jueves, 21 de diciembre de 2017

Un mundo que se calienta está provocando cada vez más incendios forestales
elespectador.com

Los incendios que esta semana se presentaron en California y Siberia, y que han arrasado cada uno con casi 10.000 hectáreas de bosque, son causados por el cambio climático, según científicos.




Los incendios forestales son un fenómeno natural. Pero el número de incendios que se viene presentando en el mundo no lo es, y el cambio climático es el factor que los explica. "La evidencia es cada vez más abrumadora", dice Mike Flannigan a la revista Yale360. Es director del departamento de incendios forestales de la Universidad de Alberta, en Canadá, donde se presentaron 1.000 incendios en el curso de julio de este año, 10 veces más que el promedio. De acuerdo con él, el cambio climático está propagando incendios en todo el mundo.

A nivel mundial, la duración de la temporada de clima de fuego aumentó en casi un 19% entre 1978 y 2013, gracias a las estaciones más largas de clima cálido y seco en una cuarta parte de los bosques del planeta. En el oeste de los Estados Unidos, por ejemplo, la temporada de incendios forestales ha aumentado de cinco meses en la década de 1970 a siete meses en la actualidad. A la par, según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, la temperatura global ha aumentado 1.4°C en los últimos 100 años, y las predicciones advierten sobre un aumento de hasta 4°C para 2100.

Sin embargo, hacer una relación causa-efecto entre incendios forestales y cambio climático aún es motivo de disputa. De acuerdo con Yale 360, la ciencia de la atribución del clima ha crecido a pasos agigantados en las últimas décadas. Los incendios forestales individuales todavía están cerca de la parte inferior de la lista de cosas que pueden vincularse fácilmente a un clima cambiante, gracias a todos los otros factores en la mezcla, por ejemplo, la descomposición de los bosques en trozos más pequeños a través de la tala o la agricultura; o el hecho de que algunos árboles arden más rápido que otros (los árboles más jóvenes son más verdes, por lo que se queman más lentamente); o el paso de un año particularmente lluvioso que aumenta el riesgo de incendio si la lluvia llega en primavera, al aumentar el volumen de vegetación disponible para quemar más adelante.

Todo lo anterior hace difícil determinar la causa de un incendio. Sin embargo, hay un vínculo innegable: a mayor temperatura, mayor cantidad y voracidad en los incendios forestales. Como explicó a Yale 360 el geógrafo de la Universidad de Swansea en Gales y editor en jefe del International Journal of Wildland Fire, Stefan Doerr, el aire caliente contiene más agua. A medida que sube la temperatura del aire, absorbe más humedad de la vegetación, que a su vez se seca y quema más fácil.

De acuerdo con el geógrafo, las temperaturas más cálidas también provocan más rayos, lo que también aumenta el riesgo de incendios, y entre más caluroso sea el mundo, más viento hay, lo que esparce las llamas de manera más dramática. Según sus cálculos, cada grado de calentamiento aumenta los incendios forestales en un 12% en todo el mundo.

Según Yale 360, el año pasado, John Abatzoglou de la Universidad de Idaho publicó un documento que mostraba que el calentamiento causado por los humanos desde la década de 1970 ha sido responsable de aproximadamente la mitad del aumento de la sequedad de los bosques occidentales de EE. UU. "La forma en que lo vemos, cómo los combustibles secos explican las tres cuartas partes de la variabilidad de un año a otro [en los incendios]". En ese orden de ideas, el cambio climático es culpa de duplicar el área que ardió en el oeste de EE. UU. entre 1984-2015, agregando un adicional de 10 millones de acres de árboles carbonizados.

Incluso, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, en 2014, advierte sobre la relación ebtre cambio climático e incendios en tres áreas: Alaska, el Mediterano y África Oriental. Según la investigación, las conclusiones pueden ser conservadoras.

Arde California, arde Siberia

En California, el Thomas Fire ya está clasificado como el tercer incendio más fuerte que ha visto ese estado desde 1932. De acuerdo con Telesur, el incendio que podría convertirse en el más grande de la historia, y que inició el 4 de diciembre en el condado de Ventura, ya ha calcinado 98.000 hectáreas al sur de California, tiene unas 18.000 casas en alerta y ha causado 100.000 evacuados y dos muertos.

Siberia no se queda atrás. Están viviendo los peores incendios en 10.000 años dado el aumento de temperaturas en la región, según el Siberian Times. Según un artículo en IOP Science, citado por ese diario, el nuevo clima podría estar cambiando la manera en la que los árboles crecen en el paisaje siberiano, como los pinos, que son algo más resistentes a los incendios porque se queman más lento. En países tropicales como Colombia, el riesgo de incendios sigue presente pero disminuye gracias a la posibilidad de precipitaciones.

Los incendios no solo tienen efecto en la vegetación. También significan más dióxido de carbono emitido en la atmósfera a la par que se queman los árboles y la vegetación, más humo que eventualmente causa neumonía y enfermedades del corazón, más químicos que retardan la combustión en el paisaje, entre otros.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

MENOS EMISIONES DE CARBONO PARA LUCHAR CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
naturahoy.com

Un estudio revela que reducir las emisiones del carbono orgánico del subsuelo es fundamental para paliar el efecto invernadero



La Organización de las Naciones Unidas por la Alimentación y la Agricultura, FAO, está detrás del hallazgo, cuyos resultados fueron presentados como parte del programa de actividades del Día Mundial del Suelo. El estudio presenta un mapa del suelo con las zonas más ricas en carbono con la idea de establecer un plan de conservación. Una información que, según la FAO, puede ayudar a “tomar decisiones sobre prácticas que apuntan a preservar y aumentar las actuales existencias de carbono del suelo, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático”.

Actualmente, se ha calculado que los 30 primeros centímetros del superficie planetaria contienen alrededor de 680.000 millones de toneladas de carbono, de las cuales el 60 % se encuentra distribuida en Canadá, China, Estados Unidos, Australia, Indonesia, Argentina, Kazajstán, Brasil, República Democrática del Congo y Rusia. Desde la organización, se destaca la importancia de “implementar medidas para proteger estos suelos naturales ricos en carbono y evitar las emisiones a la atmósfera”.

Por último, el estudio apoya su propuesta añadiendo que los suelos ricos en carbono natural son más productivos para la agricultura, debido sobre todo a que purifican mejor el agua y dan a las plantas condiciones de humedad óptimas.

martes, 19 de diciembre de 2017

Argentina lucha contra la extinción de sus especies
dw.com

Un ambicioso plan, en el que trabajan conjuntamente entidades estatales y privadas, busca salvaguardar la biodiversidad de Argentina.

El cardenal amarillo es una de las especies en peligro de extinción que busca salvar el país sudamericano.
El cardenal amarillo es una de las especies en peligro de extinción que busca salvar el país sudamericano.


La meta es que nunca más se extinga una especie en Argentina. Por eso el nombre de este plan de acción: Extinción Cero. Ideado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, comenzó este año con siete especies prioritarias -tres aves, dos mamíferos, un anfibio y un pez-: el cardenal amarillo, el macá tobiano, el cauquén de cabeza colorada, el jaguar o yaguareté, el venado de las pampas, la ranita del Pehuenche y la mojarra desnuda.

No significa que otras especies no requieran atención, sino que implica un esfuerzo adicional en el manejo de las que están en estado más crítico. "Queremos resguardar el patrimonio natural, cultural y la biodiversidad de los argentinos. No sólo para los que estamos hoy, sino para las generaciones futuras", indica a DW Javier García, Director Nacional de Biodiversidad y Recursos Hídricos del ministerio.

El Plan de Acción Extinción Cero es parte de la Estrategia Nacional de Biodiversidad, con planes que apuntan a conocer el estado de conservación y proteger diversos ecosistemas. "Es un paso adelante no sólo en reducir la amenaza y la pérdida, sino también en recuperar poblaciones y disminuir la pérdida de hábitat, con un enfoque mas abarcativo", explica García.

Para cada especie se han establecido alianzas con instituciones expertas en el tema y socios estratégicos en terreno. El plan aúna los esfuerzos de una gran red de entidades estatales y de la sociedad civil, como ministerios, parques nacionales y provinciales, ONG, universidades, centros de estudio, entre otros, que ahora trabajan en forma coordinada. Desde el control y la fiscalización, hasta la protección del hábitat y la reintroducción de especies. "Los esfuerzos de conservación de la biodiversidad tienen que ser colectvios, no hay una sola institución que pueda abordar la problemática por sí misma y en soledad", afirma Javier García.

Con una superficie de 3,7 millones de km2 y una gran variedad de paisajes y climas, Argentina cuenta con una gran diversidad de ecosistemas y especies.
Con una superficie de 3,7 millones de km2 y una gran variedad de paisajes y climas, Argentina cuenta con una gran diversidad de ecosistemas y especies.



"El Plan Extinción Cero ha sido una muy buena experiencia y un ejemplo de cómo el estado y la sociedad civil pueden trabajar en equipo en planes concretos de acción", afirma a DW Carina Righi, responsable de conservación de Fundación Temaikèn.

Esta es una de las instituciones involucradas en el plan. Se trata de una organización privada sin fines de lucro, que cuenta con un bioparque en la provincia de Buenos Aires. "Nos enfocamos principalmente en especies que tienen amenaza de conservación o que están en peligro, pero además rehabilitamos y reintroducimos animales víctimas de tráfico ilegal. Trabajamos con las autoridades que hacen decomisos y esos animales vienen acá, se los recupera, rehabilita y la mayoría se vuelve a reinsertar", explica Carina Righi.


Cardenal amarillo, de vuelta a la naturaleza

La mayoría de las especies víctimas de tráfico ilegal son aves, pues su traslado y comercialización ilegal es más fácil. "Muchas veces viajan en mochilas, en el doble fondo de valijas, dentro de la ropa de las personas o en los baúles de los autos", relata Carina Righi. Víctimas de la captura y de traslados traumáticos, llegan en un gran estado de estrés y deben ser recuperados, desde la alimentación hasta al sociabilización.

El tráfico ilegal casi llevó a la extinción al cardenal amarillo. "Es un ave muy bonita, colorida, que canta muy lindo y es muy codiciada como mascota, al igual que los loros y los tucanes", indica la experta de Temaikèn.

En el plan de protección del cardenal amarillo trabajan cuatro entidades: el gobierno como fiscalizador del comercio ilegal, la Fundación Temaikèn en la rehabilitación, la ONG Aves Argentinas en labores de educación y difusión, y la Universidad de Buenos Aires en el monitoreo de las aves reintroducidas.

Los resultados de esta cooperación son más que positivos, destaca Carina Righi: "Hace dos meses hicimos una liberación de 26 cardenales amarillos que habían estado mucho tiempo decomisados y por burocracias estatales o judiciales no podían liberarse. Hoy están monitorizados, sobreviviendo con éxito y formando pareja en la vida silvestre. Con la descendencia están aportando a la preservación de esa población".

Innovación, educación, conciencia

Junto con la cacería, las especies nativas se ven afectadas por la reducción del hábitat con el avance del hombre, tanto por la agricultura, la ganadería y la urbanización. Muchas veces las medidas preventivas de control no bastan y se están incorporando enfoques más innovadores.

En el caso del yaguareté, por ejemplo, se busca minimizar el conflicto con la ganadería en las poblaciones circundantes al área de distribución. En algunas especies se consideran sitios potenciales para traslocar poblaciones, proyectos de cría ex situ, creación de áreas protegidas y técnicas de reproducción asistida.

"Cuando las poblaciones disminuyen de manera muy crítica y ya no existe población silvestre que recuperar, empiezan a tenerse en cuenta los planes de reproducción en ambientes controlados para después reinsertar. Ese es un camino que nos queda por recorrer. Ahora lo estamos pensando para una especie de guacamayo que en nuestro país se encuentra extinto y ver si por esa vía se puede volver a repoblar", dice Carina Righi.

lunes, 18 de diciembre de 2017

¿Por qué India no puede controlar su contaminación?
nytimes.com

La contaminación del aire en el país asiático se ha agravado durante este año, con nubes de esmog sobre Nueva Delhi. Los ambientalistas acusan que parte del problema son las políticas de Narendra Modhi pues, afirman, estas le dan preferencia al desarrollo empresarial a cualquier costa.



NUEVA DELHI — A principios de diciembre millones de personas estaban viendo un partido de críquet televisado entre los equipos nacionales de India y Sri Lanka, cuando el juego de pronto se detuvo.

La contaminación en Nueva Delhi ha estado especialmente fuerte y uno de los jugadores de Sri Lanka apenas podía respirar. Se inclinó hacia adelante, puso las manos sobre sus rodillas y comenzó a vomitar durante la transmisión en vivo.

Era evidente que los jugadores de críquet de Sri Lanka no estaban preparados para el aire sucio de Nueva Delhi, que esa semana superó en veintidós veces el nivel de partículas contaminantes nocivas que la Organización Mundial de la Salud considera aceptable. Fue un momento vergonzoso para India y el Tribunal Verde Nacional, la corte medioambiental de ese país, reprendió al gobierno local por haber organizado el partido.

“Todos los diarios habían tenido encabezados acerca de que la contaminación del aire sería más pronunciada. Sin embargo, ustedes no tomaron medidas. Los jugadores incluso estaban usando tapabocas durante el partido”, dijo la corte. “¿Acaso la gente de Delhi debe soportar esto?”.

Se podría hacer una pregunta más amplia: ¿por qué India, país que ha hecho considerables avances en la lucha contra la pobreza y aspira a ser una superpotencia, no puede controlar su contaminación?


La crisis de esmog afecta la esencia de la imagen que India quiere proyectar hacia el extranjero; está atizando la insatisfacción con el primer ministro Narendra Modi; es un lastre para la economía, y, de acuerdo con un nuevo informe de Unicef, podría estar dañando de manera permanente los cerebros de los niños.

Los ambientalistas del país reconocen que la contaminación del aire es un monstruo de varias cabezas con muchas causas. No obstante, afirman que Modi no ha podido responder adecuadamente e, incluso, que sus políticas proempresariales, como relajar las reglas en torno a los sitios de construcción, han hecho que empeore el problema.

“Las regulaciones ambientales se están diluyendo para promover la facilidad de crear negocios”, dijo Prerna Bindra, una conservacionista de la vida salvaje. “Las preocupaciones ecológicas no se reflejan en la historia de crecimiento de India. En algunas ciudades, inhalamos veneno cada vez que respiramos”.

A principios de noviembre, el esmog en Nueva Delhi era tan denso que no se podía ver el extremo de la calle. United Airlines canceló vuelos durante varios días y las autoridades cerraron escuelas. La gente llenó los hospitales con casos graves de tos. Algunos dijeron que sentían como si una mano estuviera apretando sus gargantas.



Esta época del año, con la llegada del invierno, es la peor. El humo de diésel, el polvo de construcción, las emisiones de las plantas de carbón y el humo de enormes hileras de cultivos se combinan para formar una capa de esmog, engrosada a causa de un aire relativamente frío y con poco viento.

Algunos en el equipo de Modi se han apurado en atribuirlo al factor estacional. El ministro de Medioambiente, Harsh Vardhan, le aseguró a la gente que el problema se solucionaría en cuanto el viento comenzara a soplar.

Arvind Kejriwal, ministro principal de Delhi (un puesto parecido al de gobernador), tuvo una actitud totalmente distinta: dijo que Delhi se había convertido en una “cámara de gas”.

Este es otro problema. Las distintas capas del gobierno indio —y son muchísimas— se pelean entre sí mientras la contaminación del aire sigue filtrándose por las grietas.

“El 99 por ciento de este problema se debe a la falta de coordinación”, dijo Salman Khurshid, un antiguo ministro y miembro del principal partido de oposición. “El gobierno central solo habla, pero no hace nada”.



En 2015, la contaminación fue vinculada con 2,5 millones de muertes en India, según la revista médica The Lancet. El nuevo informe de Unicef indica que los altos niveles de contaminación del aire pueden provocar neuroinflamación, la cual perjudica el desarrollo cognitivo en niños pequeños.

Muchos observadores externos comparan a India y China, dos importantes países asiáticos que intentan encontrar un equilibrio entre expandir su economía tan rápido como sea posible sin arruinar el ambiente.

China ha emitido multas y ha presentado cargos penales con mayor velocidad, pero India jamás ha podido controlar a su población como lo hace China.

El sistema político indio es mucho más libre y más caótico: una democracia descentralizada donde hay 1300 millones de personas y abundan todo tipo de rivalidades políticas y regionales. Los funcionarios indios rara vez respaldan un solo conjunto de políticas, incluso cuando se trata de un enorme problema de salud pública.

El 8 de noviembre, después de que imágenes satelitales de la NASA mostraron una enorme mancha de esmog que cubría el norte del país, ¿qué hicieron los ministros principales de Delhi y Punjab? ¿Acaso se apresuraron a reunirse con el primer ministro? No, comenzaron a enviarse tuits.

“Del se está ahogando, señor”, publicó Kejriwal en referencia a Modi.

“No es un asunto de discusión interestatal”, respondió Amarinder Singh, su par en Punjab.

Una semana después, Kejriwal tuiteó: “Estaría agradecido si pudieran apartar algo de su tiempo para reunirse conmigo”.

Aún no se han reunido.




Los ambientalistas indios tienen una larga lista de quejas: dicen que Modi debería intervenir más para ejercer liderazgo en materia de contaminación del aire. Dicen que la decisión de su gobierno de eliminar la evaluación de impacto ambiental para la mayoría de los proyectos de construcción ha provocado que haya más polvo, lo que contribuye significativamente a la contaminación del aire de Delhi.

También se quejan de que el gobierno de Modi no ha podido reforzar las restricciones en torno a las plantas de energía que utilizan carbón mientras que ha otorgado permisos para construir otras nuevas (incluyendo algunas cerca de Delhi). El carbón es uno de los combustibles más sucios.

Los asesores de Modi argumentan que están impulsando la energía solar, atacando el tráfico de camiones y organizando un grupo de trabajo.




Cada año, en noviembre, flotan por encima de Nueva Delhi nubes de humo blanco. Provienen de miles de millones de kilogramos de residuos de cultivos, como hojas y tallos, que son quemados en granjas en los territorios vecinos de Punjab y Haryana con tal de hacer espacio para la siguiente plantación. La quema de cultivos crea un cuarto de la contaminación del aire de Delhi en el invierno.

Varios gobiernos estatales le han suplicado al gobierno central que dé apoyos para alternativas como transportar los residuos a granjas lecheras para que se los coman las vacas. El costo sería de cerca de 200 millones de dólares, menos de un décimo del uno por ciento del producto interno bruto indio, que suma 2000 millones de dólares. El gobierno central aún no está de acuerdo.

Vinay Kesari, un abogado, abandonó hace poco Delhi y se mudó para ir a Bangalore con su esposa embarazada.

“El factor decisivo”, dijo Kesari, fue “que no queríamos que nuestro bebé respirara por primera vez en Delhi”.

viernes, 15 de diciembre de 2017

¿Cómo será la biodiversidad en la Antártida?
abc.es

Un nuevo modelo científico puede predecir la cantidad de comida disponible para los organismos en el fondo del mar Antártico y cuánta vida es admisible en la región

Satélites y modelos oceánicos ayudan a predecir cómo será la biodiversidad en la Antártida


Un equipo de investigación internacional ha utilizado datos recopilados por satélites y un modelo oceánico para explicar y predecir la biodiversidad en el fondo marino antártico.

Los investigadores combinaron imágenes satelitales del color del fitoplancton en la superficie del mar con un conjunto de modelos conectados de cómo el fitoplancton microscópico es barrido por las corrientes oceánicas, de cómo se hunden hasta el fondo marino y luego se redistribuyen a través del mismo, para predecir con exactitud la necesidad de un muestreo físico extenso.

El autor principal del estudio, el estudiante de doctorado del Instituto de Estudios Antárticos y Marinos (IMAS, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Tasmania, en Australia, Jan Jansen, dice que el avance, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, respaldaría una mejor conservación y gestión de la biodiversidad en la Antártida. «Por primera vez, podemos predecir la cantidad de comida disponible para los organismos en el fondo del mar Antártico y, por lo tanto, cuánta vida es admisible en toda la región», dice Jansen.

«Los científicos sabían desde hace tiempo que había una relación entre la materia orgánica en la superficie y la vida en el fondo del mar. Pero hasta ahora no ha habido un modelo fiable que explicara el vínculo y permitiera predicciones de biodiversidad. Nuestro modelo de disponibilidad de alimentos contiene datos satelitales y análisis de la tasa a la cual la materia orgánica se hunde junto con los datos sobre las corrientes oceánicas fluctuantes sobre el lecho marino», describe.


Se han utilizado imágenes satelitales del color del fitoplancton en la superficie del mar

Según el investigador, las predicciones del modelo sobre la cantidad de comida que habrá en un área en particular se han verificado mediante el muestreo físico de los sedimentos del fondo marino. «Este sistema de modelos permite predicciones a gran escala de la biodiversidad del fondo marino en vastas regiones de la plataforma continental antártica que anteriormente estaban ocultas, así como predicciones sobre cómo el cambio climático afectará el ecosistema. También apoyará decisiones mejor informadas sobre cómo las partes del océano pueden administrarse y conservarse mejor en el futuro», dice Jansen.

El coautor del IMAS Craig Johnson apunta que, aunque el estudio se basaba en una región del este de la Antártida, el nuevo enfoque podría utilizarse para generar mapas de biodiversidad en toda la plataforma continental alrededor del continente antártico, incluidas las áreas donde la información es actualmente limitada o difícil de recopilar.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Un árbol que da 40 tipos de frutas
elimparcial.com


El escultor estadounidense Sam Van Aken concibió el "árbol de 40 frutas"como una especie de Frankenstein natural. 

Un árbol que da 40 tipos de frutas


El árbol, que ya ha sido plantado en distintas localizaciones en Estados Unidos, es producto de una idea que deseaba mezclar medios inusuales, algo muy habitual en los artistas. En este caso, en vez de pinceles y lápices, tenemos árboles y frutas.


El proyecto 'Tree of 40 Fruit', se compone de una serie de árboles frutales híbridos. A través del injerto, Van Aken, que también es profesor de arte en la Universidad de Siracusa en Nueva York (EE. UU.) ha cultivado más de 40 variedades de frutas como ciruelas, albaricoques y cerezas, en un árbol individual.

Cada árbol produce 40 tipos de frutas de hueso, del género Prunus, que maduran secuencialmente de julio a octubre en este país, indica Muy Interesante.

"Quería tener un árbol que floreciera en diferentes colores", comenta Van Aken, que aprendió sobre los injertos cuando era niño. "Vi a mi abuelo hacerlo, y fue lo más mágico e increíble que he visto nunca. Cogió una rama de un árbol de melocotón y se la puso a otro árbol. Dijo, 'espera aquí, y para la próxima primavera comenzará a crecer y se convertirá en otra rama', y efectivamente eso ocurrió".

Ese trasfondo familiar en la agricultura llevó a Van Aken al uso de este medio tan curioso para crear arte.

Desde que comenzó el proyecto hace unos ocho años, ha creado más de una veintena de árboles de 40 frutas, la mayoría ellos se encuentran en exhibición en América del Norte, ya sea en jardines comunitarios, museos o colecciones privadas (en Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania...). Otros, han viajado a Suecia e incluso en China.

La intención de Van Aken es manipular la naturaleza para realzar su belleza. Este tipo de iniciativa tiene su condicionante: para ver si un injerto ha fructificado hay que esperar años y hay que tener sumo cuidado con la poda y las zonas estratégicas en las que se colocan los injertos, así como trabajar en torno al ciclo de crecimiento de cada fruta que se emplea.

Las exhibiciones "The Tree of 40 Fruit" logran mejorar la belleza primaveral de un árbol, con flores que irradian un espectro de colores pastel vibrantes.

"Ver los árboles en primavera todos los años, sigue siendo una sorpresa para mí. Cuando los ves florecer... están evolucionando, están cambiando. Cada año, cada árbol individual se vuelve diferente", aclara Aken.

Aparte de los múltiples colores que muestran estos árboles híbridos, ofrecen toda una suerte de frutas en el mismo árbol: melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas, nectarinas... Como hemos visto, el artista 'diseña' cada uno de los árboles, seleccionando especies que florezcan y produzcan frutos en distintos momentos del año para aprovechar todo su potencial y belleza. Así, en una estación, crecen ciruelas y nectarinas; en otra albaricoques y cerezas y así sucesivamente.

La meta última de Van Aken es colocar pequeños huertos urbanos llenos de estos árboles por todo el planeta, algo que puede aumentar la diversidad de frutas en general, así como cumplir con su otro deseo de difundir su arte globalmente y que todo aquel que se tope con uno de estos árboles se haga preguntas sobre su origen.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Alertan que siguen siendo altos los niveles de deforestación en la Argentina
nearural.com

Pese a que tuvo el nivel más bajo en 2016, se perdieron más de 135.000 ha, lo que equivale a seis veces la superficie de la Capital; ambientalistas piden mayores controles. Uno de los casos en los bosques chaqueños



A mediados de año la chacra Las Rejas, en el noroeste chaqueño, se convirtió en un cementerio de árboles. Algarrobos, quebrachos y guayacanes esparcidos en 2900 hectáreas. La empresa agropecuaria Cuenca del Salado preparaba el terreno para sembrar. La compañía consiguió que Chaco autorizara un cambio de zonificación con el que logró que parte del bosque ya no deba ser conservada. El desmonte es uno de los más grandes registrados este año y resulta representativo del avance sobre el bosque nativo hoy, diez años después de la aprobación de ley que consiguió desacelerar la deforestación, pero que está lejos de detenerla.

Un artículo del diario La Nación advierte que el año pasado desaparecieron 136.470 ha de bosques, una superficie que equivale a seis veces la Capital, según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación surgidos del monitoreo de las 16 provincias que abarcan las cuatro regionales forestales más amenazadas, que son el parque chaqueño y en menor medida yungas, selva paranaense y espinal. Y lo que resulta dramático es que 58.281 de esas hectáreas eran de bosques que las provincias habían catalogado como "rojos" y "amarillos" por su valor de conservación. Según parámetros que instauró la ley, se categorizan como rojos los bosques que no deben sufrir ninguna transformación; como amarillos los que presentaban alguna degradación, pero pueden ser restaurados, y como verde los sectores poco conservados, por lo que se pueden hacer desmontes con permisos previos.

Al analizar las cifras de pérdida de bosques en los últimos 19 años, se diferencian dos períodos. Uno, entre 1998 y 2007, con una pérdida promedio de 300.000 ha por año. Y otro después de la sanción de la ley, entre 2008 y 2016, con una deforestación anual de 267.000 ha, pero con un marcado ritmo de descenso a partir de 2014, cuando baja a 190.000 ha y alcanza su mínimo histórico en 2016, con 136.000 ha. Esta cifra representa una tasa anual de deforestación del 0,5% de los bosques del país, que ocupan 27 millones de hectáreas. Ese descenso le permitiría a la Argentina salir del noveno puesto en el ranking, elaborado por la FAO, de las naciones que más pérdidas de bosques reportaron entre 2010 y 2015.

Para el Gobierno, la baja está dentro de lo razonable. Y prometió que antes de 2030 se llegará a la meta de deforestación cero.

El avance de la siembra, principalmente de soja, y el de la ganadería son los principales motivos de desmontes. Mientras que las recategorizaciones irregulares de predios inicialmente protegidos para tipificarlos como verdes; las frágiles multas por desmontar sin permiso o en lugares prohibidos, y la falta de financiamiento del fondo nacional con el que se debe compensar a los dueños de bosques por preservarlos son las causas que colaboran con la deforestación.

"Muchas empresas sojeras compran campos en zonas amarillas, solicitan que cataloguen el predio como verde, lo consiguen y logran desmontar", describió Rolando Núñez, coordinador del Centro Mandela, un organismo dedicado a la investigación social que denunció al gobierno chaqueño porque, según establecen las pautas para actualizar las categorizaciones de bosques, los ajustes no pueden implicar un retroceso respecto de los niveles de protección.






Claudio Andreoli, titular de Cuenca del Salado y del predio Las Rejas, afirmó que la empresa no empezó ningún trabajo hasta que no consiguió los permisos. "El desmonte estuvo autorizado y cumplió todos los trámites que debe atravesar. Se hizo una audiencia pública en la que no hubo ningún tipo de oposición, un estudio de impacto ambiental, calicatas y otras tareas previas a que se autorice el cambio de zonificación por ser un terreno apto para la actividad agrícola", señaló La Nación.

Infractores

Según Greenpeace, luego del ordenamiento territorial hecho por las provincias, el 80% de los bosques fue catalogado como zona roja o amarilla. "Eso fue importante, pero la presión y el avance de la agricultura y la ganadería sobre la región de bosque chaqueño son muy grandes", indicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.

"Muchas veces la deforestación se frena porque el clima lluvioso no lo permite o porque no cierran los números para invertir en un desmonte", advirtió Fernando Miñarro, director de conservación de la Fundación Vida Silvestre en La Nación.

Las multas para quienes desmontan en zonas prohibidas suelen ser altas, pero señalan que son difíciles de cobrar. En Santiago del Estero rondan los $ 16.000 por hectárea afectada. Sin embargo, según reconocieron en esa provincia, recaen sobre grandes empresas sojeras que judicializan el castigo. Esa situación, que se repite en Chaco y Salta, llevó a que Greenpeace reclamara que el desmonte y el otorgamiento de permisos de desmontes en zonas protegidas sean considerados delitos penales.

La falta de financiamiento de la ley es otro de los puntos que las ONG marcan como determinantes para explicar por qué la deforestación ilegal no se detuvo.

La pérdida de bosques tiene varias consecuencias: incremento de gases de efecto invernadero por la liberación de dióxido de carbono, erosión de suelos, inundaciones por la desaparición de un reservorio natural de agua de lluvia, pérdida de biodiversidad y migración y desarraigo de las poblaciones rurales.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Contaminación sonora: qué es el confort acústico
lanacion.com.ar

A medida que los espacios urbanos crecen, también aumenta el nivel de ruido del medio ambiente y con esto, las exigencias acústicas para la construcción de los espacios interiores



Mientras que cada vez es más difícil lograr momentos de tranquilidad y ser libres de los ruidos molestos, estos parecen perseguirnos tanto dentro como fuera de nuestros hogares. Ya sea por vivir sobre una calle de mucho tránsito y gran movimiento peatonal como por las clásicas situaciones que conllevan la convivencia con nuestros vecinos.

Lo cierto es que son todos estos los factores que no solo influyen a la hora de pensar nuestra calidad de vida sino también los que determinan qué tipo de aislamiento acústico necesitamos. Desafío que se suma a las nuevas tendencias diseño interior que proponen amplias vidriadas, mobiliario minimalista, materiales duros y pisos de madera con cámara de aire, materiales que también afectan nuestro confort acústico.

Cuáles son las claves para lograr confort acústico



Siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud una vivienda no debería superar los 65 decibeles ya que, cerca de los 80 o más, el ruido se convierte en una verdadera amenaza nuestra salud.

Es por esto que, para lograr el confort acústico y evitar este tipo de problemas, la planificación es fundamental. Y, como explica Alfredo Lugrín, Gerente Técnico en Argentina de la empresa alemana de construcción en seco Knauf , revistiendo los muros exteriores perimetrales desde su interior con los sistemas de placa de yeso y material aislante, se pueden lograr grandes mejoras en el rendimiento acústico.

Mientras que el objetivo de la absorción acústica es bajar los tiempos de reverberación y eliminar el bullicio, es fundamental conocer:

Uso del espacio: si bien existen distintas soluciones de acondicionamiento acústico, es fundamental conocer si el espacio va a ser utilizado como auditorio, sala de máquinas, oficinas de planta abierta o restaurant. Cada uno de estos ambientes tiene características especiales que requieren absorber algunos sonidos, potenciar otros o rebotar otros más.

Quiénes serán sus habitantes: siguiendo el mismo tipo de lógica que en el punto anterior, además de la utilidad del espacio es importante saber quiénes serán las personas que hagan uso del mismo: un grupo de niños o de adultos, una familia numerosa o una pareja; cada uno de estos grupos significarán volúmenes diferentes y también distintas necesidades.

Es decir que, lograr un buen confort acústico es el resultado de un proceso en el que se determina el propósito acústico del espacio, se integra el diseño acústico a la arquitectura general y se seleccionan materiales y elementos diseñados específicamente para lograr un mejor resultado.



Materiales innovadores

Los sistemas de construcción en seco ofrecen una gran variedad de posibilidades para controlar esa reverberación y configurar un espacio acorde a las necesidades acústicas de cada ambiente.

Por ejemplo, las placas Knauf acústicas perforadas que se encargan de absorber las reverberaciones del sonido de una manera muy efectiva. Estas placas Cleaneo Akustikson fruto de años de investigación y se diferencian de otros materiales por ofrecer amplias opciones de diseño, con soluciones funcionales y estéticas y aplicaciones variadas: en restaurantes, por ejemplo, además de lograr un gran rendimiento acústico absorbiendo el ruido ambiente, alcanzan notables resultados estéticos acompañando los diseños más innovadores. Pero también resultan de gran utilidad a la hora de pensar un cuarto dedicado al esparcimiento y con tecnología como el home theater, en donde van a existir mayores exigencias acústicas, tanto hacia adentro (optimizando la reverberación para que pueda experimentarse el sonido en toda su dimensión) y hacia afuera (para que los vecinos puedan disfrutar de su propia película sin que la nuestra interfiera).

Las aplicaciones estéticas de los sistemas Knauf, sumadas a su gran capacidad funcional en el tratamiento acústico, significan un salto en la arquitectura moderna, y pueden encontrar aplicación en pequeños proyectos de vivienda o en grandes obras comerciales, por lo que resultan muy recomendables para un tratamiento acústico completo de los ambientes interiores.