimos quemando combustibles fósiles, los mulles estarán inundados la mitad del día.
Una subida de un metro del nivel medio del mar implica un avance de las líneas de costa hacia el interior de unos 10 kilómetros en el Atlántico, donde las mareas son de 3 metros y hay oleaje intenso, y de al menos 1 kilómetro en el Mediterráneo: Las construcciones turísticas de las primeras líneas de playa desaparecerán en este siglo, o dejarán de ser primera línea de playa para convertirse en urbanizaciones bloqueadas por diques como en Holanda.  Pero Holanda tiene un par de cientos de kilómetros de costa, en España tenemos un par de miles. No podemos poner diques a la manera holandesa.
Detener el cambio climático es sencillo: Basta con dejar de polucionar el aire quemando combustibles fósiles.  La semana que entra hay una conferencia en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alcalá, impartida por un Ingeniero de Repsol, con el curioso título de  ''Ética ambiental en la extracción de combustibles fósiles". Voy a acudir a la conferencia a preguntar que cómo se come eso. Es absolutamente contrario a la ética ambiental ensuciar la atmósfera cada vez que se quema gasolina, gasóleo y gas natural, y no digamos carbón. 
Con el dinero que tiene acumulado Repsol, en vez de perforar y vender petróleo, puede, mucho mejor, dedicar ese dinero a montar centrales solares. Quizás no le den un rendimiento del 1000%, pero la gran mayoría de los ciudadanos vivimos contentos con ganancias de un 30%. ¿No podría Repsol contentarse con un 300% de ganancia montando centrales solares y contribuyendo así, por ejemplo a frenar la subida del nivel del mar y todos sus riesgos concomitantes?
¡Pienso que eso sí sería ético!
Es solo un ejemplo. Hay muchísimos más.
La ética no es algo de los religiosos o de los filósofos. El comportamiento ético genera beneficios, siempre, y el latrocinio genera, a la corta, media y larga, pérdidas para los ladrones y para todos. Basta con hacer bien las cifras. Solo los ciegos, los descerebrados, pueden pensar que expoliar es rentable. Y expoliar es lo que estamos haciendo con el sistema climático, y con el resto del planeta, océanos incluidos.
Estamos aún a tiempo de variar nuestro comportamiento, de respetar la casa donde vivivimos. No lo perdamos.

lunes, 9 de febrero de 2015

Proponen acercar los asteroides a la Tierra para poder explotar sus minerales
lavanguardia.com

Investigadores de la UPC sugieren enviar naves espaciales para capturarlos y modificar su trayectoria

Proponen acercar los asteroides a la Tierra para poder explotar sus minerales

Barcelona. (Efe).- Investigadores del Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) han calculado cómo se puede modificar la trayectoria de asteroides para acercarlos a la Tierra y poder aprovecharlos como puertos o bases para naves espaciales o para explotar sus ricos minerales.

Según los investigadores de la UPC Joan Pau Sánchez y Josep Masdemont, enviar una nave espacial hasta un asteroide para capturarlo y modificar su trayectoria para que permanezca alrededor de la Tierra será una posibilidad real en las próximas décadas.

Así lo confirman los cálculos de trayectorias que han hecho Sánchez y Masdemont en el proyecto Asteroidretrieval, uno de los proyectos Marie Curie que finaliza el próximo mes de mayo y que se ha llevado a cabo dentro del 7º Programa Marco de la Unión Europea. Sánchez ha asegurado que "las primeras misiones para realizar estas capturas se podrían iniciar dentro de una década".

"Estas misiones espaciales -según Sánchez- consistirían en hacer variar un poco la velocidad de los asteroides que transitan relativamente cerca de la Tierra".

Así se conseguirá que los asteroides modifiquen sus trayectorias para dirigirse hacia una zona concreta del espacio en la que podrían ser atraídos, de forma natural, por la gravedad terrestre.

Una vez atrapados, los asteroides permanecerían tanto tiempo como fuera necesario en los puntos de equilibrio gravitatorio entre la Tierra y el Sol, o en órbitas seguras alrededor de nuestro planeta.

Los investigadores de la UPC han desarrollado las metodologías para calcular, según las leyes de la astrofísica, las trayectorias más viables y que requieren un consumo mínimo de energía para llevar a cabo la captura de los asteroides.

Los investigadores también han analizado la viabilidad de este tipo de misiones y han demostrado que se podrían iniciar en la próxima década o, como mucho, en 50 años.

Sánchez y Masdemont ya han comenzado a crear los modelos de los efectos gravitatorios combinados de la Tierra, el Sol y la Luna. El siguiente paso será la incorporación de estos modelos al diseño de sistemas complejos de ingeniería, que será parte de la tecnología necesaria a implantar en las naves o sistemas que tengan que ir a la captura de los asteroides susceptibles de ser atrapados.

Sánchez ha confirmado que, hasta enero de 2015, han detectado 15 asteroides candidatos de entre los 12.000 cercanos a la Tierra. Estos asteroides pueden ser capturados según la metodología que proponen estos investigadores y usando la tecnología de propulsión espacial actual o la que habrá en los próximos diez años.

"Los 15 asteroides están seleccionados por su diámetro y su masa, pero también por la masa máxima que se puede 'cazar' con tecnologías de propulsiones espaciales", ha dicho Sánchez.

En principio se probaría con pequeñas rocas interplanetarias, de unos diez metros de diámetro, sin riesgo de impacto en la Tierra, ya que se quemarían si entraran en contacto con la atmósfera terrestre.

Los investigadores de la UPC prevén que cuando se demuestre la viabilidad de la tecnología con las rocas más pequeñas, se podrá probar la captura de asteroides de dimensiones mayores.

Según los investigadores, algunos asteroides pueden contener un 40 % de sustancias que se vaporizan, como el agua y el metano, y otros líquidos y gases.

La captura de rocas interplanetarias suficientemente grandes abriría la puerta a extraer, in situ, estos recursos así como minerales metálicos o semiconductores. El agua extraída, por ejemplo, se podría usar como combustible para naves o dispositivos espaciales, una vez hidrolizada mediante energía solar.

La extracción de metales, incluso de metales preciosos, podría tener aplicación en el sector industrial o para construir infraestructuras en el espacio, lo que contribuiría a instalar bases para misiones espaciales o para la extracción de minerales.

Según Sánchez, dos compañías de EE.UU. ya están ayudando a financiar el desarrollo de la tecnología para la minería de asteroides, mientras que la NASA planea una misión para demostrar cómo se puede hacer el redireccionamiento de un asteroide, prevista para mediados de la década de 2020.