viernes, 6 de febrero de 2015

La ciencia es clara: la pérdida de bosques es responsable de la sequía en BrasilArtículo de Louis Verchot de Cifor | inforegion.peNuevas investigaciones evidencian el efecto de los bosques sobre las precipitaciones en la Amazonia, y revelan que de continuar la deforestación, las lluvias en el sur de Brasil continuarán siendo afectadas. Fotografía de Cifor.BRASILIA - BRASIL
El impacto de la deforestación tropical sobre el cambio climático global ha sido objeto de numerosas discusiones y debates internacionales en los medios de comunicación y en foros políticos, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En cambio, el impacto de la deforestación sobre el cambio climático a nivel local ha recibido menor atención.
Pero hoy, con la sequía sin precedentes que sufre el sur de Brasil, se ha empezado a orientar la atención hacia los impactos más concretos de la deforestación.
El Dr. Antonio Nobre, científico del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, presentó el informe The Future Climate of Amazonia (El clima futuro de la Amazonia), en el que presenta la relación de la actual sequía con la deforestación en la cuenca del Amazonas. Y mientras los políticos cuestionan sus conclusiones ¿qué nos dice la ciencia al respecto?
¿HAY UNA RELACIÓN ENTRE LOS ÁRBOLES Y LA LLUVIA?
En el 2009, los científicos de CIFOR Douglas Sheil y Daniel Murdiyarso resumieron los conocimientos científicos existentes sobre la relación entre los bosques y las precipitaciones en un artículo publicado en la revista científica BioScience. En ese entonces, la relación entre la deforestación y la disminución de las lluvias era aún incierta, aunque existían indicios de que la deforestación alteraba la formación de nubes y acentuaba la estacionalidad de las lluvias en áreas con estaciones húmedas y secas diferenciadas.
Entonces, se empezó a acumular evidencia de que una cantidad importante de la lluvia que cae en el interior de los continentes era reciclada, lo que quería decir que el agua había caído previamente cerca de los márgenes continentales, había sido bombeada de vuelta a la atmósfera por la vegetación, y caía nuevamente en forma de precipitaciones.
Este era el caso de muchas zonas del planeta. En los Estados Unidos, el 50% de las precipitaciones en el Medio Oeste eran recicladas; en el Sahel de África Occidental, la cifra llegaba al 90%. Sin embargo, una cantidad importante del agua que cae como lluvia en ciertas áreas no es reciclada. Este es el caso de la cuenca del Amazonas, dónde sólosolo entre un 30 y un 60% de las precipitaciones corresponde a agua reciclada.
Cuando se publicó el artículo de Sheil y Murdiyarso, uno de los misterios fue descubrir cómo las planicies de tierras bajas en el interior de los continentes mantenían ambientes húmedos. Si el reciclado era el mecanismo clave para que las precipitaciones lleguen al interior de los continentes, entonces estas deberían disminuir a medida que aumentaba la distancia de la costa. Este fenómeno puede observarse en muchos lugares del planeta, excepto donde hay extensas áreas de bosques naturales.
LA “BOMBA BIÓTICA”
A mediados de la década de 2000, los físicos -Anastasia Makarieva y Víctor Gorshkov del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo- propusieron un innovador fenómeno físico para explicar cómo los bosques lluviosos tropicales mantienen húmedo el interior de los continentes. En estas regiones, los bosques tienen tasas más altas de evaporación que otros tipos de vegetación y a medida que el aire húmedo se eleva desde los bosques hacia la atmósfera, el vapor de agua se condensa. Esto reduce el volumen del aire, y la presión del aire cae en picada.
Debido a que el aire fluye de los lugares de alta presión a los de baja presión, esta disminución de la presión absorbe el aire denso adicional, y así los bosques toman aire húmedo de algún otro lugar (por ejemplo, los océanos). A su vez, este aire húmedo adicional se eleva y condensa, generando una situación en la que una gran proporción del agua que se condensa en forma de nubes sobre zonas húmedas en realidad es extraída de otros lugares.
Makarieva y Gorshkov llamaron a este fenómeno una “bomba biótica”, y demostraron su existencia con datos de la cuenca del río Amazonas y la cuenca del río Congo en el África Ecuatorial. Otros científicos empezaron a fijarse en este fenómeno y proporcionaron mayor evidencia sobre la existencia de esta bomba biótica. En 2012, Dominick Spracklen y otros investigadores examinaron las zonas tropicales y descubrieron que cuando el aire pasaba sobre una zona extensa de vegetación, producía al menos el doble de lluvia que el aire que pasaba sobre zonas con escasa vegetación.
Makarieva y otros investigadores fueron aún más lejos e integraron este fenómeno físico en un modelo climático para analizar el efecto de la deforestación sobre las precipitaciones. Debido a que el flujo de aire primario hacia la cuenca del Amazonas proviene del Océano Atlántico, y dado que la mayor parte de la deforestación se produce en los flancos este y sur de la cuenca, existen motivos para preocuparse.
Su simulación mostró que una continua deforestación en la cuenca del Amazonas conllevaría a una disminución de las precipitaciones.
RÍOS EN EL CIELO
La idea de que el agua fluye por la atmósfera a través de vías observables no es nueva: fue propuesta por primera vez en un artículo de Reginald Newell y otros investigadores en Geophysical Research Letters en 1992. Varios estudios la han confirmado y muestran, además, que esos “ríos aéreos” son responsables de las precipitaciones en el sureste de Brasil. A diferencia de los ríos de superficie, estos ríos aéreos obtienen agua de la vegetación a medida que esta la extrae del suelo y la pierden a través de las precipitaciones.
Varios grupos han estudiado este fenómeno durante la última década, y el reconocimiento de la importancia de estos ríos aéreos ha aumentado. En particular, ahora entendemos cómo estos enormes flujos de agua a través de la atmósfera se relacionan con las precipitaciones en todo el continente sudamericano.
Solo para citar uno de estos estudios, Josefina Moraes Arraut y otros investigadores del Instituto Brasileño de Estudios Espaciales mostraron que a medida que las masas de aire se desplazan a través de la Amazonia, acentuadas por la bomba biótica, finalmente se topan con la Cordillera de los Andes, donde se desvían hacia el sur y por último hacia el este, para llevar la humedad de la cuenca del Amazonas al sureste de Brasil y el norte de Argentina. Por lo tanto, mantener la bomba biótica en el Amazonas es esencial para garantizar el suministro de agua en estas regiones.
¿QUÉ DEBERÍAN HACER LOS POLÍTICOS?
El mes pasado, el gobernador de São Paulo expresó sus dudas acerca del impacto de la deforestación amazónica en la sequía que afecta a su estado en un artículo aparecido en el Wall Street Journal. Sin embargo, la ciencia es clara y muestra mucho más que una simple correlación entre observaciones: los mecanismos de circulación del agua entre la cuenca del Amazonas y las regiones sureñas al este de los Andes están bien establecidos.
Por ello, se sabe que a medida que avanza la deforestación en el Amazonas, las precipitaciones en el sur de Brasil continuarán siendo afectadas y la selva amazónica seguirá perdiendo su capacidad de regular el clima y asegurar un flujo de agua para la región sureste del país. Además, la deforestación en la Amazonia brasileña afectará el norte de Argentina, por lo que el problema tiene una dimensión internacional.
Los políticos deben equilibrar los objetivos de desarrollo y las preocupaciones ambientales, pero en este caso es bastante claro que ambas van de la mano. Por ello, parece haber dos opciones principales para tomar una acción inteligente.
Por un lado, los políticos pueden decidir cortar el problema de raíz reduciendo la deforestación amazónica y promoviendo la rehabilitación de bosques degradados y así mantener los patrones de circulación atmosférica.
Una segunda posibilidad es integrar los déficits de lluvias previstos en la planificación y adaptar los sistemas económicos del sur para que consideren sequías más frecuentes. Esto significa mejorar el almacenamiento y la distribución del agua, junto a una reducción de los desechos. Es probable que una combinación de estos dos enfoques sea mejor aceptada.
Pero hay también una tercera opción: se puede ignorar el problema y esperar a que desaparezca. El clima es variable, y esta sequía finalmente terminará. Sin embargo, también es muy probable que este no sea un hecho aislado, y la ciencia sugiere que debemos prepararnos para más.
Nota del editor: el Dr. Louis Verchot dirige una investigación sobre bosques y cambio climático en el Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR). Para consultas de prensa, por favor póngase en contacto con CIFOR en cifor.blog@cgiar.org.

La investigación de CIFOR sobre bosques y cambio climático es financiada parcialmente por los gobiernos de Noruega, Australia, la Unión Europea y los Estados Unidos, y forma parte del Programa de Investigación de CGIAR sobre Bosques, Árboles y Agroforestería.

jueves, 5 de febrero de 2015

Una República al rescate de los glaciares de Chile
Por Marianela Jarroud | ipsnoticias.net
Una muestra de cómo sería supuestamente la cosecha de frutas y verduras sin el agua de los nevados, en la Feria sin Glaciares organizada por Greenpeace, en la Plaza de la Constitución de Santiago de Chile, el 23 de enero de 2015. Crédito: Marianela Jarroud/IPS
Una muestra de cómo sería supuestamente la cosecha de frutas y verduras sin el agua de los nevados, en la Feria sin Glaciares organizada por Greenpeace, en la Plaza de la Constitución de Santiago de Chile, el 23 de enero de 2015. Crédito: Marianela Jarroud/IPS

Los más de 3.000 glaciares que existen a lo largo de Chile constituyen una de las mayores reservas de agua dulce de América del Sur, pero están constantemente amenazados por grandes proyectos mineros y de infraestructura, advierten ambientalistas y expertos. 
La falta de una legislación que los proteja, permitió a la organización ecologista Greenpeace fundar la República Glaciar en marzo de 2014, un país virtual creado sobre 23.000 kilómetros cuadrados de glaciares en los Andes chilenos, que ya tiene más de 165.000 ciudadanos y 40 embajadas repartidas por el mundo.
“La República Glaciar surgió como una necesidad, porque los glaciares en este país no están protegidos”, afirmó a Tierramérica el director ejecutivo de Grenpeace Chile, Matías Asún.
Los glaciares son grandes masas de nieve y hielo recristalizado que guardan 69 por ciento del agua dulce del planeta. Se forman cuando la acumulación de nieve caída durante el invierno excede sobremanera la cantidad que se derrite en verano, juntando enormes cantidades de material en un período geológico corto.
“Se trata de reservas estratégicas de agua que aportan de manera significativa en períodos de sequía y que se encuentran no sólo en la alta montaña sino también en el sur del país”, explicó Asún.
“Hay muchos glaciares que han quedado enterrados y que conservan importantes reservas de agua. Estos aportan a las cuencas, y de ellas dependen no solo las actividades humanas más básicas, sino también la agricultura y la economía del país”, agregó.
Chile, un país minero cuya principal riqueza es el cobre, cobija 82 por ciento de los glaciares de América del Sur, según Greenpeace. Sin embargo, la mayoría de ellos muestran un retroceso evidente debido a los impactos del cambio climático y a las actividades de la minería a gran escala.
En una intervención ante el parlamento chileno, el glaciólogo Alexander Brenning, de la canadiense Universidad de Waterloo, aseguró en 2014 que la magnitud de las intervenciones en glaciares de Chile no tiene parangón en el mundo e instó a evaluar sus efectos acumulativos.
“Los expertos han sido enfáticos: Chile cuenta con uno de los récords mundiales en destrucción de glaciares. Esta es la triste situación que nos obligó a fundar la República Glaciar”, precisó Asún.
“Dado que los glaciares estaban en tierra de nadie, usamos ese vacío legal para fundar la República Glaciar. Tomamos posesión de toda la superficie glaciar que existe en Chile y nos declaramos una República independiente”, añadió.
El país glaciar fue fundado con base en la Convención sobre los Derechos y Deberes de los Estados, más conocida como Convención de Montevideo, donde fue suscrita en 1933, y que en su primer artículo establece cuatro requisitos para declarar un Estado: poseer una población permanente, un territorio determinado, un gobierno y la capacidad de entrar en relaciones con los demás estados.
La finalidad central de esta República es obtener una ley de glaciares que sus ciudadanos denominan “de cinco estrellas”, que garantice la protección absoluta de los glaciares en Chile.
Una República al rescate de los glaciares de Chile
Glaciar de El Morado, ubicado en la cordillera de Los Andes, en la zona central de Chile. Crédito: Orlando Ruz/IPS
En el detalle, se busca establecer una figura legal para los glaciares en la Constitución, que los convierta en bienes nacionales de uso público. También que se establezca por ley que “los glaciares representan reservas estratégicas de agua en estado sólido”, y que exista una definición de glaciar que quede establecida por ley.
Además, los activistas piden que se incluyan en la ley los diferentes tipos de glaciares y sus  ecosistemas, y precisar qué actividades están permitidas y cuáles están prohibidas para cada uno de esos tipos.
Finalmente, se busca dejar establecida dentro de la ley la creación de un cronograma de transición para que los emprendimientos y actividades que se desarrollan actualmente en áreas protegidas, o potencialmente protegidas, se adecuen a la nueva normativa.
En mayo de 2014, diputados de la autodenominada “bancada glaciar”, compuesta entre otros, por la exlideresa estudiantil y actual diputada comunista Camila Vallejo, introdujeron en el bicameral Congreso legislativo el proyecto de ley para crear un marco jurídico que entregue protección a los glaciares chilenos.
La actual legislación permite que un proyecto productivo afecte un glaciar, si el impacto es explicitado en el estudio de impacto ambiental y compensado de alguna forma.
En agosto, se aprobó avanzar hacia una nueva ley, pero aún no hay luz verde para el proyecto, que genera variados reparos.
El glaciólogo chileno Cedomir Marangunic, quien trabaja con tecnologías para salvar y crear nuevos glaciares, dijo a Tierramérica que es esencial que en la legislación no se cierre parte importante del territorio a todo tipo de actividades, como turismo o proyectos de desarrollo, “sin aportar en nada a la persistencia de los glaciares”.
Se debe establecer el dominio de los glaciares, principalmente los que están ubicados en un terreno privado, observó.
Marangunic, geólogo de la Universidad de Chile y doctorado en glaciología en la estadounidense Universidad  de Ohio, aseguró que si bien “alguna minería” daña los glaciares, “la contaminación ambiental en grandes urbes, como Santiago, o el humo de la quema de pastizales y de bosques” también dejan sus huellas en esos hielos.
Pero para la Comunidad Diaguita del Valle del Huasco, donde se emplaza el proyecto minero de oro y plata Pascua-Lama, en la norteña región de Atacama, y que controla la empresa canadiense Barrick Gold, no hay lugar a dudas.
“Los glaciares son los reservorios de agua que hemos tenido durante miles de años y hoy, en tiempos de sequía, son los que nos mantienen con agua y con vida”, afirmó a Tierramérica el vocero de la comunidad, Sebastián Cruz.
El valle del Huasco, ubicado en el desierto de Atacama, el más árido del mundo, es un valle transversal que cruza desde la cordillera hasta el mar y que se nutre del agua proveniente de los glaciares, añadió el representante de la comunidad dieguita, el pueblo originario asentado en el vulnerable ecosistema.
El proyecto Pascua-Lama, no solo “ha intervenido directamente los glaciares”, dijo Cruz, sino que además, lejos de cumplir con el compromiso adquirido en su estudio de impacto ambiental, ya afectó a los glaciares Toro 1 y 2 y Esperanza, “que están destruidos casi en  99 por ciento”.
Debido a esto, para la comunidad una ley de glaciares debe proteger ciertas áreas de conservación y debe impedir cualquier tipo de actividad extractiva en el área glaciar y periglaciar.
La presidenta socialista Michelle Bachelet se comprometió a proteger los glaciares durante su discurso a la nación, en mayo de 2014, pero no ha hecho más pronunciamientos públicos al respecto. Un grupo de diputados de la gobernante Nueva Mayoría sí respaldaron el proyecto de ley.
Con todo, los ciudadanos de la República Glaciar prometen mantenerse firmes hasta que se apruebe una “buena” ley de glaciares.
“Por el momento, los glaciares pertenecen a la República Glaciar y estaremos en disputa con el estado de Chile hasta que escuchemos de manera decidida un compromiso con una ley de verdad”, concluyó Asún.
Editado por Estrella Gutiérrez
Publicado originalmente por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica

miércoles, 4 de febrero de 2015

La explotación minera de la Luna, a un paso

JOSÉ MANUEL NIEVESABC_CIENCIA / MADRID |  abc.es

Empresas se preparan para sacar provecho de los más de 1.600 millones de toneladas de agua helada y la enorme cantidad de tierras raras que contiene nuestro satélite

La explotación minera de la Luna, a un paso
ABC
Ilustración de cómo sería una explotación minera en la Luna

Con más de 1.600 millones de toneladas de agua depositada en sus polos en forma de hielo y una enorme cantidad de tierras raras ocultas bajo su superficie, la Luna se ha convertido en un objetivo ideal para las grandes compañías mineras.
En un artículo que aparece en el último número de Physics World, Richard Corfield explica con detalle cómo muchas firmas privadas y varias agencias espaciales sueñan desde hace tiempo con aprovechar esta ingente cantidad de recursos y transformar la Luna en una auténtica máquina de hacer dinero. Un sueño, por cierto, que está a punto de convertirse en realidad. [¿Para qué quiere la humanidad regresar a la Luna?]
Desde que la NASA desmanteló su programa Apolo hace más de 40 años ningún hombre ha vuelto a pisar nuestro satélite, pero en ese tiempo los vuelos espaciales no tripulados han dado pasos de gigante y han conseguido localizar abundantes depósitos de agua helada en los polos norte y sur de la Luna. Lo cual, para Cornfield, ha sido suficiente para despertar el interés (y la codicia) de las grandes corporaciones, porque "donde hay hielo, hay combustible".

Estación de servicio espacial

Un buen ejemplo es el de la compañía tejana Shackleton Energy Company (SEC), que planea ya explotar las vastas reservas de hielo de agua lunares para convertirlas en combustible para cohetes, en forma de hidrógeno y oxígeno. Un combustible que se vendería a las agencias espaciales en "estaciones de servicio espaciales" instaladas en la órbita terrestre.
Tal y como ha explicado Dale Tietz, director ejecutivo de SEC, el plan es construir una "gasolinera" en el espacio en la que el combustible para cohetes podrá venderse a precios significativamente más bajos de lo que cuesta enviarlo desde la Tierra.
Por eso, SEC planea extraer el hielo de los polos lunaresinstalando allí estaciones mineras operadas por humanos y robots, y utilizar ese material tanto para obtener agua como combustible que pueda alimentar tanto a las grandes tolvas mineras como a los rovers lunares de las compañías que se instalen para extraer materiales del subsuelo lunar.
Otra compañía privada, Moon Express, también está interesada en utilizar el hielo lunar como combustible, pero de una forma diferente. Su idea, en efecto, es que tanto sus operaciones financieras como las naves espaciales se impulsen utilizando peróxido de alto rendimiento (HTP), un combustible basado en el hidrógeno y con una larga tradición en los vuelos espaciales.
En cuanto a la explotación de los minerales raros de la Luna, China es la que lleva, por ahora, la voz cantante. Su "Conejo de Jade" aterrizó con éxito en la superficie lunar en diciembre de 2013 y la agencia espacial china ha anunciado públicamente su intención de establecer "una base en la Luna, igual que hicimos en el Polo Norte y el Polo Sur".
En la actualidad, China mantiene una situación de casi monopolio sobre los minerales raros terrestres, que son cada vez más escasos y que resultan de vital importancia para una multitud de dispositivos, desde los teléfonos móviles a los ordenadores y las baterías de los coches. Por eso, no resulta extraño que el gigante asiático quiera ahora ampliar sus redes todo lo que le sea posible.
"Todas las partes interesadas -concluye Corfield- están de acuerdo en que la Luna - a solo un paso de la Tierra - es el primer punto de apoyo y será esencial para la diáspora de la humanidad a las estrellas".

martes, 3 de febrero de 2015

Descubren bosque de diez mil años de antigüedad bajo el mar
POR FRANCESCA CASSINELLI | 24horas.cl
Una buceadora encontró los restos de robles mientras recorría las cercanías de las cosas de Gran Bretaña. "Ciertamente no esperas ir a bucear y encontrar un bosque", dijo.


Se trataba de otro paseo de buceo más: Dawn Watson paseaba observando elfondo del mar a poco más de 250 metros de la costa de Irlanda cuando se tropezó con un tronco perteneciente a un bosque con más de diez mil años de antigüedad.

Los viejos árboles, según los científicos que han llegado al lugar, son robles -informan en la página web del museo Smithsoniano- y pertenecerían a un bosque prehistórico que data de la era mesolítica.

Watson nunca imaginó que iría a bucear y encontrar un bosque, y declaró al diarioEastern Daily Press que "fue increíble encontrar y saber que estos árboles han estado allí por miles de años".

El bosque tendría más de diez mil años de antigüedad y habría estado sobre la superficie hasta que, según la BBC, fue cubierto por agua cerca de 8 mil años atrás.

Gracias al descubrimiento de Watson, científicos podrían acceder a fósiles enterrados bajo los árboles, que hoy son hogar de la fauna marina.

Watson no es una buceadora profesional, pero pasea por el fondo marino de la zona junto a su instructor Robert Spray, quien filmó otras partes del terreno marinoen las costas británicas el año 2010.

lunes, 2 de febrero de 2015

NASA lanza el primer satélite para medir humedad en el suelo
bbc.co.uk
La agencia espacial de Estados Unidos (NASA) lanzó este sábado el primer satélite para medir la humedad en el suelo.

El satélite fue lanzado en un cohete Delta 2 desde la base aérea de Vandenberg, en California.

Desde una órbita de 685 kilómetros, SMAP empleará dos dispositivos de microondas para precisar la cantidad de agua en la superficie terrestre.

Los datos que aporte el dispositivo, diseñado para durar tres años, servirán para predecir el tiempo y medir el cambio climático.

viernes, 30 de enero de 2015

Encuentran un sistema solar que dobla la edad de la Tierra

elpais.com

- El grupo de cinco planetas completa una órbita en torno a su estrella en menos de diez días y apareció hace 11.200 millones de años, cuando el universo aún era muy joven

- Descubierto el exoplaneta más parecido a la Tierra


Hay mucho sitio para mundos exóticos en los 100.000 millones de estrellas de la Vía Láctea. Uno de ellos es el sistema solar de Kepler 444, una estrella un 25% más pequeña que el Sol y bastante más fría que se encuentra a 117 años luz dentro de nuestra galaxia. Allí, cinco planetas se arremolinan muy cerca de su estrella, completando una órbita, su año, en menos de diez días. Ese sistema planetario, descubierto gracias al telescopio espacial cazador de exoplanetas Kepler, tiene además otra característica extraordinaria. Se formó hace 11.200 millones de años, cuando el universo, que tiene 13.600, era aún relativamente joven. Cuando surgió la Tierra y todo el Sistema Solar, que tiene unos 4.500 millones de años, Kepler 444 y sus acólitos ya tenían más años que nuestro planeta en la actualidad.


Este grupo de mundos extraños, que hoy se presenta en la revista científica The Astrophysical Journal, es el sistema de planetas del tamaño de la Tierra más antiguo jamás encontrado en la Vía Láctea. Sus componentes, con tamaños que van desde el de Venus al de Mercurio, son una muestra de que el proceso de formación de planetas ha tenido lugar desde que el universo era muy joven. Además, ofrece un periodo de tiempo mucho mayor para que aparezca la vida, gane complejidad, surjan civilizaciones de seres inteligentes e incluso se aniquilen por sus propios errores.
Este descubrimiento daría espacio para justificar estimaciones sobre el origen de la vida como las obtenidas por investigadores como Alexei Sharov, del Instituto Nacional para el Envejecimiento de Baltimore (EE UU), y Richard Gordon, del Laboratorio para Especies Marinas del Golfo de Florida (EE UU). Observando el ritmo al que los organismos vivos fueron acumulando complejidad a lo largo de la evolución, desde los primeros organismos unicelulares, a los gusanos, los peces o los mamíferos, calcularon que se doblaba cada 376 años. Con esa suposición, estimaron que la vida habría aparecido hace unos 10.000 millones de años, cuando aún no existía la Tierra.

Planetas rocosos tan antiguos habrían dado mucho más tiempo para el desarrollo de vida

Además, de su edad, estrellas como Kepler 444 ofrecerían otra ventaja para la aparición y el desarrollo de la vida. Se trata de una estrella enana naranja, un tipo de objeto que puede permanecer estable durante 30.000 millones de años, el triple que el Sol y más del doble de la edad actual del universo. Sin embargo, la cercanía a la estrella convertiría este grupo de planetas en mundos infernales.

Para los autores, liderados por el investigador de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) Tiago Campante, el hallazgo es una buena noticia para las perspectivas de la existencia de vida inteligente en el universo. El nuevo sistema solar muestra que los planetas rocosos como la Tierra, en los que se supone que pudieron crecer los seres vivos, empezaron a aparecer hace ya muchos miles de millones de años, más que los que separan los primeros microorganismos terrestres de los primates que empezaron a estudiar el cielo.

miércoles, 28 de enero de 2015

APICULTURA EN ALERTA
Por el agujero de ozono caería producción de miel en San Juan
diariodecuyo.com.ar

Desde noviembre pasado y hasta los primeros días de enero, las abejas se vieron impedidas de realizar el pecoreo por la alta intensidad de los rayos ultravioleta.Este año caería la producción de miel en las colmenas locales en porcentajes que van hasta el 70% y el causal es la baja productividad de miel por colonia provocada por la imposibilidad de las abejas de recolectar polen por la alta radiación solar de rayos ultravioleta en función de la reducción de la capa de ozono.

Así lo asegura el experimentado apicultor e investigador de las colmenas locales Pedro Saavedra, quien señala "hemos observado las abejas en las piqueras amontonadas, pero sin salir a recolectar, en una actitud similar al de los ataques del moscardón negro".

"El tema es que este insecto aprendió hace millones de años que los rayos ultravioletas le hacen mal, la matan y por ello no salen a la colecta de néctar, polen, agua y propóleos".

"Incluso no se encuentran zánganos, preservando la poca miel que tienen para la supervivencia de la colonia. Por este motivo este año no he podido incluso producir reinas, ya que no hay inseminación natural", afirmó el apicultor, quien a su vez consultó el fenómeno con otros apicultores de la provincia, agregando: "Esto también afectó la efectividad de los colmenares para polinizar lotes de multiplicación de semillas y frutales".

"Este problema comenzó a fines de octubre y, afortunadamente, hay una leve recuperación desde el fin de semana pasado en la actividad de las recolectoras. Estamos alimentando las colmenas con azúcar y esto es muy caro. Otros apicultores hemos reducidos las cámaras melarias para preservar la alimentación para el invierno", comentó Saavedra agregando: +El problema fue la inexistencia de la capa de ozono como lo anunciaron los climatólogos chilenos".

"Este año tendré un año sabático. Al cerrarse la entrada de polen, no hay producción de miel. Esto es grave para mí y estoy regulando la venta de la poca miel que me quedó del año pasado, vendiéndola muy de a poco", indicó finalmente el apicultor a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO.

El hecho

El 20 de noviembre del año pasado DIARIO DE CUYO alertó sobre el adelgazamiento habitual de noviembre de la capa de ozono, que alcanzó este año a San Juan y, en general, a medio territorio argentino y chileno, en una situación inédita.

Es un hecho que todos los años durante el mes de noviembre la capa de ozono sufre una ruptura en su vórtice polar. Esta vez la extensión del adelgazamiento de esta capa, que en un principio sólo estaba circunscrita a la Antártida, se ha ampliado aún más.

Según el artículo, Félix Zamorano, director del Laboratorio de Investigación de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Magallanes, se trataría de una extensión anormal.

Esto provoca que las mediciones de radiación ultravioleta arrojen índices extremadamente altos durante estos últimos días. El fenómeno podría durar hasta el próximo fin de semana.

En 2006 también ocurrió algo similar. "Ese año hubo una ruptura del agujero de este vórtice y se dividió en dos partes, es decir, se produjeron dos grandes agujeros. En esta oportunidad pareciera que la tendencia puede ser la misma, por el tamaño que ha tomado esta área con gran disminución de concentración de ozono", indicó Zamorano.
Lic. Adrián Alonso