lunes, 26 de mayo de 2014

Para 2030, el cambio climático costará al país u$s 20 mil millones

Por: Carlos Pagura | ambito.com
Inundaciones, una de las consecuencias más costosas del cambio climático.
En las últimas cuatro décadas, el mundo comenzó a debatir las consecuencias ambientales que origina el cambio climático a nivel global. La emisión desmedida de dióxido de carbono y otros gases nocivos podría desencadenar que la temperatura general promedio aumente hasta 4,8°C hacia 2100. 

Esto provocará el deshielo de los glaciares, el aumento del nivel del mar entre 26 y 82 centímetros durante el siglo XXI y nuevos fenómenos extremos, aunque se desconoce aún de qué magnitud. 

El panorama para Argentina anticipa aumento de las precipitaciones medias anuales, ascenso de la temperatura en la zona cordillerana de la Patagonia y Cuyo, retroceso de los glaciares y transformaciones en el caudal de los ríos. Ahora bien, ¿cuánto dinero nos costará su impacto?

El ambicioso informe "La Economía del Cambio Climático en la Argentina", presentado por la Secretaría de Ambiente y elaborado por un grupo de expertos de diversas instituciones nacionales, bajo la dirección técnica de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), se propuso contestar el interrogante.

Tras un exhaustivo -aunque todavía preliminar- análisis, se concluyó que para 2030 el país sufrirá un costo aproximado de entre u$s 18 mil y u$s 20 mil millones por el calentamiento global y deberá desembolsar cerca de u$s 3.000 M para desarrollar medidas de adaptación que ayuden a mitigar sus consecuencias.

Ponerle números al fenómeno

El mayor desafío para los especialistas consistió en determinar un valor monetaria del impacto del fenómeno, en proyecciones y variables que comprendan la evolución de la actividad económica hasta el año 2100. 

Para lograr un documento con la mayor solidez posible, los cálculos se expresaron en dólares de 2005, teniendo en cuenta que es el año inicial del escenario socioeconómico desarrollado, y se aplicaron distintas tasas para "actualizar" los valores. También se tomaron en cuenta los efectos del contexto internacional.

Los autores señalan que el propósito del informe "no es establecer lineamientos de políticas ni proponer la adopción de determinadas estrategias", sino "ofrecer información y datos concretos para la toma de decisiones". A continuación, un extracto con los pasajes más salientes del estudio.

• Inundaciones

Las estimaciones en las siguientes décadas del siglo XXI, indican que el numero de meses en los que se producirían inundaciones prolongadas en el río Paraná aumentarían: de unos 35 a 40 casos entre mediados de la década de 2010 y la de 2020, irán en ascenso hasta los 55 casos para finales de siglo.

Las inundaciones se producirían en cualquier mes del año y serían mucho menos frecuentes en agosto y septiembre. Según este escenario, sólo tendrían lugar dos inundaciones de nueve o más meses de duración.

El mayor impacto del aumento del nivel del río de la Plata obedecerá a la expansión territorial de las áreas sometidas a inundaciones recurrentes por las "sudestadas". En caso de que no se adopten medidas estructurales y sociales, las zonas norte y sur del área metropolitana de Buenos Aires, principalmente en las márgenes de los ríos Reconquista y Matanza-Riachuelo, verían acentuada su vulnerabilidad.

También tendrá efectos negativos en la infraestructura y la red de servicios públicos (desagües cloacales, distribución de energía eléctrica y las redes vial y ferroviaria del área costera, entre otros). Las viviendas estarían expuestas a un alto riesgo de inundaciones.

• Agricultura

Considerando el efecto de la mayor concentración atmosférica de CO2, el impacto medio del cambio climático sería positivo. La soja se convertiría en el cultivo más beneficiado y se prevé que se registrarían leves incrementos de la producción de trigo y maíz. 

En general, las zonas privilegiadas se ubicarían al sur y al oeste de la región pampeana. En el noroeste, en cambio, se prevé un aumento de la producción de trigo y soja y una notable disminución de la producción de maíz. La zona central norte de la región pampeana se vería afectada por una reducción del rendimiento de los cultivos de soja y trigo. 

En la provincia de Buenos Aires, las cifras revelan una escasa modificación del rendimiento del trigo, con leves incrementos. En cambio, los cultivos de verano (el maíz y especialmente la soja) se verían más favorecidos por las nuevas condiciones.

Además, la degradación del suelo como resultado de los sistemas de producción, sumada a la de los posibles efectos del cambio climático, también supondría condiciones más favorables para el cultivo de soja.

Por otra parte, el desmonte de las zonas intersticiales que deja la actividad agrícola consolidaría el foco de deforestación en el este de Salta y desarrollaría otro relativamente nuevo en Formosa.

• Salud


En el estudio se prestó especial atención a dos enfermedades transmitidas por vectores: la malaria y el dengue. Los cambios de temperatura pronosticados permiten suponer que la nutrida presencia del moquito transmisor active el crecimiento de casos de dengue y que las epidemias podrían extenderse hacia el sur. Eso redundaría en un aumento de la población expuesta a la enfermedad.

El costo de un caso de dengue corresponde a la sumatoria de los costos médicos directos, los costos no médicos directos (transporte, comida, alojamiento y varios) y los costos indirectos para las familias y los trabajadores durante la enfermedad (días de clase o de trabajo perdidos y otros gastos indirectos). 

Sumados a la atención ambulatoria u hospitalaria, excluyendo los costos de control del vector, vigilancia y laboratorio, ascienden a u$s 389 anuales por persona. Aunque, por otra parte, se estima que solamente el 0,22% de los potenciales afectados contrae la enfermedad. En el caso de la malaria, se observa que la población en riesgo se mantendría en un nivel constante.

• La adaptación 

A modo de síntesis, podríamos detallar que de los u$s 20 mil millones mencionados, los mayores costos estarían determinados por las inundaciones de los ríos del Litoral y las consecuencias sobre el sistema sanitario, compensados por otra parte con los mayores ingresos derivados de las actividades agrícolas. También es notoria la pérdida de bienes y servicios ambientales a causa de la deforestación de los bosques del noroeste.

Un párrafo final merece el desembolso a realizarse para concretar medidas de adaptación al cambio climático, que abarca tanto la construcción de defensas contra las inundaciones como el desarrollo de sistemas de alerta temprana, el mantenimiento de la infraestructura o actividades de control de eventuales epidemias. Para 2030, las mismas requerirán entre u$s 2.800 y 3.000 millones.

sábado, 24 de mayo de 2014

América Latina es la región que menos reforesta sus bosques
diarioecologia.com
Las Naciones Unidas denunciaron hoy el exceso de deforestación y el mal manejo de la industria maderera como factores que socavan la lucha contra la pobreza y las catástrofes naturales, en ocasión de la inauguración oficial del Año Internacional de los Bosques en Nueva York.
“Somos tan dependientes de los bosques como ellos de nosotros’”, dijo el presidente de la Asamblea General de la ONU, el suizo Joseph Deiss en su discurso de apertura del Año de los Bosques 2011. “Civilizaciones enteras han perecido por la deforestación excesiva”, agregó.
La Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai convocó también a la protección de los bosques durante el acto inaugural. “Debemos alentarnos mutuamente a la acción, porque todos sabemos lo que hay que hacer. Las catástrofes naturales no son originadas por Dios, sino por nosotros mismos, los seres humanos”, dijo la ambientalista nacida en Kenia.
Según la organización ambientalista WWF se deforestan por minuto bosques por el equivalente a 35 campos de fútbol.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca en un informe sobre el estado de los bosques preparado para la ocasión, que se sigue subestimando el aporte de los bosques en la lucha contra las consecuencias del cambio climático. Una acción más decidida contra la deforestación de los manglares en las regiones costeras protegería estas áreas mucho más contra las tormentas y los tsunamis. La refosteración de bosques podría ayudar a regiones pobres amenazadas por la sequía.
DEFORESTACIÓN MUNDIAL HA DISMINUDO
Según el informe “Situación de los bosques del mundo 2011” presentado hoy por la FAO, la deforestación a nivel mundial ha disminuido de 16 a 13 millones de hectáreas anuales en los últimos 20 años.
Además, el estudio reveló que a nivel mundial se ha producido un aumento en las cifras de reforestación, especialmente en el continente asiático. “Asia pasó de ser un gran deforestador a ser el continente que más recupera bosques”, declaró a BBC Mundo Eduardo Rojas, subdirector regional del Departamento Forestal de la FAO, y añadió que las cifras no son igual de auspiciosas para América Latina, región en la que se encuentra el 57% de los bosques primarios. “El continente que decepciona más es América Latina, porque lo que es evidente es que la deforestación está ligada al infradesarrollo y al crecimiento demográfico”, indicó.
 
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viernes, 23 de mayo de 2014

Por primera vez en Argentina, un particular proveerá su propia energía a la EPE

Un ingeniero mecánico de El Trébol instaló un sistema de generación de electricidad a través de paneles solares que permite abastecer su hogar y aportar el excedente a la empresa.
lacapital.com.ar

Equipado. Lenzi ya instaló ocho paneles, pero proyecta llegar a las 27 unidades y generar 1.200 vatios de potencia.
Por Luis Emilio Blanco / La Capital
Un ingeniero mecánico de El Trébol instaló un sistema de generación de electricidad a través de paneles solares que le permitirá abastecer el consumo de su vivienda y aportar el remanente al tendido de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Se trata del primer caso en la provincia y el país de un particular que fue habilitado para incorporar este novedoso sistema mixto que admite que el usuario sea consumidor y a la vez proveedor de electricidad, un método de alta tecnología muy desarrollado en otros países que se denomina autoconsumo fotovoltaico.
El titular de la empresa MLingesol, Marcelo Lenzi, un ingeniero dedicado entre otros rubros al desarrollo de sistemas de energías renovables, se aplicó a la tarea de gestionar ante la compañía de electricidad provincial el permiso para conectar a la red su flamante esquema generador conformado por paneles solares, un inversor y un medidor especial bidireccional.
A fines del año pasado, la EPE reglamentó el protocolo para poder conectarse a la red con este sistema que tiene como únicos requisitos ser cliente de la compañía y poseer un equipo generador homologado. "En principio, el equipo está previsto para autoabastecimiento, pero en momentos en que el usuario se ausenta de la casa, se va de vacaciones o simplemente consume menos de lo que genera el sistema, inyectará el remanente a la red para que lo utilice otro usuario", explicó Lenzi a La Capital. El especialista añadió que en el futuro, la EPE podrá adquirir bajo esta modalidad energía de sus clientes y disminuir la compra a su compañía proveedora.
Gestiones. A raíz de su trabajo particular y por la creciente demanda en materia de energía renovable, Lenzi comenzó a averiguar si desde el Estado provincial existía algún tipo de proyecto o programa relacionado con su actividad. "Me notificaron que en octubre del año pasado se había aprobado la normativa para que los domiciliarios consumidores de la EPE pudiesen generar energía en paralelo con la red, y en caso de llegar a tener algún tipo de excedente vendérsela a la propia empresa", recordó.
Acerca del equipamiento necesario para convertir un hogar al novedoso sistema generador de energía, Lenzi indicó que "básicamente se necesitan dos equipos: los paneles fotovoltaicos, que son los que generan la electricidad, y un inversor, que es el encargado de transformar la energía continua en alterna. A su vez, es el equipo que inyecta o toma electricidad de la red, según haya excedente o demanda", precisó.
El equipamiento se conecta a un medidor bidireccional que gira en un sentido cuando ingresa energía al domicilio y en el sentido opuesto cuando sale electricidad del generador del hogar hacia la red. El usuario paga solamente la diferencia. En caso de generar más de lo que consume se obtendrán créditos que se podrán utilizar en épocas de mayor consumo, como el verano.
Sobre el detalle de la puesta en funcionamiento, el ingeniero instaló ocho paneles, aunque tiene un máximo de proyección que alcanza las 27 unidades, para llegar a generar 1.200 vatios de potencia, todo con un mismo equipo inversor.
A la hora de dimensionar la capacidad de generación energética de su instalación, manifestó que "con los ocho paneles con que cuento en la actualidad genero aproximadamente unos 350 vatios, producto de la incorporación de unas cinco o seis horas de sol por día. Mientras que si lo proyectamos a la capacidad máxima de 27 paneles, con una generación de 1.200 vatios, podríamos aportar el abastecimiento básico e indispensable de una propiedad relativamente chica o estándar, generando, aproximadamente 350 kilovatios hora bimestrales".
Bidireccionales. Sobre la adecuación que deberá implementar la EPE para quienes quieran incorporar este sistema, Lenzi precisó que "la totalidad de los medidores domiciliarios son unidireccionales, pero ahora la EPE incorporó los bidireccionales que permitirán diferenciar la energía que uno le entrega de la que consume. La factura detallará el gasto y lo generado que se proveyó a la red y figurará la diferencia a pagar".
Para el caso de que se genere más energía de la que se consume la EPE tiene previsto crear un sistema de créditos que podrá compensar con los meses de mayor consumo. "Sin embargo, el sistema está pensado para particulares y persigue como principal objetivo fomentar el autoabastecimiento y lograr un ahorro energético general. En la medida en que se pueda propagar, se transformaría en un gran paliativo para afrontar la crisis energética ocasionada por los consumos elevados", remató el emprendedor.

jueves, 22 de mayo de 2014

La energía y el cambio climático mundialCO2 y el cambio de temperatura
¿Por qué cambia el clima de la tierra?
planetseed.com

El nivel de dióxido de carbono en la atmósfera se relaciona estrechamente con la temperatura global.
Concentración de dióxido de carbono


El dióxido de carbono (CO2) es un “gas de invernadero.” Absorbe energía del Sol y luego la libera nuevamente en la atmósfera. Este “efecto invernadero” mantiene a la Tierra más cálida que si no se produjera este proceso.

Durante la mayor parte de los últimos 425.000 años, la concentración de CO2 ha variado entre 180 y 280 partes por millón (ppm). Cuando la concentración estuvo en su máximo, el mundo era más cálido. Los núcleos de hielo antárticos que brindaron prueba de las temperaturas antiguas también contienen pequeñas burbujas de aire que quedaron atrapadas a medida que se acumulaba la nieve. Estas burbujas fueron analizadas y brindan un registro de la concentración de CO2 a través del tiempo. Existe una estrecha relación entre la temperatura global promedio y la concentración de CO2.

¿Los cambios en la concentración de CO2 provocan cambios en la temperatura o es al revés? Las dos cosas.

El dióxido de carbono (CO2) absorbe la energía irradiada por la Tierra y luego la libera nuevamente en la atmósfera.
Una razón fundamental del descenso del CO2 atmosférico a medida que las temperaturas bajan es que los océanos más fríos pueden disolver más CO2. Existe un intercambio permanente de CO2 entre la atmósfera y los océanos. El gas se disuelve y también es liberado en la atmósfera. El equilibrio es determinado principalmente por la temperatura. Puedes experimentar este efecto por ti mismo. Abre una botella de agua gaseosa. Vierte un poco en dos vasos. Coloca uno en el refrigerador y deja el otro a temperatura ambiente. Regresa en aproximadamente una hora y bebe un sorbo de cada uno. El que está en el refrigerador retuvo más burbujas. Las fluctuaciones en el nivel de CO2 en la atmósfera son parte del ciclo del carbono, un proceso complejo por el que el carbono se desplaza entre la atmósfera, los organismos biológicos, la corteza terrestre y los océanos.

La reducción en la concentración de CO2 no empieza hasta después de que se haya iniciado un período de enfriamiento. Entonces, al finalizar una edad de hielo, las concentraciones permanecen bajas durante algún tiempo hasta el período de calentamiento. Esto significa que los cambios de CO2 no pueden ser el motor que inicia estos importantes cambios climáticos. Pero a medida que el clima se enfría, la concentración de CO2disminuye y esto tiene un mayor efecto de enfriamiento. Y como el clima se está calentando, se libera más CO2a la atmósfera, aumentando aún más las temperaturas globales. Esto se denomina un bucle de respuesta positiva.




Imagen basada en datos de NOAA.

En los últimos 425.000 años los períodos frescos coincidieron con épocas en las que la concentración de CO2 en la atmósfera era menor. Cuando hay menos CO2 en la atmósfera el efecto invernadero se reduce y el clima es más frío.

La línea azul y roja indica la variación en la temperatura global promedio comparada con el promedio entre 1961 y 1990. La línea verde muestra la concentración de CO2 en la atmósfera. (Presta especial atención al borde derecho del gráfico.)

Este gráfico muestra cuatro eras en las que el mundo era más frío que hoy. Están separadas por breves períodos cálidos, como el actual.


Otro bucle de respuesta positiva parece estar sucediendo ahora en el Ártico. Durante el verano, el hielo que flota en el Ártico se derrite. Cada invierno, aumenta la cobertura de hielo. En los últimos años el hielo se ha estado retirando más en el verano y recuperando menos en el invierno. El proceso tiende a auto-reforzarse. Éste es el procedimiento: El hielo refleja un poco la luz solar. El agua es mucho menos reflectiva y absorbe más energía solar. A medida que la cantidad de agua abierta aumenta, se absorbe más energía solar. La temperatura del agua aumenta. Esto provoca derretimientos, que genera más agua abierta, que...


Más explicaciones para los cambios climáticos

Existe una estrecha relación entre la temperatura global promedio y la concentración de CO2. Pero esto no nos dice qué es lo que da inicio a los grandes cambios climáticos que hemos visto. La explicación puede relacionarse con el movimiento de la Tierra y el Sol.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La Antártida está contaminada: hay restos plásticos y pesticidas

Un estudio europeo demuestra la existencia de sustancias químicas en el interior del continente blanco.

perfil.com

Desde Madrid, España
La Antártida está contaminada. Así de determinante es la conclusión de un informe presentado esta semana en el Congreso de la Sociedad de Toxicología y Química Ambiental europea que se llevó a cabo en Basilea, Suiza, al que PERFIL tuvo acceso en exclusiva. Datos científicos recogidos por el Trineo de Viento –un vehículo que se mueve exclusivamente por energía eólica–  en su expedición a la Antártida, denominada Acciona WindPowered, entre 2011 y 2012, demuestran la existencia de contaminantes orgánicos y pesticidas en el plateau antártico.
La investigación fue dirigida por Ana Cabrerizo, del Instituto para el Medio Ambiente y la Sostenibilidad de la Comisión Europea, y presentado por Jordi Dachs, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua. “La Antártida se percibe como un desierto helado muy lejano e impoluto, con barreras naturales como la circulación oceánica y atmosférica que en teoría lo protegen”, dijo Dachs. Sin embargo, “esa situación no impide que se hayan detectado contaminantes orgánicos persistentes (COP), como los bifenilos policlorados (PCB) y pesticidas organoclorados (ACO) en el aire, la nieve, el agua, la vegetación o las redes tróficas de los organismos en la Antártida marítima”, sustancias químicas artificiales que son una muestra más de cómo el ser humano está perturbando la biosfera.
Para Ramón Larramendi, líder de la expedición, “estas partículas contaminantes, de una vida media-larga no quedan ‘atrapadas’ en la nieve como en un principio se creía, retrasando así su llegada a la meseta antártica, sino que se van moviendo de las regiones templadas a las más frías”. Sin embargo, este dato no se pudo confirmar hasta la expedición del Trineo de Viento, “pues la mayoría de los estudios disponibles de la atmósfera antártica sobre estos compuestos se basaban en datos recogidos en las zonas costeras”, agregó Dachs. “Es en esta zona donde se encuentra la mayoría de las bases científicas internacionales; no era fácil realizar un muestreo atmosférico por una amplia extensión del interior del continente”, explicó a PERFIL Rosa Tristán, portavoz de la expedición.
“Como resultado, había falta  de información sobre los niveles de PCB y otros contaminantes en la meseta antártica”, señala el informe, para indicar después que el Trineo de Viento ha permitido detectar su presencia “en un recorrido que va desde Estación Novolazarevskaya, a 75 km de la costa, hasta el glaciar Unión”. En total, los investigadores recorrieron 3.500 km en 34 días de viaje, gracias al cual se recogieron valiosas muestras científicas que ayudarán a conocer mejor el interior de la Antártida.

martes, 20 de mayo de 2014

Estrategias para reducir el metano de los arrozales
En INTA Expone, del 27 al 29 de junio en Posadas, Misiones, se presentarán “buenos manejos” para mitigar el efecto invernadero.
Por María Rovere | perfil.com

En su último encuentro, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que colabora con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alertó sobre el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a niveles sin precedentes, a pesar de los esfuerzos por reducirlas. Sólo el cultivo del arroz emite el 11% de gas metano del mundo. De allí la importancia de las estrategias de reducción en las que trabaja el INTA, que serán presentadas en INTA Expone NEA, que se realizará del 27 al 29 de junio, en Posadas –Misiones–.
La producción nacional de arroz se concentra en el noreste argentino –Corrientes y Entre Ríos–. En Corrientes se siembran alrededor de 100 mil hectáreas cada año. Se trata de un cultivo anual que se desarrolla bajo inundación permanente durante la mayor parte del ciclo. Y “es esa descomposición anaeróbica de la materia orgánica de los arrozales annegados lo que produce escapes de metano”, detalló Susana Maciel –especialista en emisiones de gas metano en sistemas agrícolas del INTA Corrientes–.
“Reducir las emisiones y lograr altos rendimientos es posible con un correcto manejo del cultivo”, aseguró Ditmar Kurtz, uno de los autores de la investigación, quien además afirmó que, “según el manejo, los lotes más productivos emiten menos metano”.
De acuerdo con los investigadores, las menores emisiones de metano (CH4) en el cultivo del arroz se obtienen mediante un manejo de labranza convencional, siembras óptimas a mediados de octubre y con diez días de desecamiento de los suelos. Estas estrategias de reducción se suman a las que indican un inicio del riego a los diez días de la siembra, con lámina de agua de 10 cm, fertilizaciones adecuadas y sobresuelos franco-arenosos.
Las mayores emisiones de CH4 están asociadas a ciclos de duración del cultivo más largos que no incluyen el desecamiento de los lotes. “Sin embargo –aclaró Kurtz–, el desecamiento también libera oxido nitroso (N2O), con un potencial de calentamiento superior al del metano”.
Asimismo, se determinó que los dos picos de máxima emisión durante el crecimiento del cultivo son en el inicio de la floración –la actividad metabólica más intensa por parte de la flora bacteriana productora de gas metano– y el inicio de la maduración –cuando la planta libera compuestos orgánicos que son aprovechados por las bacterias metanogénicas como nutrientes para la producción de metano–.
Para Maciel, “es importante reducir las emisiones de metano ya que se trata de un gas que no es captado por otros procesos bioquímicos –como el caso del dióxido de carbono, que es captado por las plantas para su proceso de respiración– y permanece en la atmósfera alrededor de unos 12 años con un poder de calentamiento 23 veces mayor al CO2”.
Por su parte, Daniel Ligier, especialista en gestión ambiental del INTA Corrientes, explicó que el gran desafío del sector arrocero consiste en “reducir las emisiones netas de metano, al tiempo que aumenta la producción para satisfacer la creciente demanda de alimentos en el mundo”.
En referencia al logro, Ligier explicó que “conocer el aporte individual de GEI, le permite al productor optar por aquellas opciones ambientalmente más amigables, transformándose así en una herramienta de diferenciación de la producción primaria de arroz”.

lunes, 19 de mayo de 2014

La caída de un asteroide en el océano causaría un tsunami de 500 metros
Publicado: actualidad.rt.com
Los científicos rusos advierten que la caída en las aguas de los océanos de un asteroide de un diámetro de entre 100 y 200 metros podría causar un enorme tsunami con olas de hasta 500 metros de altura.
"Los asteroides de un tamaño de entre 100 y 200 metros no han sido muy bien estudiados, pero en caso de caer en las aguas de la Tierra causarían olas que, según los expertos, llagarían hasta los 500 metros de altura", cita al director del centro ruso de monitoreo y pronóstico del Ministerio de Emergencias de Rusia, Vladislav Bolov, a la agencia de noticias Ria Novosti.

Si el tamaño del objeto llega a ser de más de un kilómetro y medio, causaría un desastre que afectaría a todo el planeta, advierte Bolov. Hasta la fecha, los científicos conocen unos 120 cráteres que han dejado los grandes asteroides tras su colisión con la superficie terrestre. El mayor de los cráteres tiene un diámetro de unos 100 kilómetros y se encuentra en la región rusa de Siberia, en la cuenca del río Popigai. Los científicos creen que un asteroide se estrelló en ese lugar hace unos 36 millones de años.

Algunos expertos también explican la extinción en masa de los organismos vivos hace unos 250 millones de años por la caída de un gran meteorito. Según otra hipótesis propuesta por el físico estadounidense Luis Álvarez, un meteorito causó la extinción de los dinosaurios al colisionar con la Tierra.

No obstante, los científicos también advierten que hasta los objetos relativamente pequeños representan una grave amenaza para nuestro planeta, ya que en caso de impactar cerca de asentamientos humanos, debido a la onda expansiva y al calor generado, podrían causar daños considerables comparables con las consecuencias de una explosión atómica.