jueves, 24 de abril de 2014


MEDIO AMBIENTE Su tamaño es seis veces el de toda la isla de Manhattan

El desprendimiento de un gigantesco iceberg en el Antártico desata la alerta




El iceberg B31, antes y después de desprenderse de la Antártida.
Un gigantesco iceberg cuyo tamaño es seis veces mayor que la isla de Manhattan ha provocado una alerta científica tras desprenderse de un glaciar antártico y adentrarse en medio del océano. El enorme bloque de hielo tiene una superficie de 660 kilómetros cuadrados y un grosor de 500 metros, según el análisis que ha realizado la investigadora de la NASA, Kelly Brunt.
El iceberg, denominado B31 por los científicos, se desprendió del glaciar de Pine Island, en la Antártida, el pasado mes de noviembre.
"Su tamaño es suficientemente grande como para que debamos vigilarlo de cerca", explicó Brunt. De momento, sin embargo, el peligro es relativamente bajo, ya que el bloque de hielo no ha entrado en una zona de mucho tráfico marítimo.
"No hay muchos barcos por allí. No estamos especialmente preocupados por las rutas marítimas. Sabemos siempre dónde se encuentran todos los icebergs grandes", aseguró la experta de la NASA.
A los científicos les interesa especialmente este iceberg no sólo por sus enormes dimensiones, sino porque se desprendió en una zona inusual. "Es como una gigantesca tarta cuadrada flotando en el océano", añadió Brunt, una investigadora del Centro Goddard de la NASA y la Universidad Morgan State de Maryland.
La ruptura en el glaciar de Pine Island del que se desprendió el iceberg se detectó por primera vez en 2011. Este glaciar se ha estado vigilando de cerca durante las últimas dos décadas, ya que se está derritiendo de manera acelerada y podría provocar un aumento considerable del nivel del mar.

miércoles, 23 de abril de 2014

Los bosques, sistemas vitales para un futuro sostenible
intainforma.inta.gov.ar
¿Se puede mitigar el calentamiento global sin afectar los niveles de bienestar y desarrollo humano? El aporte del INTA para hacer frente al cambio climático sin avanzar sobre los bosques.
Los bosques, sistemas vitales para un futuro sostenible
Al igual que el suelo y el agua, los bosques nativos son sistemas vitales. Si los aprovechamientos forestales no están bien manejados, degradan el bosque: le quitan cantidad de árboles y se pierde calidad ambiental y productiva.
El “desarrollo sostenible” ­­–que se refiere al progreso actual sin comprometer a las generaciones futuras– fue la respuesta de la humanidad al proceso de deforestación con fines de expansión urbana y agrícola y a la consecuente degradación de los recursos naturales.
La industrialización basada en la quema de combustibles fósiles y otras actividades, como la agricultura por inundación y la ganadería, sumadas a la deforestación y a la degradación de bosques por mal manejo, generarían la acumulación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera y, en consecuencia, el aumento de las temperaturas.
Uno de los desafíos más importantes que la sociedad debe enfrentar en el siglo XXI es encontrar soluciones que permitan mitigar ese proceso sin impedir el avance de los niveles de bienestar y desarrollo humano.
Los bosques nativos forman parte del sistema climático y, según explicó Pablo Laclau, investigador forestal del INTA Balcarce, constituyen “un sumidero de carbono capaz de hacer frente al cambio climático, ya que fijan una parte importante del CO2 que la actividad industrial, la ganadería y la propia deforestación liberan a la atmósfera”. Mientras tanto, “el reemplazo y la degradación de los bosques son fuentes de emisión de ese gas”, comentó el especialista.
En la mayoría de los países de América del Sur, el cambio en el uso del suelo es un problema que preocupa por su posible impacto en el calentamiento del planeta. Según el Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), durante los últimos 50 años, las temperaturas de la superficie de la Tierra aumentaron al doble de velocidad que lo observado durante la primera mitad del siglo XX.
Graciela Magrin, experta en Cambio Climático del INTA Castelar y participante del IPCC por la Argentina, comentó que, en gran parte, la deforestación mundial está supeditada “a la extensión de la frontera agrícola que también se relaciona con el aumento de la demanda mundial de alimentos y de biocombustibles y desencadena una presión muy fuerte sobre los sistemas forestales”.

Los bosques nativos constituyen “un sumidero de carbono capaz de hacer frente al cambio climático”, aseguró Pablo Laclau.
¿Cómo mantener la integridad el bosque?
Según José Graziano Da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), “la incorporación de los bosques en toda estrategia de futuro sostenible no es optativa, sino obligatoria” y deben aplicarse en todo el mundo prácticas de “manejo forestal sostenible”, basadas en la idea de que todo árbol utilizado debe sustituirse por otro nuevo. El funcionario señaló que “la deforestación deja de ser un problema grave en la mayor parte de los países que han alcanzado cierto nivel de desarrollo económico y han adoptado prácticas forestales acertadas sobre la base de compromisos políticos”.
Dado que en muchos casos la conservación de los bosques nativos debe enfrentarse a las necesidades derivadas de la pobreza, Tomás Schlichter, coordinador de investigación forestal del INTA, aseguró que “la única manera de preservar su integridad es agregar valor a los productos que se extraen de él”. Un ejemplo de esto es la situación de los Bosques Andino Patagónicos, que no sufren la presión de la deforestación porque son una fuente de turismo invaluable. Frenar la deforestación “no es únicamente cuestión de prohibir, sino que hay que darle valor económico al bosque”, agregó el especialista.
Para Daniel Somma, director del Centro Regional Buenos Aires Norte del INTA mantener la integridad del bosque, sobre todo en lo que respecta al funcionamiento de las cuencas hidrográficas, implica aumentar la eficiencia de la superficie destinada a las actividades agrícolas, “sin pensar en el incremento de tierra dedicada a la producción agropecuaria a expensas de las tierras forestales”.

Schlichter aseguró que la conservación de los bosques nativos requiere “agregar valor a los productos que se extraen de él”, dado que muchas veces se enfrenta a las necesidades derivadas de la pobreza.
Hacia sistemas productivos sustentables
El desafío que se presenta a escala mundial es manejar la producción de alimentos sin generar debilitamiento de suelos ni avanzar sobre los bosques y, complementariamente, recuperar los que se han perdido mediante la plantación de especies forestales nativas y otras técnicas que conduzcan a la restauración forestal. Mitigar el calentamiento global requiere también la reducción de las emisiones de GEI.
Si bien plantar árboles es un camino posible para eliminar carbono atmosférico de una manera eficiente y económica, Schlichter comentó que “hoy se intenta bajar la tasa de emisión de GEI mediante un esfuerzo colaborativo mundial para disminuir los ritmos de deforestación y degradación de bosques”, en un proceso que, desde la Conferencia de las Partes realizada en Bali en 2007 (COP13), se conoce como REDD+.
Con un conjunto de buenas prácticas silviculturales es viable implementar sistemas productivos sustentables para el bosque nativo y encontrar alternativas tecnológicas para que el ganado conviva con el sistema forestal sin deteriorarlo. Laclau destacó que el INTA trabaja activamente en “buscar tecnologías apropiadas de uso silvopastoril, que permitan ubicarse en una situación de transición en la que no se pierdan las propiedades fundamentales de un bosque: la infiltración del agua, la fotosíntesis, la captura de carbono, la supervivencia de muchas especies de invertebrados o mamíferos que forman parte de la cadena ecológica, el agua, la contención de la erosión”. El instituto trabaja en todo el país en estos proyectos, que además de mitigar el cambio climático, permiten sostener economías regionales.
Más información INTA Informa versión impresa Manejo sostenible del bosque nativo

martes, 22 de abril de 2014

Día de la Tierra

La jornada de hoy invita a reflexionar sobre la necesidad de cuidar y preservar el planeta, que es nuestra única morada en el universo
LA NACION 
Hoy es un día para reflexionar. Ése fue el propósito cuando aquel 22 de abril de 1970 fue instituido como Día de la Tierra, para impulsar la toma de conciencia del valor de conservar nuestro planeta, para mantener una relación más armónica con la naturaleza.
Si bien podríamos resaltar que en este siglo se ha hecho más daño a la Tierra que en toda la historia anterior de la humanidad, hoy puede ser un día para mirar nuestra casa con optimismo. Todos vivimos en ella y podemos generar un cambio. Es indispensable, y sin duda en los millones de seres humanos está la capacidad para hacerlo. Lo que está en juego no es el planeta, es nuestra calidad de vida.
Se trata de una convocatoria global cuyo tema central, pero no excluyente, son las "ciudades verdes". Habrá actividades universitarias, académicas, artísticas, talleres, exposiciones, mesas redondas, charlas, debates y ferias ecológicas. Puede haber lo que a cualquiera de estas personas se le ocurra para mejorar nuestra relación con el planeta. De especial importancia resulta la actividad en las escuelas: los niños vivirán mas tiempo y merecen un mundo mejor, más limpio, menos contaminado.
Es un día para celebrar y promover un planeta más saludable. Una oportunidad para proponer acciones y soluciones viables y concretas en favor de nuestra calidad de vida. Desde acciones simples, como plantar árboles y realizar actividades de reciclaje y juegos, hasta cambios estructurales. Es un día para promover el arte como instrumento para alcanzar una relación mas armónica con el entorno: quizás el lenguaje artístico pueda lo que las palabras y las cifras a veces no pueden.
Considerando que la mitad de la población del planeta vive en ciudades, resulta indispensable ayudar a que éstas sean más sostenibles y reducir su huella de carbono. Hay tres elementos que resultan clave: la energía, la infraestructura y el transporte. En materia energética, la mayor parte del mundo actual posee estructuras obsoletas de generación que no sólo resultan ineficientes, sino contaminantes. Es imprescindible promover una transición a fuentes de energía renovables.
Los edificios, por su parte, representan casi un tercio de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A través de mejoras sencillas y de eficiencia se pueden reducir las emisiones de modo drástico. Posiblemente esto lleve a la necesidad de actualizar las ordenanzas y los códigos de construcción de modo de promover estos cambios.
El transporte, por su parte, representa la fuente que más ha crecido en emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo (el 24 por ciento de las emisiones globales). Tres cuartas partes provienen directamente de los vehículos de carretera. Sin duda, es imprescindible reducir estas emisiones, promover vehículos más eficientes y, fundamentalmente, aumentar las opciones y la calidad del transporte público. Seguramente la creatividad nos dará otros medios alternativos.
Junto a ello resulta necesario invertir en la tecnología del transporte sostenible para crear un uso más razonable. Se trata de contar con una infraestructura de transporte más limpio, más seguro y más asequible.
Con la imaginación, la capacidad y los recursos disponibles, las ciudades del futuro pueden ser muy diferentes de las ciudades de hoy y brindar una mejor calidad de vida.
Este Día de la Tierra es una oportunidad para aprovechar la infinita creatividad humana para transformar las ciudades y así vivir mejor. Para quienes están involucrados profesionalmente en el tema, quizás este día sea una oportunidad de promover el desarrollo de fuentes alternativas de energía, otorgar créditos fiscales en ese sector o crear una inmensa área protegida.
Basta sólo mencionar la presentación ante el Senado de la Nación del proyecto de ley que creará el futuro Parque Nacional El Impenetrable, en la provincia del Chaco. El primer parque nacional creado por suscripción popular y pública con el aporte voluntario de personas y empresas.
El recordado astrónomo Carl Sagan decía que la Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Todas las acciones que podamos realizar en favor de nuestra casa y planeta no son sino el reconocimiento de nuestra responsabilidad para preservar este punto azul pálido que es nuestro planeta en el universo..

ONU: Sudán del Sur puede enfrentarse a la peor hambruna mundial dentro de dos meses  

actualidad.rt.com




Sudán del Sur se enfrentará a una de las hambrunas más devastadoras de la historia en cuestión de semanas si antes de la temporada de la siembra no se toman medidas radicales para aliviar el hambre generalizada en el país africano, advierte la ONU.
Según cita el portal Care2.com al representante especial del secretario general adjunto de la Misión de la ONU en Sudán del Sur, Toby Lanzer, los dos próximos meses son cruciales para el país más joven del mundo y requerirían unos 230 millones de dólares en ayuda internacional. Si esto no se hace de forma rápida, el país africano se encontraría al borde de la peor epidemia de hambre en África desde la década de 1980, cuando centenares de miles de etíopes murieron a causa de la inanición.  

A conclusiones similares llegaron los jefes de organismos de las Naciones Unidas como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) durante sus visitas a los campos y pueblos de desplazados y refugiados de Sudán del Sur. 

De acuerdo con la ONU, casi un tercio de los 10,8 millones habitantes de Sudán del Sur se enfrentan a la inanición de manera inminente. Si estas evaluaciones son correctas, hay de tiempo hasta dentro de poco más de un mes antes de que termine la crucial temporada de siembra y empiecen las lluvias, que complicarán el acceso humanitario a las comunidades remotas. Entonces ya será demasiado tarde para implementar cualquier tipo de medida.  

Según los especialistas, los problemas del país son complejos y tienen múltiples facetas. Sin embargo, el factor principal de la crisis es la fuerte ola de violencia tribal que comenzó a mediados de diciembre de 2013 y que prácticamente ha detenido la producción agrícola y ha desplazado de sus tierras a 800.000 personas. Y eso teniendo en cuenta que el acceso a los recursos en el país ya era escaso. 

Aunque el esfuerzo para restaurar el equilibrio debe hacerse tanto a nivel político como a través de la ayuda humanitaria, la cuestión más urgente es el dinero. Los funcionarios de la ONU creen que otras crisis, como la siria, están desviando el presupuesto de Sudán del Sur, que ha recibido solo un tercio de los 1.270 millones de dólares que se asignaron al país para el 2014.  

lunes, 21 de abril de 2014

Descubren un planeta “habitable” y similar a la Tierra

Orbita una estrella enana a unos 500 millones de años luz. Podría existir agua en forma líquida, ideales para la vida en su superficie.
CLARIN.COM
Un diagrama compara los dos sistemas alrededor de las estrellas. (NASA)


La NASA anunció la existencia de un planeta de tamaño similar al de la Tierra y en el cual podría existir agua en forma líquidaanunció la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).

El mismo orbita la estrella enana Kepler-186, a unos 500 millones de años luz. Se lo llamó Kepler-186f, debido al telescopio espacial que fue el primero que notó su existencia.

Posteriormente, fue analizado por el telescopio Géminis Norte de ocho metros y su vecino, el telescopio Keck II de diez metros, ambos en Mauna Kea, Hawai. “Es extremadamente difícil detectar y confirmar estos planetas del tamaño de la Tierra y ahora que hemos encontrado uno queremos encontrar más", dijo en una teleconferencia Elisa Quintana, investigadora del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).

Si bien por un “censo” realizado por el Kepler se estimaba que una de cada 5 estrellas similares al Sol podría tener planetas habitables, esta es la primera confirmación en un 99,98% de que hay planetas similares a la Tierra en otras galaxias.

"Las observaciones de Keck y de Géminis combinadas con otros datos y cálculos numéricos nos permiten confiar un 99,98 por ciento en que Kepler-186f es real", confirmó Thomas Barcklay, del Instituto de Investigación Ambiental del Área de la Bahía en Ames.

En febrero pasado la NASA anunció que el telescopio Kepler, que orbita a 149,5 millones de kilómetros de la Tierra desde hace cinco años, había añadido 715 exoplanetas a la lista de un millar de cuerpos que orbitan estrellas a una distancia que hace posible la existencia de agua y por lo tanto de vida.

La búsqueda de planetas similares a la Tierra es una de las aventuras mayores en la investigación espacial actual y, aunque se han detectado ya cientos de planetas del tamaño de la tierra y más pequeños, ellos circulan en órbitas demasiado cercanas a su estrella como para que haya agua líquida en su superficie.

El Kepler-186f es el quinto y más alejado de un sistema de cinco planetas, todos con tamaño casi terrestre. La intensidad y el espectro de radiación de la estrella coloca al Kepler-186f en la zona estelar habitable, esto es que, si el planeta tuviera una atmósfera y agua en su superficie, como la Tierra, esa agua probablemente exista en forma líquida.

Fuente: agencias

sábado, 19 de abril de 2014

La mala imagen fuerza a Monsanto a cambiar de estrategia
El gigante agrícola intenta acercarse al consumidor para revertir el rechazo a los transgénicos y destina millones a evitar que sea obligatorio etiquetar los alimentos modificados genéticamente
Un agricultor examina el maíz transgénico que cultiva. / NORBERTO DUARTE

El futuro de los alimentos genéticamente modificados se juega en la opinión pública. La batalla entre partidarios y detractores de los transgénicos es feroz y en Monsanto son muy conscientes de ello. Tras años acumulando una pésima reputación, la mayor compañía de semillas del mundo ha decidido cambiar de estrategia: acercarse más al consumidor para tratar de convencer a escépticos y críticos sobre la seguridad de sus productos, y sus efectos positivos para la agricultura mundial.
"En los últimos veinte años casi todas nuestras actividades de comunicación y educación han estado enfocadas a los granjeros, y han ido muy bien. Pero el error que cometimos es que no pusimos suficiente esfuerzo en los consumidores. Pensamos que ese era el trabajo de la industria de alimentación", admitió el vicepresidente ejecutivo y responsable tecnológico de Monsanto, Robert Fraley, en un encuentro reciente con periodistas europeos en la sede central de la empresa en San Luis. La visita, organizada por el gigante agrícola, es un reflejo de su creciente interés por divulgar más sus actividades.
En 2011 la multinacional estadounidense, especializada desde hace dos décadas en desarrollar semillas alteradas genéticamente para resistir herbicidas y repeler insectos, fue considerada la compañía "más malvada" del mundo en una encuesta en Internet. Y el profundo rechazo que generan sus prácticas en capas de la población a lo largo del planeta se visualizó ampliamente en mayo del año pasado cuando en un mismo día se celebraron manifestaciones contra Monsanto en 436 ciudades de 52 países. La iniciativa la engendró una sola persona en Facebook y tras el abrumador éxito de convocatoria se repetirá el próximo 24 de mayo. Para cerrar el círculo, los sondeos indican que tres cuartas partes de los estadounidenses se declaran preocupados por la presencia de transgénicos en su comida -que están ampliamente autorizados y rondan el 80% de todos los alimentos-, la mayoría por el temor a efectos nocivos. En Europa -que solo permite un tipo de maíz-, el rechazo es del 61%, mientras en España del 53%, según las últimas encuestas, de 2010.
Todo ello ha llevado a Monsanto en el último año a repensar por completo su estrategia. "Los consumidores nos ven como el primer escalón de la cadena de alimentación y quieren oír más de nosotros [...] Tenemos que hacerlo mejor", explicó el directivo. La empresa -que elabora principalmente semillas modificadas de soja, maíz, algodón y colza, al margen de otras convencionales- ha redoblado su comunicación en las redes sociales, donde son muy fuertes sus oponentes, y ha facilitado más información en su página web.
En paralelo, a finales de 2013 amplió su relación con Fleishman Hillard, una de las principales firmas de relaciones públicas, para impulsar una nueva campaña internacional, según Holmes Report, una plataforma que analiza el sector. Un portavoz de Monsanto confirmó que son clientes de esa agencia , pero evitó entrar en concreciones. Además, Monsanto -con una destacada presencia en América Latina, con soja y maíz transgénico, al margen de Estados Unidos- impulsó en septiembre, junto al resto de grandes grupos biotecnológicos, una página web con detallada información sobre estos alimentos.
Los expertos avisan, sin embargo, que la mala imagen no desaparece de la noche a la mañana. “Nunca es fácil. Es como correr un maratón, no un esprín”, apunta por teléfono Aaron Perlut, socio de Elasticity, una consultoría de San Luis especializada en reputación corporativa. Mientras, desde las organizaciones contrarias a los transgénicos creen que el giro conciliador y más transparente de Monsanto es falso y denota nerviosismo. “Se ha dado cuenta de que la era genética ha terminado. El público no aceptará una tecnología impredecible y peligrosa”, clama Ronnie Cummins, de la Organic Consumer Association. “Al mismo tiempo, está gastando millones en luchar contra el derecho a saber de los consumidores, por lo que no importa cuanto destine a refrescar su marca. Es sospechoso”, ahonda, por su parte, Colin O’Neil, del Center for Food Safety.
Se refiere a la multimillonaria ofensiva de Monsanto, junto a otras empresas, para frenar las iniciativas en 27 de los 50 estados de EE UU a favor de que sea obligatorio -como ocurre en más de sesenta países, entre ellos los de la UE y Brasil- especificar en los envoltorios de los alimentos si contienen componentes modificados genéticamente. Ahí es donde se juega la verdadera batalla entre los partidarios y detractores de los transgénicos, pues el etiquetado podría suponer un punto de inflexión en la percepción del consumidor. En las próximas semanas la Cámara de Representantes de Vermont podría aprobar una ley en ese sentido, con lo que se convertiría en el primer estado con etiquetado obligatorio en EE UU. En 2012 California y en 2013 Washington celebraron votaciones populares sobre este asunto, en las que se impuso el 'no' por un estrecho margen. Las multinacionales invirtieron 46 y 22 millones de dólares respectivamente en la campaña contra el sellado forzoso, dos y tres veces más que los grupos a favor.
"No hay estudios que examinen a largo plazo riesgos potenciales de los transgénicos sobre la salud. En ausencia de esa información, los consumidores deberían poder escoger si quieren o no comerlos", sostiene O'Neil. Los activistas recuerdan que el 93% de los estadounidenses están a favor del etiquetado y que en 2007 Barack Obama hizo una promesa en ese sentido antes de convertirse en presidente de EE UU. Desde Monsanto argumentan que "no hay duda" que la comida transgénica es igual de segura que la convencional y que así lo han certificado científicos y reguladores. A lo que opositores, como Cummins, replican denunciando los nexos entre Monsanto y las autoridades estadounidenses. Por ejemplo, el caso de Michael Taylor, que trabajó en la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos, luego se pasó a Monsanto donde fue vicepresidente, y ahora vuelve a estar en la FDA, según revelan los registros oficiales recopilados por el Center for Responsive Politics, una organización civil. No es un episodio aislado: un 72% de los cabilderos de Monsanto en 2013 habían trabajado antes en la Administración o en el Capitolio, según el Center.Se trata de una práctica habitual entre las grandes corporaciones.
El gigante agrícola aboga por el etiquetado voluntario de los transgénicos porque "pone el foco en las empresas que quieren usarlo como una ventaja de mercadotecnia", aduce Fraley, pero se opone a que sea obligatorio porque lo considera discriminatorio al equipararse a la información negativa sobre las grasas y sales que tiene un alimento. En este sentido, Monsanto apoya -a través de una coalición de un centenar de compañías- la propuesta de ley presentada el pasado miércoles por un congresista republicano que busca prohibir el etiquetado obligatorio, para así frenar los intentos de los estados, y dar más poder a la FDA, que se decanta por la vía voluntaria. La norma tiene pocas opciones de prosperar, dada la división que suscita en el Capitolio.
Pero para remediar una pésima reputación, primero hay que explorar las causas. "Realmente no la puedo explicar", reconoció Fraley, que la atribuyó sobre todo al hecho de ser vista como una empresa estadounidense y al "vilipendio" de la agricultura y la producción alimentaria. Pero también, a regañadientes, al pasado oscuro de Monsanto, como su producción del herbicida agente naranja que EE UU usó en la guerra de Vietnam o la contaminación en Alabama de unos componentes químicos. "Indudablemente el legado del pasado es un desafío para toda compañía", admitió. Aunque en su informe anual avisa de que la "aceptación pública" puede afectar sus ventas, de momento los beneficios de Monsanto siguen creciendo: hasta febrero ganó 1.670 millones de dólares, un 13% más que el año anterior. Ahora, su reto es lavar su imagen y ganar la batalla de la opinión pública, pero eso se presume mucho más complejo.

El amplio entramado político de la multinacional

J. F.
Como la mayoría de grandes compañías de EE UU, Monsanto destina mucho dinero en tratar de granjearse una influencia política. En 2013 gastó 6,9 millones de dólares en hacer lobby en el Capitolio y en agencias de la Administración, según datos del Center for Responsive Politics (CRP), lo que la sitúa en la posición 61 de 4.126. Ya en 1998 destinó cuatro millones, y su nivel más alto llegó en 2008 con nueve millones. Otros grupos comparten objetivos similares a los de Monsanto. Por ejemplo, en pleno debate sobre el etiquetado, la Grocery Manufacturers Association disparó en 2013 por cuatro su gasto en lobby, hasta los 14,3 millones.
Monsanto también hace donaciones a políticos. Por ahora, en el ciclo de las elecciones legislativas del próximo noviembre, ha otorgado 424.600 dólares a comités de candidatos (el 72% del Partido Republicano), según el CRP. Desde 2002 sus donaciones han ido creciendo con fuerza hasta llegar a su pico en 2012 (654.300 dólares). Desde la compañía las minimizan y alegan que son "parte del sistema político estadounidense". La Organic Consumer Association y el Center for Food Safety también destinan dinero a hacer lobby e iniciativas políticas, pero en proporciones muy inferiores.
Uno de los más beneficiados por las donaciones de Monsanto es Roy Blunt, senador republicano por Misuri, un estado muy agrícola y en el que se ubica Saint Louis. En el ciclo de 2014, Monsanto es por ahora el séptimo contribuyente a su campaña de reelección por valor de 79.250 dólares. Las cifras han ido en aumento: 10.000 en 2008, 44.250 en 2010 y 74.250 en 2012. En algunos círculos Blunt, que también recibe donaciones de otras empresas agrícolas, ha sido apodado como el hombre de Monsanto en Washington. Él mismo reconoció que elaboró junto a Monsanto la polémica cláusula que se introdujo a última hora hace un año en una ley que forzaba al Departamento de Agricultura a ignorar hipotéticas decisiones judiciales que pudiesen bloquear sus aprobaciones a nuevas semillas transgénicas. La cláusula, que no se renovó a los seis meses, fue bautizada coloquialmente como la 'Monsanto Protection Act'.